Brigada de médicos cubanos Henry Reeves, candidata al Nobel de La Paz |
En Argentina
hubo un escándalo porque unos setenta funcionarios y no funcionarios a quienes
no les corresponde vacunarse todavía, según los protocolos, lo hicieron en
transgresión del Ministerio de Salud a sus propias normativas. El Ministro de
Salud, Ginés González García, debió renunciar por el escándalo, que se desató
cuando el periodista Horacio Verbitsky (supuestamente oficialista pero acusado
varias veces, por colegas, desde hace muchos años, de operador de la CIA)
reveló, en la emisora El Destape, que su “amigo (así le llamó Verbitsky)
Ginés”, a través de un secretario, le telefoneó para que fuera a vacunarse al
Ministerio y que allí supo que otro de los candidatos a vacunados vip era el
segundo del grupo Clarín, Aranda, quien habría exigido AstraZéneca en vez de
Sputnik V.
Verbitsky
fue expulsado de El Destape y duramente increpado, por su Director, Roberto
Navarro. La prensa hegemónica se hizo un festín apuntando también a los
parlamentarios que viajarían con Alberto Fernández a México, tres días después
de estallado el escándalo (estos se habían vacunado con toda lógica porque así
lo exigía su misión). No es descabellado pensar que “la opereta” mediática tuvo
por objetivo dar un motivo de “crisis interna” para impedir el encuentro en México
de López Obrador con Fernández, o, al menos, modificar la composición de la
delegación argentina. Ocurre que, en este momento, es México la punta de lanza
de resistencia mundial al imperialismo y la sola concurrencia del Presidente de
Argentina, a México ya lo fortalece y le es oportuna.
Dos días
antes de “la opereta Verbitsky”, Texas le había cerrado el grifo del gas
natural a México, pretextando impedimentos por motivos climáticos que, pronto
se vio, no eran verdaderos impedimentos. Marcelo Ebrad, el canciller mexicano,
no llamó al Pentágono ni a su par yanqui. Llamó a Serguei Lavrov, el canciller
ruso, y al día siguiente, jueves, Nicolás Maduro Moros, Presidente de Venezuela,
ofreció gas natural a México, que ya tenía todo el apoyo de Rusia. Entonces el
viernes el grifo volvió a abrirse. USA entendió que con AMLO no jueguea.
En ese
contexto mundial y en la plataforma comunicativa genial de las mañaneras,
creada por AMLO, un verdadero altavoz marcador de agenda, se da este encuentro
donde Alberto Fernández plantea que habló con el Presidente de Francia, Emanuel
Macron para coordinar, en el G-20, una protesta ante el acaparamiento de
vacunas por “diez países”, con el 80 por ciento, contra el resto de las
naciones con sólo el 10 por ciento de las dosis de vacunas.
El diario
mexicano La Jornada, en nota que La Onda reprodujo en Uruguay, adelantó estos
datos escandalosos de la vacunación vip en el ámbito global. Canadá acaparó
reservas de vacunas para unas diez veces su población, Reino Unido y Estados
Unidos, con vacunas propias, prohibieron en distintos momentos exportarlas. 19 millones de dosis de Astra Zéneca, fabricadas en Holanda, fueron halladas escondidas en Italia para llevarlas de contrabando a Inglaterra. Francia
quedó muy rezagada en salud, en parte por responsabilidad del propio Macrón,
actual y anterior, por sus gobiernos neoliberales, pero los diez son, en
verdad, esos tres: Canadá, Reino Unido y USA.
CGTN de
China anunció oficialmente, la semana pasada, que la RPCh ha vacunado a 31
millones de sus habitantes, el 1,5 por ciento, en tanto ha destinado más del
triple en el mundo, incluyendo a Zimbawe, Namibia, entre otros 57 países con
economías vulnerables y también a países cuyos gobiernos son de sesgo
ideológico antichino, Colombia, Brasil, Chlle y Uruguay, entre ellos.
Se puede objetar que China lo hace porque no sufre, desde hace ya ocho meses, el virus,
porque fue uno de los poquitos Estados a los que el capital no pudo impedirle
derrotar a la Covid, y que muchos millones de dosis donadas por China tienen efecto
geopolítico inmediato (por ejemplo, el millón a Nepal), pero fue China el
primer país en abogar por liberación de las patentes, declarando patrimonio
universal las propias, ya en agosto del año pasado, en anuncio de Xi Jinping, cuando todavía corría
riesgo de graves rebrotes. Por supuesto, China va a votar en el G-20 y en la
ONU, junto a México y a Argentina, en este asunto al que la mezquindad de Alberto sólo mencionó al interesado Macrón.
El enorme
prestigio de Cristina Fernández de Kirchner, la Vicepresidenta argentina, ante
sus pares de reciente otrora, cuando fue Presidenta, Xi Jumping y Vladimir
Putin, le permitió a Argentina ser vanguardia en vacunación en nuestro
continente con la Sputnik V y recibir antes que otros las vacunas de Sinovac.
Los mismos medios del monopolio de Clarín que ayer acusaron a Fernández de
“darle veneno” a la población por traer vacunas rusas, hoy piden que el
“veneno” se los den a ellos antes que a nadie y que traigan más y más “veneno”.
No resisten archivos.
¡Qué distintos los tres mayores acaparadores (Canadá, Reino Unido y USA) a Rusia, China, México y Cuba! México -y este dato no es el menor y explica el malogrado cierre del grifo del gas de Texas-, a través de López Obrador, ofreció gasolina a Venezuela si no llegaban los buques iraníes en diciembre (luego de que en septiembre, los buques iraníes fueron interceptados por USA, buscando un casus belli y robando la gasolina). Mientras tanto, Cuba avanza sorprendente con vacunas propias, Soberana 1 y 2, y anuncia que va a fabricar cien millones al año y a colaborar, como siempre, con los países más necesitados. En la gloriosa tradición de la brigada Henry Reeves., hoy candidata al Premio Nobel de La Paz por sus misiones médicas internacionalistas.
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