“Se durmió
con las vacunas”, dijo Mujica de Lacalle, pero éste había explicado claramente
cuál era la dificultad para comprarlas. “Hay mejores y peores, más eficaces y
menos eficaces y las mejores y más eficaces cuestan más caras y las peores y
menos eficaces más baratas", dijo en perfecto castellano.
En ese momento las más caras eran las norteamericanas Pfizer (que además es alemana, Biontech)
y Moderna, en el entorno de los 45 dólares la dosis, y las más baratas eran las
chinas Sinovac y Cansino, en el entorno de los 8 dólares la dosis. O sea que
las mejores para Lacalle Pou eran Pfizer-Biontech y Moderna. Las peores Sinovac (Coronavac) y
Cansino. Tirando a peorcita estaba la rusa Sputnic V, que le fue ofrecida a
Lacalle a unos 15 dólares la dosis, pero según versión de Página 12, Lacalle la
rechazó. Fue coherente. Él quería las mejores, que son, segúl él, las más caras.
Y las
consiguió.
Según La
diaria del 11 de marzo, “informó este jueves el semanario Búsqueda, (que) el
gobierno nacional ya pagó 35 millones de dólares a los laboratorios Pfizer y
Sinovac por las vacunas que arribaron al país. Según datos del Ministerio de
Economía y Finanzas a los que accedió el semanario, el 12 de febrero se
autorizó el pago de 9.765.000 dólares a Sinovac Life Sciencies Co. Ltd.,
ubicada en China. Ese pago se realizó por las 192.000 dosis que llegaron el
viernes 26 de febrero, lo que equivale a 50 dólares por dosis, un monto
considerablemente mayor al que pagaron otros países”.
Muy sencillo:
los chinos se aseguraron de que sus vacunas fuesen las mejores a criterio de
Lacalle Pou. Supieron que éste había encargado Pfizer-Biotench a 45 dólares la
dosis, por apenas 50 mil dosis de adelanto y le vendieron 192.000 dosis de Sinovac, a cinco
dólares más que la yanqui por cada dosis, lo que en el mayoreo equivale, en realidad, a 10 dólares
más por dosis. O sea, 10 dólares mejor y más eficaz cada dosis la de Sinovac que la de Pfizer..
Se terminaba febrero y Uruguay era el único país de Sudamérica que no tenía vacunas. Los chinos le habían vendido a 59 países y le habían regalado a otros tantos que no podían pagarlas, sin fijarse en colores políticos. En Sudamérica, hasta Chile y Colombia compraron Coronavac a precios normales. Uruguay quedó último y al mayor precio que se haya pagado una dosis de vacuna en el mundo y en la historia, especialmente una dosis de vacuna china, que si no son todavía las mejores, muy probablemente lo sean pronto, pero, de momento, están, en el mercado internacional, relativamente más en cuenta de lo que .Lacalle Pou las pagó.
¿En serio
Lacalle Pou creyó que los chinos no saben traducir del castellano?
El lunes 8
de marzo se autorizó otro pago para Sinovac Life Sciencies Co. Ltd., ubicada en
China, de 16.275.000 dólares por 1.558.000 dosis, por lo que el precio de la
segunda tanda de vacunas bajó a 10 dólares la dosis. La semana anterior el
diario El País había publicado un editorial: “China, amigo en la adversidad,
amigo de verdad”. ¡Se han de imaginar con qué emoción lo escribieron!
Siempre según
Búsqueda, “el 25 de febrero se emitió un pago por 9.009.000 dólares para el
laboratorio estadounidense Pfizer”, por una primera entrega de 200.000 dosis,
de las que 50.000 arribaron en fecha próxima. Esa transacción equivale a 45 dólares
por dosis.
Según el
relevamiento que hizo el semanario, Estados Unidos le pagó a Pfizer 19,5
dólares por cada dosis, mientras que la Unión Europea abonó 14,7 dólares y
Costa Rica y Panamá lo hicieron por 12 dólares la dosis.
Unicef
informó que las 13 vacunas aprobadas que América Latina puede comprar tienen
precios muy diferentes según el país y el proveedor, y varían desde los 2,7
dólares hasta los 44 dólares por dosis.
Los cincuenta
dólares por cada una de las casi 200.000 dosis de Sinovac, nos aseguraron tener
entonces, a criterio de Lacalle, la vacuna topísima en el ámbito mundial, la
Coronavac de Sinovac. China alcanzó así en Urugay niveles de calidad que la
confirman despegada del resto de las naciones. Y, sin embargo, sólo un 40% de
los uruguayos habilitados para recibir vacunas de esa partida, fueron a dársela,, propaganda mediante, mientras que ayer anunciaba El País en título 1 de tapa, a cuatro columnas “se agotan los cupos
para vacunarse con Pfizer”. Claro, ¡habían dejado las apenas 50.000 para el
sector Salud, el más necesitado!
Ya dijo Mauricio Rosencof que nos gobierna una agencia de publicidad, pero no únicamente el Ruso Rosencof se da cuenta, sino también todos los otros rusos y los chinos, que no se trata de una agencia de publicidad propia. Es una agencia de publicidad además de Pfizer, y ésa va por afuera. Y aunque invente cifras Cifra, también los uruguayos nos damos cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario