Vi la serie
documental de Netflix sobre Nisman. Me sorprendió totalmente. Todas las series
"documentales" que había visto de Netflix son berretas, baratas,
operaciones políticas reaccionarias o meros compromisos facilongos y
hollywwodenses posmacarthistas, contra Chávez, contra Trotsky, contra Lula, contra
Assange, sobre Luis Miguel, sobre Monzón, sobre Mujica (el Kusturica de Mujica
es unas merecidas vacaciones supongo que bien pagas al director), pero en
"Nisman, la Presidenta y el espía" pusieron plata de verdad,
acopiaron archivo abundante, trabajaron con tiempo, el director Justin Webster
puso muchísimo talento y el resultado es una serie documental en serio. El
mayor misterio es qué motivó a los dueños de Netflix a producir y subir a su
plataforma un producto documental de tan alta calidad.
Creo que
encontré la respuesta en otro documental reciente, “La batalla de los Puentes”.
¡Qué hijos
de su padre! ¡Encima que los llevaron a un acontecimiento histórico, ¿querían
ver?! El 22 de febrero de 2019, un viejo multibillonario inglés se vistió con
una remera blanca que decía live Venezuela, vistió igual al Puma Rodríguez, a Maná,
a Carlos Vives y a otros veinte productos de alta rotación en las radios latinas
(unos escasos veinte millones de dólares de cachet) en un escenario que habían
armado en Cúcuta, Colombia, en la frontera con Venezuela, pero el público no
pudo verlos.
Frente al
escenario un palco vip rodeado de seguridad para Duque, Piñera, la OEA, el
Comando Sur yanqui y otros pocos. A un costado el público era abundante pero tan
alejado del tablado tipo Rural del Prado y contenido por un vallado, que al
principio coreó “¡Richard, Richard…!” (el nombre del viejo financista),
mientras oía que éste jugaba al star rock anunciando su actuación, pero cuando
empezó la de los famosos, el público tras el vallado empezó a cantar “¡no se ve
nada, no se ve nada…!”.
Del otro
lado de la frontera, en Táchira, Venezuela, otros macacos, para mí desconocidos
salvo La Bersuit, en un escenario tipo Rural del Prado 2, con menos público
pero los veía, actuaban con tanta beligerancia como aquellos. Para el 23 estaba
anunciado el golpe de Estado y el enfrentamiento en los puentes iba a ser
sangriento.
LA MENTIRA TIENE TÁCTICA
Vean el
documental “La batalla de los Puentes”. Está en Youtube. Constanza dijo una vez
que “Venezuela es la Cuba de las nuevas generaciones”. Nicaragua fue la nuestra.
La Batalla de los Puentes es la Bahía de Cochinos de las nuevas generaciones.
No les voy a contar el final. Sólo el momento culminante, la toma de asiento de
Jorge Arreaza, el Canciller de Maduro, en la ONU. Esperó su turno y cuando le
tocó vapuleó a Eliot Abrams, el represente yanqui. “(...) El golpe de Estado
fracasó. Como a ustedes les gusta decir ‘read my lips”, bueno, lea mis labios:
fracasó”.
Pero lo más
interesante es que los colombianos, expertos en falsos positivos, montaron la
quema de un camión por la Guardia Nacional Bolivariana. Trump, Duque, Almagro,
dieron la fake el 24 con trompetas de juicio final, el 25 los medios
contrahegemónicos lo desmintieron con fotos y videos, Arreaza demostró en la
ONU, con documentos irrefutables, que al camión lo quemó un guarimbero con una
molotov, pero de eso no se entera la gente (¿quién mira la ONU?) Los medios
contrahegemónicos difundieron desde entonces las fotos y el video probatorios aumentando
la cadena alternativa. Entonces, diez
días después de la quema del camión, el New York Times reconoció la verdad en
tapa, publicando las pruebas que todos tenían ya el 24 de febrero, de que le
prendió fuego una bomba molotov de un mercenario de Guaidó.
Enseguida
que lo publicó el New York Times, lo difundieron todos los otros medios
hegemónicos y se supo mundialmente. O sea, el imperialismo prefirió, a cierta
altura del avance de la información contrahegemónica, no seguir desgastando a
los medios corporativos y fortaleciendo a los alternativos, aunque le costase
perder también el relato de La Batalla..... La batalla de los puentes fue
además una batalla por la capacidad de construcción de sentido y de las
fábricas de subjetividad.
Eso mismo
hizo Netflix con la serie “Nissman…”. Es preferible perder un relato que toda
capacidad de relatar y ser creído, es decir, de operar. Por eso mechan entre
tanto y tanto bagayo, alguna gran película documental específicamente política,
“Sowden” de Oliver Stone o “Cuba cameramen” o alguna serie de ficción que parecen
anteriores a McCarty.
EL DESAFÍO BOLIVIANO
Ahora falsimedia
tiene que estar lo más operativa posible para encarar Bolivia.
Los
fascistas que dieron el golpe en Bolivia, dictadura fascista, terrorista
militar al servicio del imperialismo, están siendo resistidos con un movimiento
de pinzas que incluye cuidar cierto margen de maniobra del espacio
parlamentario mayoritario absoluto del MAS, los edificios de organización política,
incluso físicos, utilizar todos los reflujos de la sociedad contra el régimen,
negociaciones de la ONU, la UE y condena internacional dura en base a los
gobiernos de México y Argentina, convergencia democrática amplísima.
Que la
resistencia pueda pasar al contraataque depende de las acciones de masas, de
evitar el fraude electoral y si una eventual victoria del MAS no es reconocida,
de agotar sin desmayo la vía y formas de lucha pacíficas y definir correlación
de fuerzas armadas. Esto, fundamental, está resultando lo más complejo, también
para el imperialismo y lo está resultando especialmente desde 1975 en nuestro
continente, como consecuencia de La Revolución de los Claveles en Portugal en
1974.
Los
documentos de Santa Fe, que pretendieron un repliegue fascista ordenado de las
Fuerzas Armadas utilizadas en el Plan Cóndor I, tuvieron objetivos de control,
de amenaza pero además, de prevención de riesgos.
Fascistas
son las tropas de ocupación imperialistas en cualquier país del mundo y lo
fueron nuestras Fuerzas Armadas cuando actuaron como verdaderas tropas de ocupación
al servicio del imperialismo yanqui y de la oligarquía en su propio país.
Si el
imperialismo, en las más recientes décadas, no ha consolidado regímenes
fascistas en casi todos los países de Nuestraamérica, no es porque no haya querido o no lo haya
necesitado o porque le alcance con el lawfere, las embajadas y los medios. Es
porque en bastantes casos, el lawfare, las embajadas y los medios son lo que le
va quedando (que no son poco pero no les están bastando). Si hubiese contado
con las Fuerzas Armadas colombianas y brasileñas según los requerimientos
fascistas de Abrams, Pompeo y Bolton, el 23 de febrero de 2019, el Comando Sur
hubiese entrado al Táchira (de donde no saldrían, pero hubiesen entrado).
Fascistas
son las tropas de ocupación imperialistas en cualquier país del mundo y lo
fueron nuestras Fuerzas Armadas cuando actuaron como verdaderas tropas de
ocupación al servicio del imperialismo yanqui y de la oligarquía en su propio
país.
Si el
imperialismo, en las más recientes décadas, no ha consolidado regímenes
fascistas en casi todos los países de Nuestraamérica, no es porque no haya querido o no lo haya
necesitado o porque le alcance con el lawfere, las embajadas y los medios. Es
porque en bastantes casos, el lawfare, las embajadas y los medios son lo que le
va quedando (que no son poco pero no les están bastando). Si hubiese contado
con las Fuerzas Armadas colombianas y brasileñas según los requerimientos
fascistas de Abrams, Pompeo y Bolton, el 23 de febrero de 2019, el Comando Sur
hubiese entrado al Táchira (de donde no saldrían, pero hubiesen entrado).
En Uruguay
la embajada tiene el relato, los hechos y ahora el gobierno, poder blando y
duro. Cuando asumió el primer gobierno del FA, un Director de Cárcel le recordó
a un flamante Viceministro: “fuimos la policía de los colorados, de los blancos
y vamos a ser la del Frente, pero no olvide que los gobiernos pasan mientras la
policía queda”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario