jueves, 12 de agosto de 2021

¿Oscár Andrade aprendió de Mariátegui?

José Carlos Mariátegui

 

El 28 de marzo del año pasado escribí para el blog La Piedra en el charco y para los portales Laondadigital y Resistencia, "Canal 4, preparando una miserable maniobra divisionista e ideológica, emitió un mensaje del compañero Orsi, quien se olvidó, precisamente, de mencionar al PIT-CNT entre las fuerzas de la solidaridad nacional. Dijo “los sindicatos”. Los sindicatos en este país tienen una central única. Costó esfuerzo el Congreso del Pueblo del 58, la Convención Nacional de Trabajadores desde el 64 y sobre todo, muchas vidas costó sacarla unida en PIT-CNT de una dictadura fascista, para que ahora, cuando el Imperio quiere poner en Uruguay trabajadores contra trabajadores, te prestes a la confusión, Yamandú. No es traición. Nos avisaste que aprendiste de Felipe González, más otanista que la NATO, más realista que el Borbón, más de la CIA que la CIA, pero con un Almagro nos bastó y sobró demasiado, Yamandú. Cambiá de maestro Splinter. En Uruguay la división entre trabajadores no puede ni siquiera ser planteada descarnadamente, por muy estratégica que la ordene la embajada, porque existe el PIT-CNT, con toda la capacidad de unir y sostener un programa popular, defender sus conquistas históricas e incluso fundamentar la suma de todas las organizaciones sociales populares y asumir un rol determinante en la fuerza política del pueblo”. En aquel momento pensaba yo, lejos de cualquier lectura ingenua de la semántica política, que Fernando Pereira (a quien critico por la omisión de asumir el canal al aire que otorgó Pepe Mujica, pero de todos modos es Pereira un Presidente de la central nivel Pepe D`Elía ) es una piedra en el zapato de la proyección electoral de Orsi (a quien reconozco el acierto de gestión de alta política de jugarse por una distribución agrícola sin intermediación financierista), pero ahora parece que la piedra mayor en el zapato de Orsi es Andrade (de quien dudo, aún en estas circunstancias, que haya aprendido de Mariátegui la cuestión de la contrahegemonía), cuando el Intendente le regaló o le vendió al oligopolio mediático oligárquico plutocrático una semana más de campaña contra Andrade y se excusó en que “es irregular” que un organismo exclusivamente encargado de cobrar deudas de contribuyentes cobre una deuda de un contribuyente, sofistica presocrática del alumno de Felipe González.

Es importante esta cuestión de las maestrías, aunque el caso de Orsi no hay que tomárselo tan a pecho. Uruguay no va a bombardear Belgrado ni capital alguna con más habitantes que Montevideo. Si fuera en Argentina, cabría temer que a Milagro Sala, horriblemente presa en Jujuy, la encarcele, más horriblemente aún, en Houston, obligando a su familia, amigos y compañeros a tratar de visitarla en una prisión de otro país, por ahora es el Intendente de Canelones y, si el destino no le depara la OEA, lo más que puede ser es Presidente de Uruguay, pero aprendió de Felipe González a mentir, “los sindicatos”, “las irregularidades”, digamos “tú sacarnos de la OTAN”, a desmovilizar, “no voy a juntar firmas porque la LUC no atañe a la vida cotidiana de la gente” (está archivado del programa, por streaming, Legítima Defensa); recordemos que su “maestro” Felpe González envió a un ex presidente español a Uruguay a hacer campaña con Sanguinetti por la baja de la edad de imputabilidad; y aprendió quién sabe cuánto más que vamos a ir sabiendo.   

Pero voy al título, Andrade, ¿de quién aprendió? No lo voy a defender. Oscár Andrade ya era un dirigente de proyección presidencial bastante antes de ir a canal 4 (leer El SUNCA amenaza al Pentágono, en este blog y en La Onda, de marzo de 2014, y el SUNCA ya me había deslumbrado años antes, cuando, cumpliendo en mi trabajo, en un trayecto por las canteras del Parque Rodó, hacia la cancha de Defensor, vi la organización de un congreso, de una proyección que no veía hacía dos décadas). Andrade le dio a canal 4 muchísimo más que canal 4 a Andrade y parece que no lo advirtió, al menos hasta hoy. ¿Por qué digo Mariátegui? Porque la campaña electoral de Pedro Castillo –saquen apuntes, señores compañeros–, tuvo al menos dos momentos muy graciosos. Uno lo describí en Las espectaculares escapadas de Pedro Castillo del cerco mediático (11 de mayo, este blog, Laondadigital y Resistencia), hizo campaña con un par de youtubers, Prensa Alternativa, conducido por Juan José del Castillo, que, a fines de 2019 tenía 300 suscriptores y hoy tiene 300 mil, Inti Noticias, de Wilmer Domínguez y el territorio, pero hizo campaña contra los medios hegemónicos de manera desempaquetada. Por transitiva, creció la contrahegemonía. El otro momento cómico fue cuando le preguntaron. “¿Usted es comunista?”. “No”. “¿Qué es?”. “Mariateguista”. He aquí que José Carlos Mariátegui fue fundador del Partido Socialista de Perú, marxista leninista, que devino Partido Comunista Peruano y de la Confederación de los Trabajadores de Perú y fue el más importante pensador marxista leninista indoamericano de la primera mitad del siglo XX. Después de todo, comunista pudo ser o haber sido cualquiera. Hasta Stalin pudo haber sido, pero Mariátegui, basado en sus 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, hubiese contestado exactamente lo mismo que Pedro Castillo. Los camaradas a Mariátegui le llamaban El Amauta (del quechua, “El Maestro”).

Saquen apuntes, compañeros, porque el enemigo ya sacó. Llevamos atraso. El País promovió su web en duplex con Saeta llevando a Cosse y convocando por WhatsApp con clave orgánica frenteamplista, “pasálo”; sale a disputarle espacio a los emergentes emprendimientos nuestros en redes. Valoro a Víctor Hugo y su definición de “blindaje” mediático en Argentina, que Leandro Grille en Legítima Defensa reitera, pero el blindaje es político al poder mediático, los que blindan son los gobiernos que, dijera Peloduro a partir de los stand by del FMI, así ni gobiernos son. Y los más poderosos se saben los más poderosos. Al día siguiente titularon en el mismo El País, “45 contrataciones directas en la IMM”. La de Cosse es la intendencia que menos contrataciones directas hizo de las 19 del país, por habitante, por lejos, pero eso ¿quién lo dice?, ¿con qué volumen? Y está bien, el enemigo está para eso, para matarnos. Ahora, digo ahora especialmente ahora, ¿entienden Oscár y Carolina de qué se trata? No tiene nada que ver que Obaldía diga que no le gusta Santo y Seña. No es Santo y Seña. Es ANDEBU, son sesenta años de construcción panamericanista yanqui, desde que el primer gobierno blanco del siglo XX les dio la televisión a los dueños del broadcasting. Y tampoco es Obaldía.  

Las 800 mil firmas fueron una victoria de todo el campo popular y, por ser el primer dirigente que convocó a juntarlas, también de Andrade y fue una derrota política del único dirigente del FA que le dio pa´atrás, Orsi, pero fue una victoria comunicacional de los militantes, que encontramos, al salir a hablar con los vecinos, el viejo canal 1 para contrarrestar el ninguneo de la televisión a la campaña de firmas, mayor aún que el de la dictadura a la campaña del NO del 80. Lo recuerdo bien, para aquella hubo al menos un debate televisivo, para ésta ninguno, nada. Bottinelli señaló, “la derecha perdió la ofensiva, el FA tiene la iniciativa”. No había pasado un mes del “milagro” y Bottinelli tuvo que avisar, “el Frente está desaprovechando la iniciativa, no pasó a la ofensiva”. Es que, a la hazaña de las firmas, siguió una depresión comunicacional popular tremenda. ¡Otra vez al circo romano en bolas contra los leones! Las dos figuras que salieron más visibles por el papel permanente que jugaron en el triunfo nacional de la recolección de firmas, fueron Andrade y Pereira. Al PIT-CNT es difícil vulnerarlo, ya está reafirmado, pero la desesperación que demuestra la derecha contra Andrade, me hace pensar que tanto le teme y ha de saber por qué.

Ese 15 % que había que restarle en las primarias a Pedro Castillo Terrones por campesino, pobre, “terruco”, “senderista”, “castrochavista”, “comunista”, tuvieron que sumárselo ante las chantadas de “alternancia”, “consenso”, “je ne sais pas y no toquen nada”. El pueblo eligió lo que está demostrando Andrade, que es pobre, aunque fue astro televisivo y es senador, que lo donó todo cual mandan los partidos obreros, que se enorgullece de sindicalista, albañil y arismendista (frenteamplista desde el ombligo frenteamplista, convergente y demócrata hasta los huesos y que, yendo al interior –ésta es la sellada que estoy vislumbrando ahora–, de caudillo degüella a todos esos sátrapas de 4x4. Por algo le salieron con una plancha más grotesca que grosera a dividir esa guinda que, si Mariátegui no vivió al pedo –y el quechua dice que vivió para enseñar–, es nuestra.     

domingo, 1 de agosto de 2021

no le sumes rating al enemigo: pasálo



Cada tanto tiempo, semanas, a veces meses, el año pasado un año entero, llevan a alguno nuestro, o todavía nuestro, a la TV al aire. Entonces hacen marketing por redes, incluso orgánicas del Frente, para sumar rating a los medios masivos hegemónicos, legitimarlos y rescatarles credibilidad. “mañana va a estar Menganita en duplex 10 y web El País, pasalo”, “mañana va a estar fulanito en SS, pasalo” “pasado en el 12 va a estar sultano, pasalo”. “Asegurémonos de que todos los frentistas lo veamos, así le damos vida a los canales que, antes y después, operan bien eficazmente y ostensiblemente contra el Frente y el PIT-CNT”. Es de estúpidos. Parece que creemos que somos una hinchada que incide en algo más que el rating a favor del enemigo, por estar frente al televisor mientras maniobran sus imágenes. Así nunca vamos siquiera a plantearnos el tema del poder.

Hace años, en Argentina, Víctor Hugo Morales, acuñó el término “blindaje mediático” para describir fidedigno la opereta hegemónica. Aquí, donde el blindaje es aún mayor que en Argentina, Leandro Grille, en Legítima Defensa, lo señala con necesaria insistencia, pero en rigor lo existente es el “blindaje político” a los medios hegemónicos, que son el verdadero poder.

No digo que no hay que ir a esos programas. Lo dudo muchísimo. La desgraciada gente que mira TV al aire (vivir desinformado e inoculado de ideología contra los propios intereses de la gente, es una gentil desgracia) tiene el suplemento de ver, de vez en cuando, a alguno nuestro asediado por los periodistas de ellos, pero que nosotros lo miremos es absolutamente al pedo. Lo más importante de oír a los nuestros, no es que digan tal o cual cosa, sino que fortalezca un espacio propio para disputar poder.

Comentó en nuestras redes un compañero con experiencia periodística, “mañana voy a hacer una excepción y los voy a ver. Algo le está funcionando mal al gobierno y observar las operaciones te da pistas”. Con que mire ese compañero alcanza. Que después pase el informe de su sacrificio y listo. Aunque tampoco se necesita para semejante inhumana tarea, distraer a un cuadro. No implica “desatender el riego de las rúculas”. Con uno sólo de la categoría "buenos" basta, no precisa de "imprescindibles".   

Tomá nota. Los canales al aire no hicieron una sola mención a la campaña de firmas y con eso nos obligaron al modo nuestro, al modo plebeyo, a un espacio cuasi clandestino de comunicación, que es un espacio que ya conocemos y es nuestro. Resultado: 800 mil firmas. Ahora meten campañas quirúrgicas de desprestigio. Por supuesto son fáciles de no replicar y contraatacar, pero siempre algo queda, por eso la solución es la pedagogía del Che: “al imperialismo no hay que creerle ni un tantito así, nada”. Esos medios son voceros del imperialismo, de pe a pa. No hay que creerles ni mirarles nada. Pasálo.