viernes, 24 de junio de 2022

La Petro-democracia

 

Francia Márquez y Gustavo Petro


La seriedad de la niña que estaba junto a Francia Márquez Mina mientras ésta inauguraba los discursos de triunfo en el acto de festejo del Pacto Histórico, contrastaba con la euforia del momento.


Cuando Francia habló de la alegría de los niños, la niña permaneció seria, con disposición de lucha, sin una sonrisa, sin que le brillaran los ojos. Cuando Francia vivó a todas las organizaciones sectoriales del Pacto Histórico y a sus principales referentes vivos y muertos y al propio Pacto Histórico, la niña sólo se movió cuando Francia dijo “Viva la Comunidad Afrodecendiente Palanqueña”. La niña en ese momento cerró el puño y lo alzó, sin cambiar la expresión de su rostro y enseguida lo bajó y eso fue todo.


Los que piensen que la democracia de Petro va a avanzar poco en Colombia no se fijaron a esa niña. El presidente electo no es un mago y su programa –el declarado y el real– no es un mantra. La profundidad de la democracia que se instale en Colombia con Petro y Francia Márquez depende de los sectores sociales y políticos que estén dispuestos a sostener determinadas reivindicaciones y, de ésos, Colombia tiene bastante.


Y tiene liderazgo. Gustavo Petro le mató el punto a Uribe. “Me llamo Gustavo Petro y soy vuestro Presidente”. “Los quiero mucho”. “Te quiero mucho, Colombia”. La cuestión de los liderazgos caribeños, sus perfiles y su importancia tan distinta a la de los nuestros, pienso recién haberla entendido desde que leí “El General en su Laberinto”, de Gabriel García Márquez. Lo leí tardíamente. Fue uno de sus libros que dejé para postre y era decisivo para entender el Caribe y su idiosincrasia histórica. Yo había estado en el Caribe y en Centro América pero eso no es mucho más que mirar un documental. El libro del Gabo revela el alma de los hechos. Entendí más a Bolívar, a Fidel, a Chávez y entiendo ahora el talante discursivo de alto vuelo de Petro.


El momento más contundente de su discurso es cuando solicita la liberación de los jóvenes del estallido de 2019 (eso que le faltó a Boric en su discurso de proclamación) y cuando solicita el regreso a sus cargos de los funcionarios separados por motivos políticos. Lo dice en tono ejecutivo. No declarativo.


Porque Petro ganó las elecciones por aquel estallido, que rompió todas las barreras del miedo y fue drásticamente represaliado. “Y las ganó por Francia Márquez”, dice Patricia Villegas, Presidenta de Telesur en el programa “Desde donde sea” del venezolano Miguel Pérez Pirela, “porque Francia fue la verdadera autsider de la elección e hizo que votaran los naides, la otra Colombia”.


Fue en el trabajo en territorio que la campaña de segunda vuelta de Petro obtuvo los más de un millón y medio de votos más que sacó Marco Teruggi la cuenta que iba a necesitar el candidato del Pacto Histórico para acceder al Palacio de Nariño. En total logró 2 millones 700 mil más. Superando por 800.000 mil votos a Rodolfo Hernández. 800 mil votos fue los que obtuvo Francia Márquez en las primarias.


Ahora tiene Petro, para empezar, dos enormes desafíos: la paz y satisfacer las demandas de campaña. Primero la paz. Terminar con el Estado asesino y defender la vida. “Colombia potencia mundial de la vida”, declaró. Muchísima es la oportunidad y la esperanza, pero deben ser mesuradas las expectativas. Si Cristina Fernández de Kirchner percibió en el gobierno de Argentina entre 2007 y 2015 que el gobierno era apenas un 25 % del poder, imaginemos Colombia, con los impunes poderes reales del narcotráfico, la DEA, los paracos, los hacendados, las masacres de dirigentes sociales, los asesinatos selectivos, las desapariciones, cientos de miles en estas últimas décadas y en sus doscientos años de historia “republicana”. La Petrodemocracia tiene, para empezar a preocuparse, el corcet de 8 bases militares yanquis en su territorio.


En el ámbito geopolítico las dos principales cuestiones y relaciones a resolver son Estados Unidos y Venezuela. Ya invitó a Biden a reunirse y prometió un tren desde Cúcuta que selle el reestablecimiento de relaciones diplomáticas con Nicolás Maduro Moros.


Por fin una propuesta constructiva después de tanta destrucción desde Bogotá hacia Caracas, de tantos intentos de golpes de Estado, magnicidio e invaciones programadas por la CIA desde Colombia, entrenadas en Colombia, donde le robaron la refinería Monómeros a Venezuela. Los yanquis van a seguir intentando desestabilizar la revolución bolivariana desde la frontera colombiana, pero ya no cuentan para eso con el gobierno. Tienen un Petro en el zapato.


EL DIBUJO DE BORIC


Cuando Boric ganó las primarias en Chile, escribí que todo dependía de quién lo dibujase, porque tenía poca legitimidad propia, un poco más que Castillo, pero insuficiente y carecía de gobernabilidad. La derecha controlaba el parlamento. Pero la dinámica señalada para Colombia por el estallido del 19 (con un Petro más legitimado, con votos propios, fuerte bancada propia, aunque también va a tener problemas en el parlamento) además cuenta para Chile.


En Octubre de 2019, las primeras líneas de los manifestantes trasandinos estuvieron a media hora de tomar La Moneda. La guardia de carabineros se quedaba sin municiones, según transmitieron al mando por radio. Fueron movilización bastantes más potentes que las de 2006 y 2011, pero Boric no reivindicó las del 19 (de otra generación), votó la ley antibarricadas en el parlamento y todavía está por resolverse la libertad de los manifestantes de aquel cualitativamente superior movimiento.


Ahora son los constituyentes los que hacen avanzar democracia en Chile y lo hacen en un terreno más duradero, decisivo y determinante que el del establishment. La experiencia de lucha está. La profundidad del avance va a marcarla el apoyo a la Constituyente, cuyo borrador va a ser presentado el 6 de julio y votado el 6 de septiembre. El pueblo empieza a dibujar a Boric, sin importar si tiene el corazón en Washington.


Así que la próxima cita electoral de nuestra América para este resurgir del ciclo progresista es en Chile, con el voto “Apruebo” el 6 de septiembre y en octubre Lula en Brasil, acaso en noviembre en balotaje con Bolsonaro.


Brasil, no fundó el grupo de Lima, que en 2019 se creó para derribar a Maduro de la Presidencia de Venezuela. El domingo en Colombia cayó el último régimen que propició el macabro grupo al servicio del Imperio, el colombiano, cuando Duque fue expulsado del Palacio de Nariño, luego de Piñera de la Moneda, Lenin Moreno de Carondelet y Kuzinsky de la Casa de Pizarro. Mientras Maduro sigue en Miraflores.


Pero la lista más misteriosa de esta serie de suspenso, es la que confeccionó Lacalle Pou para su fiesta de asunción presidencial en 2019, de la que excluyó a los mismos que excluyó Biden y le faltaron otros tantos igual que a Baiden.


Todos los invitados han caído uno a uno, desde aquellos fatídicos recibos de invitación. Bolsonaro se agarra la cabeza porque ahora le toca a él, según se deduce de la trama común a cualquier película de asesinatos seriales. La de Lacalle Pou fue especie de lista de Schindler pero al revés.


ECUADOR Y ARGENTINA


Las movilizaciones crecen en el continente. En Ecuador los indígenas reaccionaron al aumento del precio de la gasolina en un país que produce petróleo y tiene refinería. El líder Leonidas Iza fue puesto preso y debieron liberarlo por la presión popular en las calles y luego balearon su auto. La represión es brutal, pero el paro general se extiende.


En Argentina la CTA llamó a manifestar, a movilizarse con el espíritu de cambiar correlaciones de fuerza que tuvo el 17 de octubre de 1945, cuando el pueblo fue a Plaza de Mayo a liberar a Perón, preso en Martín García. Durante el congreso de la CTA que cerró un brillante discurso de Cristina Kirchner, se explicó con precisión “la gran estafa” que sufre la Argentina, las auténticas causas de la hiperinflación, la necesidad de mantener la unidad pero a su vez, el tono del discurso de Cristina fue de campaña para las PASO de 2023, con ella encabezando Unidad Ciudadana en las PASO del Frente de todos. Así que Petro, Chile, Lula, Cristina Kirchner y en 2024 México, Uruguay y Venezuela.


Y dicen que el mundo va a la derecha…


En Francia el domingo perdió Macron la mayoría parlamentara a manos de Melenchon (izquierda radical anti OTAN muy mayoritariamente) y de Marine Le Pen (también anti OTAN). Perdió Rochild, la Reserva Federal, la OTAN y ganaron los soberanistas.


En Luxemburgo, Yang Jiechi, Presidente de la Comisión de Exteriores del Partido Comunista de China, se reunió cuatro horas con Jake Sullivan, Jefe de Seguridad del Departamento de Estado de Estados Unidos, por tercera vez en un año. Las tensiones en Taiwán tuvieron un impasse.


Concomitantemente, Sholz, Macron y Draghi, primeros mandatarios de Alemania, Francia e Italia, respectivamente, fueron a Kiev a convencer a Zelensky de que siga la línea Kissinger y acepte que los territorios rusopartantes y rusófilos de Crimea, Donestk y Lugansk son rusa una e independientes los otros.


Bueno… si la derecha es el antiimperialismo, sí, el mundo va a la derecha.

1 comentario:

Poesía casera dijo...

Muy buena nota. Leer sus notas Joselo es poder abarcar las democracias y no democracias más sus personajes en casi todo el mundo. Nuestra América que importa tanto, y la casi verdad de las nuevas elecciones. Petro es el gran ganador por y para el crecimiento del pueblo. Que nos dejen que solitos sabemos .
Gracias por esta nota