miércoles, 29 de abril de 2020

Primero de mayo en pandemia




A mucho compa no le gusta la idea de la caravana. Es un Primero de Mayo difícil. Juega mucho la seguridad.

En el primer Primero de Mayo al que concurrí, la seguridad era casi todo, pero cuatro de los cinco que en una reunión clandestina nos concertamos para concurrir, no lo sabíamos bien. Al punto que nos reímos del compañero que se disfrazó de cura, con misal y todo, porque a un lado de la plaza está la iglesia que le serviría de coartada.

Si el Primero de Mayo anterior, me enteré que mataron a Reyes fue porque, después de dos años buscando contacto, había logrado integrarme a la organización. Estar organizados en la clandestinidad era, por lejos, la manera más eficaz de luchar contra la dictadura, pero para un par de gurises de familias no frenteamplistas, en 1978 era complicado encontrar un enlace y después también. Fue en el 80, cuando Álvaro recibió de Nelson en el liceo nocturno nuestro primer Liberarse, que nos pudimos afiliar y hacer que lo poco que hacíamos fuese más de lo que parecía.

Para el Primero de Mayo del 81, Nelson bajó para los tres afiliados a la UJC y los vínculos simpatizantes de la CNT que teníamos, dos posibles tareas. Una de madrugada para que la calle Primero de Mayo amaneciera alfombrada de claveles rojos. Otra de tardecita en la Plaza del Trabajador, en Garibaldi, para poner una plaqueta en el monumento durante una concentración relámpago que cubriese a quienes se encargasen de colocar la placa.

Nos repartimos las tareas y Yimi se disfrazó de cura, con misal, rosario, crucifijo y todo. Si lo detenían iba a decir que salía de la iglesia cuando vio un tumulto y se arrimó a ver qué pasaba.

–Van a ir a la iglesia a preguntar y les van a decir que no sos cura, boludo (“boludo” no, se decía “nabo”. “Boludo” se dice ahora).

–Nabos son ustedes, giles. Cabe la posibilidad de que no vayan a preguntar y yo zafe. En cambio ustedes, ¿qué coartada tienen? ¿Qué mierda hacían en la plaza si ninguno vive por ahí, ni trabaja por ahí, ni estudia por ahí, ni tiene familia por ahí?, ¿eh?

Nos importaba un pito. No éramos plenamente conscientes. Ni la hermana ni la novia ni el gato le dieron la razón

No fuimos un tumulto pero alcanzó para tapar a los encargados el instante necesario. Hoy sé que hubo varios otros pequeños actos así, sorpresa, ese día, que en esa fecha éramos más de tres mil organizados en la clande; me lo aseguró José Pachela veinte años después, pero yo pensaba que a lo sumo éramos trescientos.    

Al año siguiente, en otra fecha, me tocó a mí ser uno de los encargados de poner un cartel en el muro de la Biblioteca Nacional. Entonces ya entendía por qué a la hora pico de transeúntes, por qué estaba superpoblada la parada del ómnibus, por qué cuando nosotros pasamos, a una seña se arrimaron treinta a tapar el muro cinco segundos, que al final fueron diez porque Oscar y yo pudimos enseguida pero a Nelson le costó un poco más hacer su parte mientras se decía a sí mismo “¡trancuilo, tracuilo!”.

No sé cuánto duró la plaqueta en el monumento. Me fui a dormir deseando que la plaqueta estuviese allí al amanecer cuando los trabajadores del lugar pasasen por la plaza para ir a sus laburos, incluido el cura de verdad.

El muro duró cinco horas. Como era en 18, bien céntrico, los milicos no quisieron hacer pamento y esperaron la noche para mandarse en camión con detergente.

Está bien que insistamos en denunciar la felonía de que nos nieguen la cadena de televisión, porque sabemos que una plaqueta una noche con su amanecer y un cartel cinco horas en 18, valieron que se jugaran la vida decenas de militantes. Sin esos y cada uno de los pequeños actos de entonces y de las medidas de seguridad para que les costasen al pueblo lo menos posible –y aun así costaron muchísimo–, hoy no tendríamos la fuerza política para  hacer llegar un discurso programático a toda la población.

Ni tendríamos una Central de Trabajadores que, incluso en gobierno de derecha, a nadie se la pasa por la cabeza el atrevimiento de ir a plantearle el 25 % de descuento salarial general, sin reintegro, que aceptó la CGT argentina en gobierno de un sedicente “socialdemócrata”.

El asunto es hoy en pandemia como ayer en dictadura, tomar las mayores precauciones de seguridad posibles, sin dejar de hacer ni de decir.

A mí tampoco me gusta la caravana, pero es lo concertado y ella, con la recepción en cada casa de un vasto circuito de comunicación propio, puede ser lo más seguro y acaso sorpresivo, aunque parezca menos de lo que es.

lunes, 27 de abril de 2020

Chicotazo-19: pandemia 2.0







“Estábamos al borde del abismo y dimos un paso adelante”, frase célebre con que el almirante Márquez definió la dictadura en Uruguay (debe advertirse que Márquez era uno de los jefes de la dictadura, lo dijo, sic, a modo reivindicativo).

Estamos ante la pandemia más importante de los últimos 100 años, al borde del invierno, en una extraña tranquilidad con demasiado olor a calma chicha, cuando el gobierno no solo “mueve la perilla” de aumentar el contacto social (perilla que anuncia que si las circunstancias lo ameritan puede volver hacia atrás) sino que también da el paso LUC (Ley de Urgente Concesión), pero este sin opción de retorno y con plazo perentorio para una aprobación tácita hacia el abismo. No tenemos al almirante para definirlo, pero tenemos a Manini para reivindicar a Chicotazo. 

Chicotazo era aquel Benito Nardone que en 1958 a Luis Batlle Berres le llamaba “comunista chapa 15” y le ganó las elecciones a los gritos en la radio, por cuatro votos locos, porque es cierto: Luis Batlle a los emisarios del FMI los echaba; o, más exactamente, los recibía, les daba un ágape y después de tomar el bajativo, los echaba.

Con Chicotazo llegó al Ministerio de Economía, Eduardo Azzini, de quien dijo el “Presidente” del colegiado, Eduardo Víctor Haedo, “Azzini es el gobierno”. Hoy no nos dicen pero sobran muestras de que “Alfie es el gobierno”, en esto nadie le puede negar al Presidente su transparencia.


Azzini firmó el primer acuerdo stand by con el Fondo Monetario Internacional en la historia de Uruguay y así emprendió el camino al abismo del 73, azuzado por Chicotazo, referente de Manini. Semejante a aquella derrota del 58 parece ésta del 19, por cuatro votos, consecuencias abismales, precipitadas probablemente con mayor vértigo por el progreso del tiempo.

Entonces el dibujante y humorista Peloduro (nuestro entrañable Mono Suárez) caracterizó la coyunda de la deuda al FMI y sus condicionamientos de gestión, con una viñeta hilarante y trágica a la vez:

La caricatura de Haedo y dentro del típico globito de pensamientos de las historietas, la frase “Azzí ni gobierno es”.

Tampoco puede decirse que sea gobierno éste de la LUC (si los yanquis lo presionan es por puro protocolo, para no perder el hábito). Este desgobierno es el remake de Chicotazo, con Manini en el papel de Nardone, Alfie en el de Azzini, y Paganini interpretando el personaje del tío chanta.

EL CUENTO DEL TIO

Una de las formas de estafa más antiguas y conocidas, es la de convencer a alguien que posee algo de gran valor de que el mismo no es tal, para de esa forma poder adquirirlo a un precio muy por debajo de su valor o directamente gratis.

El Ministro de Industria, Paganini, declaró a No toquen nada, Emisora del Sol: “Se invirtió muchísimo en la fibra óptica... ahora hay que invertir muchísimo en el 5G y el dinero que se invirtió en la fibra lo necesitaríamos ahora para el 5G”.

El gobierno, lejos de reconocerlas y aprovecharlas al máximo las inversiones del FA, se pregunta para qué mierda invertimos en la fibra óptica si ahora vamos a tener que invertir en el 5G. Y yo me pregunto, siguiendo el razonamiento del Ministro, ¿para qué invirtió el batllismo en cables de teléfono si después tuvo que invertir el Frente Amplio en fibra óptica? Y más aún, ¿para qué vamos a invertir en el 5G si después vamos a tener que invertir en el 6G o en lo que venga?

Si el Ministro de Industria hubiese sido siempre Paganini, hoy seríamos todos austeros previsores, teletrabajando con ábacos y señas de humo, a la espera de que los chinos inventen el infinitoG.

Pero hubo FA. Por eso lo estamos haciendo, trabajando y estudiando de forma remota con capacidades ampliamente destacadas y reconocidas a nivel mundial.

Ahora… no se entiende mucho para qué entonces quieren privatizar la fibra… ¿Para qué abren ese cachón en la Ley de medios? ¿O acaso nos están haciendo discutir como urgente en plena emergencia sanitaria la propiedad de algo que en realidad en muy poco tiempo ya no va a valer nada?

¿Acaso para la urgente concesión a alguna empresa española con comisionistas demasiado ansiosos para andar esperando el 11G o al menos el 5?

Se les ve el zapatito atrás del árbol y está bien, puede decirse que es una forma de distanciamiento social y corporal, pero no deja de ser el cuento del tío.

LA LEY DEL DESEO

Los deseos del capital son órdenes, los del imperialismo ley, y los nuestros confusión con el rigor científico sobre la realidad objetiva.

Mientras tanto los tuits de Trump son puro humo contra la Organización Mundial de la Salud para encubrir sus responsabilidades. ¿El humo no trasmite la COVID-19?

Sí, lo transmite. Trump, que vende humo por tuit (y sin ningún lugar a dudas realiza la mejor interpretación del Tío de toda la historia), ya es responsable de la muerte de más de 50 mil norteamericanos por coronavirus y de la internación de más de cien por inyectarse insecticidas e ingerir desinfectantes.

Si Maduro hubiese aconsejado a los venezolanos tomar lavandina, o si tuviera cincuenta mil muertos por coronavirus en vez de los diez que tiene, ¿se imaginan a los cuatro canales al aire del gobierno y al “neutral” TV Ciudad, con sus fuentes internacionales todas de países de la OTAN o del TIAR?
Hablarían todo el día de la pandemia en Venezuela con cara de Borrel. No comparan a Brasil y a Colombia con Venezuela; en este tema Venezuela para ellos no existe. Cierran la boca.

La abren para infectarse con las agencias euroyanquis. Se la llenaban todos los días con los emigrados, pero hoy no te informan que más de doce mil venezolanos volvieron de Colombia para que el sistema de salud pública los reciba con todo lo necesario para protegerlos, porque en Colombia no tienen ninguna protección.

Hoy los canales te quieren hacer pasar la LUC por ley de urgente consideración, cuando todos sabemos qué es lo urgente en este momento. El público se está dando cuenta que por encima de su plan de negocios deseados, al gobierno no le importa nada.

No sostiene las condiciones económicas para el distanciamiento corporal. ¿Para qué está el grado inversor que logró el Frente Amplio? ¿Para qué todos los créditos contingentes que gracias a las gestiones del Frente podemos obtener?  Si todos esos créditos no estaban reservados para ahora, ¿para cuándo están? "¿para cuando estemos todos muertos?", diría Arbeleche si leyó con atención a Keynes.

Tenemos un Estado fuerte, con servicios públicos y sectores estratégicos en manos del Estado, lo cual está demostrando, incluso siendo subutilizados, las enormes ventajas que nos dan para enfrentar la epidemia. Pero lejos de buscar aprovechar mejor esas fortalezas, el gobierno da un paso fundamental hacia su desmantelamiento, cumpliendo el mandato de poner nuestras empresas públicas a los designios misericordiosos del Dios mercado.

Perdimos las elecciones del 58 y lo pagamos casi cincuenta años, pero antes, con una breve interrupción, fueron más de cincuenta años de avances, no lineales, pero avances.

El Frente Amplio fue sólo quince años de, tampoco lineales ni en todos los ámbitos, pero avances.

Es urgente reducir en el corto plazo los daños de la estafa, para volver dentro de un lustro a completar treinta o cuarenta años más, al menos. Porque así, con el capital financiero imperialista de malla oro intocable, dando el paso adelante al borde del abismo, ni gobierno es, ni Estado va a ser en poco tiempo, y ya nos veremos enfrentando pandemias a tragos de agua Jane.


viernes, 24 de abril de 2020

Nada de esto es normal




Platón, en sus Leyes, nos dice que la guerra no es cosa seria porque no es cosa de juego.

Éramos serios cuando decíamos que no fue penal el que cobró Codesal a Argentina en la final del 90 o cuando jugábamos al teatro –tragedia o comedia, tragicomedia o comitragedia, llanto y risa, sacramento y humor–. 

El antónimo de la seriedad no es el humor.

Habiendo conocido a Fontanarrosa, puedo asegurar que no hay cosa más seria que el humor.

El antónimo de la seriedad es la broma, que tampoco es lo mismo que la falsedad, antónima de la verdad.

La guerra es broma, enbroma, jode –en la acepción rioplatense de la palabra–, no es seria ni es normal. Es excepcional en el tiempo o en el espacio. Esta es la primera guerra realmente mundial que ocurre (lo explicamos en “La última gran guerra”), pero aun siendo norma en el espacio lo es momentánea.

Si la guerra hubiese terminado, tendríamos normalidad, pero mientras la guerra sigue no tenemos normalidad ninguna, ni nueva ni vieja.

Andar con tapabocas y tomando distancia no es normal.

Tomar distancia es normal cuando en la escuela termina el recreo y la maestra ordena, “¡formen fila!”, entonces nos acomodamos el elástico o el alfiler de gancho de la moña para evitar el rezongo, “¡tomen distancia!”, entonces con la mano en el hombro del compañero de adelante más próximo en la fila, estiramos el brazo para marchar hasta el aula sin atropellarnos, aunque no tenemos apuro en llegar. A la salida lo mismo, pero entonces es tanto apuro en ir a jugar, que la fila se rompe en avalancha al bajar las escaleras.

Se acabó el juego, se acabó la seriedad y empezó la joda cuando un arma de esta guerra mundial nos afectó.

Dijera Manini, “se acabó el recreo”. Sonó la campanilla para formar fila tomando distancia, pero esta vez no para ir a clase y después a casa a jugar ni para volver a jugar muy seriamente en el recreo al día siguiente, sino para jodernos.

EL ENEMIGO VISIBLE

Casi todos los gobiernos usan “la guerra” a manera de metáfora. “Guerra contra el Virus”, “Guerra contra la Pandemia”, “Guerra contra un Enemigo Invisible”. Usarla a modo de metáfora es negarla en realidad.

No hago propaganda de guerra ninguna. Elija usted el bando, la hipótesis de conflicto, la teoría de la conspiración que prefiera. Si creemos que es natural, normal y serio lo que estamos viviendo, vamos a terminar víctimas de fuego cruzado, aunque esta vez el fuego es microscópico.

Tampoco son normales las ollas populares y ¡guambia con naturalizarlas! Son necesarias, imprescindibles en este momento, más que el tapaboca, más que el distanciamiento corporal, pero vamos a estar normales cuando no las necesitemos más.

A manera de metáfora es mejor usar la palabra “catástrofe”. Porque es necesario asumir la realidad de la guerra que implica asumir al enemigo. Las drogas son sustancias, los virus son microbios, ambos pueden ser armas de guerra pero no son el enemigo y El Enemigo Invisible es un juego que no se inventó (estaría bueno).

EL ENEMIGO EVIDENTE

Un día nos dieron un juego en el que había que elegir. El día que nacimos. Hoy los medios “primermundistas” le dan a elegir a usted qué enemigo prefiere, ¿un gurí gringuito superdotado (“nerd” le llaman ahora), que inventó Windows y fundó Microsoft o un ganador de reality show televisivo? ¿Cuál elige usted?

Le doy una pista. El muy evidente usa un jopo anaranjado y frunce la boca a lo Boogie el Aceitoso.  

La última trama trumpista involucra a Bill Gates con el laboratorio de Wuham y el gobierno chino. Humo preelectoral al que los chinos no agendan, pero humo de fuego al fin.

Cancillería china señaló el ejército norteamericano (que en noviembre estuvo en Wuham durante los juegos olímpicos militares) cuando en el segundo mes de drásticas medidas de cuarentena era imprescindible que su población supiera qué estaba pasando.

Señaló también las declaraciones de Robert Redfield, Director del CDC de USA, quien reconoció que algunos de los 20 mil muertos supuestamente por influenza en Estados Unidos el año pasado, pudieron haber muerto por COVID-19.

Las declaraciones de Redfield están documentadas, los juegos olímpicos militares también, existe un laboratorio biológico en Wuham, del Estado chino con participación francesa, existen (o las armaron quienes las publicaron) las comunicaciones de Gates con China, existió el anuncio del cierre del laboratorio de Fort Detrick en Maryland (o lo armaron o armaron su reapertura) en agosto del año pasado y existe, le recomiendo que no lo vea porque es muy impresionante, el video del simulacro de “Pandemia por Coronavirus” que realizó, en octubre del año pasado, Bill Gates en Nueva York, producido y garpado por Bill y Melinda Gates.

Todo, todo, ocurrió en la realidad apenas un par de meses después, exactamente igual que en el simulacro. Un gurí con tanto talento para las computadoras tiene que estar informado y si es un ser humano responsable, tiene que informar.

Muy probablemente las autoridades chinas vieron el simulacro (y, ¿por qué no?, Gates les pidió que lo vieran) porque hicieron todo tal como recomendó Gates.

La pregunta es ¿por qué no lo vio Trump? Es un registro público de una personalidad estadounidense notoria, tuvo difusión pública desde octubre y está filmado y firmado. ¿Por qué Trump hizo y sigue haciendo todo lo contrario a lo recomendado en el simulacro? ¿Y por qué acusa ahora a Gates, a la Organización Mundial de la Salud y a China?

Esta última pregunta es fácil de responder: campaña electoral. Trump no puede hacerse cargo del desastre que hizo y que sigue haciendo. Tiene que culpar a otros.

Pero recurriendo al archivo, al hígado de la información, podemos encontrar algo más. Los gurises del Silicon Valley no le dieron bola a Trump cuando les ordenó no seguir vendiéndole a Huawei, en mayo del año pasado, software para sus nuevos celulares 5G.

“Recientemente, cuando Trump ordenó a los fabricantes de componentes y a las plataformas de Silicon Valley no negociar con Huawei, empresa tecnológica China, sencillamente no le obedecieron, no iban a perderse las ganancias de ese negocio y sobre todo no iban a dejar ese espacio de mercado para que rápidamente otros lo sustituyeran.

De hecho, aunque finalmente no perdió su relación con Google y siguió fabricando celulares con sistema operativo Androide, Huawei, en un mes, ya había puesto en práctica un sistema operativo propio que no tenía nada que envidiarle al norteamericano.” https://joseloolascuaga.blogspot.com/2019/12/medios-redes-y-paredes.html

Y así como hicieron réplicas chinas de todas las redes y hasta inventaron la que hoy arrasa en occidente, tik tok, pueden hacerlas de todos los software, pero no les interesa abandonar el negocio de ganar-ganar con Silicon Valley. Ahora China lanza el cripto-yuan también para sistema Androide, de Google, que Huawei sigue utilizando. A Trump el humo le sale por las orejas.

¿POR QUÉ IMPORTA TENER HIPÓTESIS DE CONFLICTO?

Los gurises del Silico Valley, Gates, Mark Zuckerberg de Facebook, Jimmy Walles de Wikipedia, Google, YouTube… tienen dos colegas a seguir, el ingenuo Julian Assange, nuestro héroe que no tuvo hipótesis de conflicto con enemigos evidentes y se fue a Suecia que lo encarceló en Inglaterra o el ya sapiente Edward Snowden que se fue a China que lo refugió en Rusia, el lugar militarmente más seguro para sostener el conflicto con el imperialismo.

La hipótesis depende de la información, pero no debe dejar de formularse por insuficiencia de información.

Aunque no sepamos probadamente cuál va a ser el próximo paso del enemigo, qué hizo, qué está haciendo, qué está pensando, debemos imaginar todos los escenarios posibles, tener respuestas para todos ellos y designar al más probable y asumirlo.

Porque si estamos ocupados en la asunción del enemigo, no vamos a poder responderle cuando ataque. Debemos tenerlo asumido.

Esta hipótesis puede ser: el virus pudo crearse en Fort Detrick (para eso están los laboratorios biológicos en las bases militares, para la guerra biológica, defensiva u ofensiva; la historia militar yanqui está plagada –valga el término por retaliación– de guerra biológica ofensiva, desde Guatemala, pasando por Vietnam y Cuba, hasta la OTAN en Asia Occidental–), lo probaron en población negra o latina o se les escapó, planearon llevarlo al centro de China o a Irán o a Brasil con efecto Malthusiano, aunque Malthus nunca tuvo el efecto que deseaba, porque cuanto más se persigue a una especie, más se reproduce.

Una vez destruida la economía China con todos sus avances “imparables” en el mundo, “los mercados” resetearían el orden económico mundial. Gates se enteró, de todo o de parte y realizó el simulacro para que todos, incluso USA, por supuesto, “primero USA”, se prepararan para la que se venía.

Pero Trump no se dio por enterado cuando Gates se lo avisó, ni el 1 de enero, cuando China anunció las características de la epidemia en Wuham, ni al mes siguiente cuando la Organización Mundial de la Salud la declaró pandemia, ni al siguiente y ni siquiera ahora, que cincuenta mil muertos en USA y dos millones de infectados lo acusan. Se empeña en su locura de poner toda la economía en marcha desde el 1 de mayo. Va a terminar con quinientos mil o seiscientos mil muertes evitables en el último año corto de su gestión. 

Encima culpa a China, a la OMS y a Bill Gates. Su hipótesis es que el virus fue mutado en el laboratorio de Wuham con apoyo de Gates para destruir USA, interfiriéndole las elecciones. Ayer fue Rusia para Clinton, ahora es China con sus aliados de Silicon Valley, para Trump. Es el problema de creerse el centro excepcional del mundo.

NOSOTROS PRONTO Y NORMAL

Ellos ya eligieron. China no necesita más; está ganando esta guerra. Sus armas son mascarillas, equipos, test, ventiladores, vuelos cargados de toneladas de material médico.

Ellos ya eligieron. Si un arma del imperialismo es el virus, los gobiernos pro imperialistas al combatirlo se combaten a sí mismos.

Neoliberales, odiadores del Estado popular –o “populista”–, odiadores de toda cosa pública, de toda res pública, vividores para prenderse en las privatizaciones y en las privaciones de los pueblos, usando el poder imperial de “sanciones” y bloqueos, odiadores de los países soberanos con economías independientes (y si encima son países pobres no los invitan a las fiestas), ven que nada de su programa vale contra la pandemia porque el Estado es protagónico en circunstancia de pública emergencia, pero no tienen otra opción que combatirse. No la tiene el gerente de Rochild que gobierna Francia, sumándose a las hipótesis de Trump. ¡No la tiene Trump!, perdido por perdido.

Y Delgado, sosías ensombrecedor, recibe las donaciones de China aunque no la nombra en las conferencias, y los avances científicos de UDELAR, aunque tampoco la nombra, ni al Pasteur, ni al PIT-CNT. ¡Cruz diablo!

Les asusta lo normal. Les asusta el mercado libre, el libre comercio, el libre juego de la economía, porque hoy es normalmente multilateral, con los pueblos fuertes dirigiendo estados fuertes, hoy son los hombres libres matando al zorro libre en el gallinero libre y para evitar este juego, los gobiernos cipayos van a la guerra, dejan de ser serios, se ponen del lado del virus, con Bolsonaro, con Trump, malos payasos bromistas, evidencia de las Leyes de Platón.

En la deriva ante las presiones de los lobby y el sitio en que el pueblo y las circunstancias los tiene, estos gobiernos son incapaces de incendiar el juego y no están en condiciones de jugar con fuego, porque el juego es serio.

Entonces tratan de perder tiempo, de ilusionarse con desmonopolizaciones estatales, de ahorrarle cien millones de dólares a las petroleras de Houston para un futuro en que los tengan en cuenta, flexible, un futuro que ya fue.

Normal es el beso, el abrazo, el apretón de manos. Normal es el recreo y vamos a volver.

  

martes, 21 de abril de 2020

150 años de poder e ilusión




Nuestro mayor error es que no vivió veinte años más, dijo Fidel, con otras palabras, en Un grano de maíz (1992), así nuestro mayor acierto es que nació y vivió 53 años. Vladimir Ilich Ulianov, alias Lenin, nació el 22 de abril de 1870 en Uliánovsk, Rusia. Hoy hace 150 años.

“La autocrítica está en la obra”, me dijo el Flaco Vila, tupamaro amigo, de humor salvador, que escribió sobre el penal “los que no salimos mal, no salieron”. Lenin salió mal del año en prisión y los tres de destierro en Siberia, seguro. De otro modo no se explica que haya cometido la imperdonable falta de haber muerto veinte años antes que cuando tenía que haber muerto. Fidel lo autocriticó en su propia obra. A principios de este siglo, hizo ir a Cuba a un médico español, célebre y comunista, para que lo atendiera personalmente. “Así fue que nos enteramos –escribió malicioso Juan José Millás en, ¿dónde iba a ser? El País de Madrid–, que la salud de Fidel está muy bien pero la revolución se fue al carajo”. ¡Qué saben ellos! Ellos no saben que la revolución estuvo a punto de irse al carajo porque Lenin no se hizo atender debidamente. La revolución se salvó por un pelo.

Que sin Lenin la revolución se iba al carajo El Pepe Batlle lo escribió con abundantes palabras el 26 de enero de 1924, en El Día, “El fallecimiento del jefe del comunismo ruso es un acontecimiento que pone de inmediato en segundo término a todos los demás que ocurren en el mundo… con él se extingue un magnífico ejemplar humano, uno de esos personajes apasionantes que dan significación a toda una época y sirven para fijarla en la historia… Lenin fue el gestador y el organizador del gobierno ruso, el primero de esa clase de que se puede hacer memoria… esa revolución que sacudió hasta en su médula a una nación que en pleno siglo XX conservaba todavía la estructura de los tiempos bárbaros, tiene que ser fecunda y positiva, a pesar de sus errores y contradicciones, compañeros inseparables de toda empresa humana… “Las revoluciones son las locomotoras de la historia” ha dicho Carlos Marx, y en Rusia las revoluciones de 1917 fueron esa locomotora que la condujo en un plazo de tiempo reducido, desde las épocas primitivas hasta ponerla en condiciones de incorporarse a las naciones más civilizadas de la tierra. Lenin fue el verbo de la revolución. Con él se apagan la doctrina y el nervio que la sostenían… Ninguno de los otros hombres que colaboran con él en la tarea gubernativa puede comparársele. De ahí su prestigio enorme y el respeto casi supersticioso que inspiraba a todos los que lo rodeaban. Las mismas censuras agrias y justificadas que se han dirigido a las crueldades inútiles con que se manchó el régimen, no llegaron nunca hasta él sino muy atenuadas. Reconocida universalmente la potencia de su pensamiento y la energía inagotable. Como buen soldado fue herido de muerte en plena batalla, ya que fue el trabajo abrumador que se impuso el que abatió irreparablemente su organismo físico. Que no fue un fanático cerrado a cal y canto a las enseñanzas de la realidad lo prueba su acción evolucionista de estos últimos tiempos, que ha hecho que se rectificaran muchos errores a pesar de la resistencia de aquellos que sostienen la intangibilidad infecunda de las ideas… (Su enfermedad) dio motivo a que a su alrededor se encresparan ambiciones que ahora no van a detenerse ante ningún obstáculo y que sólo él era capaz de encauzar. Su muerte será fatal para la revolución que acaudilló, privada de su caudillo máximo y fatal también para Rusia que volverá a caer en un nuevo caos en el momento de liberarse de otro. Hacer predicciones de lo que sucederá es aventurado, pero salvo la aparición poco probable, de otro hombre de su estatura mental, no parece que aguarden días muy claros a ese pueblo doloroso y simpático que tanto ha sufrido.”

Batlle estaba bien informado, a juzgar por lo que hemos transcripto, sabía de la Nueva Política Económica (NEP) leninista, conocía la interna del Partido Comunista de la Unión Soviética. Había leído atentamente a Marx y a Lenin, pero su predicción tuvo un título  hacia el movimiento y hacia la acción.

Batlle espera sentado a una mesa, a una larga mesa de una sala de sesiones, espera la llegada de cada uno y los ve ingresar “a todos” como no se cansa de indicarles el portero mientras señala el camino desde la calle hacia la sala. Baltasar Brum, leal hasta la muerte, compañero de firmes convicciones; Irma Zsiacsik, Tomás Berreta, Domingo Arena, el anarquista idólatra de santos napolitanos, Francisco Gighliani que va directamente a sentarse en el lugar de Judas en la pintura de Da Vinci, Julio César Grauert, un valiente, uno de los que va a entender exactamente y ahora ingresa un muy joven Zabala Muniz, de 26 años, junto a otro joven, de 27, Luis Batlle Berres, José Serrato, Juan Campisteguy… todos toman asiento, se percibe en el ambiente el aire de expectación, la espera de una noticia que amerite semejante liturgia. Batlle los hace esperar un buen rato; conversan inquietos hasta que hacen silencio. Entonces Batlle se levanta de su asiento, de su sitial y les ordena, con toda la autoridad que le confiere un liderazgo exitoso de más de veinte años, su avanzada edad, su cercana desaparición física, su peso político y físico, su sobretodo mítico:

–¡De pie!

Todos cumplen la orden mirando que la estén cumpliendo sus compañeros. Batlle mide los distintos grados de solemnidad en cada rostro, piensa que difícilmente alguno ya tenga la noticia. Fue un contacto que hizo en Europa quien le informó y duda, descarta que alguno de ellos tenga algún contacto más cercano que el suyo a la alta política mundial y especialmente rusa. Ya les ha hecho esperar suficiente, respira profundo y encuentra en su voz y en su sentimiento el tono apropiado.

–Ha muerto Lenin.

Así se titula el editorial obituario del 26 de enero. “¡De pie, ha muerto Lenin!”.
Termina con estas exactas palabras: “desaparece con Lenin un hombre excepcional, ante cuya tumba, prematuramente abierta, sería pueril no descubrirse con respeto”.

POR UN PELO DE CHINO

Todos los dirigentes rusos que trabajaron a favor de Lenin en la NEP (1923-1927), murieron asesinados antes de 1941. También el italiano Antonio Gramsci, Presidente de la Internacional Comunista, uno de los principales dirigentes de la NEP en el Moscú de 1926, quien teorizó con Lenin sobre hegemonía y dirección en bloques de poder muy amplios. Murió en 1937, en las cárceles mussolinianas. El único que quedó vivo en la década del 40 fue un chino.

Se llamaba Deng Xiaoping. Salió de Moscú en 1927, habiendo colaborado muy estrechamente con la NEP leninista. Deng participó de La gran marcha, de la guerra, de la revolución (fue su “cuarto hombre” y el “tercero” desde la muerte de Shou De)  sobrevivió  incluso a “la revolución cultural” de “la banda de los cuatro” y en 1978, cuando de todos sus compañeros de aquel Moscú leninista ya hacia treinta y siete años que habían asesinado al último, Deng implantó la NEP desde Beijing, a donde Shou Enlai le hizo volver tras el destierro y Mao Zedong lo designó para que sucediese a Shou.

La revolución había tenido largas marchas y contramarchas, universales victorias y derrotas, pero la derrota que le esperaba era descomunal si China no bancaba la parada. Fidel vivió todos los años que tenía que vivir para decirnos, tras su última entrevista con un camarada chino, “Xi Jimping es un revolucionario”.

Florian Henckel, resumiendo con bastante supresión y un poco de tergiversación, una frase del pelado, le hace decir, "si escucho la Appassionata de Behetoven, no hago la revolución. No se puede escucharla y ser malo". Lo que dijo textual y concretamente Lenin es que cuando escuchaba la Appassionata le daban ganas de acariciar a los hombres capaces de crear cosas tan hermosas y “en estos tiempos no puedes acariciar a nadie porque te cortan la mano”.

Sin embargo organizó la revolución acariciando a Krupskaia, a Armand, a tantos, viendo a Chagall, a Einsenstein, a Meyerhold, leyendo a Maiakoski… “un hombre ha pasado por la tierra/ la ha dejado tibia para siempre”.  

Y predijo bien Batlle, improbablemente apareciera “otro hombre de su estatura mental”, pero ¿quién podía predecir que le haría reabrir a Putin el mausoleo de Lenin una presidenta peronista? Acaso Breton, el camarada precursor de la  vanguardia poética surrealista.

En cuanto a las propias previsiones de Lenin, ¿qué, si no citarlo? “Salvo el poder, todo es ilusión”. El cañonazo del Aurora, atracado en el Neva, dando la señal para la toma del Palacio de Invierno. La celebración del 10 de enero, “camaradas, hoy cumplimos un día más que La Comuna de París”. La carta al Comité Central para que separasen a Stalin. La certeza de que China sería un próximo eslabón débil en la cadena imperialista.

22 DE ABRIL DESDE URUGUAY

“El recién nacido cegado por la luz, no ve esa luz, no sabe de ella todavía y aún menos del sabor de su alegría para saberla saborear. Aunque ya la siente oscuramente en su sangre, en su misteriosa encarnación viva, pero no la ve ni la oye antes de que sus ojos solares la vean y sus oídos estelares la oigan, porque la pueden mirar y escuchar. Antes de tener alma soñadora, el hombre solamente tiene animación viva como el árbol o el pájaro o la flor o hasta la solitaria estrella.

Y sólo a los ojos del alma (y al oído del corazón) la ciega alegría de nacer (la alegría de vivir naciendo) puede convertirse en clarividencia visionaria”, escribió el leninista católico exiliado en Uruguay, José Bergamín. Pienso en Vladimir Ilich viendo a Londres a un lado y al otro desde el puente del Támesis y sentenciando: “two countries” (“dos países”) con su clarividencia visionaria en la alegría de vivir naciendo.

La alegría de nacer, el placer de organizar la revolución, aparece siempre, con humor muchas veces corrosivo, aún en los debates más duros de Lenin (el marxismo es una tradición de polémicas duras, de pensamiento fuerte) con Bernstein, con Plejanov y con Kautsky y hasta con su adorada Rosa Luxemburgo.

Rosa le llamaba “Gallito de Riña”. Él a ella siempre la llamó “El Águila de Varsovia”. Códigos ornitológicos que se tenían en el trato. Cuando los socialimperialistas alemanes la asesinaron a culatazos, Lenin quizás pensó en aquello de que no hay profeta en su tierra, pero quien sabe si imaginó que en la suya, Rusia, sería tan tergiversado. Ni que el réquiem más lúcido por su “apostolado”, lo escribiría un Presidente uruguayo.

El Uruguay de los años de Lenin fue apasionante por controvertido. Los oligarcas llamaron a Montevideo “sucursal de Moscú”. No sólo la “solidaria” ARU. Entre algunos batllistas, incluso Feliciano Viera que fue Presidente de la República, dijeron que José Batlle y Ordóñez quería sovietizar al Partido Colorado y José Enrique Rodó lo acusó de Jacobino.

Y de verdad es sorprendente las coincidencias que tenían sin haberse conocido personalmente (el único uruguayo que conoció personalmente a Lenin fue Francisco Pintos, el primer secretario del Partido Comunista de Uruguay). Por ejemplo, cuando la colectividad judía en Uruguay le pidió a Batlle el predio  para el cementerio de La Paz, Batlle les dijo que hicieran lo que quisiesen pero que él pensaba que si vivíamos juntos, lo coherente era que nos enterrasen juntos. Cuando la fracción judía del Partido Bolchevique (porque el Partido Obrero Socialdemócrata ruso y el que luego fue su fracción mayoritaria, fundó, el Bolchevique, fueron partidos de fracciones; el “partido de nuevo tipo” de Lenin no era monlitista), le planteó a Lenin la posibilidad de crear un Partido Comunista de Judea,  el pelado le contestó que mientras no existiera un Estado judío y estuviesen militando juntos en Rusia, lo coherente era que militaran en el mismo partido, pero que hicieran lo que quisieran, "la necesidad es luchar bajo la bandera del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, inclusive para mantener y seguir desarrollando la cultura nacional, inclusive en aras de los intereses puramente nacionales judíos" (Lenin sobre "la proclama del comité de Ekaterinovsla, 1903). Después de una breve abstención, el BUND (los principales sindicatos judíos) se quedaron en el partido ruso hasta que Stalin liquidó a las fracciones y a las no fracciones, del Comité Central del 17; después que Stalin mató a Trotsky a través de Mercader, él único que sobrevivió fue Stalin, Alexandra Kollontai en el desoído servicio exterior,  Elena Stasova marginada, Kalinin rehén con Kelilina en Siberia). En Uruguay la colectividad judía se decantó por inaugurar el cementerio de La Paz.

Otra coincidencia fue nada menos que el antiimperialismo. Antes que Rosa e Ilich, y que Bujarin, el primero que escribió teoría del imperialismo económico fue el Pepe, en los considerandos a la ley de estatización de la banca de seguros.

BLANCOS TAMBIÉN, ROJOS TAMBIEN, ROJINEGROS Y VERDES TAMBIÉN

En cuanto al antiimperialismo político y militar, particularmente antiyanqui, ya en 1903, Luis Alberto Herrera lo establecía por escrito desde filas del Partido de Leandro Gómez y, especialmente inspirado por la gesta heroica de Paysandú, pero desde el Partido Socialista de Uruguay, años después, Vivian Trías (y José Pedro Cardozo, Reynaldo Gargano, José Díaz, Eduardo Galeano… pero Trías descollante), basado en la teoría de Rosa e Ilich, desarrolló con fuerte marca de especificidad para la patria grande, el principio antiimperialista de un “socialismo nacional”. Los chinos dirían, jugando al mikado, “con peculiaridades nacionales”. 

Los temas de los libros originales de Vivian con mayor bagaje leninista son, por supuesto,  el imperialismo, desde el estudio del imperialismo inglés (se destaca la implacable argumentación económica de Vivian contra ese Imperio en la llamada “Guerra de la Triple Alianza”, el genocidio guaraní) hasta el rol de las fuerzas armadas en América Latina, “Simón Bolívar y el nacionalismo del tercer mundo”, pasando por todos los estudios de rigor obligatorio en el tiempo, lugar y circunstancias concretas en que le tocó luchar. Visionario y hombre de acción, su obra escrita fue reeditada íntegra por la cámara de diputados. Abreva en Lenin para discutir la existencia de una auténtica burguesía nacional en Uruguay, para delinear estrategia, tácticas y resumen político antiimperialista. Los poderes económicos cada vez más concentrados y los devenires revolucionarios siempre heterodoxos de nuestro continente, hacen a Lenin con el Gordo Trías cada noche más vigente. 

En tanto en el Partido Comunista de Uruguay, uno de los tres hijos de Tibaldo Arismendi, diputado batllista ¡por Cerro Largo! (el departamento de Aparicio), Rodney, “nacido leninista”, lo fue hasta su muerte, conversando con Lenin por escrito, es decir: pensando con cabeza propia, por muy socrática que era la del pelado, porque así su propio pensamiento marxista lo exigía. Rodney Arismendi, poco antes de su muerte física, en 1989, escribió en la revista Estudios, que, de igual modo, “es con Lenin, con quien conversa más Gramsci en sus Cuadernos de la cárcel”.

En uno de los libros del Rodney, Lenin, la revolución y América Latina, le entra al tema de las vías y los medios para la revolución, en polémica a varios frentes, en el fermento de los años 60, desarmando puntualmente al por entonces llamado “eurocomunismo”, ahondando en el influjo de la revolución cubana, que ya desde sus albores venía reflejándola Rodney en Problemas de una revolución continental. A los bolches se nos ha oído decir que el Flaco Arismendi y la dirección del 56 (José Luis Massera, Jaime Pérez, Enrique Rodríguez, Enrique Amorín… pero Arismendi impar) construyeron una “teoría general de la revolución uruguaya”, pero también es cierto que Rodney escribió, "una revolución hecha vale por diez en teoría”.

En ese sentido, vale sintetizar que el libro del Flaco Para un prontuario del dólar (recopilación temprana de estudios esenciales) tiene sentencia a favor mañana, 23 de abril de 2020, cuando el Banco Popular de China habilita al mundo entero el cripto-Yuan para todos los celulares con sistema Android y otros. Por varios motivos que reseñaremos en otra nota es una sentencia inapelable y da precisión, a la correcta traducción de la obra fundacional antiimperialista de Lenin, Imperialismo, última fase (o fase ulterior) del capitalismo y no “fase superior”, como se tradujo por error durante casi un siglo.

Un error teórico del Rodney, en mi crítica, fue haberse autocriticado, en extremaunción, cierto “servilismo ideológico”. Su teoría científica se atiene a las peculiaridades nacionales y es probadamente certera en la construcción de la fuerza política del pueblo. Si había “oro de Moscú”, en el sentido que se quiera entender, el Partido supo manejar en todos los términos el manual de Lenin Acerca de los compromisos. Lo que no supo fue reconvertirse con proyección de garantía de unidad tras la salida del fascismo, desde la cárcel, el exilio y la clandestinidad. Ningún partido revolucionario lo hizo. Y pudo haber un decisivo componente ideológico en ese fracaso concreto, pero no fue servil. Al menos, no desde el XVI Congreso. Estamos en el Frente y el único error que ni acertando cometimos fue no luchar.

Ni qué decir los trotkistas, leninistas raigales, en sus exponenciales vertientes, las frenteamplistas, entre las que destaca, por su incidencia política, la del Partido Obrero Revolucionario, posadista, con la conducción del compañero Campanella.

Pero en Uruguay hasta los anarcos se hicieron leninistas con su Partido por la Victoria del Pueblo, grande y fuerte, el Partido que en dictadura, porcentualmente a su militancia, más sangre ofrendó a la libertad y a la democracia. Numéricamente fue el Partido Comunista de Uruguay.

A los verdes militares, cuarta condición (de las 21 del año 19), “la lucha de clases no se detiene a la puerta de los cuarteles”. Una pléyade de generales y coroneles leninistas uruguayos, militantes de partidos obreros, Frigerio, Petrides, Baliñas, Montañez, Aguerre, Cardozo, entre tantos… 

A los verdes animalistas Lenin les plantea una incógnita, la cuestión del gato.

22 DE ABRIL EN EL MUNDO

Una de los misterios leninistas (después de todo nadie se religa sin liturgias ni misterios) que los exégetas no han sabido resolver –ni Althusser, ni Harnecker, ni Lukács, ni Benjamin, ni Badiou, ni Zizek, ni yo– es el de los registros fotográficos y testimoniales de Lenin con su gato. Salvo el poder, todo es ilusión; esto es ilusión:

¿Cómo hacía Lenin para que ese gato lo siguiera por tantos lugares donde anduvieron? Ni la Cheka ni la KGB ni el actual FSB supieron explicarlo. ¿Cómo hacían? Porque Lenin hubo tiempos en que cambiaba de casa cada semana, sino cada noche y los gatos son de volver al lugar de origen. Además las fronteras estaban vigiladas, no podía pasarlas con su cara, Lenin se disfrazó prácticamente de todos los personajes verosímiles (viajante de comercio fue su personaje favorito), ¿pero siempre pasaba con el gato? ¿Cómo hizo para que lo siguiera por toda Europa?

Cuando Lenin compartió un pequeño apartamento en París con Nadievna e Inessa, el gato estaba con ellos.. También cuando Lenin vivió con su suegra o con su madre que, dicho sea de paso, Lenin era muy madrero, desde que el Zar ejecutó al hermano mayor de Vladimir, Aleksándr Ulianov (1887, con 21 añitos, cuatro años mayor que Vladimir Ilich), Vladimir estuvo con su mamá todo lo que pudo y dejó escrita su última voluntad de ser enterrado junto a ella. No quiso ser embalsamado en ese horrible mausoleo que le construyó Stalin. Cristina se lo hizo abrir a Putin para decirle que lo saque de ahí y lo entierre, como corresponde, junto a su madre.

Sugiero una hipótesis. Todos sabemos que los humanos hemos domesticado a todos los otros animales. A todos, menos al gato.

Hemos domesticado al lobo por ejemplo y es nuestro perro, pero el gato nos domesticó a nosotros.

¿Alguna vez un gato te miró fijo, compañero?

Cuando un gato nos mira fijo nos está domesticando. Es sencillo. El gato no seguía a Lenin. Lenin seguía al gato. A Lenin lo perseguía la policía, pero el gato iba escuchando la música de los tiempos. Y no se equivocaba. Una vez viajaban en tren a Finlandia cuando en uno de los innumerables trasbordos, en el andén de una estación, el gato lo miró fijo y se lo llevó a París, donde había un congreso más importante que al que Lenin iba a asistir en Finlandia (salvo por la mirada del gato, éste es un hecho histórico, Lenin tomó esa decisión crucial en medio del viaje). Además atravesaron Alemania en un tren sellado fantasmal. Hicieron Iskra en Leipzig y en Munich. Atracaron en Viena. Cruzaron a Italia para tomar el sol en Capri (echados los cuatro al sol). El 3 de abril de 1917 el gato lo llevó a Petrogrado. Cuando se separaron en San Petersburgo, el gato le dijo: “vos sabés que los gatos somos naturalmente anarcos y yo sé que no debe haber habido ningún buen político, pero vos debés ser el mejor”.

Dice Putin, prolongando un argumento de Sinoviev, Kamenev y Stalin (pero también de Rosa, "los bolcheviques se pusieron la soga al cuello con la autodeterminación"), entre otros en 1922, que la URSS "implosionó por una bomba de tiempo que le puso Lenin en su Constitución", el numeral 26 que varias repúblicas citaron al separarse casi setenta años después de promulgado (es interesante constatar hoy, que casi todas esas repúblicas –Federación Rusa incluida– junto a otras tantas y más, integran, libremente ahora, la Organización de Cooperación de Shangai, una unión bastante más potente y numerosa que aquella, aunque, igual que aquella, agredida por el imperialismo con bases militares y, desde hace décadas, laboratorios biológicos en las bases).

Fidel Castro, en su crítica a las faltas de principios en la historia de la URSS (crítica enmarcada en un resumen para nada maniqueo de su historia, formulada personalmente pero destacando que era fruto del estudio del mando militar colectivo) y sin cargar las tintas en la personalidad de Stalin, ni para los crímenes ni para los aciertos, señaló los quebrantos a la libre autodeterminación de los pueblos, en el pacto germano-soviético –al que además consideró militarmente perjudicial para la URSS, porque dio más tiempo a la maquinaria nazi que al Ejército Rojo– y en las ocupaciones posteriores.

En 2018, la portavoz del ministerio de exteriores chino, Hua Chunying, citada por la agencia Xinhua, coincidió con el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov en que el informe Trump, que los calificó como enemigos de USA, tiene "un fondo imperialista que rechaza una concepción del mundo multipolar".

"China jamás llevará a cabo su propio desarrollo agrediendo a otros países" resaltó la dirigente del Partido Comunista de China. Esta crítica al imperialismo compartida por Rusia, en un lenguaje que Rusia había abandonado, remite a Lenin "cuando nosotros mismos caemos en actitudes imperialistas hacia naciones oprimidas quebrantando por ello nuestra sinceridad de principios".

Dicho sea en descargo de Putin: Desde que la OTAN bombardeó Belgrado, Alemania se sumó con Rusia a un frente paneslavo para obligar a detener los bombardeos. Corría 1999. Merkel ya estaba en la Democracia Cristiana. Putin era el jefe del FSB de Moscú  (Secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia). O sea, encargado de la seguridad del borracho Yeltsin, un tipo que de sólo pensar que ya era el Secretario del Partido en Moscú en tiempos de Brezniev, nos da la pauta de a qué extremo estaba todo en ruinas desde treinta años antes que Putin se hiciera cargo. Y, después de todo, Putin fue inmediato subordinado de Yuri Andropov (instruido por el KGB de Harold "Kim" Philby), un peregrino solitario leninista hacia la NEP entre multitud de dirigentes bernsteinianos.

Putin se llama Vladimir Vladimirovich. Su padre y su abuelo los nombraron en homenaje a Lenin. O a Maiakovski.

La otra crítica que Putin le ha hecho a Lenin de manera explícita es sobre la ejecución de los zares. Un tema impuesto en la Rusia de Yeltsin en versión HBO.  Pero con los Romanov Lenin negoció sin violencia. No fue, en tal detalle, jacobino. Mucho tiempo, mucho más tiempo del que aconsejaba la prudencia, intentó un canje. Cuando no cesó la intervención extranjera ni apareció un mísero rublo de los familiares reales europeos de los Romanov y encima en la bolsa de París trepaban al alza los bonos de deuda zarista repudiada por Lenin en enero de 1918, todo “Occidente” había decidido abandonar a los Romanov y financiar a los ejércitos interventores en Rusia bañándola en sangre y llegando a Ekaterimburgo, donde estaban los rehenes.

En su crítica no explícita a la revolución sexual, Putin fue tergiversado en Occidente, con traducciones que lo hacían oír intolerante del homosexualismo y cuando RT difundió la misma alocución con una traducción correcta, lo que Putin dijo fue “si tú eras varón y actúas como mujer y te sientes mujer u oso panda o la que sea, tienes todo el derecho a hacerlo, pero yo tengo derecho a ver en ti un varón sin que por eso me llames homófobo”. Es ecléctico, pero los 9 de mayo preside el desfile de conmemoración de la victoria en La Gran Guerra Patria, detrás de un púlpito con águila bicéfala, escudo zarista, pero sin ninguna medalla a su lado, mientras las fuerzas armadas a su orden saludan a un estrado de ancianos que milagrosamente no caen de bruces por el peso de las medallas que cargan en sus pechos, y a un pueblo con banderas rojas, hoces y martillos, estrellas rojas y efigies de Lenin. Bajo el zarismo era ley, no ya el corte de mano, sino la pena de muerte a los homosexuales. Lenin derogó todas las leyes contra los homosexuales. Fue el primero en la historia en legislar expresamente a favor de las uniones libres en general y homosexuales en particular. La legislación de la Rusia soviética, eliminó las leyes zaristas represoras de la homosexualidad por ser “contradictorias con la conciencia y la legalidad revolucionaria”, promovió además lo que hoy Manini llama “ideología de género”, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. (sobre estos temas leer, entre otros, La revolución sexual en la URSS, del terapeuta alemán Wilhem Reich y La mujer, el Estado y la revolución, de la historiadora norteamericana Wendy Goldman).

Aleksandra Kollontai, quien fue la primera Ministra de un Estado en la historia universal, nombrada por Lenin Ministra de Bienestar Social de la RSFSR el 11 de noviembre de 1917, y luego la primera embajadora plenipotenciaria, en Noruega, 1922, México, la Sociedad de las Naciones y Suecia hasta 1945, quizás la más experta conspiradora de la clandestinidad anitizarista, que regresó a Rusia el 18 de marzo de 1917, como enlace de Lenin con el Comité Central y el soviet de Petrogrado del que fue Secretaria (después de Ministra de Estado y antes de encargarse del servicio exterior, fue Secretaria del Komintern, la III Internacional). Kollontai se plantó ante el gobierno de Kerensky con su postura ambigua sobre el sufragio femenino, se puso al frente del reclamo y dijo: “¿Pero no es cierto que nosotras, la mujeres, con nuestras protestas sobre el hambre, sobre la desorganización de la vida rusa, sobre nuestra pobreza y los sufrimientos que trajo la guerra, fuimos las que despertamos la cólera popular?. La revolución, señaló Kollontai, nació el Día Internacional de las Mujeres. “¿y fuimos las mujeres las primeras en salir a las calles para luchar con nuestros hermanos por la libertad, e incluso, si era necesario, morir por ella” El 19 de marzo una inmensa manifestación de 40.000 mujeres se dirigió al Palacio Táuride, exigiendo el derecho de la mujer al voto. Esta lucha obligó al gobierno a aprobar en julio de 1917 el sufragio femenino. (“La historia de la Revolución Rusa”, de China Miéville, España, 2017).

LA CUESTIÓN FUNDAMENTAL

“Inmediatamente después de la primera guerra mundial –escribe Ho Chi Minh, el Primer Presidente de la República Democrática del Viet Nam– trabajaba como asalariado en París, ora en un taller de ampliación de fotografía, ya como diseñador de “antigüedades chinas” (fabricadas por una firma francesa). En esta época, simplemente por una especie de simpatía espontánea, apoyaba a la Revolución de Octubre, No comprendía aún todo su alcance histórico. Respetaba a Lenin simplemente porque era un gran hombre que había liberado a sus compatriotas; hasta entonces no había leído ni una sola de sus obras… En esta época, en las secciones del Partido Socialista se discutía ardientemente con el fin de saber si había que continuar en la II Internacional o crear una Internacional II y media o adherir a la III Internacional de Lenin. Asistía con regularidad a todas estas reuniones dos o tres veces por semana. Al principio no comprendía enteramente el contenido. ¿Por qué discutir con tanto encarnizamiento? Con la II Internacional o la Internacional II y medio o la III Internacional se podía hacer la revolución. ¿Por qué encarnizarse en discutir? Quedaba aún la I Internacional. ¿Qué había sido de ella?

El problema que ardientemente deseaba saber –y sobre el cual no se discutía en el curso de estas reuniones– era éste: ¿cuál de las internacionales apoyaba la lucha de las naciones oprimidas?

En el marco de una reunión planteé esta cuestión que no era la que interesaba más. Algunos camaradas respondieron: es la III Internacional y no la II y un camarada me dio a leer en un “L’Humanité” las tesis de Lenin sobre el problema de las nacionalidades y de los pueblos coloniales.

En estas tesis había términos políticos difíciles de comprender. Sin embargo, leyéndolas y releyéndolas varias veces, había llegado a captar lo esencial. Las tesis de Lenin suscitaron en mí una gran emoción, un gran entusiasmo, una gran fe y me ayudaron a ver claramente los problemas. Mi alegría fue tan grande que hasta llegué a llorar. Solo, en mi habitación, exclamaba como si estuviera ante una gran multitud: ¡Querido compatriotas oprimidos y miserables!: He aquí lo que necesitamos. He aquí el camino de nuestra liberación”. (Ho Chi Min, “el camino que me condujo al leninismo”).

Exclamó sin descanso aquella ilusión a su pequeño gigante pueblo vietnamita, cuyo poder popular y nacional terminó derrotando a todos los imperios del mundo, uno tras otro, invicto. “Existen días que sintetizan años y años que sintetizan décadas”, decía Lenin. También existen hombres que sintetizan multitudes y pueblos que sintetizan la humanidad.

Las gaviotas no beben petróleo




Lunes negro, miércoles de cenizas. Estas son las cosas que pasan cuando pasan estas cosas. Los yanquis fracturaron rocas a kilómetros de profundidad para extraer petróleo de esquisto, petróleo de baja calidad pero mucho. Les daba para autoabastecerse si lo mezclaban con un poco de petróleo convencional. Cubrían un ochenta por ciento de su demanda. Incluso exportaban. 

Mientras estuvo a 80 dólares el barril le ganaban 30 porque el costo de producción es 50, pero hace ya muchos años que el exceso de oferta, sumado a la reticencia en la regulación de la producción, bajó el precio del barril hasta hacerlo no redituable para las petroleras yanquis, que empezaron a endeudarse y a generar una burbuja financiera.

Hace años que se anuncia el estallido de esa burbuja, uno de los tantos puntos débiles de la economía de USA cuando el Imperio inició una insensata guerra comercial contra China, bloqueos económicos arbitrarios unilaterales y otros recursos de guerra irregular, híbrida, ciberataques, laboratorios para guerra biológica en el país y en bases militares que cercan Rusia, China, Irán, Venezuela. 

El aislamiento mundial de USA mientras China avanza a primera economía era indetenible. 

El COVID-19 fue un manotazo de ahogado. Toda China se iba a contagiar en sus viajes de año nuevo, pero resultó un boomerang. Todas las economías “occidentales” tuvieron que parar y tendrían que haber parado bastante antes, para evitar en los próximos meses seguir paradas. Entonces, con todo parado, paró también la demanda de petróleo. 

El precio bajó más. Cada barril a 10 dólares eran 40 de pérdida. Todos los depósitos y tanques se llenaron de petróleo barato y ahora no hay donde ponerlo, dicen, ni hay quién lo compre. 

Hoy el petróleo Texas cotiza -37,63 dólares. O sea, por cada barril que produce, USA pierde 87 dólares. La reserva federal hace meses que surte salvatajes billonarios pero aun así las empresas quiebran. Se concentra aún más el monopolio. 

La capacidad de endeudamiento arrastra la de los bancos. Y para peor China dejó de comprar bonos de deuda impresos por USA. Al menos de momento.

EL CRIPTO YUAN

El 23 de abril China pone a funcionar en los celulares una cripto moneda creada y respaldada por el Banco Popular de China, que tiene su propio mecanismo de convertibilidad en la misma aplicación, no requiere inclusión en el sistema bancario y al ser por cadena de bloques no puede ser hackeada porque ocurre a la vista de muchos. Tampoco permite crear bloques nuevos, o sea, mineros. Es una moneda dura. Lo suficientemente dura para, a medio plazo, transformar al dólar en pura volatilidad.

Pero volvamos al Petróleo. Al no tener dónde almacenarlo habría que cerrar los pozos, pero cerrar un pozo petrolero es todavía más costoso que mantenerlo funcionando. Eso sin contar que el costo ambiental puede ser enorme. Habría que dinamitar a boca de pozo para que un vacío cese la presión o quemarlo todo. Si el petróleo sigue manando sin tráfico industrial, el desastre es mayor aún. Están amenazando con una catástrofe ambiental sin retorno. Pavada de lobbies.

Se puede trasladar hasta pozos vacíos, dicen, y llenarlos. Eso sería lo menos dañino al ecosistema, pero también es caro y el petróleo se pierde. En la bolsa también lo deprecian porque la tendencia al quiebre de las empresas es anterior a la pandemia. Cuando ésta termine las menos grandes estarán fundidas. 

En 1979 se estrenó en Teatro Circular la obra de Carlos Manuel Varela Las gaviotas no beben petróleo. “Beckett puro”, la calificó Alberto Candeau, pero no era teatro del absurdo. Era realismo anticipado. Y se proponía serlo, además.

MEXICO, VENEZUELA E IRÁN

México tiene un doble seguro (del gobierno y de PEMEX), que le costó 20 mil millones y le otorga 47 dólares por barril si el precio baja. Este lunes el barril de PEMEX bajó a -3 dólares. Por cada barril que venda México, la aseguradora debe darle 50 dólares. No deja de ser “un arma secreta”, pero eso mientras alguien se lo compre y mientras la aseguradora no quiebre con todo su sistema financiero.

Venezuela también está con el precio del barril bajo cero y sin poder comprar los productos químicos para convertirlo en gasolina, porque el bloqueo yanqui no le permite realizar el pago aunque tiene el dinero. Además USA le robó la refinería CITGO que tenía PDVSA en Houston.

Ya le estaba resultando muy difícil a Venezuela vender su petróleo y la están salvando China, que no acata el bloqueo, por supuesto y Rusia, que vendió sus acciones en PDVSA pero quedaron en Venezuela. Sobre todo, la ayuda Irán, que está más cerca, produce gasolina, no le teme a USA, es solidario y potente.

Irán está mejor preparado porque tiene mayor diversidad productiva, no es ya aquel país primarizado como sigue siendo Venezuela, pese a que ésta, a fuerza de resistencia al bloqueo, también ha avanzado en producción de alimentos y varios indicadores económicos llevan a pensar que puede diversificar pronto su matriz productiva.

La unidad sinorrusa sigue intacta, se ha defendido drásticamente de la pandemia, pasa del sistema SWIFT, que es el sistema de mensajería para transacciones bancarias por el cual USA controla el tráfico financiero en dólares y por eso puede hacer efectivas sus “sanciones”. Rusos, chinos, indios, iraníes comercian en sus monedas, no envían mensajes a la banca dolarizada, usan canastas de monedas fiat y criptomonedas, entre las que va a descollar el cripto yuan antes de que Facebook lance Libra.

Lunes negro, miércoles de cenizas. Estas son las cosas que pasan cuando pasan estas cosas. Y nosotros sin enterarnos lo suficiente de que estamos en pandemia, porque se puede usted imaginar lo que son, en este momento y desde hace rato, las presiones del Imperio para que sus aliados y cipayos pongan a funcionar de una vez todo lo que gaste petróleo, porque resulta que las gaviotas no lo beben.

Y no les importa que la Covid siga estando. Van a abrir igual y el oleaje les va a llegar al cuello. Al menos un año de recesión occidental.

sábado, 18 de abril de 2020

En Europa hablan de expropiar propiedades yanquis




Lo nuevo nunca es noticia, pero a veces puede no ser demasiado viejo. De hace exactamente un año.  “Si los expropiados por la revolución cubana perjudican a nuestras empresas por bloqueo de USA, vamos a expropiar nosotros propiedades de USA para resarcirnos de los daños”, palabra más, palabra menos, fue lo que le respondió la vicepresidenta de la Unión Europea, Federica Mogherini a Trump, cuando éste se la agarró con los aliados de USA que comercian con Cuba.

Si algún suspicaz toma en cuenta la nacionalidad de Mogherini y piensa la palabra “represalia”, sepa que la suspicacia puede ir bastante más allá de la nacionalidad de la persona, porque, en las mismas declaraciones,  Mogherini dijo “no ver con buenos ojos que Italia le haya dado entrada a China en la Ruta de la Seda”. O sea, ambas nuevas, se habla de expropiaciones e Italia entra en la ruta de la Seda. Nosotros no vamos a prohibirle a nadie que piensa hoy en la palabra “represalia”.

El mundo ya se había acostumbrado a que Trump terminase tapando una bravuconada con otra, mientras lograba acuerdos inmediato para USA, que perjudicaban a sus aliados, que era a quienes podía perjudicar, para en el corto plazo, crecer un poco, a costa de “cortar subsidios” (subsidios según Trump, “donaciones” estilo ARU) que eran en realidad posiciones estratégicas de Washington a mediano plazo. Entonces la UE le contestó hace un año redoblando las amenazas.

¿Por qué USA no bloquea a todos los países que comercian con China pese a los reclamos de los terratenientes expropiados por la revolución china, que son unos cuantos más que los cubanos, por cierto?

¿Por qué no se bloquea a sí misma por comerciar con China? (Incluso en plena pandemia ha mantenido siempre un vuelo diario entre ambos países). Eso sería lo coherente, si es que no acepta las expropiaciones revolucionarias socialistas en países soberanos.

Bueno, en realidad, sí, podemos decir que USA se bloqueó a sí misma, aunque siga comerciando con China, pero no fue Trump ni la pandemia quien empezó a bloquearla.

Fue Obama con las sanciones a Rusia. Echó a Rusia de lleno en brazos chinos y después a Europa, que se defendió recurriendo a China.

Cuando estalló la pandemia ya podía decirse que el Club de los Sancionados por USA era el bloque mayoritario del planeta, que estaba bloqueando a USA sin que nadie más que USA se lo haya propuesto.

Si el suspicaz es usted y ya está pensando la frase “reseteo de la economía mundial”, puede agregarle “destrucción del mercado chino y cierre de todas las fronteras de la ruta de la seda”. ¿Qué otra quedaba? China ya estaba superando el PIB USA. En veinte años lo iba a duplicar. Bueno, sí… siempre queda la guerra nuclear.

ESTA NO ES UNA TEORÍA

En marzo puse un granito de arena para que los uruguayos comprendiésemos que la pandemia iba en serio, que había que sustentar un distanciamiento social corporal. El 18 de marzo publiqué https://joseloolascuaga.blogspot.com/2020/03/covid-19-guerra-biologica-elija-su.html
“Elija su teoría de la conspiración”, el 21 de marzo, “Convencer a Lacalle de la necesidad de cuarentena”, https://joseloolascuaga.blogspot.com/2020/03/convencer-lacalle-de-la-necesidad-de.html
Por supuesto que era una “propuesta retórica” digamos, como el calificativo de “inexplicable” que dio Fernando Pereira a la presentación de la LUC en pleno desarrollo de la pandemia, porque todos entendemos de qué clase es este gobierno.

Seguí en la misma línea hasta abril, cuando vi que ya había comprensión suficiente y empezaba la obcecación de los gobiernos (no sólo del nuestro) por salvar al gran capital, caiga quien caiga (empezó Johnson y cayó él en CTI, titubeó Trump después de un par de meses fanfarroneando y murió uno de sus mejores amigos y financistas). Entonces escribí sobre los planes de guerra atómica explícitos por el Pentágono, “La última gran guerra”, 10 de abril, https://joseloolascuaga.blogspot.com/2020/04/la-ultima-gran-guerra.html

Ningún imperio se entregó en la historia. Todos recurrieron a cuanto tenían para no caer, pero ninguno tenía arsenal atómico, por eso el mundo siguió andando.

DESPUÉS DE LA PANDEMIA LOS CONFLICTOS SIGUEN

Trump manda su flota al Caribe y, a puro tuit, está quedando como un guapo bárbaro con su electorado, pero los números del COVID y el desempleo, no le dan esperanza.

El liderazgo demócrata puede establecer una sucesión de Bernie Sanders a Ocasio Cortez y, por eso, el Estado profundo USA no puede solucionar el mediano plazo liquidando a Trump, como liquidó a Bob Kennedy, John Fitzgerald y otros. El recambio sería peor para la elite imperialista. Sería el fin del “excepcionalismo”, que gustaba blandir Obama, cuyo candidato, Biden, no lo recuerda.

Otros que van a volver a sus conflictos son los lacayos del Sur (no llegan a aliados de USA, son cipayos), a quienes les hizo fumarse a Eliot Abrams y después los dejó colgados de la ayuda de China en la pandemia, con lo que eso les duele al orgullo y en cualquier campaña electoral futura, plebiscito o general.

Lo más sofisticado que nos ofrece el Departamento de Estado USA es Pompeo. Lacayito fue al primero que llamó, pero no me parece que ahora esté para atenderlo.

En Europa hablan de expropiar propiedades yanquis desde hace más de un año y cuando pasen raya a la pandemia, ni Neflix los va a convencer de que los aviones rusos y chinos que les llevaron toneladas de ayuda eran de American Airlines.  

De las mascarillas robadas y la oferta por la vacuna en exclusiva les va a recordar DW y la RAI.

En nuestra América, el matón Trump va seguir apretando a Duque para invadir a Venezuela desde Colombia en plan TIAR, pero Duque no puede ser contra Venezuela más agresivo de lo que ya es, ni presionar más de lo que ya presiona a su carne de cañón, mientras el ejército institucionalmente no le va a la guerra.

La oligarquía colombiana, dirigida por Uribe, tiene una fractura abajo y enfrenta movilizaciones en plena pandemia, de ciudadanos que no tienen lo indispensable para distanciarse socialmente y no se doblegan, aunque les mataron más de un millar de dirigentes sociales desde 2016.

A los yanquis les encanta victimizarse con las drogas además de consumirlas. Colombia produce noventa toneladas de cocaína para cuarenta millones de consumidores yanquis y para mantener con el lavado a la banca de Wall Street en su parte de fondos provenientes de algún tipo de economía real, porque el resto es mayormente flexibilización cuantitativa de la Reserva Federal. Colombia la envía por el Pacífico, pero Trump manda la flota al Caribe Atlántico. También les encanta jugar a la gallinita ciega.

En Brasil aumentan los caceroleos contra Bolsonaro en grandes ciudades mientras gobernadores y fuerzas armadas lo aíslan, pero tampoco quieren sacarlo, para que el costo político lo siga pagando él.

A los cien días de su bandeirada dijo Bolsonaro: “no nací para ser Presidente; nací para ser soldado”. El problema es que al soldado lo echaron, pero todavía no echaron al Presidente. Es el primer Presidente del mundo con semejante crisis vocacional.

El problema es de los pueblos y sigue siendo el imperialismo.

martes, 14 de abril de 2020

Un pequeño chicle y la Big Data







Un militante político clandestino (1) escribe de memoria en un pedacito de papel, tal hora, tal lugar y un par de señas y contraseñas. Pliega el papel hasta dejarlo del tamaño de un chicle pequeño, lo recubre de varias capas de cinta adhesiva, se lo da a un compañero que se lo lleva a la boca.

El compañero (2) traslada el chicle por la ciudad hasta dárselo a otro compañero (3), que le quita la cinta adhesiva, despliega el papel, lo lee, lo memoriza, le prende fuego, arroja los restos a un wáter y tira de la cadena.

No hay Big Data, no hay Internet, no hay encierro sanitario. Ni siquiera teléfono celular ni, por supuesto, correo electrónico. Hace de esto cuarenta o cuarenta y cinco años, pongamos.

Si a la tal hora en el tal lugar, 1 comparece y 3 no comparece y no hay “ratonera” (no capturan a 1 en ese lugar), 1 debe creer que 2 “cayó” (fue secuestrado) y se tragó el chicle –por eso no hay ratonera–, pero debe creer además que a esa hora los fascistas están torturando a 2 y que 2 está declarando.

El fascismo implica tortura, violencia física, dictadura de lo más terrorista del capital financiero imperialista (Dimitrov dixit). Todo lo que se parezca a eso, es parecido a eso, pero no es eso.  Si a todo le llamamos fascismo, cuando ocurre el fascismo carecemos de categoría política para designarlo con exactitud. El control social por Big Data, satélites, seguridad sanitaria, etc, puede ser autoritario, molesto, abusivo, pero no es, por sí mismo, fascista.

Fascista es el Estado de Piñera, que secuestra, tortura, mata, ciega, para seguir imponiendo el miserable modelo económico y la Constitución de Pinochet, la doctrina militar de la “Seguridad Nacional” al servicio del imperialismo, contraria a la “Defensa Nacional” por soberanía.

El protofascista gobernador Gerardo Morales de Jujuy dijo “…les vamos a poner una faja en la casa. Y le vamos a decir a los vecinos de la cuadra y de la manzana que esa familia, la familia Pérez, García, Morales o la que fuera, está en cuarentena. Y que, si sale, puede contagiar a alguien”. Big data sin Internet y con resabio de pogromos.

2 puede estar resistiendo la tortura, pinochetista o bordaberrista o videlista, en cualquier país del plan Cóndor, pero 1 debe creer que no, debe creer que a 2 lo quiebran los torturadores y por eso 1 no debe volver a los lugares que habitaba. Debe “saltar” (quedar “a monte”).

1 concurre, despistando posibles seguimientos, a un lugar desconocido por 2 (de otro compañero –4–), tras comprobar por contraseña preestablecida, que 4 no ha caído y 1 avisa, a través de 4, a la resistencia, de la caída de 2 y del riesgo de que caiga 3 (si 2 se tragó el chicle, el enlace no llegó a 3, pero 2 conocía una locación de 3 y puede estar declarándola., La organización debe tomar las medidas de seguridad correspondientes a las normas conspirativas, pero si la Inteligencia militar y policial hubiese tenido Big Data,  si hubiese tenido drones y satélites en los tiempos del Cóndor, si nos hubiese aislado sanitariamente controlando la calle y cada reunión, no se hubiese podido resistir de aquella manera. Hubiésemos quedado todos “congelados” y “desenganchados” de esa manera, igual que hubiese quedado 1 si 4 no respondía la contraseña.

El chicle es de grado 1 tecnológico. La faja en la puerta es el grado 0. Hoy la tecnología está a mil y la resistencia sube incluso el umbral tecnológico (en los coletazos de la “Primavera Árabe”,  los gobiernos asediados desconectan Internet).

Todos sabemos y Snowden aportó todas las pruebas fehacientes, que El Gran Hermano orwelliano está omnipresente desde hace al menos un par de décadas, así que todos nuestros datos son públicos, no tenemos privacidad. ¿Cuál es el problema de que se utilice Big Data para defensa de un ataque bélico biológico y para contraataque de seguridad social y sanitaria, con discreción?

Pregunto, aparte de que aquellos tiempos eran mejores sólo en que yo era más joven.

EL DESPISTAJE POR SEGUIMIENTO CIBERNÉTICO

Hoy llegó a Buenos Aires un vuelo con toneladas de ayuda solidaria china en equipos médicos y en cada caja de almacenamiento traían, debajo de las banderas nacionales, inscripta la frase del Martín Fierro: “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea”. Cuando mandó donaciones a Italia, China lo hizo con un poema de Séneca: "Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mismo jardín". A España con el proverbio: "Las buenas fuentes se conocen en las grandes sequías, los buenos amigos en momentos de necesidad", pero China, además de la poesía clásica, domina el 5G y la inteligencia artificial.

No dudó, cuando se vio agredida en Wuham, de aplicar el seguimiento cibernético caso por caso, hasta cortar la transmisión del virus, pero además de volar en ingeniería, caminó el territorio y ahora la tierra entera.

Los yanquis mandaron Big Data con Steve Bannon para las elecciones, para los Bolsonaro, para las fake news indiividualizadas, caso por caso, segmentadas para el law fare y, en plena pandemia, las únicas coordenadas que están transmitiendo son las de las posiciones cubanas y venezolanas a hostigar en el Caribe y, si les fuera posible hacerlo sin fracasar, a invadir.

Pero aunque Uruguay no es China, aunque nuestro gobierno no quiere a China ni a Rusia ni a Cuba ni a Venezuela ni a nadie que pueda ayudarnos y aunque China nos ayuda igual sin ningún reconocimiento del gobierno que la detesta, no podemos resignarnos a seguir modelos que han fracasado, el inglés que propone Asqueta, o el del patrón Trump, que cada día cambia la consigna.

Podríamos seguir el método chino, que es el exitoso, podríamos hacer lo que hizo Venezuela, que hoy, con 33 millones de habitantes, diez veces más que Uruguay, tiene el mismo número de infectados y de muertos que Uruguay (los que creen que los gobiernos mienten estas cifras por carecer de información, pueden fijarse en la de test realizados –cifra clave– y en el aumento de la cantidad de muertos por cualquier motivo respecto al mismo mes del año anterior. En Estados Unidos ese aumento en marzo fue el doble de la cifra que se reporta de muertos por COVID-19).

Venezuela, aún con desabastecimiento de gasolina, a causa del bloqueo, siguió exactamente todo lo que China le recomendó. Despistaje cibernético y casa por casa, reconversión industrial y de abastecimiento, bienes y servicios garantidos mientras dure la emergencia, la mayor cantidad de testeos y el mayor cuidado al personal de la salud.

Podemos hacerlo. Tenemos industria nacional de software suficiente, tenemos UDELAR, Pasteur, ALUR, MIDES, Sistema Integral de Salud, ANCAP, ANTEL, UTE, todos servicios públicos estatales, Central de Trabajadores única, con programa consecuente y preciso. No tenemos que estar como USA esperando cuál contrato multimillonario, si Microsof o Aple, se quedará con el negocio de la pandemia para proporcionarle el seguimiento por Big Data.

Si se cierran los puertos enemigos, los de quienes mandaron cañoneras a nuestro puerto para imponernos comercio desigual y la coyunda de la deuda, más temprano que tarde debemos recurrir a los amigos.

LA ÚNICA DEMOCRACIA PLENA

Nuestra libertad individual, nuestra privacidad, nuestra democracia, nuestra plenitud, no está en “denunciar” que China enseñó a México y a Venezuela (entre otros), solidariamente y entre todas las solidaridades que les envió, a usar el despistaje cibernético (López Obrador le dio bola parcial y total reconocimiento; Maduro, todo total –ya sabemos que la unión cívico-militar venezolana es totalitaria, je–).

Nuestra libertad, privacidad, democracia parcial e imperfecta es la humildad de sabernos vigilados por todos los poderes.  Somos carne de algoritmos para empresas comerciales, policiales, imperiales, sectarias, logísticas, incluso algunas resistentes al imperialismo, entre las cuales Cuba no es la menor. No depende de redes sociales ni de megavatios de contrainformación.

Hubo un tiempo en que la privacidad podía pasar por el aparato digestivo, protegida por sustracción en un envoltorio de cinta engomada, lúbrica. Hoy puede permanecer en nubes virtuales, saturadas de  datos y una alfiler o una aguja encriptada , desapercibida entre desinformaciones por sobreoferta de perfiles apócrifos o clonados, relacionablles e inabarcables, pero estamos hablando de una privacidad conspirativa, porque naturalmente, hoy tienen más vida privada los árboles que las personas en general.

Hace unos tres años, leí un informe sobre Venezuela de un general ruso que había comandado la asistencia a Al-Asad. No recuerdo el medio. Lo citaba Rebelión. El ruso detallaba los pro y los contra de la República Bolivariana ante una eventual invasión yanqui. Hincaba el pie en los contra. Los pro apenas los reseñaba, pero la reseña terminaba con una frase que me hubiera parecido increíble si no hubiese escuchado, más de una década antes, a un Contralmirante uruguayo que fue agregado militar en Egipto, decirme que después de la CIA, en los años setenta quienes mejor descifraban el mundo eran los cubanos.

El general ruso escribió, “también estamos nosotros y están los cubanos, que son los más competentes”. Se me erizó la piel. Recordé al Che en la entrevista con Liza Howard, cuando ella le pregunta si la indiscipllina militar y la burocracia son los dos principales problemas del gobierno cubano y él le responde, “nuestros dos principales problemas son el imperialismo y el imperialismo”.

No me gusta andar por ahí diciendo que hicimos del Uruguay “la única democracia plena del mundo”, porque nos tituló así el New York Times y el Washington Post. Es un problema nuestro.

Nosotros sabemos que nuestro pueblo no gobierna ni a las distribuidoras de alimentos ni al oligopolio de los medios, ni en el campo (la ARU y afines dice que “dona” lo que le hace poner al gobierno y casi todo se lo hace sacar de fondos esenciales (INIA, INAC) y el gobierno ni derecho a desmentir tiene), ni mucho menos en el capital financiero (porque yo le creo a Astori cuando dice que al capital financiero no lo podemos tocar, sé que no podemos, no tenemos esa fuerza, pero ¿no habrá sido "plutocracia plena" lo que quisieron titular?).

Y sabemos, desde los “Documentos de Santa Fe", que vivimos bajo amenaza, si no bajo tutela, de militares al servicio del Pentágono.

No vayamos a donde más gobierna el pueblo –democracia quiere decir eso, “gobierno del pueblo”–, a donde le expropiaron al Imperio trillones de dólares en proyección a 2030, a decir que 18 elecciones en 20 años son poco, que “Venezuela tiene que ser más democrática”. Todos tenemos que serlo. Y estamos lejos todos.

Procuremos que el Frente Amplio vuelva, pero que vuelva con la garantía de que el multimedio hegemónico con base en El País, no nos va a apretar de nuevo para quitarle deudas y darle nuevos créditos… intentemos volver con más chance de avanzar la democracia.

No pretendo que el yanqui nos declare “amenaza inusual y extraordinaria”, pero cuando analice la Big Data que no diga, mascando chicle de goma, “ouu, estous muchachous soun incouuurregibles”.

Hicimos mérito para que nos tomara el pelo. Quince años sin atrevernos a nombrar al imperialismo por su nombre.

Además, ¿qué cosa vendría a ser la democracia plena, literalmente plena, o sea: máxima, sin límites? ¿Fusilar acaso a los que suscribieron la donación burlesca, por ejemplo? No me parece virtuoso ni plausible. Ni Venezuela, ni Cuba ni China son democracias plenas. Ni lo fue la Rusia de Octubre, porque ni Mao, ni Lenin, ni Chávez ni Fidel eran maximalistas, porque rechazaban el terror.

La única democracia literalmente plena, máxima, sin límite, fue la de Maximilien Robespierre y Saint-Just. Procuremos otra cosa, una democracia más avanzada, progresista, sobre nuevas bases, y dejemos que de la plenitud se encargue Alain Badiou.

Hagamos mérito ahora para volver mejores. Ahora que el lobo no está, que está ocupándose de mentiras menos distendidas pero lo mismo burlonas, diciendo que despliega la flota en el Caribe para que el aumento de la demanda de cocaína por la pandemia en USA, no lo satisfaga un cártel que no existe, en un país que no produce cocaína.

El grupo perseguidor de Bolsonaro (el malla oro en las Rutas de América del Sur para no solucionar la pandemia), es Chile, Ecuador, Perú, Colombia, Paraguay, Uruguay y Bolivia, causalmente “El Grupo de Lima”, pero Uruguay es un recién llegado a ese grupo perseguidor, todavía podemos rezagarnos bastante y refugiarnos en el pelotón donde tiran los chinos.

Si el gobierno uruguayo dialoga, articula con las fuerzas sociales y políticas, en un mapa cuyas paridades le permiten una fácil salida nacional, si tiene voluntad de hacer sustentable el aislamiento social necesario, "no hay intención de doblarle la muñeca", dijo bien Fernando Pereira.

Ahora, si nos censuran el Primero de Mayo y su orden es seguir reprimiendo a balazo de goma las ollas populares, paliativas indispensables ante el desamparo de los más vulnerados, por un Estado que al gobierno no le dio el tiempo para hacer añicos, si los gallos van a aprovechar la medianoche para sacar la LUC que haga impune la represión…

Ministro de gobierno Jorge Larrañaga, recuerde la señal del plebiscito que perdió, porque va a volver a perder.

Sabemos que está acostumbrado a perder, pero también sabemos que todas sus unánimes derrotas, no fueron batallando contra la Constitución. Mídalo.  Lo que van a hacer es inconstitucional.

Preferimos mil veces ganar debatiendo con tiempo y si es necesario volver a votar su “Vivir sin miedo”, sin miedo a que usted una vez gane.

Usted perdió el plebiscito en que el pueblo no le dijo SÍ a que se hiciera lo que usted ahora quiere hacer igual, lo que ya está haciendo si es orden suya seguir reprimiendo las ollas. Y no nos venga con el ponchazo de Sanguinetti de que "el que gana las generales gana todo", porque se parece demasiado a aquel Almirante que dijo “a los que ganan no se les piden condiciones”.

Wilson profetizó de aquel militar: “la historia no se va a acordar siquiera de su nombre, pero la historia nunca va a olvidar su frase…”. Y la verdad es que recuerdo el grado militar y el apellido pero no el nombre de aquel sujeto y la verdad que es una frase, y una seña, que conviene no olvidar.

Seña, contraseña, lugar y fecha. “Almirante Márquez. La Vuelta Ciclista.  El jueves en el parlamento”. Ahora que es legal, con todo lo que nos costó que lo sea.