martes, 23 de febrero de 2021

Los escándalos del vacunatorio vip global

 

Brigada de médicos cubanos Henry Reeves, candidata al Nobel de La Paz

En Argentina hubo un escándalo porque unos setenta funcionarios y no funcionarios a quienes no les corresponde vacunarse todavía, según los protocolos, lo hicieron en transgresión del Ministerio de Salud a sus propias normativas. El Ministro de Salud, Ginés González García, debió renunciar por el escándalo, que se desató cuando el periodista Horacio Verbitsky (supuestamente oficialista pero acusado varias veces, por colegas, desde hace muchos años, de operador de la CIA) reveló, en la emisora El Destape, que su “amigo (así le llamó Verbitsky) Ginés”, a través de un secretario, le telefoneó para que fuera a vacunarse al Ministerio y que allí supo que otro de los candidatos a vacunados vip era el segundo del grupo Clarín, Aranda, quien habría exigido AstraZéneca en vez de Sputnik V. 

 

Verbitsky fue expulsado de El Destape y duramente increpado, por su Director, Roberto Navarro. La prensa hegemónica se hizo un festín apuntando también a los parlamentarios que viajarían con Alberto Fernández a México, tres días después de estallado el escándalo (estos se habían vacunado con toda lógica porque así lo exigía su misión). No es descabellado pensar que “la opereta” mediática tuvo por objetivo dar un motivo de “crisis interna” para impedir el encuentro en México de López Obrador con Fernández, o, al menos, modificar la composición de la delegación argentina. Ocurre que, en este momento, es México la punta de lanza de resistencia mundial al imperialismo y la sola concurrencia del Presidente de Argentina, a México ya lo fortalece y le es oportuna.

 

Dos días antes de “la opereta Verbitsky”, Texas le había cerrado el grifo del gas natural a México, pretextando impedimentos por motivos climáticos que, pronto se vio, no eran verdaderos impedimentos. Marcelo Ebrad, el canciller mexicano, no llamó al Pentágono ni a su par yanqui. Llamó a Serguei Lavrov, el canciller ruso, y al día siguiente, jueves, Nicolás Maduro Moros, Presidente de Venezuela, ofreció gas natural a México, que ya tenía todo el apoyo de Rusia. Entonces el viernes el grifo volvió a abrirse. USA entendió que con AMLO no jueguea.

 

En ese contexto mundial y en la plataforma comunicativa genial de las mañaneras, creada por AMLO, un verdadero altavoz marcador de agenda, se da este encuentro donde Alberto Fernández plantea que habló con el Presidente de Francia, Emanuel Macron para coordinar, en el G-20, una protesta ante el acaparamiento de vacunas por “diez países”, con el 80 por ciento, contra el resto de las naciones con sólo el 10 por ciento de las dosis de vacunas.

 

El diario mexicano La Jornada, en nota que La Onda reprodujo en Uruguay, adelantó estos datos escandalosos de la vacunación vip en el ámbito global. Canadá acaparó reservas de vacunas para unas diez veces su población, Reino Unido y Estados Unidos, con vacunas propias, prohibieron en distintos momentos exportarlas. 19 millones de dosis de Astra Zéneca, fabricadas en Holanda, fueron halladas escondidas en Italia para llevarlas de contrabando a Inglaterra. Francia quedó muy rezagada en salud, en parte por responsabilidad del propio Macrón, actual y anterior, por sus gobiernos neoliberales, pero los diez son, en verdad, esos tres: Canadá, Reino Unido y USA.

 

CGTN de China anunció oficialmente, la semana pasada, que la RPCh ha vacunado a 31 millones de sus habitantes, el 1,5 por ciento, en tanto ha destinado más del triple en el mundo, incluyendo a Zimbawe, Namibia, entre otros 57 países con economías vulnerables y también a países cuyos gobiernos son de sesgo ideológico antichino, Colombia, Brasil, Chlle y Uruguay, entre ellos.

 

Se puede objetar que China lo hace porque no sufre, desde hace ya ocho meses, el virus, porque fue uno de los poquitos Estados a los que el capital no pudo impedirle derrotar a la Covid, y que muchos millones de dosis donadas por China tienen efecto geopolítico inmediato (por ejemplo, el millón a Nepal), pero fue China el primer país en abogar por liberación de las patentes, declarando patrimonio universal las propias, ya en agosto del año pasado, en anuncio de Xi Jinping, cuando todavía corría riesgo de graves rebrotes. Por supuesto, China va a votar en el G-20 y en la ONU, junto a México y a Argentina, en este asunto al que la mezquindad de Alberto sólo mencionó al interesado Macrón.

 

El enorme prestigio de Cristina Fernández de Kirchner, la Vicepresidenta argentina, ante sus pares de reciente otrora, cuando fue Presidenta, Xi Jumping y Vladimir Putin, le permitió a Argentina ser vanguardia en vacunación en nuestro continente con la Sputnik V y recibir antes que otros las vacunas de Sinovac. Los mismos medios del monopolio de Clarín que ayer acusaron a Fernández de “darle veneno” a la población por traer vacunas rusas, hoy piden que el “veneno” se los den a ellos antes que a nadie y que traigan más y más “veneno”. No resisten archivos.

 

¡Qué distintos los tres mayores acaparadores (Canadá, Reino Unido y USA) a Rusia, China, México y Cuba! México -y este dato no es el menor y explica el malogrado cierre del grifo del gas de Texas-, a través de López Obrador, ofreció gasolina a Venezuela si no llegaban los buques iraníes en diciembre (luego de que en septiembre, los buques iraníes fueron interceptados por USA, buscando un casus belli y robando la gasolina). Mientras tanto, Cuba avanza sorprendente con vacunas propias, Soberana 1 y 2, y anuncia que va a fabricar cien millones al año y a colaborar, como siempre, con los países más necesitados. En la gloriosa tradición de la brigada Henry Reeves., hoy candidata al Premio Nobel de La Paz por sus misiones médicas internacionalistas. 


lunes, 22 de febrero de 2021

Injurias a la corona

 


“Al rey hay que guillotinarlo nada más que por serlo”, sentenció Louis de Saint-Just, el jacobino segundo de Maximilien Robespierre, “nada más que por ser Jefe "vitalicio" del Estado, por `derecho hereditario` y de `origen divino`”. Cuando Luis XVI de Borbón leyó la sentencia, dio los tres pasos atrás con que el protocolo borbónico indicaba que el mensajero debía retirarse y, con elegancia política, entregó su cabeza a la guillotina. No había injuria. No moría por demócrata ni por republicano. Moría por rey. Y empezaba a morir con él un sistema social y económico. “El feudalismo no murió sino en las guillotinas”, constata Karl Marx, “la violencia revolucionaria es la partera de la historia”.


Injuriar a la corona sería llamarle “democrática”, “como si entre democracia y monarquía no hubiera contradicción en sus propios términos definitorios” (Bergamín), pero Pablo Hasél, el rapero encarcelado por el Reino de Españ, condenado por “injurias a la corona”, jamás la injurió. Cantó lo que todos los diarios informaron, que los borbones son borbones, putañeros, dilapidadores de fortunas usurpadas al sudor del pueblo, déspotas sin mayor ilustración, cazadores de elefantes en ultramar, colonialistas, terroristas financistas del ISIS y lavadores de la sangre del millón de víctimas de Franco. “Me condenan los franquistas por ser franco”.

 

En su vergonzosa cobertura del suceso, el diario argentino Página 12, sesgado ridículamente hacia el felipismo de Alberto Fernández y de Victor Santa María, omite en su edición del domingo que la condena a nueve meses de prisión que puede extenderse a veinte años, fue por “injurias a la corona”, infamia deplorada, en categórica expresiones, por los verdaderos republicanos, Andrés Manuel López Obrador, Evo Morales, Nicolás Maduro e, incluso, llegado este caso, Pablo Iglesias y todo Unidas Podemos.

 

Página 12 limita, falseando los hechos, en la nota señalada, la acusación a “enaltecimiento del terrorismo” y así denomina a las organizaciones que Hasél reconoce por su resistencia al golpe de Estado y la dictadura terrorista de Franco, resistencia por todas las vías de lucha, pero fundamentalmente armada cuando no había otra forma de expresión posible. Sin esa resistencia, no se hubiesen abierto vías electorales y lo más terrorista del capital financiero, el fascismo, gobernaría hoy España más desembozadamente aún. “Aquí el que manda es un muerto comido por sus gusanos que le obedecen comiéndoselo” (el mismo José Bergamín, procesado al igual que tantos otros artistas en el Reino de España por “injurias a la corona”, desde Valtònyc a Willy Toledo y ahora Hasél, imputados por motivos políticos).

 

Página 12 omite, además, que el mismo día que encarcelaron a Hasél, los gendarmes escoltaron con la Guardia Nacional de nefasta vida, una manifestación nazi en Madrid, con esvásticas y consignas xenófobas, antisemitas y amenazas de muerte y que el incalificable Josep Burrel, fue a Moscú a que nada menos que Serguei Lavrov le recordara todos y cada uno de los presos políticos gobernantes electos catalanes que el Reino de España encarceló, por el “delito” de haber hecho un referéndum y haberlo ganarlo y seguir ganándolo.

 

Página 12 se solaza con la “democracia plena” (El Bobón Sánchez) que dice es España, para darle lecciones a América Latina, cuando financió, refugió, dio oficina en su embajada en Caracas, a Leopoldo López y sus “guarimbas” quemando vivos y degollando en las calles a decenas de chavistas, entre otros actos terroristas que incluyen intento de magnicidio del Presidente constitucional electo, intento de golpe de Estado desde La Carlota, desembarco de mercenarios yanquis en la Operación Gedeón, todo planificado por López desde la embajada de España.

 

A Leopoldo López lo recibió Sánchez en Ferraz, bajo los retratos de Largo Caballero, Indalecio Prieto y el espíritu de tantos Arniches, mientras Pablo Iglesias, en vez de insultar en nombre del bloque histórico republicano a su pésimo socio, le agradeció que no haya recibido a López en La Moncloa, en tributo a los borbones, pues hubiese sido “injuria a la corona”. Estos carrillistas y felipistas son más borbónicos que Solé Tura. Dice la verdad Pablo Hasél.

 

Ya lo cantó Bartolomé Hidalgo, el poeta artiguista de nuestra primera independencia, “Cielito, cielo que sí, el rey es hombre cualquiera”. Salud, Pablo Hasél.

domingo, 14 de febrero de 2021

Los secretos del poder invisibilizado

 



 

Desde hace quince años, desde que cubrí para La Onda un evento internacional de altos mandos militares en salones de la IMM, desde la primera presidencia de Vázquez, abro, en correo electrónico, un informe semanal del Observatorio Sudamericano de Defensa y Fuerzas Armadas. Es poquísimo lo que informan sobre este tema los medios y rarísimo que alguna noticia del ámbito militar los medios la repliquen. Por ejemplo, el informe del 9 de febrero de este año, trae sólo tres numerales de Informe Brasil, en PDF, y ninguno tuvo luego seguimiento mediático relevante. Cabe señalar que no por falta de registro de dicho Observatorio, que se presenta minucioso y completo. Esta vez, sin embargo, pensé que ocurriría a corto plazo un seguimiento. El tercer numeral refería a: “Partidos políticos do centrâo querem ocupar cargos de militares nos ministérios”. 

 

Ayer leí en Página 12 que el general Eduardo Villas Böas “reveló que la cúpula castrense conspiró contra la liberación de Lula Da Silva…” cuando fue proscripto para las elecciones presidenciales de 2018, que, según todas las encuestas, iba a ganar en primera vuelta.

 

Pensé que más acá de sus consecuencias (la revelación desacredita aún más a la Corte de Justicia del lawfare que prevaricó el llamado Lava Jato, con el entonces juez Moro cumpliendo instrucciones de EEUU (tal cual demostró Intercept), siendo juez y sobre todo parte y luego asumiendo, sin tapujos, Ministro de Justicia de Bolsonaro, para quien le robó la Presidencia a Lula; ahora Moro es abogado de la empresa yanqui que se ha quedado con los restos del operativo económico antinacional brasileño llamado Lava Jato), más acá de esa consecuencia, la revelación de Villas Bôas sería replicada, pero la única replica que encontré fue en Carta Maior y se titula. “Siêncio, medo y omissâo diante da confissâo do general Vilas Bôas…”. 

 

UN MUNDO DE FANTASÍA

 

Luego estudiaremos el caso concreto de estas operaciones mediáticas y militares en Brasil, pero antes una consideración general. En esta parte del planeta nos quieren hacer creer que vivimos en un mundo desmilitarizado, donde ni las fuerzas armadas ni las mediáticas inciden en los “datos empíricos” que usan en sus debates los polemistas de esta disneylandia, incluso cuando debaten sobre conspiraciones. Parece que sólo Venezuela tiene fuerzas armadas.

 

Estoy aludiendo al reciente debate entre Fernando Andacht y Daniel Chávez sobre si existe una o dos o veinte conspiraciones planetarias sobre el coronavirus. Recurren a “datos empíricos” casi exclusivamente académicos universitarios sobre medicina, cual si una conspiración planetaria pudiese existir sin participación imprescindible y principalísima de servicios de inteligencia, corporaciones mediáticas, mandos castrenses, que son los verdaderos brazos ejecutivos de los poderes económicos y, en menor medida, a veces, gobiernos.

 

No digo que científicos de la medicina no conspiren, pero lo hacen principalmente en instalaciones militares y según líneas editoriales de los grandes medios, si del planeta se trata. A veces los académicos conspiran sin servicios, pero no más allá de la trama de “Uniforme, casaca, camisón”, de Jorge Amado.

 

Y con Jorge Amado volvamos a Brasil. ¿Por qué sale ahora Vilas Bôas a decir que su tuit del 18, amenazando a la Corte si liberaba a Lula, fue de consenso con todos los mandos de tropa en el territorio nacional brasileño? ¿Por qué ahora que hasta el New York Times desarma el Lava Jato y Moro ya no es candidateable y Bolsonaro lo es miserablemente?

 

AQUEL TUIT DE FALSA BANDERA

 

A grueso modo, puede decirse que la embajada yanqui en Brasilia estuvo satisfecha con los golpistas del 64 y con Collor de Mello. Su problema fueron Getulio, Goulart, Geisel y Lula. Los militares nacionalistas tuvieron buena relación con Lula hasta que Dilma los puso en el eje de un intento de cambio de agenda, ante la ofensiva de Globo, pero en 2018 todo el sistema mediático-judicial-político manejado por la embajada había decidido proscribir a Lula. El tuit de Vilas Bôas fue totalmente innecesario. Salvo en operación de bandera falsa.

 

Mi hipótesis es que cuando los militares vieron crecer a Bolsonaro en las encuestas, le toparon fácilmente el Partido al Capitán expulsado y se hicieron con parte del gobierno por una dialéctica implacable. Globo y todo su entramado monopólico atacaba necesariamente siempre al PT y el antipetismo de su prédica no favorecía exactamente a los candidatos ideales del establishment (Gerardo Alckmin el principal del momento) sino a cualquier candidato fascista., a la sazón Bolsonaro  Hoy la disputa es por la sucesión de Bolsonaro y las corporaciones apuestan al llamado “centrâo” para impedir el retorno de Lula. Entonces, releyendo el tercer numeral de aquel informe del Observatorio, de fecha 9 de febrero, “Partidos políticos do centrâo querem ocupar cargos de militares nos ministérios”, podemos descubrir cuál fue la verdadera bandera de aquel tuit y además, por qué los grandes medios no replican la confesión, dejándola morir en 24 horas.

 

Lula está hoy, con vistas al año que viene, 2022, en la misma situación de aquel 2018, pero entre las diferencias de circunstancias que constata Emir Sáder en su columna “Brasil: razones y dilemas de Lula”, no es la menos decisiva que “Incluso en sectores  insospechados de ser lulistas hay consenso para reconocer no solo su inocencia, sino también que hubo un operativo expreso para evitar su elección. Que es una forma de reconocer que hubo un golpe de Estado contra el Partido de los Trabajadores (PT) y que la elección de Bolsonaro fue producto de una manipulación gigantesca”.