viernes, 26 de noviembre de 2021

Elecciones bolivarianas: razón de pueblo profunda


Así quedó el mapa electoral de Venezuela tras las regionales del domingo

 

“Arrasó el chavismo” fue el trending topic del domingo tras las elecciones regionales venezolanas en las que participó todo el espectro político.

Fueron avaladas por más de 500 observadores internacionales, entre ellos la Unión Europea, el Centro Carter y la ONU. “Poca participación en elecciones venezolanas”, tituló El País (el de Montevideo; es justo reconocer que el título de El País de Madrid, a su pesar, fue “Arrasó el chavismo”).

Ese mismo domingo hubo elecciones generales, presidenciales y legislativas en Chile y no tuvieron más participación que las regionales venezolanas, “42,26 % es un porcentaje de participación magnífico según estándares internacionales para elecciones regionales o de medio término no obligatorias”, dictaminó el observador internacional veedor Héctor Díaz Polanco. Todos los medios en Uruguay ningunearon los resultados hasta el miércoles de bajada de línea de Bruselas y muchos medios, nacionales e internacionales, sostuvieron el ninguneo ad eternum, porque todas las falsedades del desinforme no alcanzaban a opacar la victoria chavista.

“Solidez, transparencia, confiabilidad”, son atributos que reconocieron unánimemente los observadores internacionales del sistema electoral venezolano. “El más garantista del mudo”, según Carter. La jefa de la comisión de observación electoral de la Unión Europea, Isabel Santos, sin poder contener el llanto (y “nos has hecho llorar a todos” le dijo una integrante de su equipo, a micrófono abierto, enseguida de la conferencia de prensa de la UE), reconoció su derrota, la de su “presidente” venezolano de la UE, Juan Guaidó a quien fueron a “acompañar” según palabras del canciller de la UE, Joseph Borrell.

Guaidó, a último momento, viéndosela venir, dejó “en libertad” a sus seguidores “para que voten por los candidatos que propusimos o se abstengan”. Vistos los números no hicieron ni lo uno ni lo otro, porque la abstención fue 10 % menos que en las legislativas y los candidatos del Partido de Guaidó no hicieron mucho más que molestar a otros opositores, impidiéndole en algún caso alguna gobernación, para que el PSUV la obtuviese sin mayoría absoluta.

Y los candidatos del 4G integrado por Guaidó y más ampliamente de la Mesa de Unidad Democrática, sólo ganaron en dos estados, Cojedes y Zulia. La MUD tenía cuatro gobernadores desde las elecciones de 2017 y perdieron los cuatro: en Táchira Leidy Gómez (el Táchira fue recuperado por Freddy Bernal, del Partido Socialista Unificado-Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, chavista). Barreto Sira en Anzoátegui, quien quedó tercero, detrás del nuevo gobernador del PSUV-GPPSB y de José Britos, de Alianza Democrática (la oposición que inició el dialogo con el gobierno en 2018 y obtuvo la gobernación de Nueva Esparta). Precisamente en Nueva Esparta (donde está Isla Margarita), Alfredo Díaz también perdió su gobernación, quedando tercero detrás del ganador de Alianza Democrática, Morel Rodríguez y del PSUV-GPPSV. Finamente, Ramón Guevara, también perdió su gobernación, en Mérida, a manos del PSUV-GPPSV. Y eso era todo, aparte de Narnia presidida por Guaidó.

Pero el penúltimo ridículo de Guaidó jugando al presidente fue en la conferencia de la noche electoral, cuando se le cayó el escudo venezolano del decorado detrás de él. La conferencia tiene menos de 200 visualizaciones en YouTube, pero los memes con el momento del video en que se le cae el escudo se hicieron virales.

De las 24 grandes elecciones regionales (23 estados y el distrito de Caracas), el chavismo ganó 20 o 21. 19 ya asignados antes del miércoles, Apure asignada el miércoles a Eduardo Piñate, del PSUV y todavía en disputa Barinas, por menos de un punto entre Argenis Chávez Frías, del PSUV y Freddy Superlano, de la MUD. De 322 alcaldías asignadas, 205 son chavistas. Quedan 3 por asignar. En Caracas ganó Carmen Menéndez, del PSUV. De los seis gobernadores que ganaron por mayor margen, cinco son chavistas, encabezados por Lizeta Hernández en Delta Amacure con el 60, 53% y el que ganó por menos de los 24 fue Miguel Rodríguez, también PSUV, en Amazonas, con el 40,23%. El candidato opositor más votado detrás de Nicolás Maduro en las presidenciales de 2018, Henry Falcón, de Alianza Democrática, salió segundo en Estado Lara, detrás del PSUV-GPPSV, pero obtuvo en torno al 40% de los votos, tres puntos debajo del PSUV. Le impidió la gobernación el candidato guadoísta Florido.

De las once ciudades más grandes de Venezuela, diez las ganó el chavismo, diez de las once alcaldías más importantes.

El mundo mira asombrado, desde Al Jazzera hasta el New York Times, la decisión de un pueblo cercado, desabastecido por el bloqueo, con largos apagones por el blackout del imperio, que duró un mes y luego por falta de gasolina, con falta de agua a causa de los apagones, hostigado por atentados, invasiones, intentos de magnicidio, de golpes de Estado, agredido por todos los medios de comunicación masiva del “mundo occidental” y por todos los cuerpos diplomáticos del ámbito imperialista, un pueblo que sigue resistiendo al grito de “¡Chávez vive y vive: la patria sigue y sigue!”

 

LA OPOSICIÓN QUE NO QUISO GOBERNAR

La oposición en 2016 ganó la mayoría parlamentaria, pero no quiso ganar todo el gobierno en 2017 y 2018. Comenzó una deriva en la que fue dividiéndose y atomizándose.

Prefirió ir por todo el poder. Fraguó al mes de instalada la asamblea legislativa de 2016, un golpe por impeachment al presidente Nicolás Maduro, estilo el brasileño contra Dilma, inconstitucional en Venezuela, no menos que en Brasil.

Instigada por EEUU, parte de la oposición se extremó, desconoció al poder constituyente bolivariano votado en 1999. Forzó una vía violenta. Quemó vivos a militantes chavistas o que parecían chavistas por su color de piel. Pidió invasión yanqui, robó los activos en el exterior. Se retiró por propia voluntad durante tres años de las contiendas electorales (en declaración injerencista, la UE dice que no había representantes de la oposición en el anterior consejo electoral, pero los había de la oposición pacífica; de Guaidó no había porque él no quiso).

Contrató mercenarios ex invasores yanquis en Irak, para intento de desembarco en el Chuao. Contrató a los mejor pagos del jet set maiamero para concierto previo a la invasión armada en la batalla de los puentes. Intentó magnicidio con drones… En 2017, cuando arreciaron las “guarimbas”, escribí, “tenían el gobierno prácticamente ganado el año próximo, pero cuando vuelvan al cauce electoral después de fracasar estas aventuras, ¡vamos a ver si llegan al gobierno…!”

El gobierno no les interesó. Prefirieron los negocios mil multimillonarios con los aportes de la USAID, la NED y otras agencias gringas.

Arrastraron a la ridícula autoproclamación presidencial de Guaidó en una plaza, a un Grupo de Lima ya desaparecido y al alma colonialista de los europeos.    

También es explicable el llanto de la Unión Europea. Al descubrirse la verdad, debe devolver los miles de millones de dólares que le robaron al pueblo de Venezuela bancos españoles y portugueses, con la fea excusa de las “sanciones” de Washington, que debe devolver CITGO desde EEUU y Monómeros desde Colombia. Y Londres debe devolver el oro. Las del domingo en Venezuela fueron las elecciones del billón de dólares.

“Curiosa dictadura la bolivariana”, ironizaba Galeano. Realizó 29 procesos electorales en 20 años. El chavismo ganó 27 y perdió 2, pero cada una de estas elecciones, así sean regionales, tienen más importancia que las regionales de cualquier otro país, porque en ellas se juega la reputación de todas las izquierdas del mundo. Digamos lo que digamos, somos siempre acusadas de chavistas.

 

SI VAMOS A HACERLO…

Cosas que tiene la vida.

En Chile, Gabriel Boric, el candidato de izquierda que pasa a segunda vuelta junto al ultraderechista José Antonio Kast, que lo adelantó por dos puntos en primera vuelta, puede encontrarse en una situación crítica que deploró en el pasado, descalificando a Maduro por “dictador”.

Le fue explicada dicha situación en una carta personal de Pablo Sepúlveda Allende, nieto del Compañero Presidente, pero, apretado por la agenda antichavista que impuso Kast con todos los medios a su favor, Boric volvió a recular en reiteradas entrevistas durante la campaña. Kast es un pinochetista, nazi, al estilo de Trump y Bolsonaro. Ataca a Boric por “comunista”, “chavista”, ataca la “ideología de género”, y relaciona todo con el narcotráfico, poniendo hipócritamente a la “inseguridad” en el centro de su campaña.

En mi pronóstico, Boric gana bien la segunda vuelta, aunque los números de la derecha sumada, el domingo dieron 53% y de la izquierda, más centroizquierda, más centro, apenas 47%. Gana bien porque sabe bailar la cueca como hacía Frei (y si no sabe, Orsi le enseña).

Si alcanza la Presidencia, tal cual preveo, Boric va a tener que bailar con el parlamento opositor surgido del 21-N. Él supone que perdió porque no le prestó suficiente atención al voto rural, así que a bailar la cueca por el Sur donde no votó bien, el Bío-bío, Los ríos, e incluso votó poco en Concepción, tradicionalmente de izquierda, especialmente Lota, en cuya plaza principal el monumento al prócer es a José Martí (si precisa le mandamos en serio a Orsi, que es bailarín de danzas folklóricas), pero después de ganar, se va a encontrar en una situación que, a tenor de Kast y de los devenires y usos de ultraderecha continentales, muy posiblemente lo pongan en la disyuntiva de jugarse por la Constituyente ante un parlamento destituyente.

Entonces, si fuese coherente, tendría que renunciar. Es más, si fuera coherente no se presentaría a la segunda vuelta, porque al forzar ese enfrentamiento entre Constituyente y presidencia contra la democrática Asamblea General, ya se está convirtiendo, según su propio criterio, en un “dictador”.

En su discurso de noche electoral y de lanzamiento de campaña al balotaje, Boric pareció retomar la mística allendista, el perfil heroico y la percepción de poder que le habían dado el triunfo en las internas de Apruebo Dignidad, que, dicho sea de paso, logró el regreso del Partido Comunista de Chile, con dos senadores, Claudia Pascual y Daniel Núñez, con más del 16% de los votos, al Senado, donde no estaba desde el golpe de 1973, cuando era senador Luis Corvalán –cargo que Pablo Neruda ejerció entre 1945 y 1950–.    

Está bien, Boric, dijiste para finalizar tu discurso y a la vez culminarlo, que ante Kast “ni un paso atrás”, pero ¿vos sabés qué quiere decir eso? Preguntáselo a Maduro. Te depara una victoria arrasadora. Si vamo a hacerlo… vamo a hacerlo bien. 

viernes, 19 de noviembre de 2021

Argentina evitó un golpe

 


Para dar el “golpe blando” que Macri anunció, al llamar a una “transición pacífica” tras las elecciones del domingo, necesitaba ganar por paliza no menor a la que Juntos por el Cambio dio en las Primarias (PASO) del 12 de septiembre, pero el 14-N JxC no alcanzó ese objetivo en Provincia de Buenos Aires (37% del padrón electoral) donde el gobernador Axel Kicillof (kirchnerista) descontó a 1 la ventaja de 5 puntos que la derecha le había sacado en las PASO, un empate técnico y un empate de bancas en el senado bonaerense, que le destraba parte de la gestión, porque define las votaciones en el senado la vicegobernadora Verónica Magario.

La remontada es adjudicable a los militantes, a los intendentes, al cambio de gabinete provincial tras las PASO, pero, en cualquier caso, es Axel quien lo representa. También Jorge Capitanich, gobernador kirchnerista del Chaco revirtió la derrota de las PASO. Los principales referentes de ese espacio adjudican el repunte oficialista a la carta de Cristina Kirchner del 17 de setiembre, que ordenó el momento de cambio de rumbo en el gobierno de Alberto Fernández.

De todos modos, en el ámbito nacional, el voto castigo igual fue duro. El gobierno ganó por ocho puntos en 2019 y perdió por ocho estas legislativas. Alberto Fernández, junto a De la Rúa, fueron los únicos presidentes argentinos que perdieron una elección de medio término y, por primera vez, desde 1983, el peronismo perdió el quorum en Senado nacional. Alberto dejó grabado un mensaje, antes de conocerse el resultado electoral, prometiendo presentar al Congreso la propuesta del gobierno al FMI para acordar el pago de la deuda que contrajo Macri. Resaltó que lo hacía con el aval de Cristina Kirchner (después se supo que el aval es sólo a los efectos de dicha presentación), pero, precisamente, la negociación de la deuda es el tema central.

El préstamo del FMI a Macri no lo aprobó el Congreso argentino y el dinero ni siquiera lo tiene Macri. Lo fugaron. Está en banca off shore. El repudio de esa deuda odiosa e ilegítima por donde se la mire y perversa (e ilegal según las leyes argentinas e ilegal según las del propio FMI), está instalando a la izquierda en el escenario político argentino y pasando a la ofensiva al peronismo consecuente. No va a alcanzarle al imperialismo el poder económico mediático judicial para desinstalar el repudio de esa deuda en las masas populares. Y tampoco va a servirle aumentar la confrontación mediática que ya es máxima.

 

LA TÁCTICA DE ALBERTO FERNÁNDEZ

El golpe de la amenaza macrista es del poder económico mediático y judicial porque es lo que siempre tuvieron, nada nuevo… En todo el continente –a excepción de en Cuba, en Nicaragua, en Venezuela, últimamente, hablan de “la casta política”, pero los partidos políticos han pasado, los militares también, las únicas inmutables y permanentes en sus poderes, monárquicas, de casta, son las oligarquías, sus medios y sus tribunales.

Ha sido siempre las mismas cortes supremas para las democracias que para las dictaduras, los mismos canales de multimedios, los mismos apellidos, los poderes fácticos hereditarios que se encargan directamente de los gobiernos sólo cuando el pueblo se asoma al poder, pero, aun así, el no pago de esa deuda de Macri, avanza homogéneo desde el Frente de Izquierda (consolidada tercera fuerza nacional, que el 14-N duplicó sus congresistas) y fragmentario desde el Frente de Todos. El FdT tiene dos tácticas, pero desde la carta de Cristina, el discurso de Máximo Kirchner el 7 de octubre en la cancha de Nueva Chicago y el 17 de octubre, cuando Hebe de Bonafini en Plaza de Mayo dijo “es hoy, hoy empezamos a movilizarnos contra el pago de esa ‘deuda’”, Alberto Fernández y SergioTomás Massa, chocaron la táctica 1 contra el movimiento popular. Este miércoles 17 de noviembre, en el día de la militancia, se vieron obligados a hacer play back con las promesas de campaña de 2019. “Voy a hacer lo que prometí hace dos años y no pude hacer por la pandemia”, dijo Alberto. Fue un acto corset. Fue planeado para resistir un golpe y resultó el anuncio de internas competitivas.

Es que empezó la táctica 2, la de Cristina. En agosto de 2019 lo dije y lo escribí cada vez que hubo ocasión de escribir sobre Argentina. “Todos dicen que la jugada de Cristina es brillante y táctica, pero la creen de táctica 1 y son dos tácticas, la de Alberto y la de Cristina, en ese orden, presidente y vicepresidenta”. Las llamé respectivamente táctica 1 y 2. La 1 fue misa en Luján para Macri, impunidad para Macri, no auditoría de la deuda, Santiago Cafiero diciendo “la justicia que se depure sola”, coloquio de Clarín, Alberto diciendo “Héctor (Clarín) no me deja mentir”, tranzando con CABA, “Mi Amigo Horacio (Larreta)”, agradeciéndole a “Marcelo” (Midlin), arreglando con Rocca, cornada de buey a Vicentín, cerrando con Fink y en consecuencia ajuste y votando con Almagro contra Nicaragua, lejos de Venezuela, México y Bolivia.

Alberto Mi Amigo Horacio, a través de la táctica, incumplió el contrato electoral punto por punto, hasta que la derrota de las PASO, la carta de Cristina, el discurso de Hebe y el de Máximo lo hicieron recular, “no voy a arrodillarne ante el Fondo”, “no voy a firmar en cinco minutos”. La unidad estratégica es programática. Cuando la táctica vacía el programa, no hay unidad estratégica. Apenas espacio de cogobierno de momento necesario para no quedar, en los hechos, con las manos atadas y para atárselas a la minoría.

Lo dijo mejor este lunes Mempo Giardinelli, “en sus primeros dos años el gobierno del Frente de Todos no gobernó como había prometido. No afectó ninguno de los resortes económicos del poder real, ladrón y evasor, cipayo y fugador de divisas. Ninguno. Y es ese poder real el que, organizado para volver, esta noche de domingo estuvo a punto de dar el zarpazo”.

 

LA OTRA TÁCTICA

La táctica 2 parte de un principio: soberanía. Es la táctica de la mayoría (Cristina lo es en el Frente de Todos, y Axel en el Frente de PBA). Es una táctica que requiere jugar en las dos canchas, la de abajo y la de arriba, sin caer en ninguna provocación de fractura del FdT. La movilización por abajo la empezó Hebe el 17-O con la presencia de Axel en la Plaza. El peronismo todavía no había empezado a movilizarse. La única calle era trotkista (pilar del FIT). Con todo el pueblo movilizado cambia el escenario y cambia el modo. Empieza otra historia. La unidad de acción con el trotskismo en el tema de la deuda también. Por eso Alberto se amparaba en un “consultor externo” (Antoni Gutiérrez Rubí, catalán) para evitar la calle. Le había “aconsejado no movilizar”. Las PASO lo obligaron a pautar la plaza del 17-N desde la semana anterior a las legislativas, más condicionado por el Frente que por el Fondo.

Cristina manejó los tiempos políticos. En 2019 dijo: “puedo ganar sola pero no gobernar”. Y ya había dicho que el gobierno en Argentina era menos del 25 % del poder cuando le tocó gobernar a ella. Hoy, después del plan de negocios Macri, sacá la cuenta…

La situación regional de 2019 era similar a la de marzo de 1976: Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay pronto con gobiernos de derecha, cercándola, aislando a Argentina. Carta a carta, discurso a discurso, bien graduados, fue señalando Cristina el contubernio con Clarín, los funcionarios disciplinados por el lawfafe, la deshonra de Alberto a las promesas de campaña...

Ahora, para 2023, cabe esperar que, a Bolivia liberada, se hayan sumado Chile y Brasil. Argentina va a crecer porque no va a pagar por dos años con perspectiva de más mora. La recuperación económica argentina fue en default (de 2002, con Duhalde a 2006, cuando tras lograr magnífica quita, pagó Néstor, gracias a Chávez, y se desembarazó del condicionamiento del FMI). Entonces hubo inversiones, porque hubo ingreso, mercado interno, sin obligación de pagos, expectativa de retorno. Con Macri la “lluvia de inversiones” fue de globos, ¿quién iba a invertir en un mercado exprimido para pagarle a los fondos buitres? Nadie lo hizo.

En 2023 va a haber PASO competitivas en el Frente de Todos y por ende una candidata o candidato de verdad popular y nacional (después de todo, Cristina votó mejor sola en 2017, que ahora con Alberto y Massa). Cristina no cae en ninguna provocación de fractura del FdT, menos aun cuando las legislativas consolidaron a Axel en primera fila. Se supone que quien asuma en 2024 deberá pagar 6 mil millones de dólares al FMI, por año, durante diez años, pero ni en diez ni en diez mil años, puede Argentina pagarle al FMI esa deuda perversa que requiere mister Stanley, el nuevo Spruille Braden, embajador yanqui en Buenos Aires.

Propios funcionarios del FMI reconocieron que Macri tomó esa deuda ilegalmente para fugar en mayor parte y quemar el resto en su campaña electoral, pero, aunque así no hubiese sido, tampoco podría pagarse, ni con toda el hambre del pueblo ni en dictadura fascista "libertaria” (de Cavallo: Milei, Macri, Larreta, De la Rúa, Menem, Bullrich, Videla-Martínez de hoz).

El protagonismo de Macri para el 14-N fue pernicioso para JxC, así que Stanley se va a encargar de medir si Larreta o Bullrich o la UCR puede ser el abanderado del nuevo “Frente Democrático” (el viejo engendro de Braden contra Perón).

“Clarín miente” sentenció para la posteridad Néstor Kirchner, Todo lo que dice Alberto Héctor No Me deja Mentir es mentira entonces. Nada tranquilizador, pero el miércoles en la plaza dijo lo mismo que en 2019 decía. La única táctica que le queda al pueblo argentino es la revolucionaria democrática, por medios de lucha pacíficos y legales, que, para eso, desde Chávez, para que hoy se pueda hacer en paz, fue armada la vía fundamental, y la consigna es la misma que desde 1905, el repudio de la deuda odiosa.

Alberto va a seguir viajando a lo que él llama “Europa” (Macron Sánchez-Sánchez Macron), cuando el veto en el FMI lo tiene Biden. El ministro de Economía Guzmán va a seguir ajustando a título de “sustentable” y el hombre fuerte en la Rosada, Gustavo Béliz, no va a dejar de consultar a Cavallo, pero, mientras tanto, este momento cierra las legislativas y arranca la carrera al 2023. Cristina o Macri en propias personas o a través de respectivos candidatos a presión o en línea. El legado de Evita evitó un golpe.

viernes, 12 de noviembre de 2021

Daniel Ortega, tan demonizadamente líder

 



Sutileza, decoro y hasta, si se quiere, frialdad politóloga –que casi nadie usa– es reconocer que los cambios de época son también cambios de carácter.

Nicaragua era violentamente dulce y tanto, cuando el mayor de los narradores me garantizaba que no me equivoqué de aeropuerto al pasar la aduana en Managua, pero Nicaragua fue perdiendo, alegre y tristemente, el oxímoron original, el cortazariano, cuando el pueblo, cansado de tanta guerra, votó para que el FSLN quedase en el poder pero entregase el gobierno, obligando a los yanquis a dejarla en paz y aprendiendo el amargo “neoliberalismo” democrático (el dictatorial lo había aprendido de Somoza), preparando un retorno del FSLN sin violencia.

La derrota electoral fue en 1989, cuando el Ejército Popular Sandinista no había podido detener la guerra en la frontera con el Comando Sur de USA en ambos lados, Honduras y Costa Rica –fundamentalmente la frontera con Honduras, pero Costa Rica, sin ejército propio, está institucionalmente ligada al ejército de USA–. El EPS seguía ganando esa guerra, pese al minado de los puertos nicos y a los atentados de la contra interior, pese a que Reagan ordenó el Irán-contras, un operativo encargado al coronel Oliver North, quien reconoció la participación de la DEA con más de una tonelada de cocaína pura, para financiar el derrocamiento de Ortega. La guerra se hacía interminable y el alto mando sandinista decidió entregar el gobierno, conservando su poder.

Fue una decisión política. Hubo opción de no entregarlo. Hubiese sido equivocadísima, pero la hubo. Tomas Borge y Daniel Ortega Saavedra comprendieron (Fidel Castro también) que el carácter de época para la emancipación continental no era el mismo del 23 de julio de 1961, cuando Carlos Fonseca Amador y Tomás Borge, entre otros, fundaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional, aún considerando que, tras muchas derrotas de los focos guerrilleros, el sandinista había sido un triunfo del foquismo.

 

LA ACTUALIDAD DEL SANDINISMO

75,9 % de los votos emitidos el domingo fueron al Frente Sandinista. La participación fue del 65,2 %, 4 puntos menos que en la anterior convocatoria a elecciones que no son obligatorias. El Partido liberal Constitucional fue, con 13,8% el más votado de los otros cinco que disputaron al FSLN la Presidencia, las bancas en el parlamento nacional y en el centroamericano. La madrugada del lunes todavía la multitud festejaba en calles y plazas. También de noche, este lunes fue veraniego para que la Juventud Sandinista llenara apacible la Plaza de la Revolución, cantándose todo, y Daniel recordó la guerra, desde que Sandino vio pasar el cortejo de Benjamín Zeledón comprometiéndose a liberar la patria o morir.

En 1990, perdidas las elecciones, en contexto internacional cambiante y confuso, el FSLN, al igual que casi todos los partidos revolucionarios, sufrió escisiones, pero no del tenor que le adjudicaron las corpos mediáticas.

El FSLN obtuvo en las siguientes elecciones el 36% de los votos y los escindidos (Movimiento Renovador Sandinista), apenas 1.5 %. En el FSLN permaneció, hasta su muerte en 2012, el único fundador que llegó vivo a la entrada en Managua, Tomás Borge, ex ministro del Interior (quien formó, desde el gobierno, la nueva gendarmería combatiente) y el ex ministro de Defensa (devenido Comandante en Jefe del Ejército de Nicaragua) Humberto Ortega Saavedra, hermano de Daniel y el propio Daniel, ex presidente y ex coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. Es decir, el núcleo duro en el poder del Estado, junto al jefe de la Seguridad del Estado, Lenin Cerna, que pasó a ser asesor del Ejército. Y la gran mayoría de los cuadros medios y de las bases que se incorporaron a la guerra de diez años, que sucedió a la victoria del 79.

El FSLN había ya alcanzado también parte del poder económico para el pueblo, con la Reforma Agraria (aunque el encargado del reparto de tierras –acusado, con toda la Dirección Nacional de aquel momento, de la llamada “piñata”–, Jaime Weelock, no permaneció en el FSLN). Eso –en un marco estratégico de economía mixta–, más la política social de los tres gobiernos recientes de Ortega, que repartió a los agricultores granos de frijol y de maíz a modo socialista, explica la actual autosuficiencia alimentaria de Nicaragua, que produce el 90 % de los alimentos que consume y no es rehén de oligarcas, porque los campesinos que garantizan el sustento son pequeños y medianos productores, y una empresa del Estado, ya partícipe de la distribución, puede abarcar el mercado.

Agregále la salud pública, la educación gratuita, todo lo rescatado de las privatizaciones de Chamorro-Alemán-Bolaños, la drástica disminución de la violencia criminal, la infraestructura vial, el incremento sostenido desde 2007 de viviendas y alcantarillado y un servicio de comunicación del Frente, con empresas creadas por el comandante Bayardo Arce, dirigidas por Carlos Fonseca Terán, con la diaria participación radial de la compañera vicepresidenta Rosario Murillo, tal cual lo hacía desde la montaña en la ofensiva final –es la Germán Araújo de los nicos–.

Agregále también que Ortega estableció comercio ganar-ganar con aliados clave de USA (China-Taiwán, Surcorea, entre otros). Cuando Washington los apreta para que pierdan la relación con Nicaragua, se suman a los reclamos de otros socios comerciales del imperio: que deje de impedirles buenos negocios.  

Aparte de eso, “afuera, afuera, que digan lo que quieran”, canta la juventud en la plaza.

 

DANIEL, EL DEMONIO

Por supuesto, cuando Daniel Ortega Saavedra gobernó Nicaragua entre 1979 y 1990, los medios imperialistas ya lo catalogaban de dictador, en el mismo casillero que a Fidel, Brézhnev, Chernenko, Andrópov, Deng, Yan Zemin, Kim Il-sung y Ton Dúc Táng. Cuando pasó a ser el candidato presidencial del FSLN en 1996, 2001 y 2006, no hubo cargo del que no lo hayan acusado, robo, narcotráfico, estupro… también compartidos con otros lideres que molestaban al Pentágono (les falta “influjo psíquico”, que ahora imputaron a Correa). Daniel salió suficientemente manchado para que cualquier fake news posterior le llueva sobre mojado. A partir de 2006, cuando gana las elecciones con el 38 % de los votos y vuelve a ser presidente de la república en alianza con una fracción liberal, vuelve a ser, por supuesto, “el dictador comunista”, pero además “el que tranzó con los grandes empresarios y con la jerarquía católica”.

Los grandes empresarios y la jerarquía católica local lo abandonaron al tiro, y ya se sabía. El domingo el único obispo votante fue el de León, departamento donde el Frente sacó su segunda mejor votación, 78%, después de Región Autónoma Atlántico Norte, donde sacó el 88%.

La campaña permanente de demonización, se crispó cuando Daniel Ortega Saavedra demostró que se había preparado para volver más sabio. Cuando el Borbón mandoneó a Chávez “¿Por qué no te callas?” y éste le contestó parafraseando a Artigas “con la verdad no ofendo ni temo” (si hubiese dicho “libertad” hubiese sido cita, pero no se aplicaba a la situación), fue Daniel quien dio el mejor discurso de la cumbre iberoamericana, describiendo con exactitud los perjuicios que están causando a América muchas empresas españolas y vascas.

El mismo domingo de la victoria del FSLN, en Virginia, el trumpismo ganó la gobernación. Es el costo de ochenta años de macartismo en Hollywood-Netflix (está faltando la serie “Ortega” para completar la saga “Chávez”, “El mecanismo lavajato”…). No entienden ni siquiera que financiar abiertamente desde instituciones estatales yanquis con registros oficiales a Claudio X González, PAN, PRI, PRD en México y a los Chamorro y sus partidos en Nicaragua, es propaganda electoral para Obrador y para Ortega (cada cual a su modo y según sus posibilidades). Creen que cuando un cuate les dice, “mande, gringuito”, es sin ironía o cuando Sandino dijo a Sacasa, “para mí los yanquis son calabaza”, se refería a Halloween.

Cuando los yanquis invadieron Venezuela desembarcando en Chuao, la compañera Constanza dijo que Venezuela “es la Cuba de nuestra generación”, la revolución que nos toca defender. A mis hermanitos les toca Venezuela. A mis hijos Bolivia. Cuba a todos siempre todavía, pero la revolución nuestramericana de mi generación es Nicaragua.

De todos colores la pintó en “La montaña es algo más que una inmensa estepa verde”, el comandante Omar Cabezas, siempre al firme en el FSLN, pero rojinegra de miles y miles de banderas que le ganaron la calle al golpe de 2018. La revista alemana Nueva Sociedad, socialimperialista, publicó entonces, que el comandante Tomás Borge, al marcharse en 2007 al Perú, que eligió Tomás destino diplomático con igual acierto geopolítico al boliviano de su amigo Che Guevara, le ordenó a Ortega, “el poder no se entrega”.

¡Mirá si Tomás iba a pensar que Daniel necesitaba alguna orden por tres días de “guarimba” con maras contratadas –algunas desde El Salvador–, para no entregar el poder que no entregaron ni por diez años de guerra de frontera, con 50 mil milicianos sandinistas muertos, perdiendo las elecciones en aquel chantaje y entregando el gobierno –contó Daniel el lunes, que Fidel le dijo en aquellos años, “nosotros tuvimos Bahía de Cochinos, pero ustedes tienen una cada dos días”– y que alcanzar poder popular les costó cien años de guerra de guerrillas prolongada, desde Zeledón hasta el Meme Altesor y Luis Alpuin, cayendo en la ofensiva final y Marcos Conteris asesinado en una emboscada de la contra! Porque entregarlo cuesta mucho más de 50 mil muertes. Yo me hice frenteamplista en septiembre de 1973, porque el Frente Amplio había apoyado a Chile y no le lloraba lágrimas de cocodrilo.

Mucho relato contra, vas a encontrar si googleás, mirás televisión, leés los diarios, las diarias, comunicados políticos, de derecha, de centro, de centroderecha…

Si nostalgia es cual dice González Tuñón, “la cita sutil que nos une al pasado con decoro”, ese patetismo de los doctores Destouches, gargajeando de costado su colaboración con Vichy o con Prisa o con la USAID, rumiando por las revoluciones y por la juventud que los traicionan, no es nostalgia. Es hegemonía corporativa mediática nomás. Con su blindaje político.

viernes, 5 de noviembre de 2021

El SÍ en sí

Los puestos a referéndum 135 artículos de 500 controversiales de la LUC, son tan indefendibles que el oficialismo argumenta que todavía no han tenido efectos prácticos y que, aun sin que los anulemos, cabe esperar que no lleguen a aplicarse. Es parte de una estrategia electoral para minimizar o mermar el empuje del SÍ a la anulación de esos 135 artículos.

El título 1 de tapa de Búsqueda del 21 al 27 de octubre, busca desalentar.

“El oficialismo se muestra determinado a hacer reformas –dice el título–, pase lo que pase con la LUC”.

Está dirigido a quienes votaron al gobierno. Lo votaron por lo que dijo y lo están sufriendo por todo lo contrario, a lo que dijo, y la principal motivación que tienen para ir a votar el SÍ, es apagarle así la motosierra que en la campaña electoral la coalición de gobierno ocultó. Ni palo en la rueda ni piedra en el zapato. Un millón trescientas mil papeletas del SÍ en las urnas, para desmentir.

Entonces el único título en letra de molde de la tapa de Búsqueda es para decirles, “voten lo que voten en el referéndum, viejos, después la motosierra les va a pasar por arriba igual, les va a recortar el salario real, la jubilación real o la misma posibilidad de jubilarse, la educación, la salud, el negocio si son cuentapropistas o si invierten en producción sin ser latifundistas, así que ni vayan a votar, boludos. Resígnense”.

Este lunes, 1 de noviembre, título 2 de tapa de El País, “Blancos advierten que referéndum no paralizará gestión de gobierno”.

Sin embargo, la experiencia bien reciente indica, que, con 800 mil firmas, bastante que SÍ le apagamos la sierra a Alfie y que, si gana el SÍ, ¡no puede hacer las “reformas” que le determina el financierismo que le puso la guita para que mintiera en la campaña! Va a tener que sopesar cada medida…

El referéndum le va a pesar sobre la máscara de “tranqui, no voy a tocar ninguna de las conquistas del Frente” y va a mantenerle tapada la cara de “para comerte mejor”, que mostró sin tapujos los primeros quince meses de gobierno. La máscara se le pega a la cara, que, cuando asoma, asusta. En cambio, si gana el NO, ¡preparémonos para el desguace y las mordidas! Ésa es la verdadera amenaza que debemos dejar atrás. El infierno tan temido.

 

EL SÍ UNIVERSAL

La búsqueda de la resignación de los pueblos fue el mayor objetivo del Consenso de Washington, desde su creación, para poder aplicar a fondo y sin resistencias sus programas “neoliberales”. En Uruguay tiene medio siglo de trabajo muerto. Cuando Sanguinetti alardeaba de que nunca perdió una huelga, era petulante y por jactancia, pero era para que algún día los trabajadores dejaran de combatir. “Total… ¡Siempre gana él!”.

La verdad es que siempre le ganó el PIT-CNT, porque siempre creció, mientras Sanguinetti se derrumbaba con su puñado de pírricas victorias antisindicales (Pirro era un general que para ganar una batalla se quedaba sin ejército).

Otro aprete ideológico del imperialismo es la falsa noticia de “la derechización del mundo”. La operación es burda pero persistente. Consiste en identificar a “la izquierda” con el imperialismo. Así planteado, es evidente, “la izquierda” está retrocediendo en todos lados, pero la realidad es exactamente la inversa. El Partido Demócrata de USA aceptable por el Pentágono, siempre ha sido y es, todo menos izquierda; el Republicano aceptable por el Pentágono, nada más que derecha. Entonces, ¿qué está avanzando al retroceder USA?

El imperialismo recula hasta en las elecciones de Irak. La semana próxima asume en Irak el nuevo parlamento electo. Aún según el modo occidental, de mercadeo electoral plutocrático, el 80 % de los iraquíes votaron para expulsar a la OTAN, pero la OTAN sigue ahí, y, aunque las elecciones las auditó la ONU, Bachelet muzarella. Los sadristas (de Muqtaba Al’Sadr), mayoritarios en Irak, son la fuerza más antiimperialista de las cuatro con peso parlamentario contra la OTAN.

Pero si querés llamarle “derecha” al antiimperialismo, hoy agregále toda Eurasia, Turquía, Alemania, Italia, toda Europa central y del este y próximamente Francia. De Afganistán la OTAN se fue tan humillada que muchos creyeron que lo hacía de trampa, creyeron que estaba “simulando” otro Saigón, pero fue tan real que sólo faltó que le cambiaran el nombre por Ciudad Ho Chi Ming. Y, por cierto, dejó las espinas envenenadas del ISIS, pero todo invasor en retirada deja minado el terreno. En vietnam fue así.

Ocurre, de verdad, que el imperialismo retrocede además en Asia, África, América Latina, el Caribe y de paso en el ámbito “ecuménico” que, pomposamente, Boris Johnson denominó, “global britain” (fue para Halloween). “La anglósfera”, que lanzó con trato o truco el AUKUS (Australia, United Kingdon and United States) resulta que es apenas, en concreto político, una décima octava parte de los estados del Commonwealth.

Dicen además que China supera a sus rivales porque es “neoliberal”, “supercapitalista”, “el país más derechista del mundo”, con “pequeños detalles remanentes de Mao”, ¿Y cuáles vendrían a ser esos “pequeños detalles”? A ver: La propiedad pública de todo el territorio nacional menos parte de un par de islas y de alguna península, un cincuenta por ciento de la economía en propiedad del Estado y, “el detalle más pequeño, sin duda”, el cien por ciento de la banca nacional y pública. Si querés llamarle “la enfermedad culminante del derechismo en el comunismo”, Robespierre no se va a enojar, con el tiempo se ha vuelto tolerante, pero es socialismo con peculiaridades chinas.

Putin dijo en Sochi que “el capitalismo ha fracasado”, pero agregó algo más lapidario, “debemos seguir el ejemplo de China”. Resumiendo: la estabilidad trilateral, que Blinken quiere y el Pentágono todavía no, sería el mal menor para USA.

La imperialista Europa occidental (“el colonialista que todo europeo lleva dentro”, que escribió Arregui), ha pasado a ser doble defenestrada. USA dejó de subsidiarla en parte para regalársela a Rusia, a ver si el Kremlin le aflojaba al comercio de gas con China, pero el kremlin tiene bien definidas sus prioridades y le devolvió la UE a USA, que ni siquiera desató el moño y leyó en la tarjeta del obsequio el plebiscito de Berlín: 56,4 % por ciento de la población berlinesa votó SÍ para expropiar más de 3 mil viviendas oligopolizadas y crear una inmobiliaria estatal que las reparta al pueblo. En territorios de la ex RDA, volvió a ser Die Linke (La Izquierda), considerada de extrema izquierda en Alemania, quien ganó con el 38 % de los votos. No se trata, desde luego, de una izquierda pura e inmaculada. Ninguna en el mundo pretende serlo: comprende esto la versatilidad del Frente Amplio, que celebra sus elecciones internas con variantes muy diversas, sin exclusiones, con específicos acuerdos para el ámbito nacional y para cada distinto departamento, especificidad determinada por su carácter original de movimiento y coalición, que lo hace invulnerable desde sus comités de base y desde la base social que lo caracteriza. No somos de manual.

 

El SÍ PERO SÍ

Descreo, por lo dicho, de la pretensión de bloques dentro del Frente Amplio. Nuestro bloque es el Frente y desde el Frente pa’ allá. El bloque histórico patriótico y el de poder popular, el SÍ uruguayo. Aportamos a las ollas sin cocernos en nuestra propia salsa. El 5 de diciembre, con tres notables candidatas (así, en femenino exclusivo por plural mixto), vamos a entrenar potencia para el SÍ de marzo o abril y, de paso, a organizarnos más.

En el copete de la amenaza sobre el referéndum, Búsqueda afirma que el oficialismo “confronta con el Frente Amplio y el PIT-CNT”. La realidad es que el gobierno confronta con todas las organizaciones sociales y políticas que plantearon anular los 135 artículos peores de la LUC e incluso con dirigentes blancos y colorados que se han pronunciado desaprobándolos. ¿O acaso el spot que quisieron censurar no es de FUCVAM? 

Sin ser optimista en general (Desde Cheney el holocausto nuclear es hasta más probable por error que por ataque y el ambiental se ha perfeccionado en el G-20 de esta semana), pienso que las “nuevas derechas” carecen de condiciones para formularse siquiera expansionistas. Vargas Llosa dijo la semana pasada que “en las elecciones lo importante no es la libertad sino votar bien” (¡era tan liberal el tipo!), pero fue subconscientemente. No tienen espacio para volver a proclamarse censistas.

Lo normal: cuanto más avanza la izquierda, la derecha más se radicaliza, pero es importante medir desde cuánta fortaleza o debilidad deriva a esa situación. Trump, Bolsonaro y Johnson, son otra versión patética, en declive, de Hitler, Mussolini e Hirohito.

No hubiese habido Hitler sin Gustav Krupp y sin la bolsa de París cotizando al alza los bonos de deuda zarista repudiados por Lenin desde febrero de 1918, y no habría Trump sin Rupert Murdoch y sus socios de Wall Street, que, terminales, lo mismo alternan en el gobierno a Biden que al Pato Donald. Son el terror financierista desesperado, porque su marketing ha empezado a fracasar en la seducción.   

Hacia la elección de este domingo, Nicaragua ostenta las diatribas de Borrell y de Almagro (de la UE y de la OEA-IINDH) confirmando la democracia plena, libre, independiente y soberana en la patria de Sandino, mientras la poca transparencia en Argentina, con plutocracia de medios, presos políticos y escandalosa injerencia del embajador yanqui, Marc Stanley, el nuevo Spruille Braden, el 14 renueva parte del legislativo. El 21 en Chile Apruebo Dignidad (entre otros, el Frente Amplio de Boric más el Partido Comunista) pasaría al balotaje de presidenciales contra la ultraderecha de Kast, y, en Venezuela, el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar disputa a una oposición dividida las mega elecciones (23 gobernadores, 335 alcaldes, y miles de legisladores municipales). Noviembre decisivo.

Con nuevas grandes manifestaciones en Colombia, Ecuador y Chile y con Perú iniciando y Bolivia consolidando justicia, mientras Cuba resiste, el 15, el sancionado cinismo de los que la “sancionan”, el SÍ uruguayo proyecta Patria Grande, en la tendencia global antiimperialista que vivimos.

Aquí no se resigna nadie. Hasta Guyunusa la sigue peleando.

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