“Fuera EEUU de EEUU !!!”, escribieron en un muro, contra el toque de queda en USA, tras la amenaza de Trump de desplegar al Ejército en las calles.
“¡USA sí, yanquis no!", cantaban, "¡yanquis leave home! ¡yanquis leave home!"...
Por favor, “Déjenlos quietitos”. “Dejala ahí que ahí está bien”.
“Dejala ahí
que ahí está bien”, por si alguien no lo sabe, es lo que Ghiggia, festejando el
gol de la victoria en la final de Maracaná, le contestó a Míguez, cuando éste
le preguntó por qué no se la había pasado.
Dejala ahí. Dejalos quietitos, pero tampoco sería realista que el pueblo norteamericano le dijera al Ejército que se fuera. ¿A dónde va a ir?
No son tiempos de toma de puertos, desembarcos de marines, abordaje y ocupación. No hace un mes probaron en Venezuela para terminar mordiendo la arena de Chuao. De Iraq los echaron. Todavía no se fueron pero los echó el parlamento, el primer ministro y los misiles iraníes.
De Afganistán también.
En Libia no juegan más; el juego es entre rusos y turcos de cada lado de las fuerzas libias divididas.
En Siria les hace un lugarcito el ISIS en el nordeste, pero no va a durar mucho.
A Europa van a robarle mascarillas y respiradores y a sobornar laboratorios para quedarse con la torna de la vacuna que se invente contra la COVID.
Por cierto, ni los alemanes ni los franceses ni los
italianos los quieren ya de aliados, según las encuestas. Cayeron más de veinte
puntos en cada país europeo, tanto como subió China, la que les donó toneladas
de material sanitario y ahora ofrece la vacuna libre de patente. Señala
Rodríguez Gelfenstein, “el transporte de carga hacia la Unión Europea por vía
férrea se ha transformado en un sustituto vital tras la paralización de una
parte importante del transporte aéreo. De enero a abril, un total de 2.920
trenes de carga realizaron el recorrido China-Europa, es decir, un 24 % más
respecto del mismo período en 2019, haciendo crecer en un 27 % interanual este tipo de carga”. Esto es comercio pero también es geopolítica.
Hace unos
cuantos años que escribo, un poco por gusto de la paradoja pero bastante por
consecuencia geopolítica, que USA tiende a convertirse en un eslabón débil de
la cadena imperialista. En este preciso momento está en toque de queda; acostumbrado a ser ejército de ocupación, a su Ejército se le encomienda ahora
ocupar su propio país. Experiencia no le falta. Contratistas mercenarios
tampoco.
“A Rusia, en particular, le costó 26 millones de muertos derrotar la invasión imperialista final, en “La Gran Guerra Patria”, una generación de niños de la guerra y otra de niños de huérfanos. Otros pueblos soviéticos ganaron sin tanto costo y hoy son ruta de la seda en el centro de la isla global (N. de A.: tras la pandemia, este abril el comercio de China con la totalidad de los países de la Ruta creció un 0,9% para llegar a casi 385 mil millones de dólares, ocupando un 30,4% total del comercio internacional y alcanzando un crecimiento interanual de 1,7%).
A la postre de la "Segunda Guerra", ganó la guerra el Partido Comunista de China, junto al Kuomingtang, y contra el entreguismo de Chiang Kai-shek, ganó la posición Mao Zedong para organizar otra revolución comunista. En Europa Central y del Este, otros diez países formaban bloque socialista. En Europa Occidental, plan Marshall, salvataje económico de Alemania indispensable por su sitio geoestratégico y otra vez cierto sacrificio de un pedazo de la torta económica para aflojar presión obrera. Keynesianismo.
Comenzó emtpmces a
desmoronarse el sistema colonial en el “Tercer Mundo” y EEUU se aferró al
expolio de su “patio trasero”, que en muchos casos transitó carriles
reformistas, con dirigencia burguesa nacional que poco podía durar, pero
ninguno salió por derecha. Incluso USA salió con new deal (nuevo trato) de
Franklin Roossevelt. Ningún malla oro se escapó solo ni tiró en el pelotón. Luis no sabe de ciclismo ni de historia.
China era
otro eslabón débil en la cadena imperialista. ¿Cuáles serían los próximos? De
una hipótesis para responder esta pregunta, surge el título “La última gran
guerra”. Fracasado en la guerra biológica, ¿qué le queda a Estados Unidos?”
(publicado en tres medios, La Onda, Resistencia, La Piedra en el charco, el 10
de abril, https://joseloolascuaga.blogspot.com/2020/04/la-ultima-gran-guerra.html).
Y el 8 de
febrero de 2019 publicaba, “Cuando se estableció la disuasión nuclear empezó
algo más que la guerra fría, empezó un cambio de eje geopolítico que demoró
bien poco en demostrar sus consecuencias porque la historia se acelera
exponencial desde que el antiimperialismo destraba las fuerzas productivas de
la humanidad.
Antes de la
disuasión nuclear, los adelantos de las armadas en particular y de la guerra
ofensiva en general -más veloces por mayor rentabilidad que los terrestres y
defensivos-, propiciaron durante trescientos años, el dominio geopolítico desde
las periferias de la isla global territorial. Definida por Mackinder, el padre
de la geopolítica, esta isla global sería hoy un imaginario continental desde Vladivostock hasta
Ciudad del Cabo.
Con la bomba
atómica poniendo un techo al desarrollo ofensivo (napalm, agente naranja,
fósforo blanco,, todo lo que USA trajo a Vietnam y algunos horrores más que
trajo dentro de la guerra convencional a Panamá, a Serbia, a Afganistán, a Irak
con uranio enmpobrecido y a Libia, entre muchas otras agresiones) mientras la
guerra defensiva se desarrollaba sin límites (túneles Ho Chi Ming, trenes
"blindados" bala, sobre todo chinos), haciendo que lo que antes era
desembarco de marines, ocupación militar, gobierno y control total de tipo
colonial primero y luego imperial, ahora fuese derrota militar, estancamiento
de la ofensiva (a partir de Corea), golpe dell imperialismo a lo que puede y no a lo que quiere,
resignando además el control, entregándolo (como en Irak a Irán) o convirtiendo
al país invadido en tierra de nadie y Estado fallido (Libia) o
empantanamiento eterno de tropas.
Muchas veces
USA golpeó principalmente para mostrar que todavía puede golpear a alguien, por
eso siempre terminaron más dañados sus aliados que sus oponentes (Saddan -a
quien hicieron pelearse con Irán para luego invadirlo a él, no a Irán que iba a
resistir a muerte-, Noriega -ex agente de la CIA incapaz de boletearse, los
hijos de Gadafi que se arrodillaban ante "occidente" y todos los países que por no enfrentar al
imperialismo fueron carneados como corderos y están en la parrilla del FMI, el
BM, de los fondos buitres y necesitados de verdadera ayuda humanitaria que
jamás les llega).
En fin… la
historia es dialéctica. Si Argentina le gana a Macri en octubre es probable que
la parte de América que termine más aislada sea la del norte del muro de
Clinton-Bush-Obama-Trump (en orden de sus sucesivos constructores),
especialmente Canadá, tan gendarme de USA que se ha puesto.
Y de Europa
ya Inglaterra es la más periférica. Por ilusión propia.
Sus
prontuarios van a dificultar que alguien quiera ayudarlos “humanitariamente”
cual ellos ayudaron a la Europa de posguerra porque era fronteriza con el
"comunismo". No hay motivos geopolíticos como sí tiene China con
Israel, por ejemplo, que está en medio de la ruta de la seda, por lo que China
está ayudándola a intentar desalinizar Mediterráneo. El plan Marshall sí fue verdadera ayuda, aunque defensiva, no humanitaria. Defensivo fue, además, el "estado de
bienestar" como respuesta producto genuino de la revolución rusa. Marshall fueron millones de millones de dólares actuales, condonó deudas por otros
cientos de miles de millones, abatió aranceles que hoy Trump quiere corregir, pero....
...por otra
parte, al volverse eslabones débiles de su propia cadena, si Berrnie Sanders en
EEUU y Jeremy Corbyn en RU, lo piensan con ciencia revolucionaria, es posible
que Fukuyama no haya estado tan errado, después de todo, acerca del fin de las
ideologías.
Gerardo Bleier ha escrito, alarmado en estos días por el ascenso del fascismo en USA, constatando el aislamiento al que Trump llevó al Estado nación principal gendarme del imperialismo. Es verdad, pero también lo es que USA no apoya al fascismo desde que lo hace abiertamente a los partidos neofascistas europeos, sino desde que ha sido el sostén principal de todo lo más terrorista del capital financiero imperialista en el mundo, desde el Gran Garrote y la Doctrina Monroe en adelante y su aislamiento es destino, geopolítico, si no acepta los males menores del multilateralismo.
Hoy el pueblo en las calles está rechazando el "supremacismo" de Trump y el "excepcionalismo" de Obama. Este doble rechazo sería el camino a reinsertarse en el mundo de la economía real. Tiene un costo, pero el pueblo ha comprobando que el aislacionismo neofascita de Trump le cuesta más caro. Seguramente los dinosaurios republicanos perderán en las grandes ciudades en noviembre y el bastión del centro agrícola también lo pierden, porque ayer China anunció que cancela la mitad de las compras agrícolas a EEUU. China habría decidido así acogotar a Trump. Supongo que porque Donald le tiene las bolas al plato con que no le avisó de la pandemia, cuando hasta Bill Gates se lo avisó. Y con bastante antelación.
A lo largo de la historia han caído imperios más grandes, haciendo todo el ruido que pudieron, pero no tenían la bomba atómica. ¿Cómo atarle las manos a este imperio?
Aparte del mexicano, que desde el siglo XIX se lo pregunta, los otros pueblos norteamericanos están empezando a preguntárselo con nosotros.
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