Lunes negro,
miércoles de cenizas. Estas son las cosas que pasan cuando pasan estas cosas.
Los yanquis fracturaron rocas a kilómetros de profundidad para extraer
petróleo de esquisto, petróleo de baja calidad pero mucho. Les daba para
autoabastecerse si lo mezclaban con un poco de petróleo convencional. Cubrían
un ochenta por ciento de su demanda. Incluso exportaban.
Mientras estuvo a 80 dólares el barril le ganaban 30 porque el costo de producción es 50, pero hace ya muchos años que el exceso de oferta, sumado a la reticencia en la regulación de la producción, bajó el precio del barril hasta hacerlo no redituable para las petroleras yanquis, que empezaron a endeudarse y a generar una burbuja financiera.
Mientras estuvo a 80 dólares el barril le ganaban 30 porque el costo de producción es 50, pero hace ya muchos años que el exceso de oferta, sumado a la reticencia en la regulación de la producción, bajó el precio del barril hasta hacerlo no redituable para las petroleras yanquis, que empezaron a endeudarse y a generar una burbuja financiera.
Hace años
que se anuncia el estallido de esa burbuja, uno de los tantos puntos débiles de
la economía de USA cuando el Imperio inició una insensata guerra comercial
contra China, bloqueos económicos arbitrarios unilaterales y otros recursos de
guerra irregular, híbrida, ciberataques, laboratorios para guerra biológica en
el país y en bases militares que cercan Rusia, China, Irán, Venezuela.
El aislamiento mundial de USA mientras China avanza a primera economía era indetenible.
El COVID-19 fue un manotazo de ahogado. Toda China se iba a contagiar en sus viajes de año nuevo, pero resultó un boomerang. Todas las economías “occidentales” tuvieron que parar y tendrían que haber parado bastante antes, para evitar en los próximos meses seguir paradas. Entonces, con todo parado, paró también la demanda de petróleo.
El precio bajó más. Cada barril a 10 dólares eran 40 de pérdida. Todos los depósitos y tanques se llenaron de petróleo barato y ahora no hay donde ponerlo, dicen, ni hay quién lo compre.
Hoy el petróleo Texas cotiza -37,63 dólares. O sea, por cada barril que produce, USA pierde 87 dólares. La reserva federal hace meses que surte salvatajes billonarios pero aun así las empresas quiebran. Se concentra aún más el monopolio.
La capacidad de endeudamiento arrastra la de los bancos. Y para peor China dejó de comprar bonos de deuda impresos por USA. Al menos de momento.
El aislamiento mundial de USA mientras China avanza a primera economía era indetenible.
El COVID-19 fue un manotazo de ahogado. Toda China se iba a contagiar en sus viajes de año nuevo, pero resultó un boomerang. Todas las economías “occidentales” tuvieron que parar y tendrían que haber parado bastante antes, para evitar en los próximos meses seguir paradas. Entonces, con todo parado, paró también la demanda de petróleo.
El precio bajó más. Cada barril a 10 dólares eran 40 de pérdida. Todos los depósitos y tanques se llenaron de petróleo barato y ahora no hay donde ponerlo, dicen, ni hay quién lo compre.
Hoy el petróleo Texas cotiza -37,63 dólares. O sea, por cada barril que produce, USA pierde 87 dólares. La reserva federal hace meses que surte salvatajes billonarios pero aun así las empresas quiebran. Se concentra aún más el monopolio.
La capacidad de endeudamiento arrastra la de los bancos. Y para peor China dejó de comprar bonos de deuda impresos por USA. Al menos de momento.
EL CRIPTO YUAN
El 23 de
abril China pone a funcionar en los celulares una cripto moneda creada y
respaldada por el Banco Popular de China, que tiene su propio mecanismo de
convertibilidad en la misma aplicación, no requiere inclusión en el sistema
bancario y al ser por cadena de bloques no puede ser hackeada porque ocurre a
la vista de muchos. Tampoco permite crear bloques nuevos, o sea, mineros. Es
una moneda dura. Lo suficientemente dura para, a medio plazo, transformar al dólar en pura
volatilidad.
Pero
volvamos al Petróleo. Al no tener dónde almacenarlo habría que cerrar los
pozos, pero cerrar un pozo petrolero es todavía más costoso que mantenerlo
funcionando. Eso sin contar que el costo ambiental puede ser enorme. Habría
que dinamitar a boca de pozo para que un vacío cese la presión o quemarlo todo.
Si el petróleo sigue manando sin tráfico industrial, el desastre es mayor aún. Están amenazando con una catástrofe ambiental sin retorno. Pavada de lobbies.
Se puede trasladar hasta pozos vacíos, dicen, y llenarlos. Eso sería lo menos dañino al ecosistema, pero también es caro y el petróleo se pierde. En la bolsa también lo deprecian porque la tendencia al quiebre de las empresas es anterior a la pandemia. Cuando ésta termine las menos grandes estarán fundidas.
Se puede trasladar hasta pozos vacíos, dicen, y llenarlos. Eso sería lo menos dañino al ecosistema, pero también es caro y el petróleo se pierde. En la bolsa también lo deprecian porque la tendencia al quiebre de las empresas es anterior a la pandemia. Cuando ésta termine las menos grandes estarán fundidas.
En 1979 se
estrenó en Teatro Circular la obra de Carlos Manuel Varela Las gaviotas no beben petróleo. “Beckett puro”, la calificó Alberto Candeau, pero no era teatro del absurdo. Era realismo anticipado. Y se proponía
serlo, además.
MEXICO, VENEZUELA E IRÁN
México tiene
un doble seguro (del gobierno y de PEMEX), que le costó 20 mil millones y le
otorga 47 dólares por barril si el precio baja. Este lunes el barril de PEMEX
bajó a -3 dólares. Por cada barril que venda México, la aseguradora debe darle 50
dólares. No deja de ser “un arma secreta”, pero eso mientras alguien
se lo compre y mientras la aseguradora no quiebre con todo su sistema
financiero.
Venezuela
también está con el precio del barril bajo cero y sin poder comprar los
productos químicos para convertirlo en gasolina, porque el bloqueo yanqui no le
permite realizar el pago aunque tiene el dinero. Además USA le robó la
refinería CITGO que tenía PDVSA en Houston.
Ya le estaba resultando muy difícil a Venezuela vender su petróleo y la están salvando China, que no acata el bloqueo, por supuesto y Rusia, que vendió sus acciones en PDVSA pero quedaron en Venezuela. Sobre todo, la ayuda Irán, que está más cerca, produce gasolina, no le teme a USA, es solidario y potente.
Ya le estaba resultando muy difícil a Venezuela vender su petróleo y la están salvando China, que no acata el bloqueo, por supuesto y Rusia, que vendió sus acciones en PDVSA pero quedaron en Venezuela. Sobre todo, la ayuda Irán, que está más cerca, produce gasolina, no le teme a USA, es solidario y potente.
Irán está
mejor preparado porque tiene mayor diversidad productiva, no es ya aquel país
primarizado como sigue siendo Venezuela, pese a que ésta, a fuerza de
resistencia al bloqueo, también ha avanzado en producción de alimentos y varios indicadores económicos llevan a pensar que puede diversificar pronto su matriz productiva.
La unidad
sinorrusa sigue intacta, se ha defendido drásticamente de la pandemia, pasa del
sistema SWIFT, que es el sistema de mensajería para transacciones bancarias por
el cual USA controla el tráfico financiero en dólares y por eso puede hacer
efectivas sus “sanciones”. Rusos, chinos, indios, iraníes comercian en sus
monedas, no envían mensajes a la banca dolarizada, usan canastas de monedas fiat
y criptomonedas, entre las que va a descollar el cripto yuan antes de que
Facebook lance Libra.
Lunes negro,
miércoles de cenizas. Estas son las cosas que pasan cuando pasan estas cosas. Y
nosotros sin enterarnos lo suficiente de que estamos en pandemia, porque se
puede usted imaginar lo que son, en este momento y desde hace rato, las presiones del Imperio
para que sus aliados y cipayos pongan a funcionar de una vez todo lo que gaste
petróleo, porque resulta que las gaviotas no lo beben.
Y no les importa que la Covid siga estando. Van a abrir igual y el oleaje les va a llegar al cuello. Al menos un año de recesión occidental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario