viernes, 18 de marzo de 2022

La paz de las sanciones


 


El Pacha Sánchez es de gran contundencia em sus explicaciones en los debates. La explicación es desde siempre un arma de los de abajo. En una comedia dramática del siglo XVII, “Del rey abajo, ninguro”, Francisco Rojas Zorrilla nos dice que es cosa indigna de un rey dar explicaciones.


El poder monárquico y el poder imperial no necesitan narrativa. Al contrario. Si argumentan algo debe carecer de explicación para ser digno. El argumento del poder es el poder mismo.


Cuando EEUU contaba todavía con supremacía de poder duro para su ataque a Irak, el argumento de su poder blando fue precisamente el poder duro. Ninguna excusa verosímil. Decir que Irak poseía armas de destrucción masiva que no poseía, que la CIA sabía que no poseía, que nadie mínimamente informado creyó y que después de entrar en Bagdad, la OTAN ni siquiera se tomó la molestia de plantar en el terreno para justificarse, era la forma perfecta de decir: “la destruyo porque puedo, simplemente porque puedo, porque tengo el poderío militar y económico para hacerlo”.


Las bombas fueron su propio argumento, el poder financiero mundial fue su propio argumento para ablandar a Irak por hambre con el bloqueo, las sanciones y la ‘ayuda humanitaria’ antes de dirigirle los cazas sin pilotos con bombas con uranio empobrecido en sus cabezas lo suficientemente inteligentes para matar colateralmente medio millón de civiles. “Y todo porque puedo, porque es mi propiedad”.


"La maté porque era mía"


La victoria de USA en la guerra psicológica contra el mundo era que destruía precisamente porque podía y no necesitaba explicarse ni siquiera con sus propios intereses. Es más, lo demostró señalando una asimetría banal: armas de destrucción masiva cuando de hecho armas de destrucción masiva para hacer añicos ochenta veces La Tierra, tienen Estados Unidos y Rusia, entre otros, pero no pueden usarlas, porque de hacerlo, se destruyen mutuamente (MAD, Destrucción Mutua Asegurada).


Es decir: “la mato porque porque puedo, porque es mía” o mejor aún: “la mato porque me cebó un mate frío” (“es mía e insignificante”), y mejor aún si el mate no estaba frío. “¡Y calladitos la boca, que soy el único que habla en el mundo (“occidental”) y por lo tanto el único que piensa para decirles a todos ustedes lo que tienen que decir, que para eso puedo bloquearlos, sancionarlos, bombardearlos, destruirlos por completo y para eso tengo cartelizados todos los grandes medios de comunicación (en “occidente” a los medios rusos los tuve que prohibir) ¡y esto se llama “libertad”, eh, repitan con Luis y con Gurméndez: “libertad”!”.


ESA SOFISTICADA BANALIZACIÓN DE LA MENTIRA


La posverdad es un producto genuino del pensamiento único. El poder blando yanqui funcionaba casi sin interferencias a su pensamiento único y su posverdad. Su medio columna era CNN. Las cuatro agencias de "noticias" principales del “mundo occidental” copiaba no sólo la agenda sino también las frases literales de CNN; el gabinete de la “tercera vía” de Tony Blair integraba a Murdock como ministro fantasma, el de las casi doscientas empresas mediáticas para izar la bandera falsa del arma de destrucción masiva, en oligopolio con CNN. En aquel tiempo el propio Murdock adelantó que pocos años después solo tres corporaciones controlarían todo el flujo mediático de occidente y entre ellas, una sería la suya. No se equivocó en su leve exageración. Hoy cinco corporaciones contralan el 96 por ciento de la distribución de “información”, incluidas las canciones, que además de entretenimiento son “información”.


Pero RT les hizo competencia con sorpresiva velocidad.


Cuando USA contaba todavía con supremacía de poder duro y bando para sus ataques en Asia occidental, Libia fue la última femicidada de esa forma argumental: “el mate frío”. Se dejaron billones de dólares yanquis por el camino de la invernal “primavera árabe” de propaganda contra Irán, Siria, Yemen, Egipto, pero encontraron vulnerable a Libia. “¡Ayuda humanitaria!” gritaron olfateando petróleo y no dejaron piedra sobre piedra. En Nueva York una voz se alzó contra el procedimiento. La de Donald Trump, crítico. “Antes de iniciar los bombardeos debimos asegurarnos la propiedad directa del 50% del petróleo”, dijo, acusando a Obama de criminal inepto, cual si alguien hubiese podido asegurarles control político tras la invasión, cuando ya no lo habían conseguido en Irak ni en Afganistán.


Pero en 2014 se metieron en Ucrania. Le dieron un golpe de Estado al Presidente electo Víctor Yanukovich y Crimea se independizó y se anexó a Rusia por referéndum. EEUU sancionó a Rusia duramente y al año siguiente fueron por Siria. Entonces reapareció Rusia para decirle, “hasta acá llegaste, Míster”, y lo dijo con el potencial militar suficiente para respaldar lo dicho. “Esta vez, vamos a detener a los nazis antes de que lleguen a Volgogrado”. Las sanciones de “occidente” se incrementaron, pero Estados Unidos estaba empezando a perder nada menos que la divisa de reserva mundial.


El dólar es una divisa respaldada en armas” había dicho Paul Krugman, estadounidense Premio Nóbel de Economía 2008. Ya había perdido el respaldo del oro y estaba perdiendo el del petróleo.


LAS SILENCIADAS EXPLICACIONES DE PUTIN


En Ucrania sí aparecieron armas de destrucción masiva, aunque no fueron anunciadas por los rusos previamente a la intervención. Laboratorios de guerra biológica que no plantaron los rusos. Ya estaban ahí. Según se informa, tienen directa conexión con el Pentágono. Cuando se le preguntó sobre ellos, Victoria Nuland, sorprendente, admitió su existencia, pero dijo: “nos preocupa la información que Rusia pueda obtener y estamos 100% seguros que si hay un ataque biológico este lo harán los rusos”. China, no opina lo mismo: “Según datos de Estados Unidos, hay 26 laboratorios en Ucrania. En total, Estados Unidos tiene 336 laboratorios en 30 países diferentes bajo su control. También ha llevado a cabo varios programas biológicos militares en Fort Detrick. ¿Cuáles son las intenciones de Estados Unidos? ¿Qué hacen exactamente en estos laboratorios? La comunidad internacional se pregunta. Una vez más, pedimos a Estados Unidos que aclare sus actividades biológicas militares en su país y en el extranjero, y que acepte la verificación multilateral (Zhao Lijian, vocero de la cancillería china).


En Ucrania sí hubo una “amenaza inusual y extraordinaria” (Obama sobre Venezuela), de Zelensky, diciendo que se sustraería del Tratado de Budapest. O sea, que tendría armas nucleares en misil sónico a tres minutos de Moscú. Sí hubo entre 12 y 14 mil asesinados en el Donbass entre marzo de 2014 y febrero de 2022. Sí hubo al menos 40 quemados vivos en La Casa de los Sindicatos de Odessa, e incumplimiento de los tratados de Minsk para acabar con esa guerra. En Ucrania se incorporaron al alto mando militar de Kiev, los batallones nazis que operaron hacia el exterminio de los rusófonos, mayoritarios pobladores del Este y el Sur de la Ucrania de Yanukovich, pero nada es comparable a las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea se están autoinfligiendo.


Antes de que la cerraran en “occidente”, RT dejó planteada la cuestión de la indivisibilidad de la seguridad en Europa, que desde 2007, en Munich, Putin había advertido siendo ninguneado por las corpos, pero ocurrió algo inesperado, en muy poco tiempo (tal era la avidez de información en Occidente) RT en idiomas europeos superó a CNN y a Fox en plataformas de redes europeas, incluso en inglés y en Latinoamérica se convirtió en el canal más visto (ni qué decir de la muy modesta producción de Ahí les va, hoy también cerrada por YouTube). Para mantener la narrativa única a nivel masivo, YouTube las cerró, pero este cierre empuja a Rusia a la solución china de Internet propia. Solución que no excluye al Caribe y a Latinamérica.


En 2019, durante un debate en el programa La Hojilla de VTV (Venezuela), conducido por Mario Silva, una ponencia alertó sobre la posibilidad de que el imperialismo cerrase el grifo de Internet desde Miami y la necesidad de construir nuestra propia Internet. El bloguero cubano Iroel Sánchez advirtió la diferencia entre el poder de China, por su volumen poblacional y desarrollo tecnológico, que sí posee su propia Internet y la dificultad del mundo de habla hispana, con casi mil millones de personas menos que China, estados nacionales numerosos y heterogéneos y en otro estadio del desarrollo de innovación en tecnología.


Faltó al debate puntual de esa ponencia, la geopolítica, que es fuerte de La Hojilla, de Iroel Sánchez y de Mario Silva, pero sólo estaba prefigurando el escenario actual. Hoy Chinorrusia, Rusochina, está obligada por las provocaciones de la OTAN a transferencia tecnológica también en el ámbito de las comunicaciones. Obligado cualquiera pelea. Que el tema se haya planteado públicamente desde hace al menos tres años, es significativo. “La humanidad no se plantea los problemas que no puede resolver”, decía Carlos Marx.


Las sanciones fueron para aislar a Rusia, pero quedo aislado el bloque atlantista nórdico. Todos declaramos contra la guerra en la ONU, pero quienes no se suman a las sanciones son más de 5 mil millones de consumidores. Y eso que no está Uruguay. Si estuviera, seríamos más de 5003 millones (y el bloque no otanista tendría un líder mundial; por ahora sólo tiene líderes regionales, Xi, Putin, Jamenei, Erdogan, AMLO...)


La caída del miedo al dólar es proporcional a la caída de la confianza en el dólar. No surge de las exclusiones del sistema internacional de transacciones, sino de la falta de respaldo en petróleo y en armas. El dólar era fiat porque sabíamos que si Hussein negociaba petróleo en euros, se lo llevaban a Guantánamo. Porque arreglaban con Arabia Saudí y bajaban el precio del barril a 8 para debilitar a Rusia empantanada en Afganistán. Pero ahora el barril se fue a 140 y Rusia le está cobrando el gas a Europa el doble que el año pasado (y Yeltsin no es el Secretario del Partido en Moscú, medida de que en tiempos de Breznev y de su yerno era todo naufragio).


El Yuan digital puede operar en una transición, pero a medio plazo China va a preferir un CIPS (o como vaya a llamarse) en canasta de monedas (para expresar en las geofinanzas la multipolaridad y para evitar el Dilema de Triffin en su desarrollo económico) y andando el tiempo (si la ONU o como vaya a llamarse, se recupera de esta anomia) una moneda de reserva mundial emitida por las naciones unidas, tal cual planteó Keynes en alternativa a Bretton Woods.


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