José Carlos Mariátegui |
El 28 de marzo del año pasado escribí para el blog La Piedra en el charco y para los portales Laondadigital y Resistencia, "Canal 4, preparando una miserable maniobra divisionista e ideológica, emitió un mensaje del compañero Orsi, quien se olvidó, precisamente, de mencionar al PIT-CNT entre las fuerzas de la solidaridad nacional. Dijo “los sindicatos”. Los sindicatos en este país tienen una central única. Costó esfuerzo el Congreso del Pueblo del 58, la Convención Nacional de Trabajadores desde el 64 y sobre todo, muchas vidas costó sacarla unida en PIT-CNT de una dictadura fascista, para que ahora, cuando el Imperio quiere poner en Uruguay trabajadores contra trabajadores, te prestes a la confusión, Yamandú. No es traición. Nos avisaste que aprendiste de Felipe González, más otanista que la NATO, más realista que el Borbón, más de la CIA que la CIA, pero con un Almagro nos bastó y sobró demasiado, Yamandú. Cambiá de maestro Splinter. En Uruguay la división entre trabajadores no puede ni siquiera ser planteada descarnadamente, por muy estratégica que la ordene la embajada, porque existe el PIT-CNT, con toda la capacidad de unir y sostener un programa popular, defender sus conquistas históricas e incluso fundamentar la suma de todas las organizaciones sociales populares y asumir un rol determinante en la fuerza política del pueblo”. En aquel momento pensaba yo, lejos de cualquier lectura ingenua de la semántica política, que Fernando Pereira (a quien critico por la omisión de asumir el canal al aire que otorgó Pepe Mujica, pero de todos modos es Pereira un Presidente de la central nivel Pepe D`Elía ) es una piedra en el zapato de la proyección electoral de Orsi (a quien reconozco el acierto de gestión de alta política de jugarse por una distribución agrícola sin intermediación financierista), pero ahora parece que la piedra mayor en el zapato de Orsi es Andrade (de quien dudo, aún en estas circunstancias, que haya aprendido de Mariátegui la cuestión de la contrahegemonía), cuando el Intendente le regaló o le vendió al oligopolio mediático oligárquico plutocrático una semana más de campaña contra Andrade y se excusó en que “es irregular” que un organismo exclusivamente encargado de cobrar deudas de contribuyentes cobre una deuda de un contribuyente, sofistica presocrática del alumno de Felipe González.
Es
importante esta cuestión de las maestrías, aunque el caso de Orsi no hay que
tomárselo tan a pecho. Uruguay no va a bombardear Belgrado ni capital alguna
con más habitantes que Montevideo. Si fuera en Argentina, cabría temer que a
Milagro Sala, horriblemente presa en Jujuy, la encarcele, más horriblemente
aún, en Houston, obligando a su familia, amigos y compañeros a tratar de
visitarla en una prisión de otro país, por ahora es el Intendente de Canelones
y, si el destino no le depara la OEA, lo más que puede ser es Presidente de
Uruguay, pero aprendió de Felipe González a mentir, “los sindicatos”, “las
irregularidades”, digamos “tú sacarnos de la OTAN”, a desmovilizar, “no voy a
juntar firmas porque la LUC no atañe a la vida cotidiana de la gente” (está
archivado del programa, por streaming, Legítima Defensa); recordemos que su “maestro”
Felpe González envió a un ex presidente español a Uruguay a hacer campaña con
Sanguinetti por la baja de la edad de imputabilidad; y aprendió quién sabe
cuánto más que vamos a ir sabiendo.
Pero voy al
título, Andrade, ¿de quién aprendió? No lo voy a defender. Oscár Andrade ya era
un dirigente de proyección presidencial bastante antes de ir a canal 4 (leer El
SUNCA amenaza al Pentágono, en este blog y en La Onda, de marzo de 2014, y el
SUNCA ya me había deslumbrado años antes, cuando, cumpliendo en mi trabajo, en un
trayecto por las canteras del Parque Rodó, hacia la cancha de Defensor, vi la
organización de un congreso, de una proyección que no veía hacía dos décadas).
Andrade le dio a canal 4 muchísimo más que canal 4 a Andrade y parece que no lo
advirtió, al menos hasta hoy. ¿Por qué digo Mariátegui? Porque la campaña
electoral de Pedro Castillo –saquen
apuntes, señores compañeros–, tuvo al menos dos momentos muy graciosos. Uno lo
describí en Las espectaculares escapadas de Pedro Castillo del cerco mediático
(11 de mayo, este blog, Laondadigital y Resistencia), hizo campaña con un par
de youtubers, Prensa Alternativa, conducido por Juan José del Castillo, que, a
fines de 2019 tenía 300 suscriptores y hoy tiene 300 mil, Inti Noticias, de
Wilmer Domínguez y el territorio, pero hizo campaña contra los medios hegemónicos
de manera desempaquetada. Por transitiva, creció la contrahegemonía. El otro
momento cómico fue cuando le preguntaron. “¿Usted es comunista?”. “No”. “¿Qué
es?”. “Mariateguista”. He aquí que José Carlos Mariátegui fue fundador del
Partido Socialista de Perú, marxista leninista, que devino Partido Comunista Peruano
y de la Confederación de los Trabajadores de Perú y fue el más importante
pensador marxista leninista indoamericano de la primera mitad del siglo XX. Después
de todo, comunista pudo ser o haber sido cualquiera. Hasta Stalin pudo haber
sido, pero Mariátegui, basado en sus 7 ensayos de interpretación de la realidad
peruana, hubiese contestado exactamente lo mismo que Pedro Castillo. Los
camaradas a Mariátegui le llamaban El Amauta (del quechua, “El Maestro”).
Saquen
apuntes, compañeros, porque el enemigo ya sacó. Llevamos atraso. El País promovió
su web en duplex con Saeta llevando a Cosse y convocando por WhatsApp con clave
orgánica frenteamplista, “pasálo”; sale a disputarle espacio a los emergentes emprendimientos
nuestros en redes. Valoro a Víctor Hugo y su definición de “blindaje” mediático
en Argentina, que Leandro Grille en Legítima Defensa reitera, pero el blindaje
es político al poder mediático, los que blindan son los gobiernos que, dijera
Peloduro a partir de los stand by del FMI, así ni gobiernos son. Y los más
poderosos se saben los más poderosos. Al día siguiente titularon en el mismo El
País, “45 contrataciones directas en la IMM”. La de Cosse es la intendencia que
menos contrataciones directas hizo de las 19 del país, por habitante, por lejos,
pero eso ¿quién lo dice?, ¿con qué volumen? Y está bien, el enemigo está para
eso, para matarnos. Ahora, digo ahora especialmente ahora, ¿entienden Oscár y
Carolina de qué se trata? No tiene nada que ver que Obaldía diga que
no le gusta Santo y Seña. No es Santo y Seña. Es ANDEBU, son sesenta años de
construcción panamericanista yanqui, desde que el primer gobierno blanco del
siglo XX les dio la televisión a los dueños del broadcasting. Y tampoco es
Obaldía.
Las 800 mil
firmas fueron una victoria de todo el campo popular y, por ser el primer
dirigente que convocó a juntarlas, también de Andrade y fue una derrota
política del único dirigente del FA que le dio pa´atrás, Orsi, pero fue una
victoria comunicacional de los militantes, que encontramos, al salir a hablar
con los vecinos, el viejo canal 1 para contrarrestar el ninguneo de la
televisión a la campaña de firmas, mayor aún que el de la dictadura a la
campaña del NO del 80. Lo recuerdo bien, para aquella hubo al menos un debate
televisivo, para ésta ninguno, nada. Bottinelli señaló, “la derecha perdió la
ofensiva, el FA tiene la iniciativa”. No había pasado un mes del “milagro” y
Bottinelli tuvo que avisar, “el Frente está desaprovechando la iniciativa, no
pasó a la ofensiva”. Es que, a la hazaña de las firmas, siguió una depresión
comunicacional popular tremenda. ¡Otra vez al circo romano en bolas contra los
leones! Las dos figuras que salieron más visibles por el papel permanente que
jugaron en el triunfo nacional de la recolección de firmas, fueron Andrade y
Pereira. Al PIT-CNT es difícil vulnerarlo, ya está reafirmado, pero la
desesperación que demuestra la derecha contra Andrade, me hace pensar que tanto
le teme y ha de saber por qué.
Ese 15 % que
había que restarle en las primarias a Pedro Castillo Terrones por campesino,
pobre, “terruco”, “senderista”, “castrochavista”, “comunista”, tuvieron que
sumárselo ante las chantadas de “alternancia”, “consenso”, “je ne sais pas y no
toquen nada”. El pueblo eligió lo que está demostrando Andrade, que es pobre, aunque
fue astro televisivo y es senador, que lo donó todo cual mandan los partidos
obreros, que se enorgullece de sindicalista, albañil y arismendista (frenteamplista
desde el ombligo frenteamplista, convergente y demócrata hasta los huesos y que,
yendo al interior –ésta es la sellada
que estoy vislumbrando ahora–, de caudillo degüella a todos esos sátrapas de
4x4. Por algo le salieron con una plancha más grotesca que grosera a
dividir esa guinda que, si Mariátegui no vivió al pedo –y el quechua dice que vivió para enseñar–, es nuestra.
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