lunes, 3 de octubre de 2011

Un contrato salido de la galera

Si hace apenas dos años alguien me hubiese dicho que la AUF iba a volver a firmar con Tenfield para las próximas eliminatorias lo hubiese tratado de fabulador.

En ese momento la probabilidad de que Clarín “voltease” a Cristina Fernández de Kirchner seguía siendo la más alta en el noventa por ciento de los escenarios posibles. Cristina era el punto vulnerable de la emergencia de gobiernos progresistas en América Latina. Todo el poder de la reacción mundial se concentraba contra ella en atención a la importancia geopolítica de la Argentina y del cambio de ánimos que su caída portaría para desmoronar a los nuevos instrumentos de estos pueblos –la UNASUR fundamentalmente–. No habría tregua. Todo concurría en apoyo de Clarín.

En Montevideo –coto de caza menor pero atractivo–, Clarín tenía pronto su lobby con suficiente viento como para echar a Tenfield al agua.

Lula contrarrestó esa fuerza antikichnerista cuanto pudo, pero fue el ascenso de Obama el que trajo un pequeño respiro, que el gobierno argentino no desaprovechó en absoluto.

No me pregunten cómo (lean a José Pablo Feinman, pregúnteselo a Dolina o a Capusoto, yo qué sé) pero este año amaneció con el grupo de Ernestina Noble en franco retroceso, Gol TV trabajando en fútbol para todos y la AUF sin oferentes que compitieran contra Tenfield por las eliminatorias. O acaso la respuesta tenga bastante que ver también con todo lo bueno que hizo y está haciendo la selección uruguaya en este tiempo. No sé. Es presumible que en un escenario de derrota las animosidades estarían aún más exacerbadas.

Como el contrato se hizo con el asesoramiento de una consultora y la participación de Full play (que puso tres y medio de los diez millones quinientos mil dólares; los otros siete los pone Tenfield), quedó cristalino que el anterior contrato, por cinco millones quinientos mil, no fue ningún abuso, habiendo mejorado ahora tanto las circunstancias de todo orden.

Quedaron afuera el sponsoreo del Ministerio de Deporte y Turismo por dos millones de dólares para la AUF y la cláusula de igualación de la mejor oferta para Tenfield. ¿Quién se atreve a decir lo que pueda pasar dentro de cinco años?

Por lo pronto la celeste se reasegura una base logística que no existía en otros tiempos y que no discontinuó aunque renunciaron tres presidentes de la AUF durante la "era Tabárez" y el cuarto desoyó a éste como supervisor general de selecciones en algún caso puntual. No estoy seguro de que esa continuidad se hubiera mantenido con Clarín o con algún capital golondrina que hubiese ingresado.

Francisco Casal cree, entre otras cosas, en el trabajo, en la organización y, por sobre todas, en el dios de los cristianos católicos apostólicos romanos. Cada cual hizo su trabajo y él además de hacer el suyo, le habrá rezado a su dios y hoy le estará agradeciendo.

Yo tengo mis dioses paganos, mis agradecimientos y también creo en la organización y en el trabajo, pero la suerte se llama suerte. Aunque también se le puede llamar magia, como sugiere el título.

Al fin y al cabo el fútbol uruguayo es en sí mismo mágico y milagroso.

1 comentario:

Ana dijo...

Las cosas absurdas que tuve que escuchar sobre esta negociación en los medios, ponían el grito en el cielo por una cláusula que practicamente todos los que tenemos empresas y firmamos sea con el Estado o Privados, la incluímos,siempre que el contrato implique inversiones importantes de equipamiento es natural y es la primer vez que escucho se discute claro es Tendfield son los medios..... es el gran PODER