sábado, 26 de noviembre de 2016

Murió Fidel sin convencerlos

Cuando los yanquis invadieron México por segunda vez (la primera fue entre 1846 y 1848, arrebatándole Texas y California, entre otros territorios, utilizando diferentes eufemismos, "indemnización por la guerra de independencia" entre los más cínicos -luego no dejaron de perfeccionar el cinismo hasta el actual "justicia infinita" con que destruyen estados enteros de Medio Oriente y Africa), los yanquis ocuparon Veracruz durante siete meses, después de tomarla a cañonazos el 23 de abril de 1914 y hubo protestas estudiantiles en toda América Latina (en Uruguay las encabezó, entre otros, el entonces universitario batllista José Enrique Rodó, en Argentina, entre otros, el ensayista Manuel Ugarte, el amor de Delmira Agustini), pero los bombardeos tuvieron una característica que se mantuvo hasta la invasión de Bahía de Cochinos por contrarrevolucionarios, marines y mercenarios, en Cuba, en 1961, no destruyeron por completo la capital con bombardeos aéreos.

Después de incontables invasiones y ocupaciones militares yanquis en Latinoamérica, entre ellas en reiteradas ocasiones Nicaragua, El Sanvador, Honduras, la propia Cuba en 1998, Dominicana, Haití, Panamá, Guatemala (derrocando a Arbenz, Juan Bosh, mandando asesinar a Sandino) y acciones encubiertas para establecer dictaduras reaccionarias a revoluciones como aquella de México, la de Farabundu Martí en El Salvador, la sandinista, la de Jacobo Arbenz y nuestras ya más conocidas en América del Sur -desde el Ecuador de Velazco al Plan Cóndor-, todo bajo la "doctrina Monroe" de "América para los americanos", que no fueron bombardeos aéreos devastadores, al principio porque los bombardeos aéreos para destruir ciudades comenzaron en Durango y Gernica en 1936, pero después porque no consideraban, que en su "patio trasero" como siguen denominando a América Latina, fuese necesario usar a tope su aviación, ya probada incluso en Nagasaki e Hiroshima, con arsenal nuclear.

Lo normal eran bombarderos limitados, desembarco de marines y ocupación, pero en Bahía de Cochinos, como reza la lápida con que Fidel la recordó en el lugar: "aquí llegaron; aquí quedaron".

Era la primera vez que los yanquis perdían una batalla contra su "patio trasero" y los cuestionamientos internos recayeron sobre el presidente de turno, John Kennedy, por no haber destruido antes la capital de Cuba con bombardeos aéreos, como luego no dejarían de hacer en todas sus innumerables invasiones posteriores (Panamá, Belgrado, Bagdad, Trípoli... -ahora lo harían en Damasco, Teherán, Moscú, Beijing, si pudieran, pero la primera de América Latina que no pudieron fue La Habana, porque cuando se venía el bombardeo, Fidel mostró misiles nucleares rusos, que Kruchev luego declaró a Kennedy que no sabía cómo el cubano los había conseguido y él se encargaría de que retornasen a Rusia. El Che escribió, tras la exhibición de los misiles, en aquel 1962, ante la inminencia del bombardeo aéreo de La Habana: “Es el ejemplo escalofriante de un pueblo que está dispuesto a inmolarse atómicamente para que sus cenizas sirvan de cimiento a sociedades nuevas y que cuando se hace, sin consultarlo, un pacto por el cual se retiran los cohetes atómicos, no suspira de alivio, no da gracias por la tregua; salta a la palestra para dar su voz propia y única, su posición combatiente, propia y única, y más lejos, su decisión de lucha aunque fuera solo”.

Así fue. Los yanquis perdieron después otras batallas en el continente, en Managua el 19 de junio de 1979, en Caracas el 13 de abril de 2002, entre otras, pero la primera se las ganó Fidel y les ganó después la más importante de todas en África, la batalla de Namibia.

Antes de morir, Fidel tuvo tiempo para convencerlos de que no pueden bombardear a Cuba desde el aire sin un costo gigantesco, pero no de que dejen de bombardearse a sí mismos -y a todos- desde su propio subsuelo, como asegura Trump que van a aumentar el fracking sin medida, sin considerar terremotos, cambios climáticos y otros "inventos de los chinos".

Fidel no tuvo tiempo de convencerlos pese a que, "sobrevivió a seiscientos treinta y siete atentados, a que su contagiosa energía fue decisiva para convertir una colonia en patria, a que no fue por hechizo de Mandinga ni por milagro de Dios que esa nueva patria pudo sobrevivir a once presidentes de los Estados Unidos, que tenían puesta la servilleta para almorzarla con cuchillo y tenedor".

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Clinton acusa: ¡Hubo fraude!




Es cierto que Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos obteniendo 146.000 votos menos que Hillary Clinton. También lo es que la gran mayoría de los habilitados a votar se abstuvo de hacerlo, por lo que Trump llegó a la Presidencia en realidad con el voto de la tercera minoría del país, pero el fraude que la actual Secretaria de Estado de Estados Unidos denuncia no es ése.

Daniel Ortega Saavedra, del Frente Sandinista de Liberación Nacional, ganó las elecciones nacionales en Nicaragua con el 72,5 % de los votos, en comicios sin voto obligatorio donde la abstención fue insignificante. Ése es el fraude que denunció Hillary Clinton la víspera de su derrota en Estados Unidos y al día siguiente de su nueva derrota en Nicaragua.

"...Luchamos contra el yanqui/enemigo de la humanidad..." canta el himno del Frente Sandinista, fundado durante la dictadura de Somoza que apoyaron los yanquis con sus marines. Augusto César Sandino fue el líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense en Nicaragua en la primera mitad del siglo XX. Su lucha guerrillera logró que las tropas de los Estados Unidos salieran del país, pero no sin antes crear la Guardia Nacional y poner al frente de la misma a Anastasio Somoza quien, a traición, ordenó asesinar a Sandino.

Daniel Ortega Saavedra no es un político de oficio. Insurgió guerrillero sandinista contra el somocismo. Fue perseguido y encarcelado. Estuvo en la montaña. Rosario Murillo -hoy Vice Presidenta de Nicaragua- también fue guerrillera con tareas de inteligencia e información contra la dictadura. Dirigió la emisora radial de la guerrilla en la montaña. Su voz se hizo muy popular y muy querida desde aquellos años y Rosario mantuvo ese cariño de su pueblo en los distintos puestos de lucha que tomó desde entonces, al punto de que las encuestas le adjudican aún mayores índices de popularidad que a Daniel. En el caso nico, por contraste con lo que viene sucediendo últimamente en el mundo, las encuestas no se equivocaron.

Hoy Nicaragua es considerada el país más seguro de Centroamérica; su crecimiento económico es constante, del 4,5 anual sostenido en el último quinquenio y se plantea la apertura de un Canal Interoceánico para abrir inmensas perspectivas en el desarrollo del país.

El éxito de la política del gobierno ha debilitado a la oposición, que se ha dividido. Una parte se abstuvo de participar en los comicios del domingo, pero su ausencia pasó desapercibida ya que fueron los comicios con mayor afluencia de electores en la historia del país. La otra parte, intervino, pero alcanzó una votación exigua, incluso menor que la que le acreditaban todas las encuestas, incluyendo las de empresas norteamericanas, que desde hace tres meses daban ganador al FSLN con un 65 % de los votos. En este caso -a diferencia del de Estados Unidos y del Brexit- las encuestas acertaron en la tendencia, aunque la votación del Frente fue aún mayor a la pronosticada.

Sin embargo, El País de Madrid, publicó ayer que "El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió este lunes un comunicado con duras críticas a las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Nicaragua, que Washington cataloga como un “proceso viciado”". ¡Qué lo parió a los gringos...!