2022 se
inicia con un acontecimiento de primera magnitud mundial. China asume la
presidencia de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), el año en
que Lula Da Silva volvería a la presidencia de Brasil, según indican todos los
sondeos de intención de voto.
En el ámbito
global, la victoria de Lula en octubre no es imprescindible para un nuevo
despegue cíclico ascendente de los BRICS. China conduce de todos modos con los
actuales poderes fácticos brasileños, pero en América La Nuestra, se necesita a
Lula para la unidad profunda de la Patria Grande, en el eje de sus dos mayores
economías actuales, Brasil y México.
En 2015
Cristina Kirchner señalaba en su web que los BRICS entraban en fin de ciclo
empezando por Brasil. Sin cambios estructurales de las relaciones de
producción, era forzoso que ante la finalmente llegada crisis económica de 2008
(efecto del dilema Triffin que se hizo pasar por consecuencia de fraudulentas hipotecas
inmobiliarias), se relocalizaran capitales e incluso se perdiese parte de soberanía
en el americano de los BRICS.
A diferencia
de Argentina, Brasil siempre mantuvo capacidad de herramienta en su moneda ante
el dólar y con Lula crece la expectativa de desarrollo con redistribución de la
riqueza, regeneración de mercado interno y recuperación de soberanía en
empresas estratégicas.
Los BRICS no
sólo se relanzan porque empieza un nuevo ciclo económico, sino también por la oportunidad
política de Rusochina o Chinorrusia de acudir al multilateralismo tendiente,
porque USA no acepta en los hechos la estabilidad trilateral. Hostiga a China
con Taiwán, a Rusia con Ucrania, países bálticos y Polonia al desplegar en su
repliegue global, provocaciones insensatas (le llama “redespliegue”).
El miércoles
pasado se produjo la 37 reunión entre Xi Jinping y Vladimir Putin desde 2013. Y
la 38 es en febrero durante las Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing. Tres
horas más para afinar las filigranas de las líneas estratégicas y tácticas del
2022 y seguir delineando el 2050 en adelante, por ellos considerado
planificación a corto plazo (cuando en los años 60, la prensa francesa preguntó
al primer ministro de Mao Zedong, Zhou Enlai, por las consecuencias de la Revolución
Francesa, éste contestó “es demasiado pronto para notarlas”).
El cambio de
relaciones entre Moscú y Beijing ha sido el movimiento tectónico más importante
de la historia de la geopolítica, atendiendo el mediano plazo de diez milenios
de civilización. Hace sesenta años, era un milagro reunirlos. Cuando se logró
que Mao y Kruschev intercambiaran un par de frases, éste le recordó a Mao la notable
superioridad armamentística de la URSS y Mao le contestó que no le importaban los
armamentos, “el EPL caminaría en dirección a Moscú y el trigésimo sexto millón
de chinos en comenzar la marcha, la ocuparía”. ¿Jinping y Vladimir habrán
tenido tiempo para bromas y recordar los malos momentos, en estas más de
sesenta horas de reunión fluida en apenas ocho años?
En concreto
este año resolvieron, entre lo permitido al portavoz Dimitri Peskov informar a
la prensa, que el gas ruso, que Europa no ha contratado a tiempo, aguante, desde
el gasoducto Siberia 2, todos los años que sea pertinente, la reconversión
china de su matriz energética a energías limpias. La vanguardia tecnológica en
energías verdes, define qué bloque conduce el mundo en un futuro inmediato.
China ya ha puesto a funcionar su primer microrreactor nuclear y va por el
segundo a mitad de 2022 para que ambos actúen en sinergia. La transferencia de
esta tecnología a Rusia ya se concretó, por supuesto, y Moscú, que cuenta ya
con reactores medianos tendrá su microrreactor también en 2022.
La
confluencia del Espacio Económico Euroasiático que dirige Rusia con la
Organización de Cooperación de Shanghái que lidera China, es bastante más de
medio mundo. Se lo cuente en población, mercado, bienes, servicios o
territorios y es lo suficiente en armas. Y son jugadores de verdad. No efigies
del Cid Campeador. En cambio, ninguno de los guerreros que anuncia USA en su
cuadro están para esa guerra. Ni Estonia, ni Lituania, ni Letonia, ni Ucrania.
Están con Alemania por el cumplimiento de los acuerdos de Minsk (2015), que dan
garantías defensivas a Rusia, respetan la libre autodeterminación de Crimea, la
autonomía del Dombass y la paz en el Báltico y en el Mar Negro.
INDIA, SILLYCON
VALLEY Y SUDÁFRICA
India tiene
grandes dificultades que sus vecinos Vietnam y China superaron al cambiar las
relaciones de producción con sendas revoluciones socialistas. En India
persiste, en vastas zonas, enorme desigualdad, extrema pobreza, hambre y
miseria, pero está enganchada al crecimiento económico de Oriente y asistida
por Rusia en los mismos términos históricos que India asiste a Silicon Valley, con
recursos humanos de alta calidad, ahí nomás, en California, cerquita de China. En
la otra costa del charco Pacífico.
El sector
tecnológico de la economía yanqui que tiene cierta autonomía, propensión a
cooperar y da base material a una expresión política progresista que hoy reunió
a más de 900 científicos de primera línea de USA, que enviaron una carta a
Biden protestando el relanzamiento de la carrera armamentística nuclear y
exigiendo se enmiende el precepto de Cheney de ataque nuclear preventivo.
Pero no
alcanza a impedir que EEUU y Canadá se releguen, más acá de la amenaza bélica,
en una isla geopolítica intrascendente, en tanto (y esto no es cíclico, es
estructural), “la isla global” o “Heartland” ampliado, abarca desde Vladivostok
hasta Sudáfrica.
No menos
intrascendente está siendo el papel político de la Unión Europea mientras su
economía obedece al destino geográfico de creciente integración con China.
Cuando China haya completado su ciclo de transformación energética, es posible
que Rusia le facilite a Europa Occidental acceso privilegiado al gas, siempre y
cuando la OTAN cese su política de instalaciones misilísticas y nucleares a
cinco minutos de Moscú.
Rusia no va
a invadir Ucrania (esa invasión tan anunciada por los medios hegemónicos desinformativos
occidentales, que, a los ojos del público, ya se realizó), pero tampoco va a
seguir pagando peaje a la minoría oenegera ucraniana por el pasaje de gas hacia
otros países de Europa, más allá de los contratos ya firmados, ni a la mayoría
ultraderechista polaca (esa sí guerrera nazi histórica), ni a los poco
belicosos países bálticos. Porque el Nord Stream 2 (directo a Alemania por el
Báltico) ya está construido y no pueden frenar su puesta en marcha las
maniobras del MI6 británico ni de los servicios alemanes cooptados por el
Pentágono desde el “corredor de ratas” de 1945.
El nuevo
canciller alemán Olaf Scholz dialogó con Putin extensamente y confirmó que la
puesta en marcha del Nord Stream 2 no depende de qué ocurra en la frontera
rusoucraniana, pero los servicios alemanes bajaron de su satélite la señal en
alemán de RT. La situación ameritó una conferencia de prensa del canciller ruso
Serguéi Lavrov, quien responsabilizó a Washington por las agresiones de la OTAN
contra Donetsk y Lugansk y sus consecuencias.
El
microclima de Kiev puede volver a intentar militarizar el Dombass (4.000
instructores yanquis procuran que esta vez el ejército ucraniano regular entre
en batalla para provocar a Rusia a caer en su segundo Afganistán).
La respuesta
rusa no va a ser la invasión, ya lo adelantó Putin. “va a ser asimétrica”. La
guerra híbrida de Biden no puede tomar a Europa de reciclado campo de
exterminio. Lavrov recordó que el presidente ucraniano Volodimir Zelensky hizo
campaña electoral por la reconciliación con Rusia y, vacilante, está
incumpliendo su contrato electoral por presión militar interna de los “neonazis”
con apoyo de Washington.
La última
amenaza de Biden a Rusia es “echarla del SWIFT” (sistema de transacciones
bancarias dominado por el dólar), desde que se dieron cuenta que irse
inmediatamente del SWIFT, tal cual temieron lo hiciera Rusia desde hace dos
años, no es la jugada de Moscú y Beijing, sino incrementar los intercambios en
canastas de monedas locales, prosiguiendo el comercio bilateral en yuanes y
rublos, e integrando a un nuevo sistema de transacciones, alternativo al SWIFT,
a India, a Irán, a Brasil y a Sudáfrica, entre otros. No tanto para impedir
“sanciones” yanquis, que poco mellan la economía chinorrusa, que sostiene un
intercambio de 100.000 millones de dólares anuales en monedas locales, sino
para emitir lo suficiente que limite la sobrevaluación del yuan ante la
devaluación del dólar, programada por la flexibilización cuantitativa de la
FED. En tal sentido chinos y rusos anunciaron, no oficialmente, para fines de
2022 la implementación de un sistema internacional de transacciones sin dólares,
más dinámico, veloz y respetuoso de las soberanías que el SWIFT.
La
estrategia chinorrusa es no apurarse a golpear hasta garantizarse que el nuevo
sistema sea un golpe mortal y, mientras tanto, seguir como están, que van
ganando bien.
LULA 2022,
CRISTINA 2023…
Mientras
Lula negocia con Alkmin, la fórmula encabezada por el PT que desaloje a
Bolsonaro de Planalto el 2 de octubre de 2022, en Buenos Aires Cristina
Kirchner, sigilosamente, en reunión de despedida del año 2021 con artistas y
periodistas kirchneristas, lanzó un salto más de su campaña hacia 2023.
Pero 2022
trae más esperanza para América. El 29 de mayo se celebran en Colombia las
elecciones que Gustavo Petro, de Colombia Humana, si gana de modo apabullante
que supere al fraude –y eso vaticinan la mayoría de los pronósticos–, puede ser
presidente y echar al Comando Sur yanqui, que hoy tiene en Colombia al menos
siete bases militares. Sería, completado por Lula, un cambio de época, un nuevo
juego en la geopolítica regional. Al imperialismo le preocupa al punto de
quemar naves del Borbón.
“Quiero
expresar mi felicitación más sincera a la democracia colombiana”, fueron las
palabras de “Felipe VI” al momento de clausurar el Congreso Mundial de Juristas
de la World Jurist Association. “Aquí le entrego al presidente de Colombia,
Iván Duque el World Peace & Liberty Award, que es el máximo reconocimiento
que la World Jurist Association otorga a las personas o entidades que se han
destacado por su compromiso con los valores democráticos y el Estado de Derecho”,
dijo el monarca español.
El mismo
Estado español que refugia al terrorista Leopoldo López (invitado a Ferraz por
el presidente Sánchez), premia al gobierno responsable del asesinato de 1.260
líderes sociales en los últimos cinco años (145 en lo que va de 2021).
Coherente. Sobre todo, si recordamos que Hugo Chávez nacionalizó el Banco de
Venezuela, que era del grupo Santander.
Hablando de
Hugo, 2022 es el año del relanzamiento de la UNASUR, Lula se autocriticó en
entrevista de la agencia argentina Telam, que la integración nuestro americana,
no haya sido también en el Banco del Sur y en la Defensa regional. “Si le
hubiésemos hecho caso a Hugo Chávez, hubiésemos evitado los golpes en Honduras
y en Bolivia”.
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