viernes, 16 de diciembre de 2016

Raúl Otto Legnani Neiman

El problema -o la solución- de escribir sobre la muerte de un amigo es que inevitablemente, en cierta medida, uno termina escribiendo sobre uno.

ES como un chiste de Javier Ortiz. Se encontró por la calle con un amigo al que hacía tiempo no veía, intercambiaron comentarios sobre de todo un poco, hasta que el amigo le dijo: "pero dejémonos de banalidades y hablemos de tí. ¿Qué opinas de mí?".

Buen chiste de velorio.

No fui al velorio de Raúl Legnani. Fue en un horario corto durante el que tuve que estar en la oficina, pero si hubiese tenido libre el tiempo tampoco hubiese ido. Èl no estaba ahí ni en ninguna parte o al menos eso creía él, que tanto admiraba, por atea, la tumba de Luis Batlle. Fui sí a verlo al sanatorio. Tres veces. La tercera de casualidad y le grabé sus recuerdos del exilio porque él tenía una especial admiración por El Museo de la Voz, pero dejémonos de banalidades y hablemos de él y de ella.

El era maestro como su madre. Era batllista. Consecuentemente leninista. Era operador político. No se consideraba periodista. Era más amigo de sus amigos que enemigo de sus enemigos (aunque tenía enemigos fieros). Sabía lo suyo de política. Sabía preguntar. Sobre todo sabía preguntar. Era mexicano además de uruguayo. Creo que tomó demasiado whisky desde que lo conocí y supongo que desde mucho antes. Creo que fumó demasiado. No fue implacable y hasta diría que ni siquiera fue maleante.

Fingía alarmarse por los errores pero lo divertían; su amargura como su felicidad eran más hondas. Su rasgo leninista dominante fue el pesimismo de la inteligencia. No sé si Onetti no creía en nada con más escepticismo que Raúl. No le gustaba Onetti.

Por momentos parecía colérico pero era más alemán que italiano. Se llamaba Otto además de Raúl, pero era más Raúl que Otto y más Otto que Legnani. Sabía que Fidel se llamaba Fidel Alejandro Castro Ruz.

Era un tipo agradecido. No era chancho. No le molestaba que le dijeran El Chancho y tenía razón en eso. Para mi gusto era un columnista político que el New York Times hubiese sabido aprovechar si en vez de periodista no hubiese sido operador. Por algo no supo aprovecharlo ni siquiera la derecha uruguaya.

Es, con nombre y apellido, personaje de dos de mis novelas (La mirada de Federico y el Muro a Federico García Lorca). Pensaba, con Federico Fasano, que la obsesión es el motor de la historia. Fue fundador de Laondadigital. No nos dejó solos. Era viejo, más viejo que el Colo Etxave que tenía más años que él. Era un niño. Por eso fuimos amigos.

Blasfemaba sin Dios, le gustaba escribir y tenía por los boliches el mismo apego que Luis Buñuel por los cafés. Pensó que le tendría más miedo a la muerte. Eso me dijo en el Casmu la última vez que lo vi. "No es tan fiera" me dijo. Sin embargo era débil en su cuerpo imponente que ayudó innecesariamente a destruir y lo tonto que tenía, es que en el fondo le avergonzaba ser débil.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Murió Fidel sin convencerlos

Cuando los yanquis invadieron México por segunda vez (la primera fue entre 1846 y 1848, arrebatándole Texas y California, entre otros territorios, utilizando diferentes eufemismos, "indemnización por la guerra de independencia" entre los más cínicos -luego no dejaron de perfeccionar el cinismo hasta el actual "justicia infinita" con que destruyen estados enteros de Medio Oriente y Africa), los yanquis ocuparon Veracruz durante siete meses, después de tomarla a cañonazos el 23 de abril de 1914 y hubo protestas estudiantiles en toda América Latina (en Uruguay las encabezó, entre otros, el entonces universitario batllista José Enrique Rodó, en Argentina, entre otros, el ensayista Manuel Ugarte, el amor de Delmira Agustini), pero los bombardeos tuvieron una característica que se mantuvo hasta la invasión de Bahía de Cochinos por contrarrevolucionarios, marines y mercenarios, en Cuba, en 1961, no destruyeron por completo la capital con bombardeos aéreos.

Después de incontables invasiones y ocupaciones militares yanquis en Latinoamérica, entre ellas en reiteradas ocasiones Nicaragua, El Sanvador, Honduras, la propia Cuba en 1998, Dominicana, Haití, Panamá, Guatemala (derrocando a Arbenz, Juan Bosh, mandando asesinar a Sandino) y acciones encubiertas para establecer dictaduras reaccionarias a revoluciones como aquella de México, la de Farabundu Martí en El Salvador, la sandinista, la de Jacobo Arbenz y nuestras ya más conocidas en América del Sur -desde el Ecuador de Velazco al Plan Cóndor-, todo bajo la "doctrina Monroe" de "América para los americanos", que no fueron bombardeos aéreos devastadores, al principio porque los bombardeos aéreos para destruir ciudades comenzaron en Durango y Gernica en 1936, pero después porque no consideraban, que en su "patio trasero" como siguen denominando a América Latina, fuese necesario usar a tope su aviación, ya probada incluso en Nagasaki e Hiroshima, con arsenal nuclear.

Lo normal eran bombarderos limitados, desembarco de marines y ocupación, pero en Bahía de Cochinos, como reza la lápida con que Fidel la recordó en el lugar: "aquí llegaron; aquí quedaron".

Era la primera vez que los yanquis perdían una batalla contra su "patio trasero" y los cuestionamientos internos recayeron sobre el presidente de turno, John Kennedy, por no haber destruido antes la capital de Cuba con bombardeos aéreos, como luego no dejarían de hacer en todas sus innumerables invasiones posteriores (Panamá, Belgrado, Bagdad, Trípoli... -ahora lo harían en Damasco, Teherán, Moscú, Beijing, si pudieran, pero la primera de América Latina que no pudieron fue La Habana, porque cuando se venía el bombardeo, Fidel mostró misiles nucleares rusos, que Kruchev luego declaró a Kennedy que no sabía cómo el cubano los había conseguido y él se encargaría de que retornasen a Rusia. El Che escribió, tras la exhibición de los misiles, en aquel 1962, ante la inminencia del bombardeo aéreo de La Habana: “Es el ejemplo escalofriante de un pueblo que está dispuesto a inmolarse atómicamente para que sus cenizas sirvan de cimiento a sociedades nuevas y que cuando se hace, sin consultarlo, un pacto por el cual se retiran los cohetes atómicos, no suspira de alivio, no da gracias por la tregua; salta a la palestra para dar su voz propia y única, su posición combatiente, propia y única, y más lejos, su decisión de lucha aunque fuera solo”.

Así fue. Los yanquis perdieron después otras batallas en el continente, en Managua el 19 de junio de 1979, en Caracas el 13 de abril de 2002, entre otras, pero la primera se las ganó Fidel y les ganó después la más importante de todas en África, la batalla de Namibia.

Antes de morir, Fidel tuvo tiempo para convencerlos de que no pueden bombardear a Cuba desde el aire sin un costo gigantesco, pero no de que dejen de bombardearse a sí mismos -y a todos- desde su propio subsuelo, como asegura Trump que van a aumentar el fracking sin medida, sin considerar terremotos, cambios climáticos y otros "inventos de los chinos".

Fidel no tuvo tiempo de convencerlos pese a que, "sobrevivió a seiscientos treinta y siete atentados, a que su contagiosa energía fue decisiva para convertir una colonia en patria, a que no fue por hechizo de Mandinga ni por milagro de Dios que esa nueva patria pudo sobrevivir a once presidentes de los Estados Unidos, que tenían puesta la servilleta para almorzarla con cuchillo y tenedor".

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Clinton acusa: ¡Hubo fraude!




Es cierto que Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos obteniendo 146.000 votos menos que Hillary Clinton. También lo es que la gran mayoría de los habilitados a votar se abstuvo de hacerlo, por lo que Trump llegó a la Presidencia en realidad con el voto de la tercera minoría del país, pero el fraude que la actual Secretaria de Estado de Estados Unidos denuncia no es ése.

Daniel Ortega Saavedra, del Frente Sandinista de Liberación Nacional, ganó las elecciones nacionales en Nicaragua con el 72,5 % de los votos, en comicios sin voto obligatorio donde la abstención fue insignificante. Ése es el fraude que denunció Hillary Clinton la víspera de su derrota en Estados Unidos y al día siguiente de su nueva derrota en Nicaragua.

"...Luchamos contra el yanqui/enemigo de la humanidad..." canta el himno del Frente Sandinista, fundado durante la dictadura de Somoza que apoyaron los yanquis con sus marines. Augusto César Sandino fue el líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense en Nicaragua en la primera mitad del siglo XX. Su lucha guerrillera logró que las tropas de los Estados Unidos salieran del país, pero no sin antes crear la Guardia Nacional y poner al frente de la misma a Anastasio Somoza quien, a traición, ordenó asesinar a Sandino.

Daniel Ortega Saavedra no es un político de oficio. Insurgió guerrillero sandinista contra el somocismo. Fue perseguido y encarcelado. Estuvo en la montaña. Rosario Murillo -hoy Vice Presidenta de Nicaragua- también fue guerrillera con tareas de inteligencia e información contra la dictadura. Dirigió la emisora radial de la guerrilla en la montaña. Su voz se hizo muy popular y muy querida desde aquellos años y Rosario mantuvo ese cariño de su pueblo en los distintos puestos de lucha que tomó desde entonces, al punto de que las encuestas le adjudican aún mayores índices de popularidad que a Daniel. En el caso nico, por contraste con lo que viene sucediendo últimamente en el mundo, las encuestas no se equivocaron.

Hoy Nicaragua es considerada el país más seguro de Centroamérica; su crecimiento económico es constante, del 4,5 anual sostenido en el último quinquenio y se plantea la apertura de un Canal Interoceánico para abrir inmensas perspectivas en el desarrollo del país.

El éxito de la política del gobierno ha debilitado a la oposición, que se ha dividido. Una parte se abstuvo de participar en los comicios del domingo, pero su ausencia pasó desapercibida ya que fueron los comicios con mayor afluencia de electores en la historia del país. La otra parte, intervino, pero alcanzó una votación exigua, incluso menor que la que le acreditaban todas las encuestas, incluyendo las de empresas norteamericanas, que desde hace tres meses daban ganador al FSLN con un 65 % de los votos. En este caso -a diferencia del de Estados Unidos y del Brexit- las encuestas acertaron en la tendencia, aunque la votación del Frente fue aún mayor a la pronosticada.

Sin embargo, El País de Madrid, publicó ayer que "El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió este lunes un comunicado con duras críticas a las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Nicaragua, que Washington cataloga como un “proceso viciado”". ¡Qué lo parió a los gringos...!

jueves, 29 de septiembre de 2016

El PSOE y el diktat de Washington

Tenemos más de mil millones de izquierdas, en rigor una por cada izquierdista, eventualmente una por cada ser (humano, animal y vegetal -todos sabemos que la Tierra gira alrededor del sol y de su propio eje en sentido antihorario; es decir, en el sentido en que dio la vuelta olímpica el Defensor del Profe De León). Sin embargo todas las izquierdas son objetivamente una sola en tanto coinciden en el antiimperialismo. Ser conscientes de esa unidad nos hace más eficaces que andar catalogando izquierdas como si fuera posible hacerlo con otras etiquetas que los nombres propios de cada ser.

Por eso cuando Pedro Sánchez se plantó ante Rajoy desoyendo el diktat de Washington que había puesto a su partido a la derecha del PP con lo de la OTAN -nada menos-, Unidos Podemos, sin reparar en etiquetas, le tendió la mano (o -si se prefiere- le cerró el puño a la altura de la sien o lo besó). Sánchez era la última esperanza del último viejo partido de la Segunda Internacional en Europa del Sur que todavía era una fuera política real.

Hoy Felipe González le cortó a Sánchez la cara, las manos y cualquier posibilidad de puño. El PSOE se fractura siguiendo el camino de los viejos PASOK y PSI, con historias similares (el portugués es reciente, fundado en 1973).

Se van los viejos pero dejan el nombre. Marta Harnecker en "El principal legado de Chávez" sostiene que "Cuando Chávez triunfa en las elecciones presidenciales de 1998 ya el modelo capitalista neoliberal estaba haciendo aguas por todas partes. El dilema no era otro que refundar el modelo capitalista neoliberal, evidentemente con cambios, entre ellos una mayor preocupación por lo social, pero movido por la misma lógica de la búsqueda del lucro; o avanzar en la construcción de otro modelo. Chávez optó por esta última alternativa. Para denominarla decidió rescatar la palabra socialismo a pesar de la carga negativa de la que había sido históricamente lastrada, pero especificando que se trataba del socialismo del siglo XXI para diferenciarlo del socialismo soviético implementado durante el siglo XX, advirtiendo que no se debía “caer en los errores del pasado”, en la “desviación estalinista” que burocratizó al partido y terminó por eliminar el protagonismo popular; en el capitalismo de Estado que puso el acento en la propiedad estatal y no en la participación de los trabajadores en la conducción de las empresas". Y muchos de aquellos antiguos partidos comunistas de Europa Central y Oriental se rebautizaron socialistas, algunos para seguir en el gobierno o retomarlo luego, en diversas sintonías.

Más allá del nombre, poco y nada, como indica el español Juan Lu González en bits rojiverde: "En general, la socialdemocracia hace mucho que tiró la toalla, que se ha rendido. Gestionar los cada vez más exiguos espacios que la omnipresente economía deja a eso que insisten en llamar democracia, y sacar algunas migajas para los suyos, es con lo que se han conformado. Por eso no son extrañas las grandes coaliciones con la derecha más rancia como la que sufre Alemania, pero tampoco debacles como las de Grecia, Austria, Bélgica, Italia… Cada vez es más difícil distinguirlos a los socialdemócratas con los conservadores, al estilo más norteamericano. En nuestro país quizá el PSOE encuentre un mayor espacio político que en Europa porque la derecha aún mantiene muchos tics autoritarios y cavernarios en temas de derechos individuales, en el reconocimiento de la diversidad o el laicismo, pero poco más. Tampoco es que en el PSOE sean especialmente atrevidos con estas cuestiones, más bien son lentos, miedosos y pusilánimes.

En fin, todo indica que estamos asistiendo a una pelea de perros por los despojos del PSOE y que, tras cada dentellada, estos van menguando peligrosamente. Si les ciega el odio y no paran a tiempo, probablemente no quede mucho botín por el que luchar. Contradiciendo a muchos analistas, el único debate que hay sobre la mesa, como el mismísimo González ha explicitado hoy, es que hay que apoyar a un gobierno de Rajoy sea como sea, aunque ello suponga provocar un mayor desapego de sus bases y votantes. Por mucho que se esfuercen en lanzarnos cortinas de humo, no hay otra cuestión de fondo. Relacionar este tema del «bloqueo institucional» con el resultado electoral en dos comunidades autónomas del estado español es ridículo, sobre todo cuando no han sorprendido a nadie por esperados y Sánchez ya recogió un partido en plena crisis tras la segunda legislatura infame de Zapatero.

La crisis del PSOE es estructural, no coyuntural. Han perdido su identidad, son vistos como parte de los culpables del latrocinio sufrido por la población del país, como cómplices de los poderes externos que han impuesto sacrificios inasumibles por los más débiles, que han contribuido a devaluar los salarios a niveles de repúblicas arroceras, que han aumentado la brecha entre ricos y pobres… todo mientras sus cuadros seguían pegándose la dolce vita a costa del erario público. Un cambio de líder no va a cambiar la apreciación o la depreciación pública del PSOE, es necesaria una refundación en toda regla del partido y comenzar desde nuevas bases para que se invierta la tendencia de desapego que afrontan elección tras elección. Pero para ello, lo primero que deberían hacer es sacudirse las nefastas influencias de los que han sumido al partido en el pozo histórico en el que se encuentran y eso es algo que, visto lo visto, no se va a producir, más bien todo lo contrario".

Pedro Sánchez quiere un plebiscito hacia su persona, con la convicción de que las bases apoyan su negativa a facilitar la investidura de Rajoy. De continuar en el cargo, Sánchez basaría su candidatura en ese 'no' a la investidura, con un giro a su izquierda, que le permita al PSOE remontar en unos terceros comicios.

Pero mientras Sánchez cultiva el voto de esas bases, el aparato del partido ha mostrado su deseo de dejar caer cuanto antes al actual secretario general. Si se habla de aparato, antes que a José Blanco o Alfredo Pérez Rubalcaba, hay que situar a Felipe González. Esta mañana, González ponía la cabeza de Sánchez en la picota en una entrevista en la Ser. La crisis era oficialmente una persecución.

Tras la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva del PSOE se abrió la puerta al despido del todavía secretario general Pedro Sánchez y a una nueva investidura de Rajoy con la abstención del PSOE. Quedan 15 miembros de esa ejecutiva que más temprano que tarde encontrarán una salida hacia la izquierda junto al propio Pedro Sánchez. En el sentido en que gira la Tierra, contra el diktat de Washington, el centro del mundo de Felipe González.


miércoles, 29 de junio de 2016

El caso López, la corrupción y nuestros casos






Cristina Kirchner apuntó el mismo día que se conoció la pornográfica escena de José López en el monasterio con las monjitas (que después se supo que ni era un monasterio ni eran monjitas; sólo falta la vuelta de tuerca final de "Bad lieutenant", "Un maldito policía", con el descomunal Harvey Keitel): "Yo quiero saber quiénes son, además del Ing. López (Secretario de Obras Públicas durante mi gestión), los responsables de lo que pasó. El dinero que el Ing. López tenía en su poder, alguien se lo dio. Y no fui yo. Ni ninguno de los miles de militantes que integran este espacio político. Que nadie se haga el distraído. Ni empresarios, ni jueces, ni periodistas, ni dirigentes. Cuando alguien recibe dinero en la función pública es porque otro se lo dio desde la parte privada". Es decir: para la próxima campaña electoral quiere saber en qué ande López entonces, cómo esté viviendo su gente y acaso quién se lo dio y cuánto y para qué.

En Argentina enturbia ese reclamo la situación de clase de los Kirchner (más allá de su origen de clase también burgués y de que no cabe ninguna duda de su partido de clase popular a muerte). "Para hacer política se necesita dinero", le dijo Néstor a Cristina cuando eran jóvenes y es cierto, pero también se necesita el máximo de credibilidad y esto es parte de la ciencia revolucionaria de la que tuvo poca el peronismo en sus orígenes. Hicieron todo antes que nosotros, llegar al gobierno, cumplir con la agenda de derechos y gravitar en el mundo por La Patria Grande, pero el Frente Amplio tiene en su génesis partidos del mayor peso que ya habían adoptado o coinciden por distintos motivos con la máxima leniniana de que "el funcionario de un partido del proletariado debe vivir con el equivalente al salario de un obrero de la construcción calificado" y cómo viven los funcionarios la gente lo ve, lo aprecia. Mujica, que todo lo tradujo al lenguaje con que el pueblo piensa, sentenció: "al que le guste la guita que no se dedique a la política". Los funcionarios del PS, del PC, del MPP (entre otros -nombro los partidos de más peso en el Frente-) aportan a sus organizaciones según criterios revolucionarios similares y otros de los que doy fe, como León Lev (del FLS) que fiscalizando cientos de millones de dólares en el Tribunal de Cuentas vive en una modesta casa de altos, pero que tantos funcionarios vivan con no más de cuarenta o cincuenta mil pesos, no significa que no tengamos dinero. Al contrario, es otra fuente de financiamiento para cumplir nuestro programa. Además ese rico patrimonio nos viene de Artigas, con su austeridad franciscana, que viene tanto de sus abuelos y padres terciarios franciscanos como de los charrúas y guaraníes.

En ninguno de los casos que la oposición ha catalogado como "corrupción" del gobierno del Frente, pudo señalar, ni siquiera como infamia, enriquecimiento personal. Lo prueba el patético e imposible caso de Raúl Fernando. A un compañero al que no le constó la injerencia de EEUU en Venezuela, no podés pedirle constancia de una licenciatura porque no tiene constancia de nada, pero yo reivindico a Sendic y reivindico que esté donde está, no sólo porque allí lo puso el pueblo por su excelente campaña (licenciada o no) sino porque cuando Campiani metió el peso de que a él en este país nadie le cobraba la nafta -graficando la correlación de debilidad de un Estado como el nuestro asociado a capitales opuestos a los gobiernos progresistas-, fue Sendic el que le paró el carro golpeándole el escritorio, "yo te la cobro" (y eso no es ajeno a la saña con que luego lo trataron). Todos tenemos luces y sombras, pero seguro que si nos pegan los medios masivos no ha de ser motivado por lo sombrío. Cuando Lorenzo se fue para la casa, lo acompañamos mostrando que no había allí ningún botín. Pudo haberse equivocado el Frente en fortalecer ANCAP más allá de que era necesario, imprescindible e impostergable para el desarrollo productivo del país o en seguir empeñado (literalmente) en que tengamos aerolínea de referencia nacional, pero llamar a esas inversiones gasto es un barbarismo sólo superado por llamarles corrupción. Eso sí, en la próxima fiesta para inaugurar algo importante contratá unos tambores, serví empanadas, cuidá el mango y vendé las casonas que tiene el Estado en el exterior para un protocolo que ni es necesario ni condice con Artigas.

Y ahora sí hablemos de corrupción: Hace más de un siglo y medio Marx señaló que el capitalismo fue un avance respecto al feudalismo y al esclavismo pero lo nuevo que trajeron las actuales relaciones de producción, que ya no generaban hambruna por escasez de alimentos sino por sobreproducción de alimentos, fue precisamente el absurdo y la corrupción. Vivimos en un mundo con relaciones absurdas y corruptas y con un sistema económico, social y político que las reproduce. En este mundo tenemos que luchar por otro posible, en el mundo como es, no como queremos que sea, con la gente como es, no como queremos que sea. Fue corrupción las cañoneras en los puertos, es corrupción el bicentenario comercio desigual que mafiosizaron esas cañoneras y los desembarcos de marines y los golpes de Estado, es corrupción el comercio de deuda con los despojos del comercio desigual y es corrupción, en la última fase más alta de la corrupción, los fondos buitres lucrando con los despojos del comercio de deuda, pero la mayor corrupción de todas es el pago a los fondos buitres presentándolo como honorable. Son esas relaciones de producción las que debemos cambiar para destrabar el desarrollo de las fuerzas productivas.

En cuanto a anécdotas, este comentario de Verbitsky: "Ni el nuevo procesamiento del recaudador de la campaña del Frente para la Victoria en 2007, Héctor Capaccioli, ni la detención en Brasil del instigador del triple crimen de General Rodríguez, Ibar Pérez Corradi, comprometen a la ex presidente, a su vicepresidente Julio Cleto Cobos ni al ex jefe de gabinete Alberto Fernández, el responsable directo de Capaccioli. Por eso, Carrió y su correligionaria Margarita Stolbizer presentaron nuevas denuncias contra CFK, esta vez como jefa de una asociación ilícita, la figura a la que se recurre cuando no hay pruebas sobre la comisión de un delito. El Código Penal la incluyó en 1921, dos años después de la huelga de Vasena y su sangrienta represión en la Semana Trágica de 1919, como instrumento para criminalizar la mera pertenencia a un sindicato con prisión de un mes a cinco años, y sus penas se incrementaron en 1974 de 3 a 10 años para aplicarse a los militantes políticos. Para los jefes, la mínima es desde entonces de 5 años. Esto da lugar al absurdo, señalado desde entonces por diversos penalistas, de que concertarse para hurtar carteras en el subte o postrecitos en un súper (artículo 162 del Código Penal, pena mínima de un mes) pueda ser reprimido con la máxima de 10 años de prisión del artículo 210. Las constantes denuncias por presuntos fraudes contra la administración pública constituyen una de las formas más eficaces de disciplinar a jueces y legisladores, sobre quienes han vuelto a operar como en décadas pasadas los servicios de Inteligencia. Dos abogados de ese origen convencieron a Lázaro Báez de apuntar contra la ex presidente. Por el momento le salió el culo por la tiranta, según la transliteración que inventó Paco Urondo: no tiene forma de probar el encuentro en Olivos que tanto Cristina como el juez Sebastián Casanello y el presunto testigo Wado de Pedro niegan haber sostenido, pero ahora no sólo él está detenido, sino que a corto plazo podrán acompañarlo sus cuatro hijos, a pedido del fiscal Guillermo Marijuan, quien encontró cuentas a nombre de ellos en Suiza. Si estuviera vigente el nuevo régimen del arrepentido, de dudosa constitucionalidad, que los diputados también votaron esta semana, incluso se expondría a una pena de 4 a 10 años por suministrar datos falsos. La demolición del anterior gobierno avanza sin obstáculos, para satisfacción del actual. Hasta ahora nadie se pregunta si en algún momento esa maquinaria no se volverá también contra su instigador y contra el sistema político en su conjunto, como ya ocurrió en Brasil. Tiempo al tiempo".

viernes, 13 de mayo de 2016

Sader y la vías electorales en Brasil

El viernes, en La Huella de Seregni, dio una conferencia el profesor universitario brasileño Emir Sader, cuyo pensamiento, desde hace unos cuantos años, más coincide con el mío entre cuantos teóricos he podido leer.

Sader marca como eje "neoliberilismo-postneoliberalismo". Aísla de ese modo al enemigo principal del desarrollo de las fuerzas productivas, el capital financierista, especculativo, que hoy se hace un poco más visible cuando se revelan fugas de capitales con cifras astronómicas de dinero en paraísos fiscales y el altísimo y creciente porcentaje de dinero bancario sin relación alguna con la producción, capital financiero que es el único beneficiario de la recesión mundial que ha provocado.

Y se hace visible, además, en las opciones reales entre proyectos políticos en disputa en todos los países. La alternativa a los gobiernos "progresistas", "democrático avanzados", "democráticos sobre nuevas bases", de amplios frentes populares o "populistas" como les llama la derecha con afán peyorativo de dudosa eficacia, no es la ultraizquierda que no alcanza generalmente ni siquiera a testimoniar en el escenario de los hechos, no es tampoco un nacional reformismo antipopular y antiobrero de alguna burguesía nacional que pudiera todavía heredar junto al programa del APRA, alguna capacidad de aplicarlo. Es y sólo es el llamado "neoliberalismo", que sólo favorece a la banca endeudadora, que frena todo desarrollo productivo y ataca a los estados incluso en lo que estos puedan dar de cierto respaldo a las burguesías nacionales.

Sin embargo, se preguntó en La Huella, Emir Sader, sin retórica ni respuesta, "¿Por qué las burguesías nacionales brasileñas quieren voltear al gobierno de Dilma si éste hizo todo lo que ellas querían?". En la misma reunión el compañero Roberto Conde, candidato a la Presidencia del Frente Amplio, expresó con decepción: "es evidente que las burguesías nacionales no están confiando en nosotros".

La conferencia se tituló "Las vías abiertas de América Latína". Hace muchos posteos escribí en este blog que el de las vías y el de las burguesías nacionales -estrechamente relacionados- son desde fines del siglo diecinueve -desde que se hizo evidencia política la concentración capitalista en su fase imperialista en camino hacia fases de cada vez mayor concentración de capitales- los más complejos y decisivos temas de la revolución mundial y de nuestra revolución continental en particular.

El eje de Sader incluye teóricamente a tales burguesías en el bloque histórico de las fuerzas políticas que construimos para las vías electorales del cambio en América Latina. Ya las incluían, problematizándolas lúcidamente, Rodney Arismendi y Vivian Trías en polémicas que sostuvieron desde principios de los años sesenta. "Incluirlas o al menos anularlas" decía Arismendi cuando todavía la opción no era tan recíproca: hoy las burguesías nacionales sólo tienen esa alternativa: incluirse en nuestros bloques o anularse. Tal cual.

Trías, adelantándose, ya las consideraba prácticamente inexistentes como clase para sí en países como Uruguay, pero -entiendo hoy- no sólo las burguesías productivas; también algunas financieras ligadas a la producción. Yo no designaría el eje, como lo hace Sader, con el nombre -falso, además, porque debería llamarse "noliberalismo"- del proyecto económico, social y político de ese capital financierista que hoy es propiedad de menos del uno por ciento de la población del planeta, que se adueña especulativamente hasta de los recursos naturales mientras crece escandalosa la desigualdad con las enormes mayorías.

Porque cuando un gobierno noliberal desobedece un mandato militar de Washington -el de Merkel respecto a Ucrania, pongamos por caso-, tenemos ahí una contradicción ante la que no debemos ser indiferentes, por muy matizada que sea. No es la economía la que todo lo determina según la ciencia revolucionaria. El ser social determina la conciencia pero lo que decide, la vía fundamental -determinante- de los cambios, ha sido históricamente en la práctica -y en la teoría de los clásicos-, sigue siendo como sostén de las otras vías ahora, cuando no había elecciones de ningún tipo, la lucha armada. El factor militar no es desdeñable -como parecería en todos los análisis políticos de moda-; por el contrario; sigue siendo primerísima razón de Estado. Fue factotum del colonialismo y lo es del neocolonialismo y del imperialismo.

Otro caso, bien diferente, en la amplitud de contradicciones que afectan a ese enemigo principal: Cuando Piñera se integra como cofundador de la CELAC, trabajamos con él por ultra noliberal que era, trabajó Mujica muy bien. "Tenemos que trabajar con todos, de todo signo, para la integración" sentenció Conde en La Huella (compañero que anduvo ese camino en su práctica diplomática como Vicecanciller). Lógicamente, Piñera, Macri, con sus políticas noliberales a favor de los fondos buitres del capital financiero especulativo y judicialista yanqui de los Paul Singer, les dan a sus burguesías nacionales la durabilidad de un gramo de manteca en el hocico de un perro. Ellas lo saben. El Presidente de la cámara empresarial metalúrgica argentina lo dijo en 2005, "con Menem salíamos esquilmados y aprendimos que nuestro principal aliado es el sector obrero". ¿Por qué entonces no confían hoy en nosotros?

No es que pretendan que los sigamos en un programa que ya no tienen, porque el único programa alternativo al nuestro, en los hechos definitorios y categóricos, es el noliberalismo, es el programa de los grandes medios corporativos (las verdaderas oposiciones a los gobiernos populares en nuestra América) es el de los partidos que alguna vez se pretendieron de centro derecha o reformistas y hoy están completamente alineados al imperialismo y al proyecto del capital financiero; al punto, señalaba Sader, que desde los años setenta ya no hablan de "desarrollismo".

No sólo ya no es posible seguir a los burgueses nacionales como clase sino que es imposible cortarlos como clase si se enfrenta al imperialismo. Por ejemplo, en los varios proyectos de desarrollo que se discutieron en Uruguay en estos años, unos sectores de esas burguesías salían beneficiados y otros no. En el del tren, pongamos por caso, algunos productores veían reducidos sus costos de transportes significativamente contra las compañías de ómnibus, de camiones y a favor y en contra de los respectivos lobbys, porque capitales invertidos en esos sectores podían afectar otros ámbitos de la economía en caso de tomar represalias. Aratirí lo mismo. El puerto de aguas profundas lo mismo...

No llegué a formar una opinión sobre la conveniencia en concreto de cada uno de esos proyecto (eran muchas variables a estudiar) pero sí comprendíamos todos, que los sectores de esas burguesías que salieran perdiendo, no se harían peligrosos por sí mismos, sino porque el imperialismo pondrían todas sus baterías -principalmente propagandísticas- usando cualquier disputa contra el gobierno soberano para exacerbarla y boicotear -a la manera en que lo hizo y hace en Venezuela, en Eduador, en Bolivia...- Incluso cometiendo errores, cualquiera de esos escenarios neodesarrollistas audaces y populares hubiera dado la pauta de que se estaba en condiciones de enfrentar al Imperio, con un bloque de poder bien dirigido para perjudicar determinados planes de burgueses nacionales, pero, especialmente, llegado el caso, para defender y fortalecer otros como hubiese sido imposible antes y sería imposible hacerlo en cualquier época bajo el noliberalismo.

Porque para temer a las campañas mediáticas del imperialismo ya están las burguesías nacionales, se bastan a sí mismas, aunque ya carezcan de capacidad de dirigir e incluso de funcionar como partido. Al menos tienen ese laminado imperialístico de sus subjetividades imperializadas que les hace parecer un poco menos indignas las claudicaciones antipatrióticas.

Esas burguesías esperan de nosotros otra cosa: que no hagamos lo que ellas quieren, sino lo que necesitan, el papel que genialmente interpreta Dick Bogarde en El Sirviente de Joseph Losey. Necesitan al pueblo en el proscenio y lo necesitan organizado, confrontativo y dirigiendo el bloque que ellas ya no pueden dirigir, haciéndolo bloque de poder (aunque se quejen doloridas de que "los aeropuertos los fines de semana se transformaron en rodoviarias, llenos de negros y de chusma").

En Brasil, según Sader -y según Lula-, el gran error del gobierno de Dilma fue el ajuste fiscal antipopular que pedía el rugir de las campañas mediáticas.

Todo Brasil necesitaba que Lula saliera a atacar a Red Globo como lo hizo, haciéndole daño. Ante los políticos parlamentarios golpistas marionetas de la corporación mediática imperial, las vías electorales garantizan la continuidad democrática, con la resistencia de Dilma al golpe, con Lula en elecciones anticipadas o con Lula 2018, en todas las variables posibles y en todo caso con el regreso del PT fortalecido al gobierno y fortalecido el gobierno mismo. "La gente añora el gobierno de Lula; no el de Fernando Henrique Cardoso", dijo Sader recordando los logros del primer decenio petista.

Y si los golpistas quieren cerrar esas vías, tendrán que medir bien en qué parte las armas estarán de su lado y en qué parte las tropas se suman al pueblo en las calles como ya se suman en las urnas, como ya se sumaron en las urnas en Uruguay en 2014. Por cierto que puede pasarles como en Venezuela el 13 de abril de 2002, cuando Globovisión salió a filmar el desalojo de Canal 8 y terminó registrando la resurrección eterna de Chávez.

Fidel Castro, que fue teórico hace sesenta años, dijo en la clausura del séptimo congreso del Partido Comnunista cubano, que no deberán pasar sesenta años desde la implosión de la URSS (o sea treintipocos años desde hoy) para que una revolución social tan vasta como la de Octubre salve al planeta seriamente amenazado de muerte y citó, en cifras, las condiciones de concentración extrema de la riqueza en tan pocas manos como nunca antes en contradicción con todos los otros intereses.

Del avance de las vías democráticas depende esa revolución global y llegado el caso, también de sustituciones de burguesías nacionales.

Después de todo, sus contradicciones con el capital financierista, especulativo, no son personales (incluso personalmente suelen ser entreguistas, oligarcas, rosqueros o parte de "la casta" -como dicen en España- "con el bolsillo acá pero con el corazón en Washington" como decía Arismendi) sino que son contradicciones de sectores de clase y sistémicas.

Al fin y al cabo de tantos aprendizajes, de pruebas y errores y crímenes y realizaciones fantásticas, las revoluciones atrincheradas en estados, que no pudieron ser globales, devinieron en sustitución de burgueses nacionales por burocráticos primero y luego surgidos del riñón de aquellas burocracias o de los partidos revolucionarios, dirigidos por los pueblos, en la necesaria ofensiva económica -porque el pueblo solo con el Estado era un desgaste defensivo a la larga insostenible; incluso Cuba, con su imprescindible heroísmo para defenderse bloqueada a tres pasos del Imperio, tuvo que pasar, cuidadosamente, a cierta ofensiva económica. Y decimos burgueses y no burguesías porque ya en 1978, Deng, precursor, advertía la incapacidad de éstos para funcionar como clase para sí en esta época (más allá de que en China no se les permitiera ni se les permite hacerlo).

Ni siquiera el partido Rusia Unida (que nació con la pretensión de serlo de los privatizadores del momento) pudo crear una burguesía nacional orgánica en los hechos. O fue un partido imperialista (socialimperialista en la reivindicación de Yeltsin) o fue nacional popular con Putin, cumpliendo, tras una deriva extravagante, ciertos objetivos de la NEP, que tenían que ver precisamente con los nuevos ejes de las contradicciones fundamentales en el mundo de la economía.

Hasta los países con grandes economías están tensados por el eje casi bien definido pero mal denominado por Sader. Incluso Estados Unidos y Gran Bretaña, que tienen además expresiones políticas de crecientes y elocuentes polarizaciones sobre ese eje. La paradoja del momento es que nunca estuvo el mundo tan cerca del holocausto (ése por múltiples vías; nucleares, ambientales, climáticas...) y nunca tuvimos condiciones objetivas tan simplificadoras para poder cambiarlo de base.

miércoles, 20 de abril de 2016

El golpe a Dilma: lo que sí entienden las palabras




La que más pronunció Dilma en su conferencia de prensa tras la votación en diputados es la palabra Democracia. Pronunció, invocó y marcó un camino, una vía, Democracia, porque aunque es un golpe de Estado payasesco destituirla contra el voto popular con el argumento de la "corrupción" cuando el propio New York Times reconoce en su edición del 15 de abril, que "ella no robó nada, pero está siendo juzgada por una banda de ladrones", lo que sigue a este golpe farsesco es la resistencia de la Democracia. "Vai ter luta".

Podrán hacer un gobierno más neoliberal (no-liberal) que el que nos obligan a hacer o apenas nos atrevemos a hacer o no hemos sabido no hacer los gobiernos de izquierda, podrán rechazar los avances -pocos o bastantes- que sí hicimos en algunos aspectos, pero nos queda la Democracia porque es con lo único que nacimos.

Los gobiernos de derecha nacen con todo, con el capital financiero, con la plutocracia de los medios masivos, con la ideología, con la tela de araña de leyes de doble rasero, con los atávicos delirios autodestructivos de las burguesías nacionales y de las capas medias, con casi todo el poder cuando no pueden recurrir a los gendarmes.

Se les puede arrebatar algún fragmento de poder con la lucha popular organizada, cuando se les gana el gobierno; pero entonces, el nuevo gobierno, el de izquierda, nace robado del todo, como nacen cientos de millones de niños en el mundo, sin más nada que la vida.

En nuestra América los gobiernos de izquierda nacimos sin medios masivos, sin el capital financiero, sin poder o, mejor dicho, sin más poder que nuestra propia vida que es la Democracia, porque la defendimos, la conquistamos y reconcquistamos nosotros. Anclada en la Democracia ha de ser imposible que a Dilma le quiten la vida, así la destituyan o la maten.

Claro que deberíamos aprender a hacer avanzar la Democracia hacia el poder, a resistir la censura mediática masiva del imperialismo y la oligarquía, a resistir su agenda, a financiarnos y a hacer y a denunciar la verdadera corrupción de izquierda, la del que en vez de resistirlo, al imperialismo no hace más que administrarle por miedo a las represalias mediáticas o judiciales (todos somos vulnerables en ese juego mentiroso), pero en ese avance la democracia sería entonces más Democracia, nunca otra cosa.

Hace casi ciento cincuenta años, cuando gendarmes de la dictadura de la burguesía ahogaron en sangre a la Comuna de París, Marx le llamó "dictadura del proletariado" a la necesidad del pueblo organizado, cuando está en la cresta de la ola, de subordinar a los destacamentos de hombres armados y las cárceles. Quiso ser elocuente sobre un principio (uno de los pocos que de verdad existen): las clases opresoras no entregan el poder nunca, sino que recurren a todos los medios disponibles para retenerlo.

Hoy no disponen de tantos y en América la nuestra en particular, no disponen de nada que pueda llamarse democracia. En Brasil ahora Democracia se pronuncia Dilma. Ambas con mayúscula.

lunes, 11 de abril de 2016

La pura verdad y la información avasallante



Lidia fagale ha citado en Rebelion el libro La Sociedad de la Transparencia del filosofo coreano alemán, Byung-Chul Han, http://rebelion.org/noticia.php?id=210992: "Transparencia y verdad no son idénticas. Esta última es una negatividad en cuanto se pone e impone declarando falso todo lo otro. Más información o una acumulación de información por sí sola no es ninguna verdad. Le falta la dirección, a saber, el sentido. Precisamente por la falta de la negatividad de lo verdadero se llega a una pululación y masificación de lo positivo. La hiperinformación y masificación y la hipercomunicación dan testimonio de la falta de verdad, e incluso de la falta de ser. Más información, más comunicación no elimina la fundamental imprecisión de todo. Más bien la agrava."

Los 12 millones de documentos de la firma forense panameña Mossack Fonseca que el periódico alemán Süddeutshe Zeitung dice poseer, dan cuenta de la existencia de empresas off shore y algunos de los nombres revelados por el Consorcio Internacional Periodistas financiados por Open Society y la Usaid, han generado un cúmulo de información que no constituye por sí sola ninguna verdad. Algunos medios y sus periodistas sean o no del establishment no han colaborado en esto, o sólo lo han hecho parcialmente, a la hora de aportar categorías de comprensión que permitan saltar de la oscura transparencia informativa a un escalón más próximo a la claridad siempre imprecisa de la verdad. Curiosamente uno de los que más ha aportado en Uruguay ha sido el diario El Observador, en la contratapa del sábado escrita por Miguel Arregui, "Panamá Papers: barquito de papel". http://www.elobservador.com.uy/panama-papers-barquito-papel-n893949. Ocurre que El Observador, así como El País, es de los implicados en los nombres que aparecieron en las muy distintas listas que otros medios publicaron sobre los llamados "papeles panameños". El Observador se dio el lujo de contextualizar que se trata de una sola de las cientos de empresas panameñas del ramo, de uno solo de los (precisamos nosotros) más del cien países del rubro y el propio Fonseca señala en su defensa que "entre sus socios más importantes se encuentran bancos y abogados en Miami (Florida) y el estado de Nevada en EEUU. Este último, junto con Delaware, son las 'lavadoras' más grandes del mundo. Compiten con sus contrapartes en el Canal de la Mancha (Gran Bretaña). Estas lavadoras, sin embargo, no son consideradas 'off-shore' (extranjeras) y pueden operar debido a la protección que reciben de sus respectivos gobiernos (Washington y Londres, respectivamente)" http://rebelion.org/noticia.php?id=210924. Marco Gansásegui, en Alai,agrega: "Hay que aclarar, en primer lugar, que los documentos electrónicos de la firma panameña no fueron filtrados (leaked). Fueron 'hackeados'. En otras palabras, el sistema fue penetrado y la información fue robada por agentes profesionales cuya identidad, por el momento, se desconoce. Según la Gazeta del Sur de Alemania, “la información provino de una fuente anónima”. Pero el diario agrega que “se supone que algunas computadoras del despacho Mossack Fonseca fueron intervenidas por hackers a fin de obtener correos electrónicos, certificados, estados de cuenta y otros muchos documentos”.

La entidad que se hace responsable del 'hackeo', el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), con sede en Washington, DC, EEUU, es financiada por los Think Tanks más reconocidos del establishment conservador de EEUU y Europa. El periódico alemán, Süddeutshe Zeitung, asumió el liderazgo en el reportaje sobre la firma panameña que maneja Ramón Fonseca Mora.

Curiosamente, entre los millones de documentos que le fueron hackeados a Fonseca, muy pocos se refieren a los negocios que la firma realiza con sus contrapartes en EEUU, Gran Bretaña o Europa occidental. Son en estos países donde se realizan las transacciones más grandes. Las revelaciones se detienen con detalle en Rusia, Islandia, México, Brasil, Argentina y España. Países importantes, pero con economías enanas comparadas con EEUU y Europa occidental".

Leído desde Uruguay resulta hasta un poco decepcionante que no aparezca el nombre de nuestro país en esas consideracioees, cuando hace diez años, para los medios, los únicos uruguayos que tenían empresas panameñas eran José Pedro Damini y Francisco Casal y ahora, con los "papeles panameños" parecería que los empresarios uruguayos que no las tienen de muy antiguo podrían reunirse en el ascensor de cualquier edificio, pero por cientos y miles que sean, esos nombres fueron usados solo en Uruguay y muy arbitrariamente. Uypress, para no eclipsar los que hacen a la interna frentemplista o más precisamente a la del FSL, ocultó los más atractivos de los medios: Pettinati, Scheck, Peirano... Caras y Caretas, cuidadosa de la unidad frentesmplista, los destacó, El Observador decidió no dar nombres y El País no sale de lo que tenga relación con Cristina Fernández, aunque CNN ponga en portada las off-shore de Mauricio Macri.

Como señala Fagale: "no se trata se ser crípticos frente a hechos reales y concretos. Es que se impone cada vez más sospechar de la sobreabundancia informativa y su dinámica demoledora que tritura el tiempo de la reflexión y todo atisbo que nos lleve a revelar el verdadero fin de todo esto. Por otro lado ha quedado claro que cada país y, de acuerdo al sector que tiene una clara posición dominante en sus estructuras mediáticas y que conforman la dirección de la hegemonía cultural, ha encontrado en el baúl de estos documentos la materia prima para denostar, salpicar, ensalzar, ocultar o manipular “a piachere” de acuerdo a la aspiración y al escenario local. Mientras el sistema económico sigue impoluto y ajeno a todo reproche y condena, así como los principales factores de poder real que lo sostienen, las políticas domésticas juegan su guerrita política en la última división de este partido que abreva en las cuevas del imperio y claro, también de sus tentáculos y representantes nacionales".

RUIDO A PUREZA


Lo que pasó con Uruguay es bastante grotesco. Simplemente unos servicios descubrieron en esa firma panameña al pez gordo que más buscan, Vladimir Putin. Tiraron las redes y en la pesca de arrastre, entre la majuga desechable salió por casualidad que era la empresa más frecuentada por la majuga uruguaya. Un diario como El País, que fue el de la dictadura del Plan Condor, que todos los días saca dos o cuatro páginas sábana de internacionales más pentagonistas que el Pentágono, que siempre pegó para acá, ahora le pegan a él para acá, pero no hay que confundirse. Hoy el gobierno de Estados Unidos de América no está interesado en la desestabilización de Latinoamérica ni lo está el Reino Unido. Por motivos geopolíticos necesitan como nunca la estabilidad y hasta cierta unidad autónoma en esta región. Para ellos las regiones a desestabilizar y destruir si es posible son parte de Eurasia, del sudeste asiático y la confluencia sinorrusa. Es decir las zonas del centro de la isla global influenciables por China, incluída Africa, con naturalidad geopolítica. El gobierno de Obama estaría dispuesto a pagar el precio del desbloqueo cubano antes que seguir aislándose de América Latina, pero Obama tampoco quería invadir Libia (no deja de ser un descendiente de africanos al que las palabras de Fidel http://www.lr21.com.uy/mundo/1283909-el-hermano-obama calaron bien), sin embargo Libia fue invadida por la alianza que dirige Estados Unidos. Es como en la novela de Stevenson "Doctor Sheckill y mister Hyde", El País es parte del robótico entramado gestionado por Washington en los años 70, que hoy éste no puede controlar, es parte de un Mister Hyde que en todo el continente quiere recuperar posiciones de aquellos años. Y habla de corrupción, de ética, de moral, palabras que llenaron los legajos de las justificaciones de los mayores crímenes de la historia. El sonido a pureza, con su frufrú de sedas anuncia ruido de sables, como las calmas ominosas que anteceden las tormentas.

"Algunos medios han vociferado en un tono didáctico moralista su condena a “la corrupción”, como un mal que es actuado por “algunos individuos” y en clave de “fenómeno indeseado” dentro del sistema de las democracias actuales. Está claro que un funcionario, un presidente, no puede y no debe verse envuelto en hechos que se insertan en escenarios donde confluyen los negocios sucios de la clase económica y política mundial y a la vez evadir impuestos de los capitales colocados en los paraísos fiscales. Sin embargo, la condena queda en la inconducta y falta de ética del funcionario que se esconde del fisco estatal de su país, sin que esto colabore en darle otra vuelta a la llave que nos abre la puerta del corazón del sistema hacia su verdadera naturaleza. En esta versión mediática más benévola "la trapisonda económica" torna “transparente” la información, mientras oculta la verdad, o una de las verdades más esenciales del sistema económico global. Tras el crack financiero de 2008, el control sobre los paraísos fiscales fue literalmente derrotado. La fuerza del capital se antepuso, incluso a las medidas adoptadas por la OCDE" (Fagale).

Sin embargo esta vez aparece Alemania en el asunto (vecino del centro territorial de la isla global que desobedeció a EEUU en Ucrania). Desde el comienzo imaginé que la caza de Putin tendría su contrapartida. Los documentos revelan que varios directivos de Fox integraron el organigrama de T&T Sports Marketing LTD, una compañía creada en las Islas Caimán que, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, transfirió sobornos a los dirigentes del fútbol sudamericano a cambio de conseguir, año tras año, los derechos de televisación de torneos como las Copas Libertadores y Sudamericana.

LES ESTAMOS GANANDO LA CRÍTICA

Durante el período especial Silvio Rodríguez señaló que un error de Cuba en los años setenta fue haberse dejado ganar la crítica de la revolución. Hoy es más fácil ganar la crítica del imperialismo porque éste -que en la batalla cultural de la guerra fría supo ganar todas las críticas-, hoy, extremadamente concentrado, ha perdido en gran medida su capacidad de autodisidencia. En América Latina el asedio mediático al llamado "ciclo progresista" o "la década larga (poniéndole término temporal)", es tan feroz que nuestra incapacidad de resistencia a la censura imperialista se ha convertido en la victoria de nuestra propia crítica.

Cuando Wikileaks informa a través de Twitter sobre la financiación alemana norteamericana de los "papeles panamaños" nos recuerda cómo sus primeras filtraciones las repartió entre los más famosos medios (The New York Times, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País de Madrid) suponiendo que irán a publicarlas en sus aspectos medulares. Poco después tuvieron que enviarlas a medios alternativos, como La Jornada, Página 12, Público de España... para que el porcentaje de publicación fuese mayor. Aún así quedaron noticias sustanciales en el tintero, que resultó habían sido censuradas. Ahora Wikileaks aprendió la máxima de Enric Durán, "la información se ha convertido en una de las principales fuentes de poder y de conflicto. Quien puede controlar cómo se difunde una información, tiene mucho ganado".

No en balde la primera medida (la primerísima en su agenda particular) del gobierno de Macri fue retirar el aporte argentino a Telesur. El tratamiento mediático benévolo que tuvo el tema en torno a la vinculación del presidente Macri con dos empresas off shore, no se condice con la beligerancia que tuvo y tiene el tratamiento mediático de otros casos de corrupción de funcionarios públicos o empresarios allegados a la gestión anterior.

Ganar la crítica no significa necesariamente perder los gobiernos. Yo estaba en Chile cuando ganó Piñera. La crítica de la Concertación por la izquierda chilena generó una nueva mayoría más a la izquierda de la Concertación. En Argentina Cristina Kirchner advirtió en su página web, meses antes de la derrota electoral de Scioli, que los siguientes cinco años estarían marcados por el debilitamiento económico de los BRICS, un análisis crítico y realista de los límites del "progresismo" en nuestra revolución continental.