viernes, 29 de mayo de 2020

Hola, Gusana


 

 

 

-Hola, Gusana, mal agradecida, ¿por qué te escapás?….

 

-¿Sos vos, Larrata? ¡Encima me reprochás! Alberso, este verano, me robó un 30 % del dólar turista, me cagó con el impuestazo para la “solidaridad”, fue a que Majul te entrevistara antes que yo, ahora Máximo me quiere poner el impuesto a los ricos y me tenían encerrada, secuestrada, Larrata ¿y encima me llamás para joderme en Punta del Este? Estoy de exiliada, Larratita. Soy uruguaya.

 

-No fue un impuestazo, Gusana. No repitas lo que dice Magneto y…

 

-¿Magneto? ¿Alberso le dice Héctor?

 

-Héctor y…

 

-¿No te reunís con él?

 

-Me reúno con todos, igual que Alberso y…

 

-Decime “Gu” y vení a Punta, Larrata. Reunite conmigo y venite con Alberso, que tengo más papel prensa que Clarín.

 

-Vamos. No ahora, pero vamos a ir, pero vos no tenés por qué pagar el impuesto de Máximo. Tenés la excepción para lisiados, como hicimos con los autos, para vos y para Ricardo. Además, Gu…

 

-¡Claro!, para que después La Yegua nos lo eche en cara.

 

-Además, Gu…

 

-¿Para qué me llamaste, Larrata? Para despedirte, supongo, porque yo… uruguaya.

 

-Para que reflexionemos, Gusana. Acá nos están pagando los sueldos a todos nosotros, a Clarín, a Techint, a Perfil, a Mitre, a Suar, a Tinelli, ¿quién te va a pagar los sueldos en Uruguay, si ni siquiera congelaron las tarifas? Además me gustó tu idea de los gallineros para pobres. Quiero aplicarla en la ciudad que dijo Alberso prefiere un millón más de pobres, alguno va a quedar en Recoleta. ¿Por qué no te hacés una colecta con el padre Grassi para comprar las gallinas? y te quedás con tu porcentaje, claro.

 

-¿De las gallinas?

 

-De la colecta, Gu.

 

-Si se entera La Yegua le va con el cuento a Tognetti, bien que me recontraputearon en las redes por los gallineros.

 

-No, Gu. Vos no te das cuenta. Cristina puso a Alberso para que siga el ajuste, si hasta bajaron los sueldos con la CGT, así después nos saca a todos juntos. El peronismo no podía hacer renunciar a otro gorila. Nunca nos dejában terminar un mandato. Y por aquello de que El Turco también fue un desastre y no lo hicieron renunciar…

 

-¡Y van a hacer renunciar a Alberso! Por eso nos vamos. Venite que Lorenzetti nos dio permiso.

 

-¡No entendés nada, Gu!

 

-En cualquier momento se juntan en la plaza para sacarlos a todos, a vos, a Felipe, a Alberso, a Macri y a todos los dinosaurios.

 

-¿Vivos?

 

-Sí, vivos. No me tomés el pelo.

 

-¿Y vos creés que Felipe Solá se va sin la chancha?

 

-No sé. Según qué versión vea en CNN. Si ve a Guaidó trepando un murito, se apura.  ¿Viste? Se viene enseguida.

 

-Volvé, Gusana. Mirá que te pueden sacar el pasaporte por haber violado la cuarentena.

 

-No la violé, fue asistida. Larry me dejó entrar, aunque la ley dice que tenés que ser residente y yo recién inicié el trámite.

 

-¿Te transaste a Larry?

 

-Jamás, no es necesario. Acá se te aparece Lacayo y te auxilia en lo que sea. A mí dos por tres me alcanza un cenicero. Es muy servicial. ¿Y qué me va a sacar Alberso si a Rocca lo puteó y ahora le paga los sueldos?

 

-Entonces, si querés que vayamos, decile a tu nieta que no arme más bardo en Punta del Este que eso cae mal…

 

-No fue mi nieta. Fue mi hija.

 

-Tu hija con la grandota,de tu nieta que fue la que armó bardo, Gu. No te hagas la pendeja. Aguanten que en cualquier momento caemos por ahí.

 

-Y vos no te hagas el perseguido, Larrata. Alberso es más porteño que vos, de Puerto Madero. Tenés gobierno nacional hasta que salten los troskos y los peronchos juntos.

 

-¿Y eso cuando va a ser? El día del arquero. En cambio ahí te quedan cuatro años y monedas.

 

-Tengo casa en Miami, Larrata. Yo sé localizarme a tiempo.

 


martes, 26 de mayo de 2020

Telesur vale cientos de canales




Podría decirse que es un dato del mercado. Direct TV tiene 166 canales y entre ellos tenía Telesur, pero además, en Venezuela, el 34% de la población recibía a través de antena de la señal cuatro canales al aire. Las antenas de DIRECT TV eran parte del paisaje caraqueño y de las otras grandes ciudades del país caribeño, pero “La multinacional estadounidense Direct TV, anunció el martes el cierre en Venezuela de sus operaciones con efecto inmediato. La compañía explicó, en un comunicado, que las sanciones del gobierno de Estados Unidos a Venezuela le prohíben la transmisión de los canales de televisión venezolanos Globovisión y Pdvsa TV”. Esta es la versión imperialista de la BBC, textual.

Por su parte, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela dictamino que “de manera unilateral e ilegal, (Direct TV) suspendió el derecho a la información de casi 10 millones de ciudadanos”. Los magistrados explicaron que es falso que DirecTV estuviera imposibilitada de cumplir con sus obligaciones derivadas de la legislación venezolana, pues son disposiciones que datan del año 2005 y la empresa las venía cumpliendo durante estos 15 años”.

En La Iguana TV, televisión venezolana por YouTube, Facebook e Instagram, conducida por Miguel Pérez Pirela, éste clamó: “¡mire si por Globovisión y Pdvsa TV, el gobierno venezolano va a perder diez millones de televidentes de Telesur!”. Globovision es uno de los tres mayores canales venezolanos opositores al gobierno chavista. Pdvsa TV es un canal estatal de menor envergadura que multimedios Venezolana de Televisión (VTV), al aire y Telesur es el canal pluriestatal latinoamericano y caribeño que desde hace quince años disputa hegemonía, “la señal informativa de América Latina y el Caribe”, construye sentido común alternativo y transmite desde 2017 en Alta Definición con sede en Quito.

Telesur integraba la grilla de Direct TV en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Puerto Rico y Uruguay, así como Brasil y México, a través de SKY, además de Venezuela.

Fue retirada de la mutiseñal yanqui y ahora la tenemos en portales alternativos de nuestros países y canales por YouTube (por ejemplo canal 22 de Argentina por streaming, desde hace meses), canales cable de casi todos nuestros países, y entre otros portales web, en Resistencia de Uruguay. El valor de mercado de Telesur, a juzgar por la decisión adoptada por el directorio de DIRECT TV es mayor al de los otros 165 canales de su grilla sumados más los canales al aire, pero, por cierto, está en juego el valor político.

DIRECT TV procura el blackout informativo en Venezuela en tiempos de cuarentenas y agresiones yanquis al territorio bolivariano. No es nuevo, pero es amenazante.

Todos recordamos el blackout informativo del 13 de abril de 2002, cuando se desbarató el golpe de Carmona. Recuerdo a Globovisión, Venevisión, entre “los cuatro jinetes del apocalipsis” tal cual les llamaba el comandante Chávez a los cuatro canales privados al aire de su país, férreos opositores al chavismo, recorrer las instalaciones vacías de la desalojada por los golpistas, VTV, como si fuese el Palacio Miraflores, la sede del gobierno. Por primera vez el asalto reaccionario al poder se mostraba transparente en el asalto selectivo y protagónico al medio de comunicación popular, pero cuando la información no les convino, porque el pueblo salió a la calle a liberar a Chávez y la Fuerza Armada definió su interna a favor del pueblo, los cuatro jinetes del apocalipsis empezaron a pasar películas de Tom y Jerry. No es una metáfora. O sí lo es además, pero en verdad mientras Caracas se movilizaba restituyendo a Chávez, en las pantallas de los canales de la oligarquía Jerry se le escapaba a Tom. Sentido poético de clase.

Hoy no quieren que el pueblo sepa por la más vista Telesur, los fracasos de la oposición proyanqui y para eso cierran todos los canales (Tom hace esas cosas) y dejan a diez millones de venezolanos volviendo a buscar antenas de alambres para captar señales al aire sin servicio de pago (Jerry hace las suyas).

Telesur, o mejor dicho, la no emisión de telesur, le valió al Deep State más que un suculento ingreso de televisión por abonados para su transnacional y que la emisión de 170 canales opositores a Maduro. Es en Venezuela que por primera vez en la historia de las dictaduras, la dictadura del capital financierista global cierra una señal que, en su número de canales, era 170 veces más opositora que defensora de la democracia.

USA RESIGNA PROPIO PODER BLANDO A CAMBIO DE BAJAR VOLUMEN A TELESUR

El mayor poder militar hoy lo tiene Rusia, económico China; a pesar del tamaño del complejo industrial armamentista yanqui, Rusia le sacó ventaja tecnológica táctica decisiva al desarrollar el misil ultrasónico y aún sin usarlo más que para disuasión, ha demostrado su ventaja en el terreno en Siria; Si China no es ya la primera potencia económica, la tendencia es tal que negarlo podría caducar este párrafo en cuestión de minutos; y de segundos después de la pandemia.

A USA le queda entonces todavía el poder blando, la corporatocracia mediática superando lo político y diplomático, la corrupción judicial en su área de influencia nuestraamericana superando lo jurídico, pero el poder duro (militar y económico) es el que determina, es el fundamental. La lucha de ideas va a la economía.

Cuando USA contaba todavía con supremacía de poder duro para su ataque a Irak, el argumento de su poder blando fue precisamente el poder duro. Así todo le era más fácil y eficaz.

Decir que Irak poseía armas de destrucción masiva que no poseía, que la CIA sabía que no poseía, que nadie mínimamente informado creyó y que después de entrar en Bagdad las fuerzas yanquis ni siquiera se tomaron la molestia de plantar en el terreno para justificarse, era la forma perfecta de decir: “la destruyo porque puedo, simplemente porque puedo, porque tengo el poderío militar y económico para hacerlo”.

Las bombas fueron su propio argumento, el poder financiero mundial fue su propio argumento para ablandar a Irak por hambre con el bloqueo, las “sanciones” y la ‘ayuda humanitaria’ antes de dirigirle los cazas sin pilotos con bombas con uranio empobrecido en sus cabezas lo suficientemente inteligentes para matar colateralmente medio millón de civiles. “Y todo porque puedo y más nada”.

"La maté porque era mía", “porque me cebó un mate frío”.

La victoria de USA en la guerra psicológica contra Irak y contra el mundo era que destruía precisamente porque podía y no necesitaba justificarse ni siquiera con sus propios intereses. Es más, lo demostró señalando una asimetría banal: armas de destrucción masiva cuando de hecho armas de destrucción masiva para hacer añicos ochenta veces La Tierra, aunque con una sola vez alcance, tenían Israel y USA.

Es decir: “la mato porque es mía” o mejor: “la mato porque me cebó un mate frío”, pero mejor aún si el mate estaba caliente.

“¡Y calladitos la boca, que soy el único que habla en el mundo (“occidental”) y por lo tanto el único que piensa para decirles a todos ustedes lo que tienen que decir, que para eso puedo bloquearlos, “sancionarlos”, bombardearlos, destruirlos por completo y para eso tengo cartelizados todos los grandes medios de comunicación (en “occidente”) y las operadoras de los medios y las antenas de DIRECT TV ¡y esto se llama “libertad”, eh, repitan bien “libertad”!”.

La posverdad, esa sofisticada banalización de la mentira, es un producto genuino del pensamiento único. Entonces el poder blando yanqui funcionaba casi sin interferencias a su pensamiento único y su posverdad. Su medio columna era CNN. Ahora le quita CNN en español a diez millones de venezolanos porque considera que no vale nada al lado de Telesur y en Venezuela no tiene suficiente razón de la fuerza, pero tiene en eso una pura razón.

Por su parte, “el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, ordenó este viernes la "ocupación e inmediata restitución" del servicio de televisión de pago DirecTV en el país”, dice la BBC. Le falta explicar por qué la “dictadura” de Maduro, en vez de cerrar la principal señal opositora a su gobierno “dictatorial”, hace todo lo posible para que los yanquis no la cierren. ¿No es rarísimo, BBC?

Hace menos de veinte años, las cuatro agencias de "noticias" principales del “mundo occidental” copiaban no sólo la agenda sino también las frases literales de CNN; el gabinete de la “tercera vía” de Tony Blair integraba a Murdock como ministro fantasma, el de las cien empresas mediáticas para poner la bandera falsa del arma de destrucción masiva, en oligopolio con CNN. En aquel tiempo el propio Murdock adelantó que pocos años después solo tres corporaciones contralarían todo el flujo mediático de occidente y entre ellas, una sería la suya. No se equivocó en su leve exageración. Hoy cinco corporaciones contralan el 96 por ciento de la distribución de “información”, incluidas las canciones, que además de entretenimiento son “información”, pero resulta que intentar acallar a un dos del cuatro por ciento del resto, les vale más que mantener su 96 por ciento operativo.  

Libia fue la última femicidada de esa forma de razón de la fuerza. Se dejaron 82 billones de dólares yanquis por el camino de la invernal “primavera árabe” de propaganda contra Irán, Siria, Yemen, Egipto, pero encontraron vulnerable a Libia. “¡Ayuda humanitaria!” gritaron olfateando petróleo y no dejaron piedra sobre piedra. En Nueva York una voz se alzó contra el procedimiento. La de Donald Trump, crítico. “Antes de iniciar los bombardeos debimos asegurarnos la propiedad directa del 50% del petróleo”, dijo, acusando a Obama de criminal inepto, como si alguien hubiese podido asegurarles control político tras la invasión, cuando ya no lo habían conseguido en Irak ni en Afganistán. 

SANZ, UN CONCIERTO Y EL ROBO DE NARRATIVAS

Alejandro Sánchez –el amigo de Pedrito ¿Sanz? y de Sabina; no el Pacha del MPP- apuntó al “robo de narrativa” entre Guaidó y el Pentágono, en febrero del año pasado, luego del fracasado concierto invasión que coprotagonizó en Cúcuta, como si Guidó no fuera otra cosa que la creación telepolítica del Pentágono y Sán(che)z telequinética, pero esto no es nuevo. Ya la corporatocracia había creado a Macron, a Casado, a Berlusconi; lo nuevo es que Guaidó se convirtió en poco más de un mes en una ruina política, para en poco más de un año, pasar de firmar contratos con la decadencia de la industria que ofreció quemar los cadáveres de Juan Luis Guerra, Maná o el propio Sanz en una pira de guarimberos, a firmar contratos con empresas de contratistas de mercenarios boinas verdes.

Ni DIRECT TV pudo sostener a Guaidó más acá de sus quince minutos de fama. Lo político y diplomático de Venezuela superó el poder blando yanqui, desde la OMS, la Cruz Roja, el Vaticano y, por supuesto, los países civilizados, con los que trabajan Samuel Moncada en la ONU y el canciller Jorge Arreaza –China, Rusia, Irán, Turquía, los casi doscientos países que conforman la verdadera comunidad internacional contra la barbarie imperialista–.

USA ya no puede justificar con su poder sus invasiones militares porque, en definitiva, cuando Maduro anuncia respuesta militar proporcional es porque de verdad puede darla. Cuando dice que las tropas yanquis pueden entrar pero no salir y recuerda Vietnam, lo demuestra con la unión cívico-militar que resultó intocable el 23 F y el 30 A y el 3 M y el 4 M… De los doscientos cincuenta mil efectivos de la fuerza armada bolivariana, no más de veinte infiltrados desertaron para el show de Montaner. Cuando quisieron volver por Macuto y el Chuao, ocho fueron abatidos en el mar y los otros, junto a los mercenarios yanquis, fueron arrestados. Eso es lealtad chavista; no sólo buen gusto musical.

La posverdad choca con la realidad y la plutocracia mediática requiere ahora verdaderos argumentos, pero no pierde mucho, porque sigue siendo propietaria de los medios, aunque fallen.

La crisis de la hegemonía mediática, el papel de Telesur, la emergencia de RT en español (nunca, en sus casi ochenta años de vida, la URSS pudo tener medios audiovisuales en castellano; Putin hace diez años que los tiene y agrega un despliegue magnífico de Sputnik), CCTV y CGTN de China en español, con impecable calidad técnica, HispanTV de Irán en Español, que posicionó un líder en España, más acá de las vicisitudes de Pablo Iglesias, y los periodistas voluntarios combatiendo la desinformación en redes, buena televisión por streaming, en You Tube –ahora se suma en Uruguay, el programa Legítima defensa, los viernes desde la hora 19 hasta la 21, en vivo–, han ido erosionando la excusa del “mate frío”. Y en el alargue del tiempo y la mentira, se pixela la demonización de Maduro.

No olvidemos que el 11 de abril de 2002 lo primero que hicieron los golpista Carmona, Prisa (PSOE), CNN fue mostrar VTV canal 8, bombardeada, desalojada, enorme en su vacío (más de diez veces todo el SODRE, para hacerse una idea) y tanto Globovisión como Venevisión, se desentendían de Miraflores y de la calle, no sólo para invisibilizar la imponente participación del pueblo chavista, como siempre, sino para indicar el eje de cambio de poder. Nunca olvido cuando canal 8 retomó la señal y recibió al teniente Quinteros para informar del gran contragolpe popular, calle por calle y cuartel por cuartel. 

Todavía no existía Telesur. Fue poco el eco de entonces, pero a veces, como hoy, poco puede ser bastante. 

El periodista Pablo Silva Galván, de Caras y Caretas, el 28 de febrero de 2019 comentaba: “La serie televisiva Star Trek decía en su presentación: "el espacio, la última frontera". Y aplica para Venezuela. La última frontera entre el imperialismo y la dignidad de los pueblos. No tengo la bola de cristal, pero creo que todavía no se jugó el partido mayor. Falta. Seguramente los acontecimientos nos depararán grandes sorpresas...”

¡Los yanquis cerrándole a Guaidó masivos medios de expresión en Venezuela, a cambio sólo de bajarle un poco el volumen a Telesur, vaya si era una sorpresa difícil de imaginar en aquel febrero!

domingo, 24 de mayo de 2020

Las palabras y las fosas






Chaplin decía que el cine es plástica. No hay duda que cada fotograma suyo es un poster, pero los más extremistas –Chaplin no–, dijeron que la palabra mató al cine. Otros piensan que el cine todavía no existe. Va a existir cuando los vietnamitas hagan las películas. Lo que nadie puede dudar sobre las palabras y la muerte, es que muchas veces a las palabras les cavan fosas,.

Es una cuestión de límites. O sea, de política –hacer política es poner límites–. Cuando el “Presidente de Colombia” Iván Duque dice, tras “desmentir” la indesmentible participación del gobierno colombiano en los más recientes fallidos intentos de invasión a Venezuela, que las fuerzas armadas de Colombia deben descubrir cuáles de sus miembros informan de los planes colombianos a “los regímenes dictatoriales”, no sólo echa por tierra su “desmentido” (aceptando por informaciones las que se filtraron a la Inteligencia venezolana), sino que en la misma tierra, cava la fosa de la palabra “dictadura”.

Que una dictadura terrorista que, desde el dictado en la sombra de su verdadero presidente, Álvaro Uribe Vélez, asesina a cientos de líderes sociales todos los años, si no todos los meses, llame dictatorial al gobierno bolivariano de Venezuela, es irse al carajo, sobrepasar el límite político vital de las palabras.

Las palabras se defienden a lo vietnamita, con sus propias fosas, sus propios límites, a veces usando la literalidad por trinchera.

El literal antónimo de dictadura sería mutablanda, una película de Chaplin, o, para aceptarle existencia de gobierno, dictablanda, la ironía con que se denominó al gobierno de Terra, en 1933, en Uruguay, porque comparada con las dictaduras finiseculares decimonónicas del mismo país, la de Terra parecía tierna, pero fue una dictadura bastante más dura que lo que todavía se cree y oligárquica.

Monarquía u oligarquía, justamente, pero especialmente monarquía es lo contrario a democracia, porque democracia es literalmente “gobierno del pueblo” y monarquía “de un autócrata”, literalmente. Los españoles e ingleses y holandeses y suecos y otros “monárquicos democráticos” que acusan de antidemocrático al gobierno bolivariano, viven en dictaduras o dictablandas, oligárquicas e imperialistas, que se autodenominan “monarquías democráticas”, "como si entre monarquía y democracias no hubiera contradicción en sus propios términos definitorios" (Bergamín). Y, falaces  hasta el hartazgo reiteran, con machacona obsesión, que es una dictadura la única revolución antiimperialista que hemos consolidado por vías exclusivamente electorales.

Quiso Allende y no pudo consolidarla así, y ni siquiera quisieron transitarla de verdad, seudoizquierdistas europeos, o no pudieron. Si Venezuela fuese una dictadura, Guaidó estaría preso desde que se autoproclamó Presidente en una plaza, como lo hubiese estado en la de Pinochet, en la de Stroessner, en la de Bordaberry, en la de Terra, en la de Lenin, en la de Mao, en la de Franco, en la de Reza Pahleví, en la del Borbón o en cualquiera dictadura monárquica, oligárquica o democrática.

Que Sánchez se autoproclame en una plaza Jefe de Estado español, a ver qué le pasa. Sánchez o Casado o Iglesias, quien lo haga con opción política de derribo y pulso de fuerzas o aunque lo haga simplemente como una boutade. Si a Willy Toledo, un actor madrileño que se caga en la monarquía, por decir nomás una verdad sobre el Borbón, lo procesaron...   

Si algo caracteriza, históricamente, a la democracia bolivariana, es el blando dictado de su pueblo sin otro medio que las elecciones, la participación, las negociaciones y la evidente tolerancia. Es su tránsito pacífico al antiimperialismo y eso no significa que la vía fundamental de la revolución no haya sido históricamente armada, porque sin el ejército rojo ruso, el Popular de Liberación chino, el Vietcom, el 26 de Julio, el sandinista, los Muyahidines, las FAPLA, el CNA e, incluso, los pakistaníes que resistieron la agresión militar de Gandhi, entre otros que transitaron la vía armada cuando no había otra, determinaron la posibilidad de este camino venezolano, tanto menos costoso para el pueblo que los anteriores.

Y tampoco desconoce la unidad cívico militar que Allende quiso plasmar (pero le mataron cuatro generales y el quinto lo traicionó) y tampoco pudo Azaña, pero estuvo en la consecuencia de todos los procesos revolucionarios populares.

Lo que diferencia a la revolución bolivariana es su apego estricto a toda Constitución vigente legitimada en las urnas, con pleno respeto a todo resultado comicial y veinte elecciones en veinte años (dieciocho ganadas y dos perdidas, veredictos todos acatados) y el genio de Chávez que previó en la Constitución Bolivariana, un cuarto poder, el Poder Constituyente, porque en las revoluciones las leyes se hacen contra los atavismos. Y por eso el despotismo mediático “de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa” (que dijo Machado) falló en el impeachment a la brasileña, igual que en todos los otros golpes de Estado que intentó en Venezuela en estos veinte años, desde el Carmonazo-Polancazo de 2002.

El silencio de Chaplin (elegido, no mero efecto del aún insuficiente desarrollo de la técnica) es una estética plástico poética del movimiento del hombre en el espacio vacío, pero a José Pablo Feinmann le parece superada por los gags verbales de Woody Allen. Para Allen, la vida tiene dos caras. Una: lo horrible. Otra: lo espantoso. “Lo mismo le pasa a Néstor Kirchner con los opositores a su gobierno –decía Feinmann en 2006–. Están los horribles y los espantosos”. ´Ésa es, sin duda, otra de las características de la democracia bolivariana, lo espantosos y horribles que son sus opositores.

Nadie se mantiene en el poder sólo porque los demás son peores, pero sería muy inmaduro, negarle a Maduro la ventaja que le dan Guaidó y sus adláteres.

Al punto que Direct TV se retiró de Venezuela porque el Deep State consideró que darle poder blando a semejante oposición era funcional al chavismo.

Por supuesto, la revolución se defiende y lo hace muy bien, con todo el pueblo, propinando derrota tras derrota a los vampiros del Norte. Los que desde el Grupo Prisa, de boquilla, sólo reivindican a las revoluciones que pierden o a los revolucionarios cuando los desaparecen, van a tener que seguir esperando para llorarle a Venezuela lágrimas de cocodrilo.

viernes, 22 de mayo de 2020

Destructores en eL Caribe y en el Atlántico Norte y la LUC





Había recibido en mi trabajo a un periodista inglés editor de fútbol de la Enciclopedia Británica. Simpatizamos. Lo invité a ir al día siguiente, que era sábado, a mi casa a seguir charlando. Mi casa era entonces un monoambiente que compartía con mi compañera en Pocitos. A mediodía salimos los tres a almorzar en La Pasiva de Soca, a un par de cuadras de casa. Estábamos rodeados de lujosos edificios. Lujosos para mí y para ella.

Mientras comía un chivito, nuestro huésped nos contó que tenía problemas para seguir viviendo en Londres por el costo de los alquileres, que intentaba comprar vivienda pero una casa salía medio millón de dólares. “Por esa plata te comprás acá dos apartamentos de esos”, le señalé un lujoso edificio enfrente mío a sus espaldas. Giró la cabeza para mirarlo, luego la volvió hacia mí y me dijo, “pero yo vivo en Londres”. Obvio.

“Soy un desubicado” pensé y me quedé callado, sintiéndome gil, aunque se lo había dicho entusiasmado, solidario, como avivándolo. Le había dicho en subtexto: “para qué te vas a comprar una casa en Londres si acá, por la misma plata, podés comprarte dos apartamentazos y mirá qué lindo es esto”.

Después volvimos a casa. Seguimos hablando de política. Él había estado en una manifestación en Londres contra la invasión a Irak, o al menos eso dijo, y tratamos de explicarle la crisis económica que estábamos viviendo (era invierno de 2004, de verdad con un cuarto de millón de dólares te comprabas cualquier piso alto en Parque Batlle). Surgió el tema de la deuda, del default de Argentina, la teoría de la dependencia… Entonces fue él quien se “desubicó”. Preguntó para qué nos habíamos endeudado si no teníamos necesidad. Y entonces fui yo el obvio. “Había cañoneras en el puerto”, dije, lacónico. Aceptó comprensivo la respuesta, con un cabeceo similar al mío en La Pasiva.

Recuerdo en particular la cañonera británica Narcisus, que saludó con salvas de cañón la partida ignominiosa del buque San Román, al mando del General Pallejas, rumbo al genocidio guaraní, con la “Triple Alianza”, financiada por La City.

Hoy, aquellas cañoneras se llaman destructores y no son en su mayoría ingleses sino yanquis. Tres de ellos salieron al encuentro de los cinco petroleros iraníes que cargan gasolina para Venezuela. Ayer las coordenadas de las misileras ubicaban a dos en el Atlántico Norte y una en aguas internacionales del mar Caribe y el avión bombardero Poseidón (chozno de aquella Narcisus) sobrevolaba la flota en su conjunto. Es un bombardeo caza submarinos. O sea que los yanquis previeron que si bombardean la gasolina, la batalla puede ser con submarinos de Irán, de Rusia o de ambos.

VIERNES 22 DE MAYO

El 13 de mayo, partió el Fortune, primero de los cinco cargueros desde el Puerto de Bandar Abbas en el Golfo Pérsico frente al Estrecho Ormuz. Carga 800.000 barriles de Petróleo (127.000.000 de litros de gasolina), pero fundamentalmente carga productos químicos para el arranque de producción gasolinera en Venezuela (que, a causa del bloqueo, no puede destilar su abundante petróleo crudo).

Si llega el Fortune, “no juega carrito como decimos los caraqueños” –informa en La Onda, Iván Eguin. Venezuela puede refinar gasolina para tres años–.

El año pasado cuando en Gibraltar le retuvieron un buque petrolero que iba a Siria, Irán retuvo en represalia dos buques británicos en el estrecho de Ormuz y los fondeó en sus puertos, obligando la liberación de su buque, que finalmente alcanzó a descargar en su destino, y cuando Trump se declaró autor del asesinato del general iraní Soleimani, Irán destruyó un par de bases militares yanquis en Iraq. “Irán no anda con titubeos, cumple con sus advertencias y amenazas, y eso Washington lo sabe, así que cualquier paso o acción que realice contra estos buques, USA lo tendrá que pensar muy bien”.

Multimedios oficial venezolano VTV, informa que una vez que los barcos iraníes entren en aguas territoriales venezolanas, tendrán la escolta naval y aérea de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. O sea que los yanquis saben además, que si esperan para atacar a que los barcos iraníes ingresen en jurisdicción venezolana, la batalla es además con buques, aviones y helicópteros venezolanos. Escribo estas líneas cuando el Fortune está llegando al mar Caribe y se espera que arribe al Puerto José, en el estado Anzoátegui este fin de semana.

SABADO 23

Parafraseo a César Vallejo, si detienen al Fortune, digo, es un decir, pero si lo detienen, si Venezuela no puede resolver su desabastecimiento de gasolina, ¡qué tanto más dura va a ser la resistencia! ¡qué tanto más difícil a los pueblos del sur liberarse! ¡Y qué tanto menos difícil al gobierno uruguayo imponer la LUC! La verdadera política es internacional.

A punta de cañoneras nos impusieron el comercio desigual; con el comercio desigual, el comercio de deuda; con el comercio de deuda, los stand by, los condicionamientos políticos, la entrega del patrimonio y la tierra, el “liberalismo” y a punta de destructores y marines, las bases, los golpes de Estado, Plan Cóndor, genocidios para imponer el “neoliberalismo”, invasiones, bombardeos, lawfare, blackout y fondos buitres, pero hubo una excepción. Cuando iban a bombardear La Habana, aparecieron misiles soviéticos en octubre del 62. Fue poco después de que a los yanquis les falló el desembarco de mercenarios en Bahía de Cochinos. “Aquí llegaron, aquí quedaron”, dice allí.

Hoy, a poco de que el 3 de mayo les falló el desembarco en Bahía de Macuto, La Guaira, a menos de que un día después el desembarco en Chuao, Aragua, fue contrarrestado, esta “crisis de misiles” pone al planeta nuevamente en vilo.

Si la retaliación de las retenciones es –y puede ser– el cierre del estrecho de Ormuz, se paraliza el 75% del transporte de combustible mundial. Si la detención es en aguas internacionales, no hay antecedentes desde que los nazis impedían a petroleros venezolanos asistir a los aliados. Si es en aguas venezolanas, empezó la “invasión” con “ejército” que amenazaron Trump y Pompeo después del 3 de mayo.

Latino, si entran en Venezuela, digo, es un decir, pero si los yanquis entran en Venezuela, si le entran del agua para abajo, ¡qué intacto el corazón de Vallejo envuelto en papel de diario!  

Latino, bajá la voz, que Chávez repartió Kalashnikov a cuatro millones de milicias, que Maduro de pie figura un árbol inquebrantable y sentado son sus hombros, que la resistencia la enseñó Guacaipuro y la contraofensiva la ordenó Bolívar, bajá la voz, te digo, contené el aliento, que en las selvas instruyen vietnamitas, pero, si el yanqui entra a Venezuela, digo, es un decir, latino, del mundo, ¡a ver cómo sale! 

Ahora veo un video desde un caza de la aviación bolivariana escoltando al Fortune en aguas venezolanas. A la espera del informe de Rodríguez Gelfenstein desde Caracas para Resistencia, para cuando el arribo de los cinco buques a puerto nos afirme, sin condicional, “no para carrito”.

martes, 19 de mayo de 2020

Desaparecidas


Ha pasado mucho Tiempo y los recuerdos de la juventud suelen ser recuerdos de recuerdos, imágenes sobre imágenes fundidas. Quiero atrapar la imagen primera, la verdadera. La humedad y el orín, el olor a desamparo y los mocos de los gurises sentados en los trastos desalojados en invierno. Las fotos de revistas de tercera mano, rotas, tiradas en los pisos de cal de las viviendas vacías, cuando sobra el policía que llevamos para el procedimiento, porque ya desocuparon. Los gurises y los perros corriendo por los pasajes y alguna que otra barricada cortita –no se necesita mucho, las sendas son muy estrechas– para impedir el paso de los patrulleros. La seccional de policía, en la puerta del barrio, llena de gente detenida. La consigna de salir del barrio antes de que se haga la noche. Jazz blanco en el casetero del auto, Glen Miller.
Tenía dieciocho años y estaba en el tercer trabajo de mi vida, cadete de oficina jurídica encargada de viviendas estatales en Cerro Norte y Casavalle, entre otras. Vamos escuchando jazz en un auto de un gordo. El Estado contrata al auto y al gordo como chofer. Al lado del chofer va el procurador de la oficina, un sargento retirado, amante del jazz clásico, que aporta los casetes para el reproductor del coche bastante lujoso y confortable para la época. En el asiento trasero voy yo y un policía que pasamos a levantar por la seccional, porque esta vez vamos a hacer un desalojo.
El chofer gesticula. Se dice italiano y que por serlo no puede hablar sin mover las manos. Ahora está hablando de cierta botella de vino y dibuja en el aire con las manos el contorno de la botella. Tengo ganas de decirle que ya sé cómo es la botella de ese vino, que ponga las manos en el volante, que por favor atienda el tránsito y no le haga ruido a la música, pero si el sargento no le dice nada, mejor yo tampoco.
Además, si le digo algo corro el riesgo de darle más tema, cuando lo mejor sería que se callase. A mitad del camino, el chofer empieza con el rollo suyo más recurrente, “los putos pichis que no pagan la miseria de la cuota mensual por las viviendas”. Pienso que el gordo lo hace para hacer ver que esa plata la tiene, pero la verdad es que no deja de ser una platita, incluso para el gordo.
–A los pichis habría que castrarlos –dice el gordo–, como a los perros.
Suelta la dirección; se encorva para mover los brazos debajo del volante como accionando una enorme tijera de cortar pasto. El sargento le mira las manos que cortan apresuradas las pelotas de todos los pichis y de todos los perros, del Cerro, de Casavalle, del mundo mundial. El sargento ríe.
A veces parece que ríe porque está de acuerdo con el gordo y otras que festeja la bronca del otro para divertirse a costa de esa bronca. Estamos entrando a Casavalle o a Cerro Norte, se nos viene el enjambre de gurises a rodear el auto, a cuál llega antes a pedirle al gordo una moneda:
–Vos no tendrías que haber nacido. Nunca tendrías que haber salido de la concha de tu madre –le contesta el gordo al primero que le tiende la mano.
El sargento no dice nada, pero después repite festejando lo que el gordo ha dicho, como si hubiese querido hacer un chiste o fuese una hazaña intrépida. “¡Vos no tendrías que haber salido nunca de la concha de tu madre, jajaja!”. El Gordo no le acompaña la risa del festejo. Lo ha dicho convencido y en serio. Sigue protestando airado la existencia de los pichis. 
–De todos éstos no hay uno que no termine chorro, amasijado o en cana –dice, soltando el volante para volcar el cuerpo hacia el lado del sargento y hacer como si firmara sobre la guantera del auto–. Te lo doy firmado.
Río con el sargento y el policía, aunque viendo los gestos del gordo temo por la deriva del auto. Los cuatro somos tan pichis como cualquiera de los pichis, al menos casi tanto como alguno y un poquitito más que algún otro, y sé que algún pichi termina capo –uno en cien mil–, como jamás ninguno de nosotros. Pretendo que me resulte cómico porque no soy capaz de dominar la situación.
Algunas veces voy solo, como cuando fui a entregar el cedulón al quilombo de travestis que ahora vamos a desalojar. Por simplemente entregar un cedulón de desalojo no hay peligro de que reaccionen mal, así que no llevamos policía ni es necesario que vaya el procurador. Siempre, todos los intimados a desocupar, miran al piso. Sus hijos lo mismo. No me miran nunca a los ojos y pocas veces dicen algo.
No les ponen palabras forzadas a la impotencia, ni a la vergüenza, ni a la resignación de ir a parar a un cante. Haya o no gurises, el sargento igual les da más plazo, porque se deja estar. En general es bastante perezoso. No es mal tipo pero lo mejor que tiene es que no pone ningún empeño en lo que hace, ríe, le lleva el apunte al chofer, le dice que a los pichis mejor matarlos que castrarlos, le recuerda siempre que un pichi puso el caballo en la vivienda y se volvió a un rancho de lata –la anécdota favorita de ambos–, pero después, si está media hora en la oficina es mucho.
El gordo se indigna con el cuento del caballo y el sargento más ríe, toma whisky de una petaca, escucha Glen Miller de buen humor y al final de la jornada, no ha hecho casi nada.
Sin embargo a este expediente el sargento lo movió rapidísimo. No es por falta de pago sino por infracción al reglamento de usufructo, como el del caballo. En tres de las viviendas pusieron un prostíbulo de travestis.
–Éste es para vos. Llevále el cedulón –me dice.
–¿Usted es fulano de tal?
–Sí, pero me llamo Sonia. ¿Vos?
Digo mi nombre y le doy la mano. Después del saludo le alcanzo el cedulón.
–Encantada. ¿Cuántos de éstos papeles pensás traerme, mi amor?
Se abanica con el cedulón la cara maquillada, colorinche. Es de día, no recuerdo cómo está vestida, pero sí que su cara desentona con la luz del sol en blanco y negro de mayo del 78. Me mira desentendiéndose por completo del papelito y fijándose en mí.
–Es la intimación de desocupación de la vivienda con fecha de desalojo. Usted ya presentó todos los recursos que podía, así que este cedulón es definitivo.
–Nada es definitivo, mi tesoro. A todos los que me traen los cedulones me los conquisto, por eso hace cuatro años que estoy aquí y nunca me sacan. De todos modos, gracias por la explicación; sos muy amable.
Esa última frase, –“gracias por la explicación; sos muy amable”–, la dice sin cargarme, estudiándome y reconociéndome con sus ojos.
Me intriga, realmente me intriga saber si han desocupado las viviendas o están esperándonos. El gordo estaciona a una cuadra. Ni se baja del auto. Está como ofendido, pero en realidad tiene un miedo machazo, no quiere ni imaginarlas. El sargento, el policía y yo caminamos por el pasaje seguidos por un grupo de curiosos, en su mayoría gurises y algún viejo, hasta la puerta de la vivienda principal. Vemos que están todas vacías, limpias, barridas, impecables, como nunca nos habían entregado una vivienda.
–Se llevaron todo en un camión el sábado –dice un vecino.
–¿Y a dónde se fueron? –pregunta el sargento.
Nadie le contesta.
En el viaje de regreso, el sargento provoca al chofer contándole que tuvimos que sacarlas a las patadas con el milico, inventándole las reacciones más alocadas y morbosas. Cuando apaga el motor, el gordo deja de hacerse el gil. Me mira, severo, a mí.
–Así que estaba desocupada –me dice para sí–. ¿Y a dónde se fueron? –nos pregunta.
–Nadie sabe –contesta el procurador, casi serio, sin burlarse del interés del otro, con sonrisa indulgente y aprobatoria.

domingo, 17 de mayo de 2020

Fake ñews epidémicas: Suecia, la OMS y Dracón




MisesReport publica, con el título OMS se echa para atrás, ahora respalda la política de no cuarentena de Suecia.

“La Organización Mundial de la Salud volvió a caer más bajo sobre el coronavirus, después de que respaldó las medidas desproporcionadas y autoritarias del régimen despótico chino, ahora sale a respaldar la política Sueca de no implementar un bloqueo total.

Suecia decidió no imponer un bloqueo total, manteniendo abiertas muchas partes de su economía, manteniendo a los niños en la escuela y aconsejando medidas voluntarias de distanciamiento social, así como alentando a las personas vulnerables a permanecer en el interior.

A pesar de recibir un aluvión de críticas, la política parece haber funcionado. Suecia tiene un menor número de muertes per cápita que el Reino Unido, que impuso un bloqueo total, está en camino de desarrollar la «inmunidad colectiva» y logró todo esto sin destruir su economía.

Al haber abogado inicialmente contra las cuarentenas antes de alabar a China por imponer su represión draconiana, la OMS aparentemente ha cambiado su tono una vez más.

El Dr. Mike Ryan, Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud, señaló que el sistema de salud de Suecia no se ha visto abrumado y que su gobierno tenía razón al confiar en su gente para autorregularse.

Ryan ahora dice que el enfoque de Suecia debería ser un «modelo» para otros países a medida que comienzan a aliviar los bloqueos.

«La OMS inicialmente se opuso, luego abrazó los bloqueos, y ahora aparentemente ha vuelto a oponerse a ellos nuevamente», informa Zero Hedge. «¿Recuerdas la última vez que la OMS alabó un enfoque» modelo «para combatir el virus? Elogiaba los estrictos bloqueos de China».”

El de MisesReport es un perfecto ejemplo de Fake news. Se presenta a manera de noticia, con título taxativo y en ningún momento la nota dice lo que el título afirma. No hay un solo entrecomillado de declaración alguna de la OMS (podría haberlo y ser falso pero ni siquiera), el único entrecomillado corresponde a un comentario de una agencia poco reconocida con el adverbio “aparentemente”. Incluso la nota, que no cita a la OMS, en su única referencia directa a ella dice “aparentemente la OMS ha cambiado su tono una vez más”, y no hay ni aparece ningún comunicado ni oficial ni oficioso de la OMS, que pueda aparentar ni ser nada al respecto.

Adjudica a un director de programa una intención de un informe. Informe que tampoco parece ni aparece. Califica de “draconiano” lo que dice que apoyó la OMS en China, cuando lo último draconiano que hizo China fue en 1911 cuando instaló la República, ni siquiera la revolución del 49 toma algo de Dracón. Lo que la OMS constató y el gobierno chino aplicó respecto al virus fue “cuarentena drástica” en un solo departamento del país, Hubei, y, especialmente en su capital Wuham.

En el resto del país las medidas tomadas tuvieron distintos grados de flexibilidad. El único dato duro y cierto de la fake es que Suecia tuvo un pico de brote menos alto que Gran Bretaña, pero omite que las medidas flexibles tomadas en Suecia no se adoptaron desde un principio en Gran Bretaña. Boris Johnson apostó a medidas tendientes a “inmunidad de rebaño por contagio de la enfermedad”, igual que Trump al principio y Bolsonaro siempre (con la diferencia de que a Bolsonaro sus propios gobernadores e intendentes y ministros de salud (van dos que renuncian en un mes) intentan no darle mucha bola. Aun así, la pandemia en USA, Brasil y Gran Bretaña batió records. Gran Bretaña pasó a la cuarentena cuando ya estaba todo colapsado y el propio Johnson en CTI. Los números de Suecia son catastróficos, aquí una nota con datos duros https://www.niusdiario.es/internacional/suecia-muertos-mismo-destrozo-economico_18_2947620001.html

Compararlos con los peores de Gran Bretaña es sofística.

LOS ATAQUES A LA OMS

Estas fake news se dan en un marco de ataque criminal de USA a la OMS, quitándole financiación, acusándola Trump día tras día, de no haber alertado de la pandemia a tiempo, lo mismo que a China.

Estos ataques a la OMS se dan en distintos contextos de objetivos disímiles de diferentes sistemas socioeconómicos. El objetivo de China, Corea, Japón, Vietnam, Islandia, Checa, Nueva Zelanda, Singapur, Rusia, entre otros, fue librarse del virus. Algunos lo están alcanzando, otros no, con diversas dificultades. Algunos sufrieron picos de rebrotes (Singapur, Corea, Japón) Rusia no ha podido lograrlo, pero la mayoría de los países (Uruguay y Argentina entre ellos) no se propuso librarse sino aplanar la curva de contagios, retrasar el pico de brote epidémico, dándose tiempo a fortalecer los sistemas de salud para que puedan atender a todos y no tengan que elegir a quiénes hospitalizar o dejar morir, a la manera en que ocurrió en Europa o en Estados Unidos.

La OMS recomendó y apoyó distintos objetivos porque entendió que cada país tenía sus propios medios a los que atenerse para tratar la pandemia. La diferencia de medios está relacionada a las formas del Estado. Alberto Fernández asumió en un país con el Estado desguazado y no ha hecho nada fuerte para recuperarlo. Lacalle en uno con Estado fuerte pero vino a destruirlo y está dispuesto a hacerlo contra viento y a favor de la epidemia, aunque el Estado fuerte, todavía con cierta vigencia, igual que en Suecia, amortigua.

Hace unos días ponía el ejemplo de cuatro países exitosos ante la epidemia (no es ya pandemia, porque se liberó de ella buen porcentaje del planeta), con sistemas socioeconómicos distintos, pero los cuatro con estados muy fuertes. Islandia, el único de Europa que fue capaz de hacer pagar a los bancos la crisis de 2008 (capitalista con libre mercado en serio, porque el poder estatal es mayor que el financiero).

Nueva Zelanda, el único que pudo empeñar absolutamente el Estado en reparación económica de cada daño y perjuicio causado a los maoríes. En 1975, el gobierno de Nueva Zelanda estableció el Tribunal de Waitangi, institución ante la que cualquier ciudadano maorí, tribu o grupo que se sienta perjudicado en sus intereses, derechos, propiedades o tradiciones, puede personarse para efectuar su reclamación. El Estado concedió billones de dólares en reparaciones a los maoríes.

China, “socialista con peculiaridades” según se autodefine, que atravesó la pandemia sin subir el desempleo a más de un cinco por ciento, porque las empresas que no son del Estado son controladas por el Estado, “lo que no es estatal es paraestatal”, dicen desde allí las lenguas sueltas y nadie perdió ingresos, porque incluso el desempleo friccional fue subsidiado y la salud resultó gratis en los hechos. Existe un sistema mutual por el cual el fuerte entramado de salud pública descuenta un dos por ciento de cada sueldo en una tarjeta electrónica para que el ciudadano pague con ella sus tratamientos médicos, y si en algún caso rebasa el monto de una tarjeta, el Estado se encarga de al menos el 85 % del costo adicional y hasta del total, según la situación económica del paciente.

Es mutual porque cuando la tarjeta no se usa, el descuento se acumula para el colectivo. Y a esto debe agregarse que en Wuham, los tratamientos ante el COVID ni siquiera pasan por la tarjeta, mientras en Nueva York muchos murieron por no tener tres mil dólares para hacerse un test.

Por si acaso, los chinos, que, normalmente, realizan horarios de trabajo hasta los cincuenta años y, desde niños, estudios agotadores, pueden haber acatado las medidas drásticas por disciplina, por coacción, por concebir que la libertad individual sólo se concreta en la colectiva o por sentirse de vacaciones, pero lo cierto es que no sintieron inseguridad económica. La propia economía perdió en proyección anual un tres por ciento del PBI los dos primeros meses, pero ya creció un tres por ciento desde abril y hoy esperan cerrar el año con un seis por ciento de crecimiento.   

Vietnam… ¿qué decir? Cuando China avisó, el 1 de enero, de qué se trataba, el gobierno planteó la hipótesis de conflicto: “si todos los sectores no esenciales nos quedamos quietos cuarenta días, al virus lo eliminamos”. Quien haya recorrido la ruta Ho Chi Ming (aunque sea en video) sabe que esto de la cuarentena ante el COVID no les costó demasiado esfuerzo. 

Rusia es un caso que me atrevo a controvertir. Los medios occidentales están insistiendo en que el gobierno ruso miente las cifras. Cabe pensar que todas las cifras del mundo en pandemia fueron inexactas y susceptibles de manipulación. La Diaria no incluye los diez muertos de Venezuela, por ejemplo, y deja en blanco su casillero, porque probablemente no la considera información confiable. ¿Qué confiable considera la de Paraguay, por ejemplo?, pero a mí los números de Rusia, diez veces menores que los del resto de las potencias europeas, después que Putin, con tanta fama de hacerse el guapo que le han hecho en “occidente”, se vistió de astronauta, dando una imagen de temor que Trump y Bolsonaro no hubiesen aceptado dar ni ante el Armagedón, me resultan aparentemente excesivos.

REALIDAD E HIPÓTESIS

La realidad es que estamos en guerra bacteriológica desde hace siglos. No planificada cuando invasores y originarios en la América del siglo XVI intercambiaron tuberculosis por sífilis, ganando en consecuencia los europeos, pero detalladamente planificada desde mediados del siglo pasado.

Rusia denunció reiteradamente a los laboratorios de guerra biológica en las bases militares yanquis que la cercan, en especial en la euroasiática Georgia. Los antecedentes de guerra bacteriológica aplicada en campo de operaciones por USA son copiosos, y el propio Bill Gates advirtió desde hace diez años que, la decisión para iniciar guerras biológicas de alcance global, ni siquiera es necesario que la tome una jerarquía gubernamental. Cualquier grupo terrorista puede hacerlo, dentro y fuera del ejército USA.

La COVID-2 ya estaba en Nueva York, Chicago y Los Ángeles en 2019, según declaración de Robert Redfield, Director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. Robert Redfield admitió, durante un Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, que algunos estadounidenses que aparentemente murieron de influenza tuvieron un resultado positivo para el nuevo coronavirus en el diagnóstico póstumo. “Algunas muertes por influenza se infectaron en realidad con COVID-19”. Estados Unidos reportó 34 millones de casos de influenza y 20 000 muertes en 2019. ¿Cuántos están relacionados con COVID-2? Redfield, por otra parte, está a punto de quedarse corto en su previsión de cien mil muertos por COVID-19 al 1 de junio en EEUU.

Por su lado, investigadores franceses liderados por Yves Cohen, responsable de cuidados intensivos de los hospitales Avicenne de Bobigny y Jean Verdier de Bondy, han analizado muestras de 24 pacientes tratados entre diciembre y enero que habían dado negativo en gripe antes de que el coronavirus se convirtiera en una pandemia.

Los resultados, publicados en el International Journal of Antimicrobial Agents, han mostrado que un paciente -un pescador de 43 años de origen argelino pero que lleva años residiendo en Francia- estaba infectado con COVID-19 "un mes antes de los primeros casos reportados en el país".

El paciente ingresó en el hospital en diciembre, con tos seca, fatiga y fiebre. Ahora está totalmente recuperado y señala que no viajó al extranjero los meses previos a caer enfermo y que no sabe dónde pudo haberse infectado. (esta información del Journal la recoge el 9 de mayo el diario El Mundo de Madrid).

El 18 de marzo publiqué, “Los primeros picos del brote que sucedieron casi inmediatamente al de Wuham fueron Milan, Seúl y Teherán. Si lo pensamos en términos de relación con Washington, dos graves desobedientes recientes y un enemigo de nivel Rusia o China. ¿Tan inferior es la sanidad italiana que la del resto de Europa o la coreana que la del resto de Asia oriental o la iraní que la del resto de Asia occidental? Raro, ¿no?” https://joseloolascuaga.blogspot.com/2020/03/covid-19-guerra-biologica-elija-su.html

El caso francés tampoco sería el caso cero de Europa, pero es significativa su proximidad a la Lombardía, en cuya campiña de manera inexplicable antes que en el Sur de Italia, brotó con tanta mayor fuerza el virus.

La OMS tiene antecedentes de acusaciones de manipulación por Big Farma en el SARS-1 y en el MERS, pero en contextos donde todos ganaban. Ahora es inverosímil que estén quebrando petroleras, bancos que las financiaron, un cuarenta por ciento de la economía dependiente del imperialismo y que esté en mayor riesgo que nunca la propia hegemonía del dólar, para que ganen Silicon Valley y la Big Farma. Es más sospechoso que sea una cortina de humo acusar a éstos del desastre.

La tecnología es vanguardia de la producción. Eso no va a cambiar, con todos los efectos distópicos que muestran Black Mirror y los simulacros de Bill Gates y con todas las utopías milenaristas en que podría desembocar la crisis,  pero va a cambiar las relaciones de propiedad de ambas, porque, entre otras cosas, el vano alarde de Trump de romper toda relación con China, es un desesperado intento de evitar que China compre a precio de quiebra todo lo que la Reserva Federal quiere comprar por efecto cantilon, si su moneda resiste, no sólo en la Europa devaluada, sino en el mismo territorio norteamericano.

Vano y desesperado porque si EEUU se declara en default ante China, el dólar pierde el último valor de respaldo que le queda desde que en 1971 abandonó el patrón oro y desde que el respaldo en armas, que definió Krugman, decayó ante el poder militar ruso, porque pierde la confianza, es dinero fiat.

Por ende perdería su capacidad de “sancionar”. 

Su valor de divisa, junto a la ventaja de moneda de cambio, en tiempos del e-rimimbi lanzado a moneda virtual de intercambio global, podría aislar a USA si Trump insiste y también podría, si Trump da uno de sus giros copernicanos a que nos tiene acostumbrados en sus acaloradas relaciones internacionales, terminar en un acuerdo de moneda dura entre Rusia, EEUU y China, que le tranque las impresoras de billetes a esos adversarios internos que Trump se ve hoy obligado a defender, sin acertar en la forma de hacerlo.

Y estos son apenas unos pocos de los motivos por los que pronostiqué que con esta pandemia, sus adversarios internos a Trump se lo llevan puesto.

viernes, 15 de mayo de 2020

Teatro y pandemia




La agencia Atlas News informa que el gobierno chino anunció la semana pasada la reapertura de todos los teatros (faltaba los de Wuham, que ya están funcionando con medidas de precaución). ABC y Público, de España, recogen la noticia: “el personal se prepara ya para recibir a los primeros espectadores. Tras controlar los contagios, China ha dado luz verde a la reapertura de cines, instalaciones deportivas y teatros. Ahora bien, nada volverá a ser como antes. Al menos durante un tiempo habrá que acostumbrarse a los geles desinfectantes. También los termómetros digitales que miden la temperatura de los asistentes antes de entrar a las salas”. Agrego que también se está controlando el código de salud en los celulares y que los teatros han sido desinfectados previamente, como vemos en imágenes del Gran Teatro de Wuham.

Tras cuatro meses de cierre en este teatro, se acumularon muchos estrenos y acaso más de una de las más de siete mil salas del país (la mayoría ya funcionando desde antes), hayan preparado desde enero o previsto, alguna reposición de La Peste de Camus (desconozco adaptaciones chinas pero puede haber traducciones de otras que sí conozco) o alguna performance de El Teatro de la Peste de Artaud, o Ginevra Degli Almieri, una obra de Giovachino Forzano, sobre la peste en la Florencia a fines del 1300, que hicimos con dirección de Eduardo Cervieri en el Instituto Brasileño de Cultura en 2018.

Ginevra cae desmayada al final del primer acto por la fuerte emoción de volver a ver a su amado. “Florencia está amenazada, allí se muere, pero yo retorno porque al menos podré morir cercano a ti”, le ha escrito él. Toda la familia de Ginevra cree que ella se ha desvanecido por la peste. Mandan llamar al médico Simón, tan temeroso de la peste, que usa un largo bastón para tocar con la punta a los enfermos sin acercárseles y así certifica la muerte. “Cada señal de vida, de ella ha desaparecido… ¡Sálvense, señores, es la peste!”, grita el médico. Ginevra amanece al día siguiente en un sepulcro, rodeada de flores…

La versión operística en el teatro Nacional de China, “El huevo” de Beijing, con sus 6.500 localidades hoy pondría al público a aplaudir de pie cuando Ginevra le dice al obispo, “enviad a Simón a otra ciudad a medicar y en Florencia no queda nadie por enterrar”.

Es de esperar que el público concurra sin miedo, porque todos esos controles y, en especial, la big data, le indican que el teatro no es lugar de contagio de coronavirus. He visto videos donde, sin tapabocas, llenan restaurantes normalmente. También es de esperar que lo haga ansioso, tras cuatro meses de abstinencia, al Gran Teatro de Wuham. Yo hoy iría al Solís, aunque no fuese más que por volver a ver la sala.

Un amigo, abstinente de fútbol, hincha de Nacional, confesó que hoy vería por televisión Basáñez-Alto Perú y gritaría los goles. Yo, que soy de Mar de Fondo y hasta por televisión lo he visto, en un hipotético Basáñez-Alto Perú, sólo gritaría los goles que le conviniesen a mi cuadro y eso después de percatarme cuál de los dos está usando camiseta de alternativa para la televisión, pero sí, seguro que lo vería.  En la C, cuando toque volver, es posible que volvamos todos los clubes, pero en el fútbol y el teatro profesionales es muy improbable que podamos volver todos. Especialmente en el teatro.

¿Cuántas salas puede reabrir, después de haber pasado tantos meses sin ingreso alguno y pagando los servicios y el BPS las que mandaron a sus técnicos a seguro de paro? ¿Cuántos técnicos y actores sin cobertura pueden volver después de sortear la epidemia sin más apoyo que el de nuestro sindicato SUA-PIT-CNT y la solidaridad gremial y social, mientras el gobierno abanicaba a su “malla oro” y ahora le prepara las sábanas de seda, el calientacamas y el acolchado de plumas?

Y el público, ¿puede volver sin miedo? ¿cuánto tiempo va a llevar volver a la confianza, vieja o nueva?

Hace años, Arteatro me pidió una adaptación de cuentos del Decamerón de Boccaccio, esos relatos magistrales surgidos, según su autor, de una cuarentena por epidemia que asoló a Europa en el siglo XIV.. Investigando encontré este apunte de Vargas Llosa: “Desde la primera vez que leí el Decamerón, en mi juventud, pensé que la situación inicial que presenta el libro, antes de que comiencen los cuentos, es esencialmente teatral: atrapados en una ciudad atacada por la peste de la que no pueden huir, un grupo de jóvenes se las arreglan sin embargo para fugar hacia lo imaginario…”

Ajo y agua. A joderse y a aguantarse. Y a seguir ensayando igual aunque el estreno era el sábado pasado y no se sabe cuándo va a ser.

Aún sin teatros, fuguemos hacia lo teatral. Vargas Llosa (ya que lo cité) bien podría hacer mutis por foro en la bicicleta pinchada del “malla oro” de los lacayitos. Por mucho que lo cuiden al “malla”, esa chiva está pal desguace. Y por mucho que lo descuiden al teatro, no hay peste que pueda con él.
  


jueves, 14 de mayo de 2020

Acerca de los acuerdos






Siempre los acuerdos dependen de las correlaciones de fuerza. Si el gobierno ha hecho en estos días un par de concesiones importantes a la oposición al programa de la LUC, es porque sabe que el pueblo organizado va a plebiscitarla.

Por cierto, también cuenta que la organización se moviliza, dialoga, negocia, procura ganar cuanto antes el mal menor para los uruguayos, pero si se gana en el acuerdo es porque la fuerza de la razón en lucha lo determina.

Por eso plantear la obligación de los acuerdos por los acuerdos en sí, es, cuando menos, canallesco. Si para lograr un acuerdo el pueblo se ata las manos y se amordaza, está fallando en su compromiso fundamental, que es con su destino de liberación.

Y cuando la razón de la fuerza está siendo muy superior a la fuerza de la razón, el acuerdo no sólo es inconveniente. Además es banal y falso. En Acerca de los compromisos el Pelado lo plantea así: si te ponen una 45 en el pecho, les das la guita que llevás, pero aún si te matan, tenés colectivamente razón para salir a recuperar el fuego y “la bolsa” (dice él).

Si es un acuerdo político, no hay que temerlo, siempre que te deja libre los brazos para echar músculo y la voz para denunciar los intereses espurios de la fuerza a debilitar. Nos conocen, saben que nunca nos atamos las manos, que dejamos abierto el camino de lucha, en este caso el plebiscito. Lo que están midiendo al poner y quitar de la LUC es qué armas le quedan a cada trinchera.

Vienen por el Estado pero saben que el pueblo no va a dejarlos pasar sobre ANTEL y ANCAP, por ejemplos. Necesitan evitar que esos temas estén en nuestra recolección de firmas y posterior campaña electoral plebiscitaria (al menos necesitan restarles agenda). Mejor si rinden algún aspecto de antemano. Es un logro de la negociación, de la razón popular, pero con su fuerza de organización, movilización, solidaridad y lucha actual y latente, determinando.

Ahora, también es mejor para el gobierno (y cuanto mejor, mejor, negociamos para ganar-ganar) porque puede enfocar más los temas que, con prejuicio, considera más trabajados por su razón de la fuerza: seguridad y educación.

EL TAMAÑO DE LA VERDAD

Hasta aquí en abstracto, teoría revolucionaria que sirve de guía para la acción, pero aprender, lo que se dice aprender, se aprende de la práctica, de la verdad concreta que es la única que existe. Nosotros tenemos, fresquitos en el tiempo y aún vigentes, los “pactos de la Moncloa” para aprender. Es bien fácil. Tenemos que hacer exactamente todo lo contrario a lo que hizo Carrillo y así jamás podremos equivocarnos.

Primero: no desmovilizar nunca en pos de ningún acuerdo. Seregni nos lo enseñó cuando negociábamos en el Club Naval y la ola llegó hasta el paro nacional del 27 de junio de 1984, verdadera derrota militar a la dictadura (ésa sí fue cuarentena drástica, no voló una mosca en todo el territorio). Carrillo, antes, firmó un pacto social que lo desmovilizó en plena cresta de la ola. 

Segundo: no dejar de concertar para aislar al enemigo principal. Carrillo aceptó una autolegalización impuesta, a cambio de presentarse sólo a unos comicios marcando tamaño electoral menor para todo el tiro y lo peor, redactó (a través de Solé Turá) una constitución monárquica, que le ató las manos por décadas, hasta que el ayer fallecido Anguita, tuvo que empezar de nuevo por camino leninista.    

Pero si los acuerdos dependen de las correlaciones de fuerza, necesitamos corregir cuanto antes el mayor error de la historia de nuestro movimiento sindical. Y para poder corregirlo es requisito previo indispensable, reconocerlo.

El compañero Fernando Pereira es un grandísimo Presidente del PIT-CNT, del tenor histórico del Pepe Delía, es además nuestro gato con más vidas revolviéndose ante los leñazos del oligopolio mediático. Más de una vez apiló a periodistas televisivos mordedores y dejó el tendal, pero cuando tapamos un mural con una consigna sobre un muro en disputa, dijo que fue un error y que los errores se reconocen diciendo la verdad. ¡Qué verdad enorme dijiste, compañero! Como un templo, como el estadio Centenario. Y eso que se trataba de un error puntual, ni siquiera táctico y en política reconocer un error tiene un precio muy alto sea cual sea el error, pero más se paga la mentira cuando se tiene razón.

El problema no es que los medios hegemónicos mientan. 

50 a 50 que mientan todo lo que tengan que mentir para defender los espurios intereses que defienden. El problema es que mienten con un altavoz que tapa nuestra voz en ese umbral de sonido.

El mayor error estratégico de las fuerzas políticas y sindicales del pueblo uruguayo fue morder el esparadrapo ante el oligopolio mediático. No haber gobernado, primero en Montevideo con el cableado del 94 y después en la nación, para democratizar la comunicación.

Y el PIT-CNT en particular no haber puesto a funcionar el canal al aire que tiene en licencia.

Es mentira que fue por falta de dinero. Sólo un desconocimiento supino de los medios globales y del potencial de nuestros recursos técnicos (desde actorales hasta gráficos y audiovisuales, desconocimiento éste último que Fernando Pereira no tiene porque es asiduo y lúcido partícipe en todo nuestro quehacer cultural artístico, empezando por la base teatral colosal que tenemos), puede dudar que con ocho sueldos y otros tantos contactos internacionales se supera por muerte el magro empeño hegemónico. Y se le disputa la torta publicitaria.

Se temió confrontar ante una imposible radicalización de los canales establecidos (no podían porque más era meneallo). El FA ni siquiera contribuyó a quitarle el Polideportivo a Telemundo, debilitamiento que ayudó un poco a que llegásemos al gobierno, y luego, en el gobierno fuimos perdiendo correlación mediática con los ojos abiertos y la boca cerrada, impávidos e inmóviles.

EL ACUERDO ANTE EL COVID-19

¿Se imaginan con qué fuerza hubiese incidido un canal al aire del PIT-CNT, contrahegemónico, con lo mejor de la TV mundial y marcando agenda propia, en acuerdos con el gobierno para que la epidemia no la pague el pueblo, encerrado a merced de la tele y las conferencias oficiales? Si en portales de Internet no pueden competirnos, si la calle y los muros son nuestros, si tenemos razón, que es lo decisivo para convencer, no tenemos hoy voz propia en el umbral de volumen de comunicación al que puede llevarnos la oligarquía. Mucho menos agenda propia.

El paliativo es anteponer siempre el programa. Insistir en el actual protagonismo del Estado, de lo público, del pueblo mismo, señalando todas las contradicciones de un gobierno cantinflesco, repleto de ambigüedades sin rumbo, que ahonda su trasnochado neoliberalismo en un mundo que demuestra el fracaso terminal de esa “ideología de mercado”.

El gobierno no sabe qué decir porque no sabe qué hacer, porque no pudo hacer lo que había que hacer, porque yendo contra el Estado no puede hacerlo.

Entonces dice cualquier cosa sobre el COVID, mientras solapa la LUC. Nada es drástico y nada es gratis. Baja el salario real por inflación y juego cambiario en favor de la oligarquía. Te dice que te quedes en casa, pero pagando lo que no podés pagar si te quedás en casa, y endeudándote con los sectores del capital financiero que este gobierno representa. Está confiscando los ahorros de las capas medias y aumentando la pobreza para no tocar al “malla oro”.

Y además de injusto es iluso, porque el “malla oro” pinchó. Se bajó de la carrera en el mundo.

Pongo cuatro ejemplos: China, Vietnam, Islandia, Nueva Zelanda. Distintos sistemas pero sociedades que saben que "drástico" es drástico y "gratis" es gratis y tienen estados y gobiernos que de verdad lo garantizan. No son neoliberales.

En China hace dos meses que salieron a la normalidad, controlan fácil los remanentes, porque son réplicas tomadas muy a tiempo. La cuarentena no es para los sanos, En Wuham no había un supermercado ni un almacén abiertos, nada. Todo por delivery y ni siguiera lo llevaban a tu casa. Lo dejaban en retenes donde ibas a buscarlo sin hacer contacto.

Cien millones en cuarentena estricta casi dos meses. Ahora pusieron 60 millones en otra región, mientras en Wuham y todo Hubei mantienen ciertos cuidados, por unos pocos casos, pero los otros mil doscientos cuarenta millones de chinos hace dos meses que llenan restuarantes sin ningún temor al contagio. Están hipercontrolados por tests y big data. La economía la planifican sin drama. Reconvirtieron industrias. Están donando y vendiendo insumos médicos a 160 países. Y cabe destacar que al fin nuestro Ministerio de Salud le agradeció “a Alí Babá”, más allá del error que corrigió, es Alibaba Group, el gigante chino del comercio electrónico. Es fácil equivocarse cuando ha corrido tanta agua a los odres de los cuarenta ladrones… mientras al Instituto Pasteur le quitan presupuesto para investigar, en plena epidemia.

Que El Gran Hermano nos tiene completamente vigilados y desinformados, lo sabemos oficialmente por las filtraciones de la NSA al menos desde 2001 y funciona desde el siglo pasado. Lo nuevo es que entramos en una crisis, desde antes de la pandemia, que no pueden resolver sus vigilantes. Así que no se asuste nadie de la tecnología en vanguardia de la producción. De todos los miedos que andan por aquí, es el más irracional. También esto depende de correlaciones de fuerza. En este caso, global y el imperialismo la está perdiendo.