viernes, 29 de abril de 2022

Con Turquía: ¿un TLC contra quiénes?

 


Samuel Beckett


Ya se sabe que los TLC de Uruguay, cuando no son humo, son para impedir integración regional, avance de asociaciones estratégicas y marginar a otros jugadores al boleo en beneficio de unos pocos malla oro. Así con Turquía, con China o con Cuba, si tomásemos en serio el cinismo de Lacalle Pou respecto a la isla bloqueada. Así en el gobierno éste y en el del Frente Amplio, que fue el que empezó a vender humo de TLC con China, cuando ya tenemos bastante más y mejor que eso: “asociación estratégica comercial y política” con China, pero en este gobierno es además, sin falta, contra lo público, contra el pueblo. Especialmente con Turquía, pero lo mismo con China si ésta se adaptase a una factibilidad que nos daría pérdidas.


Cuando el canciller turco –la historia no se va a acordar siquiera de su nombre– figuró con sus dedos las orejitas y el hociquito de los zorros grises (organización terrorista que ha atentado contra armenios en Europa) frente a los manifestantes armenios en Montevideo, se dirigió directamente a Bustiillo y a Lacalle Pou. Hoy Turquía no está en condiciones de ofender a Armenia en ningún lugar del mundo. El mensaje político del canciller fue y es: “me chupa un huevo el Uruguay. No está en el mundo”. Así de simple y grosero.


Y tiene su razón; no vayan a creer. En un planeta tan tensionado y tan especialmente tensionado para Turquía, pedir para venir a bautizar la embajada el día anterior al de la conmemoración del genocidio y que el gobierno uruguayo se lo acepte y lo reciba, es una buena ocasión para relajarse y hacer juguete de manos. Total, piensa, “es el último rincón, nadie se va a enterar, y para otra cosa el TLC no sirve, porque si las mercaderías no siguen de largo a la región, Uruguay de playa de desembarco no sirve”.


Hasta el 25 de febrero el mayor misterio de la geopolítica era ¿qué quiere querer Turquía? –¿qué quiere querer Erdogan?–. ¿Quiere intentar ser subimperio regional de Estados Unidos en parte de Asia Occidental y de Eurasia?


Por sus acciones conjuntas con Estados Unidos en el norte de Siria, en Nagorno Karabaj y en Kazajistán; acaso además en Pakistán –donde un golpe judicial-parlamentario, con pronunciamiento del ejército y denunciada participación del MI6 británico y de la CIA, derrocó hace 15 días al Primer Ministro Imran Khan, quien dijo que se negaba a ser un títere de Londres y de Washington; un golpe con protestas masivas y desenlace todavía incierto que, en cualquier caso, de todos modos, no pone en cuestión el corredor económico sinopakistaní, de la nueva ruta de la seda, entre Xinjiang y el puerto de Gwadar en el Golfo Pérsico, frente a las costas de Omán; ya se reunieron y lo confirmaron Wang Yi y Shehbaz Sharif, el nuevo y acaso provisorio Primer Ministro–. El golpe en Pakistán tiene repercusiones con miras a Afganistán, con riesgo de incremento de operaciones terroristas) parecía rumbear a subimperio.


¿O quiere procurarse un espacio propio para ser uno de los polos del próximo mundo multipolar?


Desde del 26 de febrero sabemos que quiere querer ser polo, conformar un “Turkestán” o “espacio túrquico”, independiente de EEUU y de Europa, con Turkmenistán, Azerbaiyán, su influencia en el ámbito musulmán... Ahora la incógnita es menor: si puede poder.


EL TURKISH STREAM


Los dos primeros países europeos a los que Rusia les bajó la espada de Damocles del gas fueron Polonia, que necesita ese gas por lo menos hasta octubre y aún así, el gobierno de extrema derecha de Andrzej Duda, radicalmente antirruso, es improbable que pague en rublos.


Entre tanto, Bulgaria, que atraviesa una crisis política porque el Partido Socialista anunció que se retiraría del gobierno si éste apoya a Ucrania. “Uno de los miembros de la coalición, el Partido Socialista Búlgaro (BSP), comunista y prorruso, se opone categóricamente al envío de armas a Ucrania. Korneliya Ninova, líder del BSP y viceprimer ministro y ministro de Economía, también se opuso a la imposición de sanciones a Rusia y advirtió: "Si se envía una sola bala búlgara a Ucrania, abandonaremos la coalición" (informó doble A de Turquía). “mientras tanto, Kiril Petkov, el primer ministro búlgaro, hizo un llamado a la población para que se done más dinero a favor de la compra de armamento para Ucrania”. En Sofía ha habido manifestaciones proucranianas y también prorrusas.


Rusia puso, a ambos países, que ya habían manifestado oficialmente su negativa, fecha límite 27 de abril para el cierre de la llave del gas y cumplió. Es probable que la crisis búlgara se dilucide luego del ultimátum, con muchas presiones, entre ellas las de los países del Turkish Stream, ampliación del Blue Stream, el gasoducto que une Rusia con Turquía submarino del Mar Negro y pasa por Bulgaria, Serbia, Hungría, para terminar en Austria.


Este gasoducto, acordado por Putin con Erdogan en Estambul, en 2014, es un complemento al Blue Stream, en servicio desde 2005, de la compañía estatal rusa Gazprom, en asociación con Eni,estatal de Italia. Su capacidad es de 63 millardos de metros cúbicos por año de gas natural. 14 millardos para el mercado turco y el resto exportado a Europa.


El anuncio del Turkish Stream fue hecho en diciembre de 2014 y poco más de un año después hubo fallido un intento de golpe de Estado a Erdogan. Este atribuyó el golpe a los servicios de EEUU. Fraccasado el golpe, siguió una vasta depuración de los destacamentos armados turcos. Desde entonces, aunque sin salirse de la OTAN, Turquía tuvo con Rusia relaciones ambiguas. Le compró armas, especialmente baterías antiaéreas, fue socia en hidrocarburos, pero enfrentó a la asistencia rusa en Siria, en Idlib, asociada a Estados Unidos.


Turquía fue refugio de yihadistas sirios y además se implicó en uno de los bandos musulmanes que se disputan el caos dejado por la OTAN en Libia después de que la Alianza Nordatlántica la arrasó y asesinó a Gadafi. Al otro bando lo apoyan Egipto y Rusia.


Luego Turquía provocó a Armenia (directamente a Rusia, porque Armenia es parte de la Oganización de Cooperación en Seguridad de la Unión Euroastica), a través de Azerbaiyán, en Nagorno Karabaj.


Finalmente, el 26 de febrero Turquía anunció que no sancionaría a Rusia. Después se ofreció para mediar en el conflicto con Ucrania, esta línea fue respaldada por el canciller de China, Wang Yi, quien se reunió el 23 de marzo con el Secretario General de la Organización para la Cooperación Islámica Hussein Ibrahim Taha, que integra a 1.800 millones de musulmanes y, finalmente, Estambul ofició de sede para las negociaciones entre el gobierno ruso y el ucraniano. Misterio develado.


Serbia, a través de su Presidente Aleksandar Vucic, quien ganó en marzo los comicios con el 57% de los votos, siendo electo hasta 2027, ya anunció que comprará el gas y no es considerado por Rusia un país hostil. Por el contrario. Serbia no forma parte de la OTAN ni de la UE y fue bombardeado por la OTAN entre 1995 y 1999, cuando la capital Belgrado fue destruida por los actuales beligerantes con Rusia, dejando entre las ruinas uno de los primeros objetivos que atacó la OTAN, la embajada de la República Popular China.


Hungría, donde el primer mandatario Viktor Orbán ganó las legislativas por 10 puntos a toda la oposición unida, menos un partido de ultraderecha que sólo obtuvo un 3%, ya anunció que comprará el gas en rublos, aunque es parte de la UE y de la OTAN.


En tanto desde Austria, el primer mandatario, el canciller Karl Nahammer, fue el único de Europa que visitó presencialmente a Putin después del 24 de febrero, donde fue informado por el Presidente ruso que debe abrir una cuenta en rublos en Gazprom en Rusia para pagar en cualquier divisa que transfiera a esa cuenta, a efectos de evitar el embargo, congelamiento o confiscación por el sistema de mensajería de transacciones internacionales dominado por el dólar, SWIFT.


A la fecha son cuatro los países de la UE que abrieron cuentas en rublos para el pago del gas. Alemania, Hungría, Austria, Eslovaquia, pero en total lo hicieron 10 empresa. Se espera especialmente por Eni de Italia, cuya factura vence a fines de mayo. Ahora, Úrsula Van Del Leyen, la Presidenta de la Comisión Europea, amenazó a estos cuatro países y a estas 10 empresas con sanciones. Sanciones a países de la UE por no acatar las sanciones de la UE. No se sabe cuáles serían las sancioness. ¿Suspención?, ¿expulsión?, ¿multa?...


Ahora bien, a la espera de la dilucidación en Bulgaria (importante para Turquía) Armenia es pieza clave en la Unión Económica Euroastica, organización a la que le ha sido encomendada la creación de una nueva moneda de reserva mundial y un nuevo sistema de mensajería, con respaldo en materias primas y en las monedas de todos los países que participen, partiendo del yuan chino, que la semana pasada fue incorporado incluso a las canastas de monedas de reserva de Arabia Saudí e Israel, pero China no pretende convertirlo en la moneda hegemónica de reserva mundial, para no caer en el dilema de Triffin.


Es decir, del bloque que conforma Armenia depende que pueda Turquía sumarse al nuevo diseño y ser un polo más en el nuevo orden mundial.


UN TLC CONTRA ANCAP


Éste es tal vez el mejor momento de la historia para que Uruguay capitalice su relación con la nutrida colectividad armenia en el país, pero el gobierno ni siquiera pensó en eso cuando propició la agresión del canciller, porque probablemente no lo sepa. Pensó, sin falta, en el cemento turco, que ya ha llegado perjudicando a ANCAP, empresa pública que es objeto constante (igual que todo lo público) de persecución por parte de este gobierno.


Además podría considerarse un TLC contra la administración Biden, pero a éste le importa otro huevo, porque sabe que Uruguay sin la región no es negocio. Biden va a recibir a Lacalle Pou, y vaya a saber con quién lo confunde y, si lo hace, esta vez va a saludar a un fantasma verdadero, porque últimamente anda saludando al aire (buscar en YouTuve el video de Biden saludando fantasmas).


Lacalle Pou espera a Godot Trump. Es un absurdo completo, porque cuando Godot vuelva, él va a estar yéndose y chiflando bajito en el mutis por foro. Beckett puro.

viernes, 22 de abril de 2022

Macron y Le Pen en Madame Butterfly


 

Mister Macron finge creer que el más de 50% “soberanista” del electorado francés de primera vuelta, se reducirá significativamente en el balotage por las indicaciones de los líderes que llamaron a no votar por Marine Le Pen en segunda vuelta (Jean Luc Mélenchon, 22 %, de Francia Insumisa, Jean Lasalle, 3,1%, de Resistencia, Fabien Roussel, 2,5%, del Partido Comunista de Francia, Nicolas Dupont-Aignan, 2,1 %, de Francia en Pie y ambos candidatos trotkistas, Phillipe Poutou y Nathalie Arthau, 0,8 % y 0,6 % respectivamente) y que contará con todos los votos de los globalistas unipolares que también lo hicieron (Valérie Pecreese, 4,8%, de republicanos de Sarkozy, Yannick Jadot, 4,6%, Verde y Anne Hidalgo, 1,5% del Partido Socialista de Francia). Es grave que alguien finja creer que el sistema político goza del prestigio suficiente para transferir todos esos porcentajes por pronunciamientos cupulares, pero tan grave sería que el electorado francés finjiese creer que Marine Le Pen es Heidi.


Eric Zammour, 7,1 %, de Reconquista, más xenófono que la mismísima Marine, es el único que llamó a votar por Le Pen, 23,1 %. Si hubiese disciplina electoral, Le Pen no alcanzaría más que el 30, 2 % de los votos. Aproximado al 33,9 % que obtuvo en 2017 en segunda vuelta enfrentando al mismo rival que el domingo próximo, mister Emanuelle Macron.


Madame Butterfly es una ópera de Giacomo Puccini, pero también una película de culto, con especialmente memorable actuación de Jeromy Irons, que narra las peripecias de un Vicecónsul francés en Beijing, que se enamora de una cantante de ópera china, vive veinte años con ella, tiene un hijo con ella, vuelve a Francia, ella le sigue, trabaja con ella para un reparto en motocicletas y un día es detenido por la Seguridad francesa, llevado a juicio por “traición a la patria”, declarado culpable y entonces descubre que su Madame Butterfly es un espía del gobierno chino y es varón.


La peli va de “basada en hechos verdaderos”, pero es yanqui. Su asidero en la realidad es increíble. Shi Pei Pu fue, en realidad, un cantante de ópera chino que creció en Kunming, en la provincia de Yunnan, donde aprendió francés y se graduó en la Universidad con un título en literatura. A los diecisiete años, Shi ya se había convertido en actor y cantante de cierto renombre. Bernard Boursicot, nacido en Vannes, Francia, donde se graduó de contador, tenía veinte años cuando lo enviaron a trabajar en la embajada francesa en Beijing.


La embajada fue inaugurada en 1964, es la más antigua de un país capitalista en la República Popular China (boicoteada por “occidente” desde el 1 de octubre de 1949 y recién admitida en la ONU en 1971). Boursicot conoció a Shi, en ese entonces de veintiséis años, en una fiesta de Navidad en diciembre de 1964.


Shi estaba vestido como hombre y había estado enseñando chino a familias de los trabajadores de la embajada. Desde entonces fueron amantes y vivieron juntos veinte años. Shi era cantante de la Ópera de Beijing en roles femeninos y a la vez cuadro del Partido Comunista de China, a la sazón trabajando para el comité de Inteligencia de la República Popular China. Boursicot le entregó documentos secretos en Beijing entre 1969 y 1972 (siendo ya Vicecónsul e integrante del SDECE, Servicio de Documentación Exterior y Contraespionaje francés) y en Ulán Bator, Mongolia, entre 1977 y 1979.


China recibió de Boursicot más de 500 documentos secretos. En 1965 Shi y Boursicot habían adoptado a un bebé llamado Shi Du Du (luego llamado Bertrand por Boursicot y su familia francesa). Shi Pei Pu y su hijo llegaron a París en 1982, después de que Boursicot fuera relegado del servicio exterior. Boursicot fue arrestado por las autoridades francesas el 30 de junio de 1983, y Shi fue arrestado poco después. Bajo interrogatorio policial, Shi dijo que había escondido sus genitales para convencer a Boursicot de que era una mujer. También que Shi Du Du había sido adoptado sin conocimiento de Boursicot y que éste había entregado los documentos por presiones del gobierno chino.


Boursicot declaró que creía que Shi Du Du era su hijo y desconocía el verdadero sexo de Shi Pei Pu y su función de espía, así mismo que ignoraba que el reparto en motocicletas era una red de comunicación clandestina del Partido Comunista de China en París. De todos modos ambos fueron condenados a prisión.


En la cárcel Boursicot fue objeto de odio y malos tratos. Intentó suicidarse cortándose la garganta, pero sobrevivió. Sin embargo, tras fuertes presiones internacionales del gobierno chino para que Francia liberara a su ciudadano, Shi Pei Pu fue indultado por Francois Mitterrand en abril del año siguiente “en un intento por calmar las tensiones entre Francia y China”. Boursicot fue liberado cinco meses después.


Hoy es otra Francia. Los dos candidatos definidores son amigos del LGTBQ, pero nostálgicos de China e “Indochina” colonizadas, ¿cuál de los dos más? Sí, los dos al máximo, pero más al máximo Le pen.


LA INOCENCIA DEL BOLÍGRAFO


A mister Macron no puede ganarle por derecha nadie, porque la realidad sigue siendo un asidero imprescindible para cualquier construcción de campaña con posibilidad de éxito. No es Hollywood. Y la realidad es que a la derecha de Macron no hay nada. Macron es el deep state y la reserva federal, es Rochild. Y en política internacional (la verdadera política) ha actuado de acuerdo a su esencia desde las grandes líneas estratégicas hasta el más pequeño detalle (fue la única persona del mundo que esperó la muerte de Maradona para twitear atacándolo por haber sido amigo de Fidel y de Chávez). Entonces Marine Le Pen, astutamente, salió a ganarle la izquierda (sin cuyos votos no llega el domingo a presidenta).


El travestismo político actual de Marine Le Pen, es realmente admirable, no tiene nada que envidiarle a la versión del interrogatorio policial a Shi Pei Pu y a la de la película. Para empezar, felicitó a Israel por sus nuevas relaciones con las monarquías del Golfo. ¿antiárabe y antisemita ella? Enseguida declaró: “Abogué por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas de Francia con Siria. Considero que cada vez que rompemos relaciones diplomáticas con un país, nos volvemos ciegos…”.¿xenófoba? A continuación, propuso un "acercamiento" de la OTAN a Rusia tras el fin de la operación militar especial en Ucrania, con el objetivo de evitar una "unión estrecha" entre Moscú y Beijing. ¡Ahí está el lío!


Sobre Vladimir Putin dice que sólo se entrevistó con él una vez, en 2017. Aunque no se sabe qué quiera decir que sea amiga de Putin, del presidente húngaro Orban o de Duda. Andrezj Duda, presidente de Polonia, es, en este momento, uno de los mayores enemigos de Putin.


De “inseguridad”, nada. Su campaña se centró en el capítulo de su programa titulado “economía patriótica”, con un acápite soberanista de Charles De Gaulle en letras destacadas.


Y es verdad que la situación económica de Europa por su seguidismo a Washington es tristísima, que su enclave dependiente la asemeja a un estatus de Puerto Rico más grande, y por eso Marine dice no proponer salirse de la Unión Europea pero “¡qué bien le fue a Reino Unido!” (¿qué película está viendo?). Lo que sí propone con definición, es abandonar el mando de la OTAN.


Salir del mando de la OTAN, consigna compartida por Francia Insumisa, por el Partido Comunista de Francia, por Francia en Pie y con los gaullistas en general, puede darle votos para pelear la presidencia.


Está muy fresca la humillación de Macrón ante el Pentágono cuando le birlaron el negocio de la venta de 20 submarinos diesel a Australia, para colocar 12 submarinos yanquis a propulsión nuclear. Antes de votar a Macron en balotaje, los soberanistas franceses se lo van a pensar dos veces.


Pero Francia es una potencia atómica: si sale presidida por Le Pen del mando de la OTAN puede ser un juegueo peligroso, incluso para Rusia, cuya unión con China, el bolígrafo no quiere que se estreche. Y para el mundo. O puede ser pronta paz en Ucrania porque un país decisivo de Europa rompe el bloque atlantista antirrruso.


LAS CHANCES DE MARINE PARA CORRERLO A MACRON POR IZQUIERDA


Uno de los mejores analistas internacionales, Pepe Escobar, que vive en París, sin descartar del todo una “sorpresa electoral” el 24, alertó en Brasil 247 que las cinco grandes corporaciones mediáticas en Francia están controladas por macronistas. “Es prácticamente imposible que no sea reelecto”, pero la campaña fue lo bastante direccionada para que Mélanchon no entrase a segunda vuelta (que no ocurrió por un punto) para resultar, independientemente de la voluntad de sus autores, fascistizante.


Lo mismo ocurrió en Brasil con el golpe al PT. El candidato de red Globo y Bandeirantes y toda la mediática hegemónica no era Bolsonaro. Era Geraldo Alkmim (probable futuro vice de Lula), pero al hacer la campaña contra Lula, el resultado fue Bolsonaro.


Por otra parte, los votos de la extrema derecha francesa se fueron acumulando, en un proceso sostenido, de traspaso desde la antigua base social del Partido Comunista de Francia, que en 1981 obtenía el 25 % del electorado, con la candidatura presidencial de George Marchais, pistero de gasolinera (de estación de nafta, diríamos aquí, por influencia rusa batllista).


Si Le Pen convirtió una vez esos votos al Frente Nacional actual, Le Pen puede intentarlo también con los de los jóvenes que el domingo 10, hicieron de Jean Luc Mélenchon el candidato más votado entre los de 18 a 23 años. No son votos orgánicos partidarios seguros de conceder a pedido del candidato compañero, un voto en balotage al candidato más cajetilla.


Marine necesita además los votos del noroeste, donde también ganó Mélenchon. Sin descartar los del Partido Comunista que, en su más reciente congreso, con el nuevo liderazgo de Fabien Roussel, retomó un perfil más popular y no “sorista” (diría Manini) y mejoró su votación en proyección a las legislativas.


No sé. Macron puede ganar con luz o la elección del domingo puede resultar reñida. Depende bastante del debate del miércoles. Por las dudas, amigo que votaste a Fabien pero ahora has decidido votar a Marine, por favor, en honor a los camaradas Shi y Boursicot, aunque tal vez ya tengas razón, pensalo tres veces.



miércoles, 13 de abril de 2022

La última guerra mundial según Gláziev

Serguéi Glázyev y Vladimir Putin; detrás Serguéi Lavrov

 

Sérgei Gláziev es, según The Saker geopolítica RU mayoritariamente considerado, “la persona más capaz en la situación actual”. Actualmente es el Ministro de Integración y Macroeconomía de la Unión Económica de Eurasia (EAEU) y fue asesor de Putin desde 2003. En 2015 publicó su libro de anticipación “La última guerra mundial”.

En él señala: “Estados Unidos se embarcó en una guerra híbrida mundial (…) porque “después del discurso de Múnich del presidente Putin (febrero de 2007) se dieron cuenta que habían perdido el control sobre la Rusia neoliberal de Yeltsin.... En 2008 estalló la crisis financiera y quedó claro que se iniciaba la transición hacia un nuevo orden tecnológico: el viejo orden económico y el sistema de gestión anterior ya no aseguraban un desarrollo económico sostenible”.

China estaba a la cabeza. Entonces, los estrategas estadounidenses deciden aplicar la lógica de una guerra, pero con una concepción de la guerra con métodos que existían en el siglo pasado. Establecen tres frentes de combate principales: uno, monetario-financiero (donde Estados Unidos todavía domina el mundo), otro, comercial-económico (donde ya han perdido frente a China) y el otro comunicacional-cognitivo (donde los estadounidenses tienen tecnologías superiores a las rusas).

El cuarto frente es el biológico, “se abrió con el coronavirus desde el laboratorio chino-estadounidense en Wuhan.” (cancillería china piensa que fue desde Fort Detrick). Hoy es público que existe toda una red de laboratorios biológicos en Ucrania. Estados Unidos se ha estado preparando durante mucho tiempo para abrir el frente biológico en una guerra mundial híbrida.

El quinto frente, es, obviamente el frente de combate físico-cinético, la última herramienta para obligar a los estados a una obediencia incondicional.

Los estadounidenses no podrán ganar, tampoco los británicos lo lograron en su momento dice Glaziev–. Estados Unidos estaba condenado a perder la guerra comercial porque China podía producir de manera más eficiente y financiar el desarrollo de manera más barata. Todo el sistema bancario chino es de propiedad estatal, funciona como una sola institución de desarrollo, dirigiendo los flujos de efectivos para expandir la producción y desarrollar las nuevas tecnologías”.

El mundo hoy no necesita las corporaciones transnacionales estadounidenses, ni el dólar estadounidense, ni sus tecnologías monetarias, ni las pirámides financieras. Todo eso va a ser cosa del pasado en un futuro próximo. El Sudeste Asiático se convirtió en el líder del desarrollo económico mundial, y un nuevo orden económico mundial se forma ante nuestros ojos.

Las estructuras verticales jerárquicas características de la economía mundial imperialista resultaron ser demasiado rígidas para asegurar procesos de innovación continuos y perdieron su efectividad comparativa para asegurar el crecimiento de la economía mundial.

En la periferia del imperio, se ha formado un nuevo orden económico mundial, que se basa en modelos de gestión flexibles, una organización de la producción en red, donde el Estado funciona uniendo los intereses de varios grupos sociales en torno a lograr un objetivo: elevar el bienestar público.

El ejemplo más impresionante de una estructura económica integral de este tipo es China, que durante más de 30 años ha superado en tres veces la tasa de crecimiento de la economía estadounidense. China ya ha superando a Estados Unidos en términos de producción, exportaciones de bienes de alta tecnología y tasas de crecimiento.

Otro ejemplo es India. Este país tiene un sistema político diferente, pero el gobierno está obligado, por razones históricas, a dar primacía a los intereses públicos sobre los privados, la única alternativa que tiene el Estado Indio es maximizar las tasas de crecimiento para combatir la pobreza. “En este sentido, podríamos decir que el nuevo orden económico mundial debería ser de ideología socialista”, afirma Glaziev.


TRABAJANDO EN LA NUEVA MONEDA MUNDIAL

Si observamos las tasas de crecimiento después de 1995, vemos que la economía china ha crecido 10 veces, mientras que la economía estadounidense ha crecido sólo un 15 por ciento. Por lo tanto, ya es indiscutible que en la actualidad el ritmo del desarrollo económico mundial se está desplazó hacia Asia: China, India y los países del Sudeste Asiático ya producen más productos que EEUU y la UE juntos.

El centro de reproducción de la economía mundial es Sudeste Asiático. Si a estos países les sumamos Japón o Corea, donde el sistema de gestión también se propone como objetivo aumentar el bienestar público, entonces podemos decir que esta nueva estructura económica mundial tiene todo para ser la dominante.

Gláziev está trabajando desde hace mucho tiempo con un grupo de académicos de estas naciones, en la introducción de una nueva moneda. Hace 10 años, en el Foro Económico de Astana, presentaron el informe “Hacia un crecimiento sostenible a través de un orden económico mundial justo”. Es un proyecto para la transición a un nuevo sistema financiero y monetario mundial, que postula sustituir al FMI por un organismo multipolar en base a los llamados derechos especiales de giro, para crear una moneda contable mundial.

Fue reconocido como el mejor proyecto económico internacional. Pero en la práctica, ninguno de los estados se interesó en poner a funcionar este proyecto. Aunque a continuación el economista Nursultan Nazarbayev (ex presidente kazajo), propuso para la nueva moneda el nombre de Altyn.

Pero la situación actual está obligando a crear rápidamente nuevos instrumentos de pago-liquidación, porque el dólar es prácticamente imposible de usar. Objetivamente, el rublo podría convertirse en moneda de reserva junto con el yuan y la rupia. Es posible pasar a un sistema multidivisa basado en monedas nacionales, pero todavía necesitamos algún equivalente para la fijación de precios… Ahora Glaziev está trabajando en el concepto en el espacio de intercambio de la Unión Económica Euroasiática, en nuevos criterios para la formación de los precios.

Para que los precios de los metales o del petróleo no los defina la City de Londres, es necesario que surja otra moneda, que actúe no solo dentro de la Unión Económica Euroasiática y en Eurasia.

En este nuevo orden económico mundial, se incluye, por supuesto, a China, India, Indochina, Japón, Corea e Irán. Estos grandes países tienen sus propios intereses nacionales. Después de la confiscación de las reservas de dólares de Rusia, ningún país importante quiere usar la moneda de otro país como reserva. Se necesita una nueva herramienta. Dicha herramienta, para empezar, puede ser una moneda de liquidación concentrada, que se construya como un índice agregado.

Todos los países que participen en la creación de esta nueva moneda contable deben tener derecho a la presencia de su moneda nacional en canasta. Y la moneda común se formaría como un índice, como un componente promedio ponderado de esas monedas nacionales, añadiendo las mercancías: no sólo el oro, sino también el petróleo, el metal, el grano y el agua. Una especie de arnés de productos básicos que, según estimaciones de Glaziev, debería incluir alrededor de 20 productos. De hecho, ya forman los precios mundiales y, por lo tanto, deben participar en la canasta para la formación de esta nueva moneda.

Se necesita un tratado internacional, para determinar las reglas para la circulación de esta moneda y un nuevo sistema financiero monetario sin Occidente.

Quizá algún día Europa se una a él y Estados Unidos también se vea obligado a admitirlo. Pero está claro que se va a construir el nuevo sistema sin ellos, por ejemplo, sobre la base de la Organización de Cooperación de Shanghái.


3 ESCENARIOS

Llamo a esta guerra mundial la última, porque creo que hay varios escenarios para salir de la crisis actual. El primer escenario, es relativamente tranquilo y próspero. Consiste en la superación del monopolio estadounidense. Para hacer esto es necesario abandonar el dólar en el sector financiero. Para superar el monopolio en la esfera cognitiva y de la información, es necesario aislar nuestro espacio de información de los oligopolios estadounidenses y desarrollar nuestras propias tecnologías de la información”, dice Glaziev.

Sin los monopolios de dólar estadounidense (y del euro) y apoyándose en sus tecnologías de la información para gestionar el dinero, los países del nuevo orden económico mundial pueden asegurar altas tasas de desarrollo económico, mientras el mundo occidental se derrumba.

El segundo escenario (…) es similar al que Hitler quería realizar... El nazismo fue un intento de crear un gobierno mundial con una ideología inhumana. Hitler concibió a la nación alemana como superhombres, los actuales ideólogos de la tecnocracia quieren imponernos sus teorías del post-humanismo.

En contraste con las teorías del post-humanismo occidental, los países centrales del nuevo orden económico mundial se caracterizan por una ideología de inspiración socialista, aunque respetando los intereses privados y usando algunos mecanismos del mercado. En China hay una mezcla de ideología socialista, intereses nacionales y competencia de mercado. India, Japón y Corea tienen todavía algunas similitudes con un régimen económico que llamamos mixto.

Bajo ese escenario, Rusia desaparecería como una entidad independiente, al igual que China, por cierto. Un hipotético gobierno del mundo por parte de occidente podría incorporar algunos de nuestros oligarcas, pero sólo en roles de segunda y tercera categoría”, afirma Glaziev.

El tercer escenario es catastrófico. La destrucción de la humanidad… “Por cierto, los laboratorios biológicos estadounidenses fueron mencionados en mi otro libro: Las plagas del siglo XXI: ¿cómo evitar el desastre y superar la crisis? En 1996, cuando me tocó trabajar en el Consejo de Seguridad de la ONU, propuse desarrollar el concepto de seguridad biológica. Porque ya entonces, hace casi 30 años, la genética era una ciencia lo suficientemente desarrollada como para sintetizar virus dirigidos contra personas de cierta raza, de cierto género o, de cierta edad. Esto ha sido posible durante mucho tiempo. (…) Hacer un virus contra algún grupo étnico, es posible si se conoce el código genético”.



viernes, 8 de abril de 2022

El segundo rearme de Alemania


 

Hace muchos años venía logrando no volver a recurrir a la gastada frase del 18 Brumario..., “la historia se repite al menos dos veces; la primera como tragedia, la segunda como farsa”. Es que han sido tantos los plagios pretenciosos corroborando el aforismo de Marx, que, citarlo hubiese sido “llover sobre mojado”, otro lugar común.


Pero esta vez es distinto. Alemania no pretende una dimensión mayor a la farsa de rearmarse, y esto no lo hace por tributo al genio de Tréveris, próxima a Berlín, ni porque Zelensky sea comediante y farsesco: tiene que ver con que el canciller alemán Olaf Sholz está solo, verde y debilitado.


Lo primero que constató, a regañadientes, tras las elecciones del año pasado, es que el verdadero ganador fue el Partido de los verdes, el que creció. El partido de Sholz, el Socialdemócrata, lo impuso Canciller, pero en sociedad con los verdes. No podía reeditar la coalición con los demócratas cristianos ni hubiese sido eficiente, porque Angela Dorotea Merkel había perdido el liderazgo con el derechista Friedrich Mers, a quien le fue mal en las elecciones. Y en política interna pueden tener coincidencia de discurso, pero en la verdadera política, que es internacional, los verdes y los socialdemócratas alemanes especialmente los de la fracción mayoritaria, la de Gerhard Schder, el ex Canciller anterior a Merkel, a las que responde Sholz–, son el aceite y el agua. Sholz hubiese necesitado mayoría parlamentaria absoluta para hacer su política.


Schröder es el presidente de Nord Stream, gasoducto rusoalemán, que pasa por Ucrania, en funcionamiento, es socio de Gazpron, empresa estatal rusa de hidrocarburos en Nord Stream 2, gasoducto que conecta Rusia con Alemania directamente a través del Báltico, terminado pero no inaugurado por falta de certificación alemana, donde se invirtió más de cien mil millones de dólares. En 1999, siendo Canciller, Schröder detuvo la participación alemana en los bombardeos de la OTAN a Yugoslavia (que en 1995 habían tenido en Alemania parte de sus pistas de lanzamiento), sumándose así al bloque eslavo que condenó los bombardeos (primera consecuencia, tan temida por Kissinger, la coincidencia de Rusia con Alemania). Luego Schröder fue socio del gobierno de Angela Dorotea Merkel, en tres de los cuatro períodos consecutivos (16 años) que gobernó Merkel.


El gobierno Merkel se opuso siempre a que Ucrania ingresara a la OTAN, precisamente porque sabía que la consecuencia sería la defensa de Rusia ante la amenaza nuclear en un territorio que se interna en el de Rusia, que asedia a la mitad de su población, que es rusoparlante y a tres minutos de Moscú instala misiles sónicos. En 2008 fue la entente franco-alemana la que vetó el ingreso de Ucrania junto al de Georgia. El martes de esta semana, Zelensky se sumó a las acusaciones del canciller de la Unión Europea, Joseph Borrell, contra Merkel (y Sarkozy) poniéndole tono de tragedia al reproche y a un montaje televisivo de fake news.


Merkel le contestó que seguía pesando lo mismo que en 2008 y hubiese hecho lo mismo en esta ocasión, evitando la guerra. Habría que agregar que en 2014, Merkel se negó a obedecer a Victoria Nuland, por entonces Secretaria del Departamento de Estado para Asuntos Europeos y recibió por respuesta el famoso “Fuck Europe”. Hoy Nulad es la número 2 del Departamento detrás de Blinken, una rehumillación a Europa.


Pero Joseph Borrell escondía otros reproches en su declaración de “error de la UE por no aceptar a Giorgia y a Ucrania”. El 23 de enero de 2019, el único país de Europa que cumplió en tiempo y forma la orden de Trump de reconocer presidente encargado de Venezuela a Juan Guaidó, fue el Reino de España, cuyo canciller era el actual de la UE, Joseph Borrell. El presidente del Reino, Sánchez Pérez-Castejón, llamó por teléfono ese mismo día a Guaidó para reconocerlo y ponerlo a disposición, pero Merkel se adelantó a decir que esa medida debía tramitarse en la burocracia de la UE, antes de tomar una decisión. Así, le manejó los tiempos políticos a Trump, impidiéndole el impacto y dejó pegados a Sánchez y a Borrell.


LOS VERDES, LA PAZ Y EL MEDIO AMBIENTE


Annalena Baerbok, la líder de los verdes, ganó la llave del parlamento y su designación como Ministra de Exteriores, con un discurso anti OTAN (además anti ruso y antichino, pero en dinero contante y sonante, contra el pago de 6.000 millones de dólares anuales para la OTAN), contra el “neoliberalismo” y a favor del medio ambiente. Hoy sostiene que Alemania debe rearmarse a un costo de 80.000 millones de dólares de presupuesto anual, aunque esta estimación oficialmente se maquilla, se habla de 13.500 millones de dólares, más los 6.000 millones a la OTAN.


La presión mediática de DW es tan fuerte, que el partido de izquierda Die Linke (literalmente “La Izquierda”, que obtuvo el 6% de los votos) hace dos semanas se pronunció a favor del rearme y del envío de misiles ofensivos de la OTAN a Ucrania. Este pronunciamiento provocó la renuncia de su líder, Oskar Lafontaine, diciendo, “yo no fundé este Partido para terminar en una postura belicista. La paz era el principio de Die Linke”.


El gobierno socialdemócrata-verde tiene dos caras. La del vicecanciller verde diciendo a los ciudadanos, “ahorremos electricidad para ayudar a Ucrania”, aunque no se trata sólo ni tanto del ahorro de los ciudadanos sino de la paralización de la industria. si Rusia cierra el grifo del gas por falta de pago en rublos y en banco ruso (que es la única forma en que lo puede cobrar, debido a las “sanciones”, de USA, Reino y Unido y la Unión Europea), la cuarta economía del mundo hasta ayer, Alemania, entra en receso. La otra cara es la de los industriales, que presionan al ministro socialdemócrata de economía, para que declare que “Alemania debe reiniciar una política independiente pensando en sus propios intereses”.


Me da la impresión que, de todos modos, desde la última entrevista Lavrov-Baerbok en Moscú a principios de febrero, Rusia dejó de mover un dedo por el Nord Stream 2 (cuya certificación quedó suspendida por orden de Sholz, haciendo parte de las “sanciones”) y decidió volcar su producción en los tres gasoductos que pactó con China el 4 de febrero en Beijing. Esto sepulta los planes del Partido Verde sobre energías limpias y potencia el de China, porque cualquiera de ambos necesita combustible de transición para no aumentar o reactivar los más contaminantes, el carbón chino o la Selva Negra alemana, debido a que las proyecciones de desarrollo de energías renovables resultaron fallidas. La potencia que primero se independice de los hidrocarburos, va a controlar con ventaja la economía mundial. A este paso va a ser China, compartiendo sus avances tecnológicos con Rusia.


LA PRIMERA VEZ Y ÉSTA


Al igual que el asqueroso racismo de permitir ingresar a las fronteras de la UE a “los blancos, europeos, de ojos azules” y no a los afros, árabes o latinos y de visibilizar, de las 16 guerras que asolan al mundo (algunas desde los años 90, unas menos pero otras más cruentas que la de Ucrania) sólo la que ocurre en Europa, el racismo poco entendible de eslavos contra eslavos entre Kiev y el sureste prorruso de Ucrania, se basa en la aporofobia (fobia a los pobres). La rusofobia es antesala al antisemitismo moderno, porque los judíos eran gran parte del proletariado de Europa central y oriental y de Rusia en los primeros años de la revolución bolchevique. Cuando Stephan Bandera (el héroe nazi de la Ucrania del Euromaidán) decía, en tiempos en que formaba batallones de las SS para combatir a los soviéticos en kiev, que los ucranianos auténticos eran originariamente germanos o escandinavos, ni eslavos ni tártaros ni judíos, recogía la vasta teoría de los años 20 y 30 de la conspiración judeo-comunista-masónica-liberal, que ponía especial énfasis en el financiamiento judío alemán a Lenin.


En esa campaña, no alcanzó con la intervención de catorce ejércitos mercenarios occidentales y orientales para tumbar al Ejército Rojo. El imperialismo tuvo que armar la implacable maquinaria nazi. París siguió cotizando al alza los bonos de deuda zarista que Moscú repudió en enero de 1918 y financiaron industria bélica alemana junto a los Krupp y socios de toda Europa occidental, central y también USA, a través de las empresas Ford, General Motors y la Fundación Rockefelller financiando científicos nazis en Alemania, entre otras. Después le dieron tiempo a Hitler con el pacto de Munich y después se sumó el tiempo que le dieron los propios errores criminales de Stalin. El rearme fue para fortalecer las capacidades ofensivas de Alemania.


Esta vez es al revés. En 1947, con el plan Marshall de la doctrina Truman, EEUU produjo el milagro alemán. Hizo su gran negocio de la reconstrucción pero además dejó un país fuerte y desendeudado (le condonó las de guerra), para enfrentar al bloque comunista. Para mejor apalancar la economía alemana, argumentando que los tratados de Versalles habían originado el rearme en los años 30, le impidió armarse y, por tanto, gastar en tiempo de trabajo socialmente innecesario.


Ahora EEUU encontró la coyuntura perfecta, propiciada por los servicios que captó en el corredor de ratas por donde habían huido de Berlín los servilletas nazis en 1945, cuando el ejército soviético se acercaba a las puertas de Prusia. Ahora USA concreta su plan para desvalijar al teutón de la prosperidad prestada, más aún teniendo en cuenta que es un país ocupado (hasta enero había 10.000 tropas yanquis en Alemania; hoy quedan 7.000, tras el traslado de 3.000 a Europa del este) y el marcaje de agenda a través de DW, repetidora de CNN. El rearme actual se inscribe en esa pauperización.


Europa sigue queriendo ser lo que casi siempre fue en sus pocos siglos de civilización, comparada con India, China, Persia, Asiria, e incluso con la cultura grecorromana precedente (“el colonialista que todo europeo lleva dentro”, escribió Mario Arregui exagerando), pero más acá de semejante ilusión, se ha convertido de hecho en el lugar que USA destinó manifiestamente a nuestra América. Hoy Europa es el patio trasero de Estados Unidos. Y los aliados que les quedan a esta hora de los hornos de la economía, no llegan a presentar un equipo de 11.

viernes, 1 de abril de 2022

Ucrania no cree en nazis


 

Los rusos nos despertamos cada mañana sin saber qué va a pasar ayer”. Es un chiste genial de un pueblo que sabe reír de los muchos cambios en la interpretación de su historia, pero el lío está en que todavía no llegó el mañana en que pase el ayer que realmente ocurrió. Sospecho que los rusos lo saben. De eso ríen. Los yanquis no tienen bastante idea. Así se equivocaron con Ucrania.

Los nazis ucranianos existen, por cierto (un ministro uruguayo –el que sabía más de política exterior, después de Iglesias–, decía que los nazis ucranianos ya eran nazis antes de Hitler, nazis del 18), pero Ucrania no es nazi. Y no me refiero al Dombas ni a Crimea ni a Odesa, que eso es Rusia (el Pepe Mujica dijo en Legítima Defensa, “¡no va a ser!, si nada menos que Trotsky, que era hijo de un cerealero de ahí, se enteró en Odessa, que existe Argentina, cuando yendo al puerto a exportar granos, le dijeron que el precio había bajado por el fuerte ingreso en el mercado de un país sudamericano”). 

Me refiero a Kiev.

Recién en 2012 volvió a filmarse una película sobre los mártires del Dinamo de Kiev. Entre 1943 y 1981 se había filmado una decena de películas sobre el tema, pero durante el gobierno ucraniano de Víctor Yanukovich, la película rusa Match, a 70 años de los sucesos, narró el mítico “partido de la muerte” (9 de agosto de 1942, victoria soviética sobre el ocupante alemán, 5 a 3), con los datos aceptados por todos, de que hubo una serie de partidos de fútbol entre alemanes y soviéticos en la Ucrania ocupada por los nazis y los ganaron todos los soviéticos, hasta que el ocupante prohibió los paridos y al mes los jugadores del Dínamo de Kiev que integraban el equipo soviético fueron detenidos, uno murió en tortura en ese momento y otros cuatro fueron fusilados seis meses después.

En 2012 la historia generó polémica en Ucrania, porque muchos de los personajes de la película que hablan en ucraniano son colaboracionistas nazis. La reacción en Ucrania fue interesante. Algunos, alineados en el partido nazi de Stephan Bandera, negaron que los fusilados del Dínamo lo hayan sido por no dejarse ganar los partidos de fútbol, sino por robar carne en el campo de concentración donde habían sido confinados en las afueras de Kiev. Otros procuraron desmarcarse de la etiqueta de colaboracionismo nazi.

La película tiene como primera destinataria la unidad de Rusia sobre la “gran guerra patria” que el 5 de mayo cumple 77 años de ganada en Berlín (aunque a mi entender la victoria en esa guerra llegó recién cuando la URSS obtuvo la bomba atómica, porque Estados Unidos la probó en Nagasaki e Hiroshima pensando en la URSS, no en Japón, que ya estaba vencido) pero la división de opiniones en Ucrania operó en el momento en que los ruidos del golpe urdido por la CIA en el Maidán, se hacían oír y también la respuesta resistente del Dombas y de Novorosiya, en marzo de 2014.

La prensa “occidental”, empezaba a hablar de los “oligarcas” ucranianos y rusos. Desde El País de Madrid o de acá, hasta el New York Times y CNN, Fox, France24, DW, BBC… los “noticieros” diarios de “occidente” reproducen a las “agencias internacionales de noticias” usando, como nunca antes, la palabra “oligarcas”.

En ellos es una palabra completamente nueva, que se refiere y se refería, exclusivamente, a altos burgueses ucranianos, rusos, chinos y vietnamitas insumisos a los dictados del Pentágono. En 2014 llamó la atención que la primera “sanción” que efectivamente aplicaron EEUU y la UE contra Rusia, fue la congelación de activos a particulares ucranianos y rusos (estos ahora famosos “oligarcas”).

Hace muy poco tiempo, menos de un siglo, entre 1926 y 1940, triunfaban en la URSS los planes quinquenales de Stalin, desde el primero, denominado por Bujarin “plan quinquenal anticampesino”, derrotando a La Nueva Política Económica de Lenin (NEP, que proponía crear una "burguesía" comerciante rusa activa, ya que la apenas larval y parásita que habían tenido se había fugado).

Desde el propio general Georgi Shukov (que entró a Berlín al frente del Ejército Rojo forzando la rendición de la Alemania nazi) hasta Fidel Castro, todos los grandes analistas militares coinciden en que sin los horrores del stalinismo, el pueblo ruso, con el impulso de la revolución de Octubre, no hubiese tenido que sacarificarse tanto (veintisiete millones de vidas) para salvar del nazismo a la humanidad. En esos tiempos había pocos multimillonarios rojos. Algunos en el servicio secreto (el quinteto de Candbride, por ejemplo), otros artistas muy exitosos (como Pablo Picasso y Pablo Neruda) o ambas cosas: verbigracia Charles Chaplin, a cuya vida privada, en ciertos aspectos únicamente pudo asomarse el tribunal macartista que lo expulsó de Estados Unidos por “actividades prosoviéticas”. Hoy, además, les tendrían los fondos congelados por las “sanciones” (aunque supongo que Chaplin, siempre adelantado, los tendría en oro y en bóvedas chinas).

SISTEMAS POLÍTICOS

Tanto en Rusia como en Ucrania las reformas y la independencia, respectivamente, finalizada la "guerra fría" se dieron por medios electorales, con sistemas políticos peculiares, como todos lo son, pero en todo caso con abstenciones bastante menores a las de las elecciones en Francia, por caso (Macron es presidente con el 16% de los votos real). El de Rusia hoy tiene dos partidos que se reparten la gran mayoría de los votos (el oficialista Rusia Unida, el mayor y el opositor Partido Comunista –acusado por la ex KGB, hoy FSB, de estar financiado por EEUU como predijeron los poetas surrealistas–).

En Ucrania un espectro moderado (Víktor Yanukovich por un lado, Yulia Timoshenko por otro) ganó con claridad las elecciones de 2010, antes del Maidán (a pesar que las ceeneenísticas manifestaciones de la llamada por las agencias “revolución naranja” hicieron parecer sin chance a Yanukovich, quien se impuso a Timoshenko en ese espectro, por 52% a 48%), el Partido Comunista con dos millones quinientos mil votos (con fuerza en el Dombas y Novorosiya) y el neonazi Svoboda (que controló el gobierno tras el “golpe blando” de las agencias) con sólo un millón quinientos mil.

Luego de la secesión de Crimea, que se integró a Rusia, de que el Dombas eligió sus propias autoridades, asumió en Kiev, Petró Poroshenko, títere de Hunter Biden (mega empresario en Ucrania), hijo del actual presidente de USA.

Poroshenko envió las fuerzas armadas al Dombas a reprimir las repúblicas populares de Donietk y de Luganzk, pero los soldados ucranianos no pelearon. Los paramilitares neonazis de los batallones del banderastán tuvieron que hacer todo el trabajo, el genocidio de población rusoparlante (a la que Poroshenko le había prohibido el idioma), el aprete a los ucranianos que no disparaban contra sus hermanos y los informes para los medios hegemónicos de “occidente” y los servicios de “inteligencia”.

NEUTRAL Y DESNUCLEARIZADA

De todos modos, las mayores consecuencias de la autodeterminación de Crimea, votada por el 98 %, con más del ochenta por ciento de concurrencia a las urnas, y concretada su decisión sin disparar un solo tiro, no fueron entonces las “sanciones” “occidentales” a altos burgueses que tienen sus contradicciones con Wall Street, ni la separación del Dombas, sino el mayor acercamiento ruso a Irán, sumado al mejor momento de las relaciones sino-rusas de toda la historia, salvo las presentes que ya son de “amistad sin límites ni prohibiciones” (4 de febrero de 2022, fecha histórica).

Es posible que los “oligarcas” de El País de Madrid y del New York Times, el 9 de agosto de 1942, jueguen en el equipo basado en el Dínamo de Kiev, aquel club de la Sociedad Dínamo fundada por el Ejército Rojo y la Cheka –por Trotsky y Dzerzhinski–, o, al menos, hinchen por él aquella tarde del 5 a 3, con goles de Ivan Kuzmenko, Makar Goncharenco y Alexei Kilmenko en el primer tiempo y Mihael Keel y otra vez Kuzmenko en el segundo.

Pero otros oligarcas mismo de la banda del presidente Boris Yeltzin, que fugaron divisas a occidente y hundieron al país hasta la indigencia de veinte millones de rusos en 1998, mientras Putin, ascendido a Primer Ministro, se aprestaba a hacerse cargo al año siguiente del desastre y el bergsteiniano presidente dormía la mona, seguramente no regresen nunca a Rusia, desde sus mansiones preferidas en Inglaterra, Francia e Italia.

En cambio es factible que los oligarcas ucranianos sigan conspirando con los servicios occidentales y con los Altos mandos neonazis (incorporados al Estado Mayor violando los acuerdos de Minsk II (2015) desde Kiev. El plan A de la CIA fue destrozado por Ucrania. No cayó el Dombas ni tras él Crimea ni tras Crimea, Moscú y no se partió Rusia en seis, pero el plan B es mantener una Yihad nazista, instruida por la OTAN, soñando con un nuevo Afganistán para Rusia, tras la paz cuya negociación está avanzando en Turquía.

El pueblo ucraniano nunca votó a los nazis. Al contrario. Cuando en 2019 tuvo oportunidad de volver a las urnas, aún con el Partido de las Regiones de Yanukovich y el Partido Comunista proscriptos, votó el 73% por el programa de Volodimir Zelensky, que prometía arreglar con Rusia, terminar los bombardeos al Dombas y ocuparse de la economía, que estaba en mínimos. El poder real era el batallón Azov con sus cruces gamadas y detrás de ellos, los oligarcas de la OTAN. En diciembre de 2021 la aprobación popular a Zelensky había caído por debajo del 20 %.

Una mañana, el ayer que Rusia va a pasar, es el de la guerra de 1918 a 1922 en que el Ejército Rojo (cuyo jefe era León Trotsky –por eso todavía no lo saben–, derrotó rotundamente a 14 potencias extranjeras y ejércitos mercenarios (Checoslovaquia, Gran Bretaña, Japón, Grecia, Francia, Polonia, Canadá, Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, Rumanía, Italia, China, Australia, Estados Unidos y el ejército blanco ruso). Fue mayor victoria que haber derrotado a Napoleón. Fue una guerra que la Rusia zarista ya en 1916 había perdido ante una cuarta parte de esos ejércitos y no fue pírrica, cual, lamentablemente, resultó a mediano plazo la victoria en La Gran Guerra Patria entre 1941 y 1945.

Ucrania en 1918 derrotó al protonazi Pavló Skoropadski (ya usaba la cruz de hierro y gamada, hoy reivindicado y reivindicadas por los oligarcas de Kiev y los de la OTAN en votación en la ONU) y el 31 de enero de 1922 fue Ucrania, por libre adhesión, una de las cuatro repúblicas federativas fundadoras de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

En 1991, por libre secesión, se independizó y desde 1997 fue objetivo del plan yanqui contra Rusia, plan que la gran mayoría de los ucranianos están destrozando, al proponer que Ucrania sea un país neutral y desnuclearizado. Precisamente eso votaron en 2019 y si no fuese por la traición de Zelensky, lo hubiesen logrado sin más muertes que las de los 14 mil civiles rusoparlantes asesinados en el Dombas por los nazis, desde 2014 y los asesinados en La Casa de los Sindicatos de Odesa, ese mismo año, cuando los nazis le prendieron fuero. 

La nueva fase de la guerra, que Zelensky provocó en febrero, al obedecer la orden de Biden de salirse del Tratado de Budapest para instalar, a 3 minutos de Moscú, ojivas nucleares en misiles sónicos, fue otro garrafal error de la OTAN. En entrevista de la televisión pública rusa de 1965 (en blanco y negro) le preguntaron a Zhukov por la versión en boga en ese momento en el "occidente germano" de que Hitler había perdido la guerra por no haber reforzado el cerco a Moscú con tropas de ocupación de Ucrania (recordemos que la operación "Barba Roja" empezó con 4 millones de tropas nazis). Zhukov respondió que si Hitler hubiese debilitado la ocupación, la resistencia ucraniana le hubiese roto la cadena de suministros. Es decir, Hitler no perdió ni porque se demoró en Grecia, ni porque no tomó los pozos petroleros de Arabia pensando que llegaría primero al Cáuscaso ni por "el día D" (con D de Dollywood, cuando la guerra ya había terminado). La Gran Guerra Patria, la URSS la ganó centralmente, porque Hitler nunca pudo "limpiar" Ucrania.