viernes, 3 de octubre de 2014

Aguantá un tiempito, Namera

"Si querés sacar a tus presos ilegales de Guantánamo por qué no los llevás a Estados Unidos, por qué tengo que traerlos yo", dijo Lacalle Pou que le diría a Obama, casi en el tono por la positiva que empleó Rattin para protestarle al juez en Inglaterra-Argentina 66

Bordaberry agregó que cuando él sea Presidente le negará a Estados Unidos tal favor.

Con Guantánamo, a veinte días de las elecciones, Lacalle y Bordaberry quieren aparecer como antiimperialistas. Es como el "por la positiva" de Lacalle Pou, después de casi diez años de por la negativa, pero no hay que verlo con negatividad. Al contrario: seamos positivos.

Si Lacalle hubiese estado por la positiva cinco años, cuatro, tres al menos... sería creíble, sin contar que el propio slogan se le desarmó el mes pasado cuando votó negativo a la Universidad de la Educación, desnudándose la máscara, llenándose de su vacío. Si no quiere que le ocurra lo mismo con su "antiimperialismo", le espera un periplo complicado.

¿Verás que todo es mentira?

Las relaciones de Estados Unidos con un presidente Bordaberry no resiste más que pésimos recuerdos, pero veamos.

No es cierto que Estados Unidos tenga que llevar -ni siquiera que pueda llevar- a sus presos ilegales en Guantánamo a Estados Unidos, porque en Estados Unidos ya están.

Guantánamo es una base militar de Estados Unidos, el único territorio de Estados Unidos en la isla de Cuba. Fidel Castro ha reiterado innumerables veces que "en Cuba se practica la tortura: en la base de Guantánamo, territorio usurpado por Estados Unidos en nuestra isla".

Tampoco es cierto que esos presos ilegales sean "tus presos" de Obama, si lo dice Lacalle.

Son originalmente presos de Bush o sea de Aznar y de Lacalle.

Lacalle Pou declara que su ídolo máximo en política es José María Aznar, quien en el contubernio de las Islas Azores con George Bush (en la foto Blair, Bush y Aznar, el trío de Las Azores, allí mismo), fue el promotor convidado de la invasión a Iraq y de los consecutivos secuestros, torturas y prisiones ilegales, incluida la de Guantánamo.

Cuando la objeción a aceptar por motivos humanitarios la solicitud de Obama, de liberar presos ilegales que su Parlamento le impide hacerlo en Estados Unidos, proviene de los compañeros chilenos, por ejemplo, de la Nueva Mayoría gobernante en Santiago, es atendible.

Son compañeros que se opusieron a Bush, a Aznar, a Lacalle y apoyaron avances antiimperialistas en América Latina, pero cuando la hace Lacalle y a veinte días de las elecciones, tiene un sólo aspecto a tener en cuenta. No menor.

Los gobiernos del Frente tuvieron algunas verdes y bastantes maduras en antiimperialismo, pero Lacalle todas verdes. Sin embargo ahora Lacalle Pou debe pasar los próximos cinco años votando por la positiva al gobierno del Frente, en todos los rubros donde ha declarado querer mantener el programa frentista mejorándolo y debe empezar a oponerse a Estados Unidos (porque -me olvidaba- acusó a la embajadora en Uruguay de intromisión en asuntos internos) cada vez que se entromete para apoyar golpes de Estado y desestabilizar en Latinoamérica, (recientemente en Honduras, Paraguay, Bolivia, Ecuador... constantemente en Venezuela). Ante esta perspectiva el Frente Amplio de ninguna manera debe caer en la necedad de negarle la afiliación a Lacalle Pou llegado el caso.

¿Cuánto más arrepentimiento podemos pedirle por la positiva? ¿Qué santo sacramento frenteamplista le falta jurar al declararse "antiimperialista"? ¡Dejémonos de atavismos y afiliémoslo!, pero eso sí: aguantáte un tiempito por la positiva antiempirialista, Namera; cinco, cuatro, tres añitos al menos. Hacelo verosímil.





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