Podría
decirse que es un dato del mercado. Direct TV tiene 166 canales y entre ellos
tenía Telesur, pero además, en Venezuela, el 34% de la población recibía a
través de antena de la señal cuatro canales al aire. Las antenas de DIRECT TV
eran parte del paisaje caraqueño y de las otras grandes ciudades del país
caribeño, pero “La multinacional estadounidense Direct TV, anunció el martes el
cierre en Venezuela de sus operaciones con efecto inmediato. La compañía
explicó, en un comunicado, que las sanciones del gobierno de Estados Unidos a
Venezuela le prohíben la transmisión de los canales de televisión venezolanos
Globovisión y Pdvsa TV”. Esta es la versión imperialista de la BBC, textual.
Por su
parte, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela dictamino que “de manera
unilateral e ilegal, (Direct TV) suspendió el derecho a la información de casi
10 millones de ciudadanos”. Los magistrados explicaron que es falso que DirecTV
estuviera imposibilitada de cumplir con sus obligaciones derivadas de la
legislación venezolana, pues son disposiciones que datan del año 2005 y la
empresa las venía cumpliendo durante estos 15 años”.
En La Iguana
TV, televisión venezolana por YouTube, Facebook e Instagram, conducida por Miguel
Pérez Pirela, éste clamó: “¡mire si por Globovisión y Pdvsa TV, el gobierno
venezolano va a perder diez millones de televidentes de Telesur!”. Globovision
es uno de los tres mayores canales venezolanos opositores al gobierno chavista.
Pdvsa TV es un canal estatal de menor envergadura que multimedios Venezolana de
Televisión (VTV), al aire y Telesur es el canal pluriestatal latinoamericano y
caribeño que desde hace quince años disputa hegemonía, “la señal informativa de
América Latina y el Caribe”, construye sentido común alternativo y transmite
desde 2017 en Alta Definición con sede en Quito.
Telesur
integraba la grilla de Direct TV en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú,
Puerto Rico y Uruguay, así como Brasil y México, a través de SKY, además de
Venezuela.
Fue retirada
de la mutiseñal yanqui y ahora la tenemos en portales alternativos de nuestros
países y canales por YouTube (por ejemplo canal 22 de Argentina por streaming,
desde hace meses), canales cable de casi todos nuestros países, y entre otros
portales web, en Resistencia de Uruguay. El valor de mercado de Telesur, a
juzgar por la decisión adoptada por el directorio de DIRECT TV es mayor al de
los otros 165 canales de su grilla sumados más los canales al aire, pero, por
cierto, está en juego el valor político.
DIRECT TV
procura el blackout informativo en Venezuela en tiempos de cuarentenas y agresiones
yanquis al territorio bolivariano. No es nuevo, pero es amenazante.
Todos
recordamos el blackout informativo del 13 de abril de 2002, cuando se desbarató
el golpe de Carmona. Recuerdo a Globovisión, Venevisión, entre “los cuatro
jinetes del apocalipsis” tal cual les llamaba el comandante Chávez a los cuatro
canales privados al aire de su país, férreos opositores al chavismo, recorrer
las instalaciones vacías de la desalojada por los golpistas, VTV, como si fuese
el Palacio Miraflores, la sede del gobierno. Por primera vez el asalto reaccionario
al poder se mostraba transparente en el asalto selectivo y protagónico al medio
de comunicación popular, pero cuando la información no les convino, porque el
pueblo salió a la calle a liberar a Chávez y la Fuerza Armada definió su
interna a favor del pueblo, los cuatro jinetes del apocalipsis empezaron a
pasar películas de Tom y Jerry. No es una metáfora. O sí lo es además, pero en
verdad mientras Caracas se movilizaba restituyendo a Chávez, en las pantallas de
los canales de la oligarquía Jerry se le escapaba a Tom. Sentido poético de
clase.
Hoy no
quieren que el pueblo sepa por la más vista Telesur, los fracasos de la
oposición proyanqui y para eso cierran todos los canales (Tom hace esas cosas) y
dejan a diez millones de venezolanos volviendo a buscar antenas de alambres
para captar señales al aire sin servicio de pago (Jerry hace las suyas).
Telesur, o
mejor dicho, la no emisión de telesur, le valió al Deep State más que un
suculento ingreso de televisión por abonados para su transnacional y que la
emisión de 170 canales opositores a Maduro. Es en Venezuela que por primera vez
en la historia de las dictaduras, la dictadura del capital financierista global
cierra una señal que, en su número de canales, era 170 veces más opositora que
defensora de la democracia.
USA RESIGNA PROPIO PODER BLANDO A
CAMBIO DE BAJAR VOLUMEN A TELESUR
El mayor
poder militar hoy lo tiene Rusia, económico China; a pesar del tamaño del
complejo industrial armamentista yanqui, Rusia le sacó ventaja tecnológica
táctica decisiva al desarrollar el misil ultrasónico y aún sin usarlo más que
para disuasión, ha demostrado su ventaja en el terreno en Siria; Si China no es
ya la primera potencia económica, la tendencia es tal que negarlo podría
caducar este párrafo en cuestión de minutos; y de segundos después de la
pandemia.
A USA le
queda entonces todavía el poder blando, la corporatocracia mediática superando
lo político y diplomático, la corrupción judicial en su área de influencia nuestraamericana
superando lo jurídico, pero el poder duro (militar y económico) es el que
determina, es el fundamental. La lucha de ideas va a la economía.
Cuando USA
contaba todavía con supremacía de poder duro para su ataque a Irak, el
argumento de su poder blando fue precisamente el poder duro. Así todo le era
más fácil y eficaz.
Decir que
Irak poseía armas de destrucción masiva que no poseía, que la CIA sabía que no
poseía, que nadie mínimamente informado creyó y que después de entrar en Bagdad
las fuerzas yanquis ni siquiera se tomaron la molestia de plantar en el terreno
para justificarse, era la forma perfecta de decir: “la destruyo porque puedo,
simplemente porque puedo, porque tengo el poderío militar y económico para
hacerlo”.
Las bombas
fueron su propio argumento, el poder financiero mundial fue su propio argumento
para ablandar a Irak por hambre con el bloqueo, las “sanciones” y la ‘ayuda
humanitaria’ antes de dirigirle los cazas sin pilotos con bombas con uranio
empobrecido en sus cabezas lo suficientemente inteligentes para matar
colateralmente medio millón de civiles. “Y todo porque puedo y más nada”.
"La
maté porque era mía", “porque me cebó un mate frío”.
La victoria
de USA en la guerra psicológica contra Irak y contra el mundo era que destruía
precisamente porque podía y no necesitaba justificarse ni siquiera con sus
propios intereses. Es más, lo demostró señalando una asimetría banal: armas de
destrucción masiva cuando de hecho armas de destrucción masiva para hacer
añicos ochenta veces La Tierra, aunque con una sola vez alcance, tenían Israel
y USA.
Es decir:
“la mato porque es mía” o mejor: “la mato porque me cebó un mate frío”, pero
mejor aún si el mate estaba caliente.
“¡Y
calladitos la boca, que soy el único que habla en el mundo (“occidental”) y por
lo tanto el único que piensa para decirles a todos ustedes lo que tienen que
decir, que para eso puedo bloquearlos, “sancionarlos”, bombardearlos,
destruirlos por completo y para eso tengo cartelizados todos los grandes medios
de comunicación (en “occidente”) y las operadoras de los medios y las antenas
de DIRECT TV ¡y esto se llama “libertad”, eh, repitan bien “libertad”!”.
La
posverdad, esa sofisticada banalización de la mentira, es un producto genuino
del pensamiento único. Entonces el poder blando yanqui funcionaba casi sin
interferencias a su pensamiento único y su posverdad. Su medio columna era CNN.
Ahora le quita CNN en español a diez millones de venezolanos porque considera
que no vale nada al lado de Telesur y en Venezuela no tiene suficiente razón de
la fuerza, pero tiene en eso una pura razón.
Por su
parte, “el Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ) de Venezuela, ordenó este viernes la "ocupación e inmediata
restitución" del servicio de televisión de pago DirecTV en el país”, dice
la BBC. Le falta
explicar por qué la “dictadura” de Maduro, en vez de cerrar la principal señal
opositora a su gobierno “dictatorial”, hace todo lo posible para que los
yanquis no la cierren. ¿No es rarísimo, BBC?
Hace menos
de veinte años, las cuatro agencias de "noticias" principales del “mundo
occidental” copiaban no sólo la agenda sino también las frases literales de
CNN; el gabinete de la “tercera vía” de Tony Blair integraba a Murdock como
ministro fantasma, el de las cien empresas mediáticas para poner la bandera
falsa del arma de destrucción masiva, en oligopolio con CNN. En aquel tiempo el
propio Murdock adelantó que pocos años después solo tres corporaciones
contralarían todo el flujo mediático de occidente y entre ellas, una sería la
suya. No se equivocó en su leve exageración. Hoy cinco corporaciones contralan
el 96 por ciento de la distribución de “información”, incluidas las canciones,
que además de entretenimiento son “información”, pero resulta que intentar acallar
a un dos del cuatro por ciento del resto, les vale más que mantener su 96 por
ciento operativo.
Libia fue la
última femicidada de esa forma de razón de la fuerza. Se dejaron 82 billones de
dólares yanquis por el camino de la invernal “primavera árabe” de propaganda
contra Irán, Siria, Yemen, Egipto, pero encontraron vulnerable a Libia. “¡Ayuda
humanitaria!” gritaron olfateando petróleo y no dejaron piedra sobre piedra. En
Nueva York una voz se alzó contra el procedimiento. La de Donald Trump,
crítico. “Antes de iniciar los bombardeos debimos asegurarnos la propiedad
directa del 50% del petróleo”, dijo, acusando a Obama de criminal inepto, como
si alguien hubiese podido asegurarles control político tras la invasión, cuando
ya no lo habían conseguido en Irak ni en Afganistán.
SANZ, UN CONCIERTO Y EL ROBO DE
NARRATIVAS
Alejandro
Sánchez –el amigo de Pedrito ¿Sanz? y de Sabina; no el Pacha del MPP- apuntó al
“robo de narrativa” entre Guaidó y el Pentágono, en febrero del año pasado,
luego del fracasado concierto invasión que coprotagonizó en Cúcuta, como si
Guidó no fuera otra cosa que la creación telepolítica del Pentágono y Sán(che)z
telequinética, pero esto no es nuevo. Ya la corporatocracia había creado a
Macron, a Casado, a Berlusconi; lo nuevo es que Guaidó se convirtió en poco más
de un mes en una ruina política, para en poco más de un año, pasar de firmar contratos
con la decadencia de la industria que ofreció quemar los cadáveres de Juan Luis
Guerra, Maná o el propio Sanz en una pira de guarimberos, a firmar contratos
con empresas de contratistas de mercenarios boinas verdes.
Ni DIRECT TV
pudo sostener a Guaidó más acá de sus quince minutos de fama. Lo político y
diplomático de Venezuela superó el poder blando yanqui, desde la OMS, la Cruz
Roja, el Vaticano y, por supuesto, los países civilizados, con los que trabajan
Samuel Moncada en la ONU y el canciller Jorge Arreaza –China, Rusia, Irán, Turquía,
los casi doscientos países que conforman la verdadera comunidad internacional
contra la barbarie imperialista–.
USA ya no
puede justificar con su poder sus invasiones militares porque, en definitiva,
cuando Maduro anuncia respuesta militar proporcional es porque de verdad puede
darla. Cuando dice que las tropas yanquis pueden entrar pero no salir y recuerda
Vietnam, lo demuestra con la unión cívico-militar que resultó intocable el 23 F
y el 30 A y el 3 M y el 4 M… De los doscientos cincuenta mil efectivos de la
fuerza armada bolivariana, no más de veinte infiltrados desertaron para el show
de Montaner. Cuando quisieron volver por Macuto y el Chuao, ocho fueron
abatidos en el mar y los otros, junto a los mercenarios yanquis, fueron
arrestados. Eso es lealtad chavista; no sólo buen gusto musical.
La posverdad
choca con la realidad y la plutocracia mediática requiere ahora verdaderos
argumentos, pero no pierde mucho, porque sigue siendo propietaria de los
medios, aunque fallen.
La crisis de
la hegemonía mediática, el papel de Telesur, la emergencia de RT en español
(nunca, en sus casi ochenta años de vida, la URSS pudo tener medios
audiovisuales en castellano; Putin hace diez años que los tiene y agrega un
despliegue magnífico de Sputnik), CCTV y CGTN de China en español, con
impecable calidad técnica, HispanTV de Irán en Español, que posicionó un líder
en España, más acá de las vicisitudes de Pablo Iglesias, y los periodistas voluntarios
combatiendo la desinformación en redes, buena televisión por streaming, en You
Tube –ahora se suma en Uruguay, el programa Legítima
defensa, los viernes desde la hora 19 hasta la 21, en vivo–, han ido
erosionando la excusa del “mate frío”. Y en el alargue del tiempo y la mentira,
se pixela la demonización de Maduro.
No olvidemos
que el 11 de abril de 2002 lo primero que hicieron los golpista Carmona, Prisa
(PSOE), CNN fue mostrar VTV canal 8, bombardeada, desalojada, enorme en su
vacío (más de diez veces todo el SODRE, para hacerse una idea) y tanto
Globovisión como Venevisión, se desentendían de Miraflores y de la calle, no
sólo para invisibilizar la imponente participación del pueblo chavista, como
siempre, sino para indicar el eje de cambio de poder. Nunca olvido cuando canal
8 retomó la señal y recibió al teniente Quinteros para informar del gran
contragolpe popular, calle por calle y cuartel por cuartel.
Todavía no
existía Telesur. Fue poco el eco de entonces, pero a veces, como hoy, poco
puede ser bastante.
El
periodista Pablo Silva Galván, de Caras y Caretas, el 28 de febrero de 2019
comentaba: “La serie televisiva Star Trek decía en su presentación: "el
espacio, la última frontera". Y aplica para Venezuela. La última frontera
entre el imperialismo y la dignidad de los pueblos. No tengo la bola de
cristal, pero creo que todavía no se jugó el partido mayor. Falta. Seguramente
los acontecimientos nos depararán grandes sorpresas...”
¡Los yanquis
cerrándole a Guaidó masivos medios de expresión en Venezuela, a cambio sólo de
bajarle un poco el volumen a Telesur, vaya si era una sorpresa difícil de
imaginar en aquel febrero!
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