sábado, 26 de abril de 2008

Salud reproductiva

No recuerdo haber visto otra película rumana. Pero Cuatro Meses, Tres Semanas y Dos Días me parece suficiente para corroborar la opinión de Antonio Baldomir, quien sí ha visto bastante cine rumano, de que hay un poderoso movimiento teatral en ese país y evidentemente ya también cinematográfico. 

Los actores de Cuatro meses..., sin excepción, tienen el mismo nivel que se puede encontrar en los productos de primera línea del cine italiano, español o francés. Tan parejo es el rendimiento del elenco que solo me animo a destacar a los intérpretes por su protagonismo. 

 La dirección también da muestras de un oficio consumado en el manejo del relato. Los tiempos de la narración están perfectamente desarrollados. He leído comentarios en discordia, pero en mi opinión no sobra ni falta un solo segundo durante el desenlace de cada situación. 

Naturalmente, es un film europeo. No esperen ni busquen el vértigo de Hollywood, pero sí podrán encontrar la energía y la vitalidad de una historia particularmente dramática. El director no escatima ninguna crudeza. El tema del aborto en jóvenes solteras de pocos recursos económicos está mostrado con un realismo que asombra. 

 Al comparar la realidad rumana (donde también está penalizado el aborto) con la nuestra, uno encuentra tantas similitudes, incluso de ambientes, de colores, del estado económico de las cosas, que esta película en Uruguay será odiada o amada, sin términos medios, en decisiva medida, según se esté de acuerdo o no con la ley de salud reproductiva que sigue en discusión en nuestro parlamento y seguramente terminará plebiscitándose. 

Pero en cualquier caso es un testimonio muy bien elaborado que a nadie le vendría mal apreciar y tomarlo en cuenta.