La semana
pasada, Daniel Martínez manifestó en declaración al semanario Búsqueda, que si ganaran sus compañeros,
Carolina Cosse o Álvaro Villar; el triunfo afectaría el “equilibrio
frenteamplista”. En opinión de Martínez el apoyo del PCU y del
MPP, complica los equilibrios. Según las últimas encuestas publicadas sobre la
tendencia electoral en Montevideo, el 21% prefiere a Carolina Cosse, 17% a
Álvaro Villar, 13% a Daniel Martínez, y 3% que votará al FA pero aún no definió
a cuál candidato. Esto totaliza para el FA, un 54%.
Villar, entrevistado
en radio Del Sol, se mostró molesto
ante tales declaraciones de Martínez; son “los mismos argumentos de la derecha
contra el FA; ya en su momento casi con la mismas palabras Ernesto Talvi había
dicho lo mismo”, dijo Villar.
Esta
cuestión de los equilibrios en el FA me recuerda a los elefantes que se
balanceaban sobre la tela de una araña. Como veíamos que resistía fuimos a
buscar al enemigo, porque todo bien con preocuparse del equilibrio
frenteamplista; es muy bueno, pero si lo que le preocupa a Martínez es el apoyo
del PCU Y del MPP, no está pidiendo el voto equilibrado. Está pidiendo el voto
hostil.
Y tampoco
está mal pedir el voto hostil del Frente Amplio, pero el Frente Amplio es
hostil al imperialismo y a la oligarquía, no a los comunistas ni a los
tupamaros. Martínez está apuntando su hostilidad desde el pozo de zorro del
enemigo fundamental. Me alegra que Villar lo advierta. Es renovador por
restaurador fundacional, antioligárquico y antiimperialista, igual a su padre.
No lo digo para hacer proselitismo; no lo voy a votar en listas propias sino en
otras listas que suman, como todos los votos frenteamplistas, para los
ganadores entre los nuestros, cuales quiera el pueblo que sean, pero no dejo de
tener en cuenta los apoyos y los equilibrios a la hora de votar el 27.
Por ejemplo,
cuando voté e hice proselitismo por Martínez en 2010 (ver https://joseloolascuaga.blogspot.com/2019/04/el-voto-compensador.html)
fue “para desagraviarlo de lo que consideré había sido una mala jugada de otras
listas que yo había votado”. Hoy es al revés. Precisamente por cuidar los
equilibrios en el Frente y por los apoyos a los otros candidatos frentistas, el
voto compensador del esfuerzo por la unidad, lo encuentro en Villar y más aún
en Cosse, apoyada por el PCU y también por el PVP, devenir de la Federación
Anarquista Uruguaya (que todos los anarquistas, los principales partidos
comunistas más o menos trotkistas, los socialistas, los demócratacristianos,
los tupamaros, blancos y colorados progresistas e independientes, estén no sólo
coaligados sino organizados transversalmente en las bases de un solo movimiento
popular, es la mayor hazaña política del pueblo uruguayo), y también por Casa
Grande y otras fuertes organizaciones más recientes, de impulso generacional
potente y, muy especialmente, por el PS, que, aunque
se trate en este caso de un gobierno departamental, es, en el ámbito nacional,
la organización sectorial del FA de mayor alcance.
Le siguen el
MPP Y el PCU. Los aparatos son necesarios. Debemos cuidarnos más con ellos que
de ellos. Lo digo desde la experiencia de la resistencia del PCU a la
dictadura, vertebrando a los que no pudieron sostener mayor organización propia
en el interior y hacia la resistencia que deriva de la actual coyuntura.
El MPP apoya
a Villar y eso se nota en el departamento de la Capital, donde la agrupación de
Pepe Mujica es la mayoritaria, pero Villar es de Progresistas, el novísimo
sector liderado por Mario Bergara, el epígono natural de Astori. Es decir, los
equilibrios en el FA no están corriendo peligro. Y para completar el bloque
histórico del valor funcional antes mencionado, a Villar lo apoya también el
PDC, “el voto por amor a Dios”, de mi tía Cora, que no es lo mismo que un voto
por amor de Dios que, al fondo del voto hostil, está pidiendo Martínez.
Porque, si
de números de encuestas se trata, Martínez no pidió en 2015 el voto para Lucía
o para Virginia, aunque les ganaba por paliza; pidió el voto para sí mismo.
Igual que en las últimas internas. No dijo: “voten a Marito, pobre, que las
encuestas le dan menos de un 10 y a mí más del 40”. Ni fue equilibrado ni es
equilibrado el voto que pide, cual si dijera “si no me votan por mi
personalidad ni por mi trayectoria ni por mis propuestas, ni porque me apoya
Astori, el MS, la Vertiente y ningún cuco, vótenme por piedad, que me
dan último las encuestas”. Podríamos llamarle “el voto limosna”.
Y algunos
van a votarlo por convicción y otros, de izquierda, van a votarlo por caridad y
otros, derechureros, porque, perdidos por perdidos, van a considerar a Martínez
el único voto útil contra el Frente Amplio.
De
equilibrios y equilibristas caídos está gastada la cuerda floja de la política.
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Justo y certero análisis de la interna frenteamplista. Necesario, además.
Totalmente de acuerdo. Justo y certero análisis de la interna frenteamplista. Necesario, además.
Totalmente de acuerdo. Justo y certero análisis de la interna frenteamplista. Necesario, además.
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