miércoles, 1 de octubre de 2014

Juan existe; ¿clase media o pueblo?

A mediados de julio yo temía que el Frente Amplio perdiera las elecciones. Señalé los errores que a mi juicio estábamos cometiendo, entre los que no se incluía el temor a perder bien justificado, pero a partir de la bandera de Lacalle, de acontecimientos internacionales que pusieron negro sobre blanco y del cambio de consigna con que el Frente prorrumpió "Uruguay no se detiene" empecé a postear, a comentar en face y a apostar por dinero que el fa ganaría, muy probablemente en primera vuelta.

Eran los días de las encuestas de agosto, que nos daban decreciendo en 39% y a Lacalle trepando al 32%. Conseguí fácilmente apostadores.

Además tenía en cuenta que el 26 de agosto se terminaba la campaña electoral -la de las sensaciones climáticas televisivas- para ir un poco a lo temático, por ley publicitaria.

Hoy se ha revertido la tendencia con mayor intensidad de lo que las empresas encuestadores se han atrevido a mostrar hasta el momento y la tendencia define: el Frente Amplio crece más del doble que Lacalle en intenciones de voto y los demás se estancan o retroceden en ellas. Voy a detenerme -a ponerme un momento por fuera de Uruguay- para comentar una banalidad: la manito que nos dio Pablo Mieres con su publicidad de "Juan Clasemedia".

La publicidad en sí misma dice que "Juan Clasemedia" dejó en determinada época de votar a los partidos tradicionales porque estaba harto del clientelismo y que ahora está harto del fa, por eso votará al Partido Independiente, pero ese aviso fue el detonante de una cantidad mucho mayor de publicidad frentista espontánea en las redes -sobre todo en Twitter- tomando en joda a "Juan Clasemedia", que resultó muy efectiva.

La intención del Partido Independiente era obvia. Señala el clientelismo porque es la única diferencia que tiene con blancos y colorados -como demostró con el voto de sus dos diputados- y lo será mientras la ínfima porción de gobierno del pi no le permita hacer clientelismo, pero pretendía, además, sustituir el clásico Juan Pueblo por el "Juan Clasemedia" afanándose en aportar al laminado antipopular de ciertas subjetividades.

El término "clases medias" fue usado exactamente para todo lo contrario por José Batlle Y Ordóñez a principios del siglo pasado. Para que no se confundiera con burgueses a quienes eran parte del pueblo contra la oligarquía (como definía al Batllismo Batlle y Ordónez, en los ejes pueblo-oligarquía, patria-imperialismo) dando lugar, desde el populismo y el obrerismo, incluso a las "clases altas", coincidiendo con Lenin en que lo que define a una clase es su toma de partido, sus ideas en la acción, más que su origen y situación económicas o respecto a los medios de producción.

El pueblo uruguayo como categoría política es hoy en gran medida una recreación construida por el instrumento Frente Amplio, con sus dos primeros períodos de gobierno nacional. Es natural que los uruguayos que con el Frente salieron de la pobreza tengan conciencia de pueblo en sí y para sí, más libre cuando en la televisión se descentra la campaña electoral de los "informativos".

Y la oligarquía (¡qué coincidencia!) sigue teniendo, como en tiempos del Pepe Batlle, su partido tomado en torno a la Federación Rural, el latifundio, su rosca con el capital financiero imperialista, jugada por corporaciones mass-medias, ahora a sus dos candidatos blanquicolorados y a su laderito "independiente".







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