martes, 26 de mayo de 2020

Telesur vale cientos de canales




Podría decirse que es un dato del mercado. Direct TV tiene 166 canales y entre ellos tenía Telesur, pero además, en Venezuela, el 34% de la población recibía a través de antena de la señal cuatro canales al aire. Las antenas de DIRECT TV eran parte del paisaje caraqueño y de las otras grandes ciudades del país caribeño, pero “La multinacional estadounidense Direct TV, anunció el martes el cierre en Venezuela de sus operaciones con efecto inmediato. La compañía explicó, en un comunicado, que las sanciones del gobierno de Estados Unidos a Venezuela le prohíben la transmisión de los canales de televisión venezolanos Globovisión y Pdvsa TV”. Esta es la versión imperialista de la BBC, textual.

Por su parte, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela dictamino que “de manera unilateral e ilegal, (Direct TV) suspendió el derecho a la información de casi 10 millones de ciudadanos”. Los magistrados explicaron que es falso que DirecTV estuviera imposibilitada de cumplir con sus obligaciones derivadas de la legislación venezolana, pues son disposiciones que datan del año 2005 y la empresa las venía cumpliendo durante estos 15 años”.

En La Iguana TV, televisión venezolana por YouTube, Facebook e Instagram, conducida por Miguel Pérez Pirela, éste clamó: “¡mire si por Globovisión y Pdvsa TV, el gobierno venezolano va a perder diez millones de televidentes de Telesur!”. Globovision es uno de los tres mayores canales venezolanos opositores al gobierno chavista. Pdvsa TV es un canal estatal de menor envergadura que multimedios Venezolana de Televisión (VTV), al aire y Telesur es el canal pluriestatal latinoamericano y caribeño que desde hace quince años disputa hegemonía, “la señal informativa de América Latina y el Caribe”, construye sentido común alternativo y transmite desde 2017 en Alta Definición con sede en Quito.

Telesur integraba la grilla de Direct TV en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Puerto Rico y Uruguay, así como Brasil y México, a través de SKY, además de Venezuela.

Fue retirada de la mutiseñal yanqui y ahora la tenemos en portales alternativos de nuestros países y canales por YouTube (por ejemplo canal 22 de Argentina por streaming, desde hace meses), canales cable de casi todos nuestros países, y entre otros portales web, en Resistencia de Uruguay. El valor de mercado de Telesur, a juzgar por la decisión adoptada por el directorio de DIRECT TV es mayor al de los otros 165 canales de su grilla sumados más los canales al aire, pero, por cierto, está en juego el valor político.

DIRECT TV procura el blackout informativo en Venezuela en tiempos de cuarentenas y agresiones yanquis al territorio bolivariano. No es nuevo, pero es amenazante.

Todos recordamos el blackout informativo del 13 de abril de 2002, cuando se desbarató el golpe de Carmona. Recuerdo a Globovisión, Venevisión, entre “los cuatro jinetes del apocalipsis” tal cual les llamaba el comandante Chávez a los cuatro canales privados al aire de su país, férreos opositores al chavismo, recorrer las instalaciones vacías de la desalojada por los golpistas, VTV, como si fuese el Palacio Miraflores, la sede del gobierno. Por primera vez el asalto reaccionario al poder se mostraba transparente en el asalto selectivo y protagónico al medio de comunicación popular, pero cuando la información no les convino, porque el pueblo salió a la calle a liberar a Chávez y la Fuerza Armada definió su interna a favor del pueblo, los cuatro jinetes del apocalipsis empezaron a pasar películas de Tom y Jerry. No es una metáfora. O sí lo es además, pero en verdad mientras Caracas se movilizaba restituyendo a Chávez, en las pantallas de los canales de la oligarquía Jerry se le escapaba a Tom. Sentido poético de clase.

Hoy no quieren que el pueblo sepa por la más vista Telesur, los fracasos de la oposición proyanqui y para eso cierran todos los canales (Tom hace esas cosas) y dejan a diez millones de venezolanos volviendo a buscar antenas de alambres para captar señales al aire sin servicio de pago (Jerry hace las suyas).

Telesur, o mejor dicho, la no emisión de telesur, le valió al Deep State más que un suculento ingreso de televisión por abonados para su transnacional y que la emisión de 170 canales opositores a Maduro. Es en Venezuela que por primera vez en la historia de las dictaduras, la dictadura del capital financierista global cierra una señal que, en su número de canales, era 170 veces más opositora que defensora de la democracia.

USA RESIGNA PROPIO PODER BLANDO A CAMBIO DE BAJAR VOLUMEN A TELESUR

El mayor poder militar hoy lo tiene Rusia, económico China; a pesar del tamaño del complejo industrial armamentista yanqui, Rusia le sacó ventaja tecnológica táctica decisiva al desarrollar el misil ultrasónico y aún sin usarlo más que para disuasión, ha demostrado su ventaja en el terreno en Siria; Si China no es ya la primera potencia económica, la tendencia es tal que negarlo podría caducar este párrafo en cuestión de minutos; y de segundos después de la pandemia.

A USA le queda entonces todavía el poder blando, la corporatocracia mediática superando lo político y diplomático, la corrupción judicial en su área de influencia nuestraamericana superando lo jurídico, pero el poder duro (militar y económico) es el que determina, es el fundamental. La lucha de ideas va a la economía.

Cuando USA contaba todavía con supremacía de poder duro para su ataque a Irak, el argumento de su poder blando fue precisamente el poder duro. Así todo le era más fácil y eficaz.

Decir que Irak poseía armas de destrucción masiva que no poseía, que la CIA sabía que no poseía, que nadie mínimamente informado creyó y que después de entrar en Bagdad las fuerzas yanquis ni siquiera se tomaron la molestia de plantar en el terreno para justificarse, era la forma perfecta de decir: “la destruyo porque puedo, simplemente porque puedo, porque tengo el poderío militar y económico para hacerlo”.

Las bombas fueron su propio argumento, el poder financiero mundial fue su propio argumento para ablandar a Irak por hambre con el bloqueo, las “sanciones” y la ‘ayuda humanitaria’ antes de dirigirle los cazas sin pilotos con bombas con uranio empobrecido en sus cabezas lo suficientemente inteligentes para matar colateralmente medio millón de civiles. “Y todo porque puedo y más nada”.

"La maté porque era mía", “porque me cebó un mate frío”.

La victoria de USA en la guerra psicológica contra Irak y contra el mundo era que destruía precisamente porque podía y no necesitaba justificarse ni siquiera con sus propios intereses. Es más, lo demostró señalando una asimetría banal: armas de destrucción masiva cuando de hecho armas de destrucción masiva para hacer añicos ochenta veces La Tierra, aunque con una sola vez alcance, tenían Israel y USA.

Es decir: “la mato porque es mía” o mejor: “la mato porque me cebó un mate frío”, pero mejor aún si el mate estaba caliente.

“¡Y calladitos la boca, que soy el único que habla en el mundo (“occidental”) y por lo tanto el único que piensa para decirles a todos ustedes lo que tienen que decir, que para eso puedo bloquearlos, “sancionarlos”, bombardearlos, destruirlos por completo y para eso tengo cartelizados todos los grandes medios de comunicación (en “occidente”) y las operadoras de los medios y las antenas de DIRECT TV ¡y esto se llama “libertad”, eh, repitan bien “libertad”!”.

La posverdad, esa sofisticada banalización de la mentira, es un producto genuino del pensamiento único. Entonces el poder blando yanqui funcionaba casi sin interferencias a su pensamiento único y su posverdad. Su medio columna era CNN. Ahora le quita CNN en español a diez millones de venezolanos porque considera que no vale nada al lado de Telesur y en Venezuela no tiene suficiente razón de la fuerza, pero tiene en eso una pura razón.

Por su parte, “el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, ordenó este viernes la "ocupación e inmediata restitución" del servicio de televisión de pago DirecTV en el país”, dice la BBC. Le falta explicar por qué la “dictadura” de Maduro, en vez de cerrar la principal señal opositora a su gobierno “dictatorial”, hace todo lo posible para que los yanquis no la cierren. ¿No es rarísimo, BBC?

Hace menos de veinte años, las cuatro agencias de "noticias" principales del “mundo occidental” copiaban no sólo la agenda sino también las frases literales de CNN; el gabinete de la “tercera vía” de Tony Blair integraba a Murdock como ministro fantasma, el de las cien empresas mediáticas para poner la bandera falsa del arma de destrucción masiva, en oligopolio con CNN. En aquel tiempo el propio Murdock adelantó que pocos años después solo tres corporaciones contralarían todo el flujo mediático de occidente y entre ellas, una sería la suya. No se equivocó en su leve exageración. Hoy cinco corporaciones contralan el 96 por ciento de la distribución de “información”, incluidas las canciones, que además de entretenimiento son “información”, pero resulta que intentar acallar a un dos del cuatro por ciento del resto, les vale más que mantener su 96 por ciento operativo.  

Libia fue la última femicidada de esa forma de razón de la fuerza. Se dejaron 82 billones de dólares yanquis por el camino de la invernal “primavera árabe” de propaganda contra Irán, Siria, Yemen, Egipto, pero encontraron vulnerable a Libia. “¡Ayuda humanitaria!” gritaron olfateando petróleo y no dejaron piedra sobre piedra. En Nueva York una voz se alzó contra el procedimiento. La de Donald Trump, crítico. “Antes de iniciar los bombardeos debimos asegurarnos la propiedad directa del 50% del petróleo”, dijo, acusando a Obama de criminal inepto, como si alguien hubiese podido asegurarles control político tras la invasión, cuando ya no lo habían conseguido en Irak ni en Afganistán. 

SANZ, UN CONCIERTO Y EL ROBO DE NARRATIVAS

Alejandro Sánchez –el amigo de Pedrito ¿Sanz? y de Sabina; no el Pacha del MPP- apuntó al “robo de narrativa” entre Guaidó y el Pentágono, en febrero del año pasado, luego del fracasado concierto invasión que coprotagonizó en Cúcuta, como si Guidó no fuera otra cosa que la creación telepolítica del Pentágono y Sán(che)z telequinética, pero esto no es nuevo. Ya la corporatocracia había creado a Macron, a Casado, a Berlusconi; lo nuevo es que Guaidó se convirtió en poco más de un mes en una ruina política, para en poco más de un año, pasar de firmar contratos con la decadencia de la industria que ofreció quemar los cadáveres de Juan Luis Guerra, Maná o el propio Sanz en una pira de guarimberos, a firmar contratos con empresas de contratistas de mercenarios boinas verdes.

Ni DIRECT TV pudo sostener a Guaidó más acá de sus quince minutos de fama. Lo político y diplomático de Venezuela superó el poder blando yanqui, desde la OMS, la Cruz Roja, el Vaticano y, por supuesto, los países civilizados, con los que trabajan Samuel Moncada en la ONU y el canciller Jorge Arreaza –China, Rusia, Irán, Turquía, los casi doscientos países que conforman la verdadera comunidad internacional contra la barbarie imperialista–.

USA ya no puede justificar con su poder sus invasiones militares porque, en definitiva, cuando Maduro anuncia respuesta militar proporcional es porque de verdad puede darla. Cuando dice que las tropas yanquis pueden entrar pero no salir y recuerda Vietnam, lo demuestra con la unión cívico-militar que resultó intocable el 23 F y el 30 A y el 3 M y el 4 M… De los doscientos cincuenta mil efectivos de la fuerza armada bolivariana, no más de veinte infiltrados desertaron para el show de Montaner. Cuando quisieron volver por Macuto y el Chuao, ocho fueron abatidos en el mar y los otros, junto a los mercenarios yanquis, fueron arrestados. Eso es lealtad chavista; no sólo buen gusto musical.

La posverdad choca con la realidad y la plutocracia mediática requiere ahora verdaderos argumentos, pero no pierde mucho, porque sigue siendo propietaria de los medios, aunque fallen.

La crisis de la hegemonía mediática, el papel de Telesur, la emergencia de RT en español (nunca, en sus casi ochenta años de vida, la URSS pudo tener medios audiovisuales en castellano; Putin hace diez años que los tiene y agrega un despliegue magnífico de Sputnik), CCTV y CGTN de China en español, con impecable calidad técnica, HispanTV de Irán en Español, que posicionó un líder en España, más acá de las vicisitudes de Pablo Iglesias, y los periodistas voluntarios combatiendo la desinformación en redes, buena televisión por streaming, en You Tube –ahora se suma en Uruguay, el programa Legítima defensa, los viernes desde la hora 19 hasta la 21, en vivo–, han ido erosionando la excusa del “mate frío”. Y en el alargue del tiempo y la mentira, se pixela la demonización de Maduro.

No olvidemos que el 11 de abril de 2002 lo primero que hicieron los golpista Carmona, Prisa (PSOE), CNN fue mostrar VTV canal 8, bombardeada, desalojada, enorme en su vacío (más de diez veces todo el SODRE, para hacerse una idea) y tanto Globovisión como Venevisión, se desentendían de Miraflores y de la calle, no sólo para invisibilizar la imponente participación del pueblo chavista, como siempre, sino para indicar el eje de cambio de poder. Nunca olvido cuando canal 8 retomó la señal y recibió al teniente Quinteros para informar del gran contragolpe popular, calle por calle y cuartel por cuartel. 

Todavía no existía Telesur. Fue poco el eco de entonces, pero a veces, como hoy, poco puede ser bastante. 

El periodista Pablo Silva Galván, de Caras y Caretas, el 28 de febrero de 2019 comentaba: “La serie televisiva Star Trek decía en su presentación: "el espacio, la última frontera". Y aplica para Venezuela. La última frontera entre el imperialismo y la dignidad de los pueblos. No tengo la bola de cristal, pero creo que todavía no se jugó el partido mayor. Falta. Seguramente los acontecimientos nos depararán grandes sorpresas...”

¡Los yanquis cerrándole a Guaidó masivos medios de expresión en Venezuela, a cambio sólo de bajarle un poco el volumen a Telesur, vaya si era una sorpresa difícil de imaginar en aquel febrero!

No hay comentarios: