domingo, 23 de mayo de 2021

Los censores oligarcas en la AUF

 


La AUF le exigió a Progreso retirar de una tribuna del Paladino un cartel de “Progreso no olvida: Verdad y Justicia”, en la previa al partido Progreso-Nacional, cuando el Presidente de Progreso, Fabián Canobbio, les respondió a los veedores de la AUF, que fue por convicción que se puso ese cartel y se aguanta con convicción. Así lo hizo.

No es Progreso el único club que reivindicó la consigna del 20 de mayo, por memoria para nuestros compatriotas desaparecidos, asesinados, torturados y ocultados los hechos por la dictadura que inició Juan María Bordaberry, el padre de Pedro Bordaberry, quien intervino la AUF al servicio de Domínguez de la Conmebol, semejante a su padre la nación al servicio de Kissinger de los Estados Unidos. También Villa Española, Villa Teresa, Juventud de Las Piedras y otros presidentes de clubes e hinchadas de clubes de pueblo, incluidas las de Peñarol y Nacional. Primero porque ésta es una causa universal. Los censores oligarcas en la AUF pretenden que un tema que es de toda la sociedad, de toda la humanidad, el fútbol no lo refleje, pero el fútbol no vive en una nube de pedos, a los futbolistas, a los dirigentes y a las hinchadas les afecta la realidad, y no sólo ésta, porque, segundo, son libres de expresarse y eso es lo que el gobierno nacional y el gobierno de la AUF, que son uno sólo, temen.

En esta oportunidad debo reconocer el valor del Intendente de Canelones, Yamandú Orsi, que denunció al gobierno por la discriminación, en los hechos de la campaña de vacunación, a los tres departamentos que gobierna el Frente Amplio. No es casual.

“Yamandú Orsi, con legisladores de todos los partidos del departamento, se quejó por la baja vacunación que se había logrado a nivel departamental, mientras que el resto de los departamentos del país ya superaban el 20% de su población con al menos una dosis (y algunos, como Rivera, ya tenían a 41,1% de sus habitantes vacunados), y en Canelones la cifra llegaba a 13,1%.

Orsi consideró que a los canarios “se nos perjudicó notoriamente con la vacunación”, e insistió con que “es necesario seguir sumando vacunatorios”. Concomitantemente, Orsi iniciaba una tarea que también explica las respuestas censoras y discriminadoras a las expresiones populares. Juntó a los productores de alimentos del departamento con el PIT-CNT para avanzar en un modo de distribución que redunde en beneficio de ambas partes, los consumidores y los productores. Esto es importantísimo, porque se anticipa a un problema mayor, no había sabido tratar. Los productores agrícolas tienen su principal tranca en los arrendamientos. El mayor porcentaje de lucro es para los grandes propietarios y otros grandes beneficiados a costa del trabajo de los campesinos son superficies oligopólicas, capaces operar fuerte en el negocio y en el conflicto llegado el caso. Es muy importante que los productores visualicen la voluntad de poder del Frente Amplio ante las oligarquías, para superar las crisis haciéndoselas pagar no al pueblo sino a sus opresores, que además son casi todos extranjeros. La tierra en Uruguay se ha extranjerizado con riesgo a la existencia misma de la patria, que no existe sin territorio.

El reclamo por las vacunas se trasladó al fútbol cuando Lacalle Pou anunció la cooperación con la Conmebol (50.000 dosis de Sinovac para la Confederación Sudamericana de Fútbol con sede en Asunción del Paraguay) para vacunar para la Copa América. “De repente esa misma consideración la podría tener para el departamento de Canelones”, lanzó Orsi, según reportó La Diaria Coronavirus en su momento.

Por su parte, el Presidente del Juventud de Las Piedras, Yamandú Costa, denunció que el ya sonado caso de colaboración del gobierno uruguayo con 50.000 Sinovac a la Conmebol es parte de negocio político.

“Lugano, hincha de si mismo y admirador de Bolsonaro, pidió a Domínguez (Presidente de Conmebol, de prosapia stroessnerista), que interviniera la AUF para evitar perder el mango del sartén.

Domínguez, puesto por Domínguez Dibb, yerno de Stroessner, oligarcas y dictadores, contó con su símil en Uruguay: Pedro Bordaberry, que con la complicidad del blanco Casteingdebat y los jugadores liderados por Lugano, lograron la injusta Intervención.

¿Para qué?

Nada más ni nada menos que para cambiar los estatutos de la AUF y así proyectarse y perpetuarse en el poder. Alonso33, como reza en su Twitter el Presidente que pusieron, no es por los 33 orientales, sino por la lista 33 herrerista de la derecha más rancia.

Nosotros pudimos resistir la intervención y, con Curuchet como candidato, ganamos las elecciones en primera vuelta, pero Bordaberry se las ingenió para servirle la mesa y así Alonso comprar un puñado de votos y ganarnos en segunda vuelta.

Todavía siguen disfrutando del botín. Nada de lo que habían prometido de beneficio para jugadores e instituciones cumplieron.

Solo lograron su cometido: proyectarse en el poder. Poder con el cual manejan la AUF  a través de prácticas clientelísticas y amiguismos, favoreciendo a un puñado de bufones que hacen piruetas entorno de la corte para recibir algunas migajas.

Domínguez, Bolsonaro, Lugano, Bordaberry, Lacalle, Alonso y sus secuaces, pertenecen a esas familias ideológicas que han estado repartiéndose la torta y ahora le devuelven al promotor de la intervención (CONMEBOL)  el favor recibido.

Ahora facilitan  vacunas para Dominguez y la CONMEBOL ... vacunas hay, dinero hay, el tema es la distribución de esa riqueza.

Mientras miles de uruguayos/as claman por vacunarse (ya que es el único escudo que ofrecen) ellos donan nuestros menguados recursos a sus amigos, socios, cómplices, secuaces.

Impunes como siempre!!!”  

Agreguemos a los nombres dados por Yamandú Costa, el del ministro Bauzá, que presidió el asado de quince dirigentes con Lacalle Pou, Delgado, Alonso y Domínguez, después que el propio Lacalle dijo que no había que reunirse quince o veinte a comer asado.

Además de los dirigentes canarios, las denuncias contra el contubernio entre el gobierno y el grupo económico que dirige AUF y Conmebol, fue denunciada anteriormente por la Federación de Funcionarios de Ancap (Fancap), ante el reciente acuerdo de beneficio que el presidente  Lacalle Pou otorgó a la empresa de cementos portland de Lugano y Godin, en perjuicio del ente estatal. Gerardo Rodríguez, Presidente de Fancap, lo denunció en su momento en el programa Legítima Defensa con plena conciencia del mecanismo de producción de sentido con que se busca embaucar a la opinión pública por parte del blindaje mediático al gobierno.

Mientras tanto, el oligopolio mediático oligárquico y sus títeres en el gobierno y en La AUF, pretenden que los clubes deportivos obligados a cerrar a pura pérdida durante meses y meses de medidas restrictivas sin ningún soporte económico (al igual que los otros gimnasios, los cines y aún peor los teatros, a los que le quitaron desde el año pasado en pleno cierre obligatorio el 50% del subsidio que consuetudinariamente entregaba el MEC todos los años a FUTI), se callen la boca ante la injusticia, la impunidad y la total falta de juego limpio por parte de las dictaduras de los Bordaberry, los Stroessner, los Domínguez, que esta semana han llegado al colmo de obligar a jugar torneos continentales, en condiciones sanitarias deplorables, al punto que a River Plate argentino, con 20 jugadores positivos de COVID, no le permitieron inscribir a un cuarto arqueros (los tres de primera división estaban enfermos) y tuvo que presentarse con un equipo juvenil y de arquero un jugador de cancha, Enzo Pérez. Así está el fútbol con estos dirigentes y gobiernos. Por fortuna, tuvimos de la dignidad oriental de la protesta del tricolor Gonzalo Bergessio en Colombia.

Y en el ámbito nacional tenemos a Fabián Canobbio y su irreductible Progreso, junto a todo el pueblo.

miércoles, 19 de mayo de 2021

Los espacios acotados de Bukele

 


Dice un proverbio libanés, que, entre perderse y descubrir algo nuevo, la diferencia es saber volver.

 

Bukele era un joven vehemente.

 

Imaginen que a Lacalle Pou, Vázquez hubiese ido con las fuerzas armadas a buscarlo a La Tahona cada vez que aquel debió concurrir al parlamento a sesionar y no lo hizo. Nuestro déficit fiscal hubiese aumentado considerablemente, pero además era una tarea que a las fuerzas armadas no les correspondía ni tampoco a su Comandante en Jefe Tabaré Vázquez.

 

En cambio, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dijo que la Constitución salvadoreña le autoriza a hacer algo parecido a lo que hemos imaginado. Entró con los gendarmes al parlamento de la anterior legislatura donde no tenía mayoría, para apretar a los legisladores y que le aprobaran sus leyes.

 

Bukele no tenía entonces un partido político fuerte, apenas tenía un pequeño rejunte de ex dirigentes del derechista ARENA con ex guerrilleros del Frente Farabundo Martí (al cual perteneció), pero tras treinta años de gobiernos de los partidos fuertes, sumidos en el desprestigio de la política, Bukele, con 39 años, había ganado en 2018 las elecciones presidenciales con mayoría absoluta, pero gobernaba con parlamento opositor que recién pudo cambiar, y cambió, legalmente, en 2021, con las elecciones del legislativo que ganó Bukele por amplio margen, consolidando un partido, Nuevas Ideas.

 

Aquel domingo que apareció en el parlamento flanqueado por militares y policías, era porque el viernes anterior, había conminado a los legisladores a aprobar el domingo, en reunión extraordinaria, un préstamo de 109 millones de dólares para “seguridad”.

 

No había quorum y Bukele amenazó con ir a buscar a la casa, con las fuerzas armadas, a cada parlamentario para que concurriese y votase afirmativamente.

 

Luego se dirigió a sus simpatizantes llamando a “la insurrección popular” contra el Parlamento.

 

Imaginan que eso hubiese hecho Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Evo Morales, López Obrador o Alberto Fernández, los hubiesen arrojado a la pira de los medios corporativos. La OEA, el Departamento de Estado, Bachelet, hubiesen puesto el grito en la órbita de Marte. Los hubiesen comparado con Idi Amín Dadá, pero Bukele era el niño mimado del Imperio, porque el préstamo, oneroso, era del Banco Mundial. El dinero que Bukele requería era para armamento de policías y fuerzas armadas e inversiones en territorios de maras (bandas), incluido un helicóptero y un buque guardacostas. Algo así como un mini micro plan Mérida, una iniciativa de Bush y el cipayo Calderón, causante de más de doscientos mil muertos y ninguna prosperidad, un negociado de la industria armamentista, del cual los grandísimos mexicanos se abrieron hace poco más de un año, cuando asumió López Obrador.

 

Las maras exigían esas inversiones para mantener cierta tregua a su violencia (tregua que le permitió a Bukele una plataforma propagandística para ganar las legislativas). Ya le habían dado tregua al FMLN una vez, en 2009 y la extrema dependencia económica de El Salvador a USA, que el Frente no supo o no pudo sortear, impidió avances. El mayor problema es que esa dependencia se agravó con más endeudamiento y compras al aparato industrial armamentista, en tiempos muy turbulentos para la región norte y centroamericana.

 

López Obrador, el Presidente de la Cuarta Transformación de México, país decisivo en el vecindario de El Salvador, inició un camino de soberanía política que tuvo severas reacciones del imperialismo y se preparó para contrarrestarlas.

 

Obrador creó una Guardia Nacional, que no sustituye a las Fuerzas Armadas, sino que les quita la mochila de la falsa “guerra contra las drogas” para abocarlas a la defensa nacional y el impecable canciller mexicano, Marcelo Ebrad, firmó con Seguéi Lavrov, su homólogo ruso, sendos acuerdos en materia militar.

 

La cuestión no era especialmente contra Trump –del que Bukele era amigo y a quien Obrador supo sobrellevar con paciencia tabasqueña–, sino en general.

 

También frente a Biden, cuando éste amenazó con cerrar el grifo del gas de Texas, Obrador envió a Ebrad a hablar con Lavrov. No llamó al Departamento de Estado.

 

La movida de Bukele en la “Pulgarcito” de Centroamérica, podía tener visos de respuesta a la visita de Lavrov, pero fundamentalmente se dirigía a ganarle posiciones parlamentarias al FMLN (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional), al que el año anterior El País de Madrid pronosticó dividido y destruido para estas fechas (es coherente, El País siempre creyó que el Presidente de Venezuela es Guaidó).

 

No es que las maras sean inderrotables. Hace cinco años varias maras salvadoreñas anduvieron de misión en Nicaragua, consiguiendo un par de choques que a Mujica le alcanzaron para pedir la renuncia del Presidente Ortega (Moreno, Piñera, Añez, Duque, Santos, Uribe y unos cuantos presidentes haitianos, hondureños, entre otros, van a morir haciendo méritos sin que Mujica llegue a tanto), pero en El Salvador son más poderosas que el Presidente y lo condicionan.

 

Mientras Soros pagaba migrantes salvadoreños, hondureños y guatemaltecos para que le complicasen los planes de paz a Mëxico, Bukele aplaudía.

 

La frutilla de la torta, era el apoyo de Almagro a Bukele. Hostigaba a Nicaragua, renegaba del FMLN, de Venezuela, de Cuba. Hacía mandados al yanqui contra Obrador. Bukele era el campeón mundial de la democracia.

 

¿Y ahora qué pasó? ¿Por qué empezaron a llamarle dictador y le iniciaron Lawfare y cuando Bukele destituyó a los jueces que empezaban a perseguirlo, se lo encargaron a Kamala Harris y desclasificaron un “documento confidencial” reciente, que lo implica en “corrupción” y “tráfico de mercaderías a Estados Unidos”? Lo mismo que al Presidente hondureño Hernández, narco amigo de USA, al que sustituyen por otro igual de amigo, igual de narco, pero “nuevo”. Lo mismo que hace treinta años a Noriega, de Panamá, ex agente de la DEA que se puso amigo pero nacionalista. Ser amigo de USA es terriblemente peligroso, Nayib. Tus ex compas te lo advirtieron.

 

 Bukele sigue siendo un joven vehemente. Tuiteó que los yanquis son “cínicos”, que quieren “que vuelva el derechista partido Arena, que todos los salvadoreños saben que es el Partido de la corrupción”,  que “no se inmiscuyan en la política interna de El Salvdor”, que “hablan de corrupción pero se trata de geopolítica”, que "Soros está financiando" la embestida contra él.

 

Lo que no sabemos es si los policías y militares lo siguen flanqueando en un escenario complejo, porque el regreso de las fuerzas armadas sería el retorno a la guerra prolongada explícita, donde la unidad de la fuerza se logró en el proceso de paz y de él depende. Los territorios están bastante demarcados. y tampoco sabemos si las maras, que tienen muchos negocios con el Norte, lo siguen apoyando. Y aún en caso de que lo sigan todos, necesita los apoyos externos que perdió por el camino a descubrir que los yanquis son cínicos. Necesita saber volver para no haberse perdido él mismo.

 

Sin demora, le pidió ayuda a China. Obtuvo, de entrada, 500 millones de dólares no reembolsables. O sea, el mensaje de China a USA de que en este caso no es un mero negocio, no es ganar-ganar, en estos casos (igual que el de Venezuela, Cuba, Nicaragua) es confrontación estratégica con USA.

 

Los senadores “demócratas” de USA, le advirtieron a Bukele que China no lo salvaría, que El Salvador apenas exporta ocasionalmente a China algún contenedor con café y algún otro con azúcar. Pero 500 millones, son también un mensaje para Bukele y sus colaboradores requeridos por la “justicia” yanqui. Alcanzan para paliar un par de meses los problemas financieros que le provoque el conflicto, el tiempo que no le sobra a Bukele para reconciliarse con el FMLN y apretar bloque de poder interno (Bukele se cuidó de no tuitear ni una palabra contra la izquierda, en estas sus flamantes andanadas de tuits antiimperialistas, y el FMLN, que había criticado duramente en un comunicado la destitución de los jueces, también ha cuidado sus declaraciones en el conflicto Bukele-USA), para desagraviar a López Obrador primero, a Ortega después, a Maduro y a Cuba, en fin… necesita una diplomacia nivel Lavrov o Guan Yi, que El Salvador no parece tener.

 

Puede serle un poco menos difícil, si Bukele considera el bloque histórico detrás del bloque de poder, porque la Tercera Transformación que refiere Obrador, tuvo de contemporáneos a Zapata, Villa, Cárdenas, Farabundo y Sandino.

 

Ahora, ¿por qué los yanquis se la agarran con Bukele? Porque pueden, claro está, porque es aliado, porque tenía la guardia baja. Los yanquis siempre hicieron así. Pusieron a Afganistán a pelar contra la URSS e invadieron Afganistán, pusieron a Irak a pelear contra Irán e invadieron Iraq, pusieron a Noriega a manejar el negocio en Panamá, lo bombardearon, secuestraron, se quedaron en directo con el negocio. Vieron que Libia se abría a Occidente, la destruyeron, pero siempre determinados por las verdaderas posibilidades que les iba dejando la geopolítica, que, en cada uno estos casos, sería muy largo explicar. En el caso de Bukele, la explicación llega hasta la Argentina.

 

Si quiebran a Bukele (lo más probable) tienen un antecedente para amenazar a Cristina Kirchner si obliga a Alberto Fernández a ir contra sus amigos de la Corte Judicial. Y Argentina es geopolíticamente decisiva. USA juega en El Salvador un nuevo envión del Lawfare, que en Argentina nunca cesó.

 

Si, por el contrario, Bukele aguanta, ya amenazó Kamala Harris con ir a buscarlo y entonces taya la sentencia de Fidel sobre Noriega. “Debió resistir hasta caer abatido en combate desigual o pegarse un tiro antes de entregarse”. Es decir, hacer lo mismo que hicieron Salvador Allende y Muamar Gadafi.

 

Y Argentina tiene que poner sus bardas en remojo. Dejar de visitar a imperialistas europeos que, declinada USA, no tienen ningún asidero e ir a agradecerle y a pedirle a Putin algo más que vacunas. Al fin de cuentas, Montesquieu nunca dijo que la división de poderes debía ser entre dos poderes electos por el pueblo y un poder monárquico dinástico de rancia oligarquía bicentenaria.


El Papa Francisco, que recibió a Cristina en su casa personal de El Vaticano y a Alberto en un salón llamado Pablo VI (vocación dantesca de Bergoglio), ha de habérselos advertido.

 

Sin esperar Argentina a enterarse si Bukele se perdió, o simplemente descubrió que los yanquis son cínicos (“no hay que creerles ni un tantito así, nada”, decía el Che) y sabe volver. 


El proverbio libanés seguro que Bukele lo conoce porque es descendiente de palestinos.

martes, 11 de mayo de 2021

Las espectaculares escapadas de Pedro Castillo del cerco mediático


Pedro Castillo es “un desconocido para parte de la población de Lima y sobre todo ignorado por el periodismo, a tal punto que cuando apareció en primer lugar en los resultados de boca de urna, los canales no tenían, en un primer momento, una foto suya para poner junto al porcentaje de votos obtenidos” –cuenta, a “Tiempo Argentino”, Oscar Laborde, Presidente del Observatorio de la Democracia del PARLASUR–.

 

El “desconocido” Pedro Castillo es maestro rural de Cajamarca, pueblo enclavado en los Andes peruanos, un lugar muy humilde, distanciado de los centros de poder, es quien encabezó los resultados en la primera vuelta con un 19% de los votos.

 

Laborde se refiere a los canales analógicos, porque en los canales de YouTube “IntiNoticias” y “El jota”, pudimos ver antes de la primera vuelta, varios videos sobre todos los candidatos de izquierda en Perú y particularmente, sobre Pedro Castillo

 

Derrotados en su operación ninguneo, los medios hegemónicos se lanzaron a la operación fusilamiento, a perseguir y a cercar a Pedro Castillo hasta darle caza. Es muy graciosa la “crónica” de “El Comercio” titulada “Pedro Castillo, el candidato que huye de las explicaciones (Crónica)” (Sic). Entre anatemas con aires objetivos, estilo El País de Madrid, se queja “El Comercio” (un poco menos canalla que el diario de Polanco), de que Pedro, literalmente, se le escapa…

 

Por ejemplo, en la plaza no da bola al enjambre de noteros, hace su discurso para el pueblo, esquiva, zigzagueante y veloz, la marca a presión de los periodistas del establishment y se sube a la moto para ir a la plaza de otro pueblo. Toda una verdadera respuesta.

 

Una vez, tuvo que trasladarse en avión. Entonces fueron todas las cámaras y los micrófonos a cercarlo al aeropuerto, pero Pedro se quitó el sombrero que lo caracteriza, se caló una gorra hasta los ojos y logró pasar desapercibido. Lo cuenta “El comercio” y dice que Pedro Castillo huye de las explicaciones.

 

¿De qué explicaciones? En todo caso huye de que lo hagan cómplice de instalar afirmaciones que los medios corporativos hacen pasar por preguntas. Por ejemplo ¿por qué “ante la prensa, le faltan palabras para explicar qué es lo que pretende hacer”?

 

“En la carretera fronteriza que va hacia Papayal –cuenta “El Comercio” –, Castillo agarró la moto todo terreno y emprendió una carrera que dejó atrás a la seguridad del Estado que lo resguarda. En los altoparlantes de un vehículo que lo seguía se escuchaba: “Pedro Castillo, el rondero, el agricultor, el profesor”. El mensaje era directo”. Para huir de las explicaciones de “El Comercio” tuvo que dejar atrás a la seguridad del Estado. James Dean no lo hubiese hecho mejor.

 

El mensaje más directo es que el mensaje es directo.

 

Chau El Comercio, chau El Mercurio, chau El Clarín, chau La Nación, chau El País, chau Globo… Ganó la primera vuelta sin ellos y contra ellos y no va a permitir que ahora le hagan perder el balotaje.

 

Pero tuvo que parar por el camino a comprar fruta. Necesitaba comer algo.

 

“…lo abordamos cuando paró su vehículo para comprar fruta en la carretera.

 

–Señor Castillo, ¿usted va a cerrar la Defensoría del Pueblo? Queremos que aclare el tema –le preguntamos.

 

–Hay páginas falsas que se atribuyen lo que no les compete –respondió esquivando el tema de fondo, y luego mantuvo silencio mientras el vendedor terminaba de cortar el coco que había pedido. La respuesta llegó recién dos días después, a través de su Twitter, con un juego de palabras que le han sido característicos en los últimos días: “No quiero desactivarla, busco reforzarla en beneficio de los más vulnerables”. Lo que ha expresado Castillo ha sido un discurso contra las instituciones a falta de propuestas concretas” (sic).

 

O sea. No lo dejan comer medio coco tranquilo, le dicen que quieren que aclare. El tipo les contesta que páginas falsas le atribuyen lo que no les compete y cuando aclara que no va a desactivar la Defensoría del Pueblo, que busca reforzarla en beneficio de los más vulnerables, le atribuyen que expresa un discurso en contra de las instituciones a falta de propuestas concretas y que hace juego de palabras. Es decir, les importa un carajo qué conteste y también que se los haya advertido. Le atribuyen la respuesta que ellos quieren, la contraria a la que dio, aunque no les hable y su tuit sea clarísimo. Lo que les jode y no lo disimulan, es que el candidato use sus propios medios para dar un título y no deje que lo usen a él para titular todo lo contrario.

 

“El mensaje de Castillo ha ido hacia los sectores más excluidos. En su recorrido por las zonas céntricas de Chiclayo no era raro escuchar que le gritaran ‘terrorista’” (…) En el aeropuerto de Tumbes, Castillo se sienta en medio de la sala de embarque sin que el resto de los pasajeros que viajan a Lima con él lo reconozca. Ha cambiado el sombrero por un gorro, como lo hizo varias veces en el viaje cuando quería pasar desapercibido. Allí, en un breve diálogo, promete que en los próximos días se reunirá con su equipo para agendar un plan para conversar con medios. Ojalá allí brinde las explicaciones de las que hasta ahora ha huido”, termina la “crónica” de “El Comercio”.

 

Pero a “Tiempo Argentino”, a los otros medios alternativos y, a través de sus propios medios, a los votantes, Pedro Castillo les ha explicado perfectamente bien, todo lo contrario a lo que “El Comercio” quiere explicarle a Castillo.  

 

“1) revertir rápidamente la crítica situación de los sectores más humildes. 2) cuidar los recursos naturales que padecen un extractivismo brutal. 3) producir una reforma de la Constitución y dejar atrás la impuesta por Fujimori en los 90.”

 

Los otros temas los va a definir con el pueblo en la Constituyente. ¿Les suena? “Mi autoridad emana de vosotros y cesa ante vuestra presencia soberana”. No es comunista, ni chavista, ni mucho menos terrorista, ni nada que no sea el pueblo en la Constituyente. Tampoco es homófobo ni machista. También los temas de género va a definirlos la Constituyente.

 

Lo importante es que la agenda la marque el pueblo. Incluso la agenda de los debates. Pedro Castillo se negó a debatir con Keiko Fujimori, su rival en el balotaje, la candidata de Vargas Llosa, en los términos que pretendían los canales (querían cuatro debates moderados por ellos, ir midiendo, en encuestas diarias, el mejor perfil de Fujimori debate a debate). Pedro Castillo respondió que sólo (y una sola vez) debatiría en Lima si previamente lo hacían en Chota, su pueblo, en la plaza. Considerando que las encuestas dan diez puntos de diferencia a favor de Pedro Castillo, Fujimori no tuvo más remedio que ir a Chota. Se puso una camiseta de la selección peruana, como cualquier hija de rico para ir a ver las eliminatorias en el Estadio Nacional de Lima, se puso a gritar y a pitorear prepotente, como buena hija de rico y admitió fastidiada, no más empezar el debate: “tuve que venirme hasta Chota”. La plaza la silbó y ella no entendió por qué, como tonta hija de rico.

 

Pedro Castillo habló pausado, sin titubeos ni florituras debajo del sombrero campesino. Dijo que su gobierno va a beneficiar a todos los trabajadores, incluso a Keiko Fujimori, aunque no sabe de qué ni dónde ha trabajado ella. Me hizo acordar a otra realidad, a otro candidato hijo de rico, de dudosa historia laboral, del que no podemos escaparnos cual Pedro Castillo del cerco mediático.

 

“Vámonos, derrotando afrentas”, nos dijo Che Guevara. Ahí va el pueblo andino, en moto hacia la Constituyente. 

sábado, 8 de mayo de 2021

La seguridad madrileña para perder las elecciones en Uruguay

 


–¿Quién hizo esto? –le pregunta Maradona a Kusturica en la película de éste sobre aquel, cuando Kusturica lo pasea en su coche viejo por las calles del centro de Belgrado y el argentino ve sorprendido la destrucción, las ruinas de esa ciudad que había sido monumental.

 

–Yo podría decirte que fue la OTAN, pero voy a decírtelo con nombre y apellido, Javier Solanas. ¿Sabes quién es?

 

–Sí, socialista español –contestó Maradona, poniéndole al subtexto de “socialista” todas las comillas que ya para entonces le connotaba a ese término el adjetivo “español”. De los intestinos de Javier Solanas salió el Presidente del gobierno que perdió las elecciones en Madrid esta semana.

 

Pero no las perdió por ser lo que es, ni contra algo mejor que él. La candidata que le ganó, tan sólo mostró una birra de diferencia. La que les dejó tomar a los madrileños en un bar mientras el gobierno nacional, en algún momento, fue un poco más oficial, por sumarse a las malas, tardías y cambiantes gestiones de las epidemias en los países vecinos, todas fracasadas en sus resultados.

 

En Uruguay, la izquierda puede estar madrileñamente segura, de volver a perder las elecciones, si la crítica a la deplorable y desastrosa gestión de la epidemia del gobierno de Luis, se hace reivindicando la deplorable y desastrosa gestión de la epidemia del gobierno de España, de Francia, de Italia, de Alemania, de Suiza, de Reino Unido y de Nueva York. Y se está haciendo. Ayer, en Legítima Defensa eso fue lo que se hizo.

 

La estrategia parece ser dejar el mínimo margen de diferencia para decidir quién gana. Una birra en un bar, ¿quién la invita?

 

Puesto que los únicos países del mundo mencionables, del mundo nombrable, se limitaron a diferenciarse entre ellos en que algunos hablaron de “libertad responsable” y otros tomaron medidas mal, tarde e inconsecuentes, hacer loas a Macron y a Biden es mantenerse en el eje París-New York de los prestigios establecidos. Ganar o perder ahí es igualmente una derrota, porque nos deja igualmente afuera del mundo.

 

El mundo con el océano Atlántico y el mar Mediterráneo en el centro no existe. Hace décadas que no existe. Están mirando un mapamundi caduco, desfazado, incongruente y falaz, compañeros. Están jugando en la cancha de la agencia de publicidad de Luis, cuando ustedes estaban en streaming para cambiar de cancha.

 

El sesenta por ciento del tráfico comercial del mundo pasa por el océano Pacífico (y otra buena parte por el estrecho de Ormuz, el mar Negro, el mar Rojo y el Ártico). China en este mundo existe y es central. Rusia existe y es central, Vietnam existe y Nueva Zelanda existe. Nombro a estos dos, que fueron los mejores del mundo en gestionar la epidemia, pero otros ejemplos de verdadera buena gestión son China e Islandia, entre otros del mapamundi actual, todos lejos del eje glamoroso setentista París-New York, caricatura de la “comunidad internacional” según Guaidó y Duque, embrión de carne de dinosaurio.

 

Hoy, el eje geopolítico del mundo es Shanghái-Moscú (el mayor foro económico y la mayor potencia cualitativa militar), el revolucionario Beijing-Hanoi (“salvando las distancias”, dijo Raúl) y el glamoroso San Petersburgo-Shenzhen (no hay perdedor más ganador que el Dosto).  

 

"La verdadera política es la política internacional", nos dice Perón. En la Europa periférica, cuando Trump mandó reconocer a Guaidó de inmediato, el que lo hizo al instante fue Sánchez, que llamó por teléfono a Guaidó el mismo 23 de enero. Había jurado y perjurado que no era otro Felipe González (hubo otro PSOE, anterior a Felipe y había que dudar de que Sánchez no mintiera, pero de Vox a Sánchez, todos resultaron a la derecha de Franco; éste fue el último derechista en romper con Fidel; en cambio, El País (Prisa) fue el primero en urdir el golpe de Carmona). Lo demás es vuelo de cabotaje y a pista de barro.

 

A nadie le oí, ni leí, nunca, un discurso más fascista que el de Borrel amenazando a Venezuela con catástrofe sanitaria, ni siquiera el de Millán Astray (entre viva la muerte y viva la peste si no te invade el yanqui, la diferencia es de rebuscamiento). Era completamente imposible para una izquierda nacional en contubernio gubernamental con el PSOE, hacer verdadera campaña de izquierda, cuando ya la derecha ganó esas elecciones antes de disputarlas. Porque el mundo es mundo. Y, últimamente, lo menos mundano (por no decir lo más inmundo) del mundo es Europa "occidental". Y cuanto más "occidental" parece y es peor.

 

Pero también era absolutamente imposible que la izquierda, Unidas Podemos, hiciera campaña de derecha contra el fascismo de Vox y de la Ayuso (ésa que ganó la Ayuso pero todavía no estaba ganada), porque si el gobierno, prohibiendo en ciertos momentos tomar una cerveza en un bar, hubiera obtenido resultado visiblemente distintos, resultados neozelandeses, vietnamitas, chinos, islandeses, les hubiésemos tapado la boca a los fachas, pero Sánchez-Iglesias dejaron correr el 8 de marzo, la Champions League y reabrieron la economía con el virus bailando una rumba. A escala, España, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Nueva York, apretados por lobbies poderosos, cometieron el mismo error que Madrid y que Luis. A ojos de los televidentes no hay más que una birra de diferencia, la “libertad responsable”.

 

Entonces, seguir poniendo de ejemplo la agenda en Uruguay hegemónica de un colonialismo mental atávico y las fuentes en Uruguay hegemónicas de un colonialismo mental atávico, es empezar a perder las elecciones antes de disputarlas. A la manera de la izquierda por izquierda o por derecha en Madrí.