domingo, 5 de abril de 2020

Buenos Aires la Reina del Nilo




Para cuando la legalidad científica demuestre fehacientemente otra cosa, ya va a estar impuesto el relato oficial imperialista: un chino se comió un murciélago donde había mutado un virus, China ocultó dos meses la información para que el virus se propagara por el mundo, se propagó más en Italia, España e Irán porque se sabe (ya se relató hace tiempo) que los tanos y los gaitas son todos atorrantes y los iraníes terroristas, la culpa de que Nueva York se haya convertido en el epicentro de la pandemia, la tiene Venezuela, por su “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad de EEUU” (relato de Obama), que le hizo gastar a USA en armamentos y conspiraciones toda la fortuna de la “otra vez primera potencia del mundo” (relato de Trump), nadie le va a dar bola a la fehaciente legalidad científica cuando llegue su tiempo, que por futuro va a ser pretérito.

Salvo que la revolución les gane de mano, porque los relatos confrontan en el tiempo. Tanto la solución como la suspensión de la continuidad del tiempo son la muerte y, si no solucionamos en la continuidad del tiempo los problemas concretos del relato y de la vida, para la revolución, para la solución de los problemas, es muerte por contemporización.

Hoy el relato neoliberal agoniza, pero todavía respira por las orejas. El virus se llevó puesto a los hacedores del relato que lo pusieron. Domingo 5 abril, Alberto Fernández, entrevistado por Horacio Verbitsky, busca un ejemplo de Estado fuerte, afirma “el Estado hoy es el protagonista”. Con lo enormes que son en el mapa Rusia o China, Fernández encuentra en el mapa a Albania. “Por ejemplo Albania”, relata. Chau. No hay más ejemplos.

Al gobierno de USA Fernández le llama “el gobierno americano”,  inoculado por la Doctrina Monroe hasta las papilas gustativas, hasta las glándulas salivales.

A mí me habían dicho que Argentina era un país americano y que su gobierno era un gobierno americano. No creo que Fernández sea funcionario del gobierno USA, pero si él lo dice, así ha de ser. Ha de cobrar en la embajada. Lo que no ha de ser es Presidente, porque el Presidente de lo que Fernández llama “el gobierno americano” es Trump. A no ser que Argentina esté en África o en Asia, o en Europa o en Oceanía. O que Alberto se proclame “Presidente Encargado” de “el gobierno americano”.

Así es difícil que los bancos le crean que los va a embestir si no le obedecen. Así es lógico que no le obedezcan. ¿Qué será de los porteños ocupando el Liberaij?

Algunos dicen que “América” viene de Américo Vespucio, su primer cartógrafo europeo, latino, no anglosajón, ni protestante. Católico. En ese caso, en este continente no es americano el gobierno yanqui, precisamente. Gobierno USA –si querés usar menos letras –.

Otros afirman, con documentación más al día, con pruebas históricas científicas fehacientes, que “América” es el nombre que le daban los mayas al territorio. En este caso los yanquis son menos americanos todavía, porque exterminaron ciento ochenta naciones originarias.

Todavía no es ley científica. Cuando lo sea, Argentina puede estar más desaparecida que Cleopatra, porque con el relato del enemigo sólo se construye teoría enemiga.

P.S.: Los presos políticos son presos políticos, que “el gobierno americano”, por motivos políticos, los haya “detenido arbitrariamente” no los vuelve “presos arbitrarios”.

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