martes, 12 de mayo de 2015

Los alcaldes, la mayor pérdida de originalidad del Frente

Muy contento con Daniel Martínez Intendente. En diciembre del año pasado escribí en este blog ("Daniel Martínez Titular"): "El primer gol de los descuentos de la derecha en las anteriores departamentales fue un gol en contra que se hizo el Frente Amplio.

Los principales dirigentes del Frente le dijeron a la gente que Daniel Martínez era bárbaro para candidato a Intendente de Montevideo, sólo que ellos preferían a Carlos Varela, pero resulta que cuando Carlos se retiró y quedó solo Daniel con el apoyo de las bases, los dirigentes lo vetaron. Entonces para ellos no era bárbaro. Le mintieron a la gente. Se nos burlaron.

El segundo gol también fue en contra. Lo cometió una organización que ya no representa a sus bases, cuando, por intereses sectoriales mezquinos, para evitar que de todos modos saliera Daniel, impidió que la gente eligiera el mejor candidato directamente en las elecciones. Estos dos primeros goles, especialmente el segundo, dejaron el ánimo pal orto a la hora de salir a pelear votos.

(...)Daniel quedó de suplente en aquel 2010 de la maniobra que ocasionó pérdida de votos. Daniel aportó al equipo sumando con la 90, cuidando la unidad, a pesar de los pesares. Después trabajó cinco años bien abajito con las bases y estos dos últimos añitos se preparó técnicamente para lo más específico de la función de Intendente Departamental de Montevideo. Estudió y agregó conocimiento al que ya tenía, como Ingeniero y como director de empresa. Ahora ya está planteado abiertamente y va a ser muy difícil que le quiten la titularidad con pactos entre tinieblas.

No pretendo que juegue solo. Si el Frente quiere poner dos o tres candidatos, que la gente decida. De última confío más en el criterio de nuestro pueblo que en el de nuestros dirigentes y, si vamos a equivocarnos, es preferible hacerlo entre todos. Ya sabrá cada sector lo que le conviene y por cierto que saben lo que le conviene al FA.

Que no haya que volver a decir: “¡Qué jugador y no lo pusieron!”.

También ganó con creces Yamandú Orsi, con el apoyo de Marcos Carámbula, con quien milito, así que también muy contento con eso y con haber recuperado Salto y Paysandú, ganado Río Negro, haber sido la única fuerza política que creció en número de intendencias y haber mantenido el caudal de votos en todo el país respecto a 2010 (creciendo en Montevideo), pero ya en 2010 critiqué en este blog la iniciativa de Tabaré de elegir y cómo elegir alcaldes. Fue una copia inapropiada al socialimperialismo godo otanista (monárquico pesoísta) que distorsiona completamente la originalidad del Frente Amplio como coalición y movimiento y nos ha costado caro, ya en 2010 y ahora otra vez (regalamos bastiones municipales a la Concertación en Montevideo y a blancos en otros departamentos a consecuencia de esa mala copia).

La historia puede leerse desde arriba. Es lo que suele hacerse, pero si se lee como quien mira al fuego (que pa calentar debe ir siempre desde abajo) se ve que la gran originalidad del FA como estructura organizativa, lo que le permitió irrumpir con fuerza para crecer constante, fue constituirse en un 50% del poder con sectores políticos coaligados, pero en el otro 50% por las bases organizadas. Eso determinó la participación (porque la gente participa en tanto puede decidir y resolver tareas si es para implementar sus propias decisiones) y duró y dura mientras y en tanto los comité de base duraron y duran en su poder (cada vez menor; y, aunque ahora sustentan esa participación las redes frenteamplistas -que sustentan además el carácter de movimiento esencial al FA- y los sectores con mayor aparato, son circunstanciales, no responden a la intención orgánica original de distinguir al FA como democracia directa). El batllismo duró cincuenta años gracias a la participación en el Club Político, que fue el sucedáneo que le quedó al Pepe Batlle tras que Feliciano Viera le frenara la "sovietización del partido". Nada ha atentado más contra las bases del Frente que esa alcadeización por sectores políticos justo en el ámbito más propio de las bases, el del voto de mayor cercanía.

Todo se transforma. El Frente Amplio sustituyó al batllismo en la participación de las bases (y en el antiimperialismo, que el Partido Colorado perdió por completo y que el FA hoy lo lleva a rastras de la pérdida de participación) cuando creó y concretó en hechos políticos los comité de base que tanto defendió Seregni. Cuando éstos entraron en crisis por sobre representación sectorial (que de todos modos exigía participación independiente) y porque momentáneamente se traicionó aquel lema de "unidad sin exclusiones", dejando fuera a otros grupos y al MLN, éste creó y concretó con "las mateadas" una ocupación eficaz del espacio cedido por los C de B y esa participación les permitió un gran crecimiento como sector que hoy, ya en el mismo terreno sectorial a veces mezquino, ralentiza. Cuando los comité del FA desaparezcan, otros van a ocupar ese espacio que es siempre el -en última instancia- decisivo.

Hasta por conveniencia sectorial (porque del poder de todos depende también el de los sectores, pero el chiquitaje y la corta mira les impide ser generosos con organismos frentistas independientes) deberían los partidos del Frente buscar un mecanismo para que en el ámbito municipal se exprese aquella brillante originalidad del movimiento que fue el FA. De lo contrario nuestro Frente se parecerá cada vez más a los partidos fundacionales del Estado tapón y en parte las formas determinan los contenidos. Quizás no sea ajeno a esas formas cierto quintacolumnismo que hemos jugado en el campo de América La Nuestra.













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