domingo, 26 de octubre de 2014

El factor Taba

Me equivoqué. No ganamos en primera vuelta como escribí, pero sólo por un par de puntitos (dentro del margen de error).

En cambio Equipos y Cifra le erraron como a las peras, por más de cinco puntos.

Luis Eduardo González dijo que con más de tres puntos de error su encuesta era mala e inservible. ¿Lo era? No lo veo a Luis Eduardo como a un derrotado. Siempre lo vi como a un operador del Partido Nacional, de El País y de Canal 12 y acaso operó lo mejor que pudo y obtuvo su mejor resultado posible, pero a Eduardo Zuasnábar, hace un mes, cuando escribí Juan existe... lo creía -con dudas pero lo creía- un mal lector de los mismos números de las encuestas que yo leía -acaso equivocado- muy distinto a él, porque lo curioso es que basé mi pronóstico en las mismas encuestas que a ellos hoy les parecen inservibles. Al menos a mí me sirvieron, porque marcaban la tendencia.

A Zuasnábar lo que le dio mal fue el factor persona, pero no porque haya leído mal, como yo creía, sino porque, sencillamente, no leyó. Oí su explicación de la proyección de indecisos que hizo y no había nada suyo en ella. Todo era de la computadora. En cambio Oscar Bottinelli, quizás con números parecidos, se notó que había olfateado el viento, que él existe y aporta como persona en su trabajo; por eso Factum siguiendo a Radar y a Opción, fueron las más cercanas a la realidad. Se quedaron dos o tres puntos cortas bajo la votación del fa, dentro del margen de error aceptable.

Lo personal como factor se nota más, pero no es mayor, en los candidatos. Por ejemplo: en Brasil, Marina Silva jugó todo a su factor personal contra el proyecto revolucionario continental del PT que representa Dilma Rousseff, pero bastó que anunciara su plan de dar todo el poder a los bancos privados en el banco central de Brasil -porque al fin y al cabo, por mucho que se oculte, el programa real aparece-, para demostrar dos cosas.

1) Que por fuera de la unidad sin exclusiones de los frentes progresistas que gobiernan en América Latina no hay izquierda, por izquierda que parezca, que lo sea de verdad.

2) Que los proyectos son sólo dos, aunque también diriman avances y retrocesos internos y cuando se presenta una "tercera opción" termina siendo neoliberal; no porque no hayan otras ideas, sino porque no hay otras clases que puedan conducir bloques de poder en nuestro tiempo histórico continental. O el capital financiero imperialista corta a golpes de jingles televisivos la subjetividad popular, o el pueblo unido se lleva consigo a todos los sectores económicos que tienen contradicciones con el imperialismo.

La última vez que una alta burguesía nacional condujo algo más o menos duradero y poderoso en América Latina fue al APRA de Haya de la Torre, hace más de medio siglo. Ya Carlos Andrés Pérez y Julio María Sanguinetti fueron servidores de los servicios financieros del norte. El factor personal de éstos fue menor que el de Zuasnábar. Y cuando Lacalle Pou pretende mimetizarse con logros del Frente Amplio o sanatear para ocultar su programa, alcanza que diga "Aznar" para que sepamos en cuál de los dos proyectos está.

Bordaberry fue aún más explícito. Citó a Teodoro Roosevelt en su discurso de apoyo a Lacalle Pou (que nadie aplaudió entre su público presente cuando anunció el esperable apoyo).

Hoy no hay ningún candidato presidencial norteamericano que cite a Teodoro Roosevelt (por cierto pudor y por respeto ante los votantes latinos), pero en Latinoamérica, nunca lo hubo y sigue sin haberlo, porque Bordaberry y sus sueños del gran garrote yanqui, de última, ya no eran candidatos a más nada que al contubernio de la derecha más cerril.

Aznar, Teodoro y en frente Tabaré, que supo convocar para el 30 de noviembre, a las personas por sus ideas: "wilsonistas, batllistas, independientes..." y aseguró con inteligencia: "No nos vamos a correr hacia ningún lado".

Al fin y al cabo no perdimos un sólo voto por la derecha. Blancos, colorados y el pi sumaron lo mismo que blancos y colorados hace cinco años. Crecieron la Unión Popular, los ecologistas y el voto en blanco o anulado de probable raigambre frenteamplista, seguramente reacio a Lacalle Pou.

Tabaré y Sendic. Cinco años más de progresismo, para que no haya que volver a juntar firmas para intentar evitar, con un plebiscito, que Lacalle-Bordabarry (Aznar-Teddy Roosvelt) privaticen el rico patrimonio de los orientales y entreguen sus ruinas a la especulación financiera de los ejecutivos de los fondos buitres.

Tabaré, Sendic y los gurises del NO a la baja que son, ahora, ya mismo, la vanguardia de este pueblo. Hicieron un pasaje a la ofensiva para la mejor historia matria.






viernes, 3 de octubre de 2014

Aguantá un tiempito, Namera

"Si querés sacar a tus presos ilegales de Guantánamo por qué no los llevás a Estados Unidos, por qué tengo que traerlos yo", dijo Lacalle Pou que le diría a Obama, casi en el tono por la positiva que empleó Rattin para protestarle al juez en Inglaterra-Argentina 66

Bordaberry agregó que cuando él sea Presidente le negará a Estados Unidos tal favor.

Con Guantánamo, a veinte días de las elecciones, Lacalle y Bordaberry quieren aparecer como antiimperialistas. Es como el "por la positiva" de Lacalle Pou, después de casi diez años de por la negativa, pero no hay que verlo con negatividad. Al contrario: seamos positivos.

Si Lacalle hubiese estado por la positiva cinco años, cuatro, tres al menos... sería creíble, sin contar que el propio slogan se le desarmó el mes pasado cuando votó negativo a la Universidad de la Educación, desnudándose la máscara, llenándose de su vacío. Si no quiere que le ocurra lo mismo con su "antiimperialismo", le espera un periplo complicado.

¿Verás que todo es mentira?

Las relaciones de Estados Unidos con un presidente Bordaberry no resiste más que pésimos recuerdos, pero veamos.

No es cierto que Estados Unidos tenga que llevar -ni siquiera que pueda llevar- a sus presos ilegales en Guantánamo a Estados Unidos, porque en Estados Unidos ya están.

Guantánamo es una base militar de Estados Unidos, el único territorio de Estados Unidos en la isla de Cuba. Fidel Castro ha reiterado innumerables veces que "en Cuba se practica la tortura: en la base de Guantánamo, territorio usurpado por Estados Unidos en nuestra isla".

Tampoco es cierto que esos presos ilegales sean "tus presos" de Obama, si lo dice Lacalle.

Son originalmente presos de Bush o sea de Aznar y de Lacalle.

Lacalle Pou declara que su ídolo máximo en política es José María Aznar, quien en el contubernio de las Islas Azores con George Bush (en la foto Blair, Bush y Aznar, el trío de Las Azores, allí mismo), fue el promotor convidado de la invasión a Iraq y de los consecutivos secuestros, torturas y prisiones ilegales, incluida la de Guantánamo.

Cuando la objeción a aceptar por motivos humanitarios la solicitud de Obama, de liberar presos ilegales que su Parlamento le impide hacerlo en Estados Unidos, proviene de los compañeros chilenos, por ejemplo, de la Nueva Mayoría gobernante en Santiago, es atendible.

Son compañeros que se opusieron a Bush, a Aznar, a Lacalle y apoyaron avances antiimperialistas en América Latina, pero cuando la hace Lacalle y a veinte días de las elecciones, tiene un sólo aspecto a tener en cuenta. No menor.

Los gobiernos del Frente tuvieron algunas verdes y bastantes maduras en antiimperialismo, pero Lacalle todas verdes. Sin embargo ahora Lacalle Pou debe pasar los próximos cinco años votando por la positiva al gobierno del Frente, en todos los rubros donde ha declarado querer mantener el programa frentista mejorándolo y debe empezar a oponerse a Estados Unidos (porque -me olvidaba- acusó a la embajadora en Uruguay de intromisión en asuntos internos) cada vez que se entromete para apoyar golpes de Estado y desestabilizar en Latinoamérica, (recientemente en Honduras, Paraguay, Bolivia, Ecuador... constantemente en Venezuela). Ante esta perspectiva el Frente Amplio de ninguna manera debe caer en la necedad de negarle la afiliación a Lacalle Pou llegado el caso.

¿Cuánto más arrepentimiento podemos pedirle por la positiva? ¿Qué santo sacramento frenteamplista le falta jurar al declararse "antiimperialista"? ¡Dejémonos de atavismos y afiliémoslo!, pero eso sí: aguantáte un tiempito por la positiva antiempirialista, Namera; cinco, cuatro, tres añitos al menos. Hacelo verosímil.





miércoles, 1 de octubre de 2014

Juan existe; ¿clase media o pueblo?

A mediados de julio yo temía que el Frente Amplio perdiera las elecciones. Señalé los errores que a mi juicio estábamos cometiendo, entre los que no se incluía el temor a perder bien justificado, pero a partir de la bandera de Lacalle, de acontecimientos internacionales que pusieron negro sobre blanco y del cambio de consigna con que el Frente prorrumpió "Uruguay no se detiene" empecé a postear, a comentar en face y a apostar por dinero que el fa ganaría, muy probablemente en primera vuelta.

Eran los días de las encuestas de agosto, que nos daban decreciendo en 39% y a Lacalle trepando al 32%. Conseguí fácilmente apostadores.

Además tenía en cuenta que el 26 de agosto se terminaba la campaña electoral -la de las sensaciones climáticas televisivas- para ir un poco a lo temático, por ley publicitaria.

Hoy se ha revertido la tendencia con mayor intensidad de lo que las empresas encuestadores se han atrevido a mostrar hasta el momento y la tendencia define: el Frente Amplio crece más del doble que Lacalle en intenciones de voto y los demás se estancan o retroceden en ellas. Voy a detenerme -a ponerme un momento por fuera de Uruguay- para comentar una banalidad: la manito que nos dio Pablo Mieres con su publicidad de "Juan Clasemedia".

La publicidad en sí misma dice que "Juan Clasemedia" dejó en determinada época de votar a los partidos tradicionales porque estaba harto del clientelismo y que ahora está harto del fa, por eso votará al Partido Independiente, pero ese aviso fue el detonante de una cantidad mucho mayor de publicidad frentista espontánea en las redes -sobre todo en Twitter- tomando en joda a "Juan Clasemedia", que resultó muy efectiva.

La intención del Partido Independiente era obvia. Señala el clientelismo porque es la única diferencia que tiene con blancos y colorados -como demostró con el voto de sus dos diputados- y lo será mientras la ínfima porción de gobierno del pi no le permita hacer clientelismo, pero pretendía, además, sustituir el clásico Juan Pueblo por el "Juan Clasemedia" afanándose en aportar al laminado antipopular de ciertas subjetividades.

El término "clases medias" fue usado exactamente para todo lo contrario por José Batlle Y Ordóñez a principios del siglo pasado. Para que no se confundiera con burgueses a quienes eran parte del pueblo contra la oligarquía (como definía al Batllismo Batlle y Ordónez, en los ejes pueblo-oligarquía, patria-imperialismo) dando lugar, desde el populismo y el obrerismo, incluso a las "clases altas", coincidiendo con Lenin en que lo que define a una clase es su toma de partido, sus ideas en la acción, más que su origen y situación económicas o respecto a los medios de producción.

El pueblo uruguayo como categoría política es hoy en gran medida una recreación construida por el instrumento Frente Amplio, con sus dos primeros períodos de gobierno nacional. Es natural que los uruguayos que con el Frente salieron de la pobreza tengan conciencia de pueblo en sí y para sí, más libre cuando en la televisión se descentra la campaña electoral de los "informativos".

Y la oligarquía (¡qué coincidencia!) sigue teniendo, como en tiempos del Pepe Batlle, su partido tomado en torno a la Federación Rural, el latifundio, su rosca con el capital financiero imperialista, jugada por corporaciones mass-medias, ahora a sus dos candidatos blanquicolorados y a su laderito "independiente".