Ya bastante tenemos con que Ortega Saavedra se peleé con el Papa; no vayamos a incordiarnos con Richard Wagner porque hoy, “El ocaso de los dioses” debería incluir el rescate civilizacional del anillo de los Nibelungos.
Hoy la agenda del “Gran reseteo” de las elites financieristas se ha topado con un giro de resistencia civilizacional totalmente antitético de los pronósticos formulados por Samuel Huntington en “Choque de civilizaciones”, publicado en la revista estadounidense Foreign Affairs en 1993. Y el jesuita argentino Jorge Bergoglio, que asumió su papado con el nombre de Francisco I en marzo de 2013, ha tenido bastante que ver con ese giro.
FRANCISCO Y EL “GRAN REINICIO”
Recientemente, el gurú de la tecnología de Nueva Zelanda, Kim Dotcom, tuiteó un hilo sobre la situación de la deuda en los EEUU, que acaba de volver a estallar en crisis financiera con la quiebra del Sillicon Valley Bank. Según él, toda la deuda y los pasivos no financiados de los EEUU exceden el valor total de todo el país, incluida la tierra. Esta situación no es exclusiva de EEUU. La mayoría de los países “occidentales” tienen una deuda que sólo puede pagarse vendiendo todos los países y todo lo que contienen. De ahí que el efecto dominó de la quiebra de cuatro bancos en EEUU haya provocado inexorablemente la del Credite Suisse y que los derivados de éste, estén amenazando a otros grandes bancos de Europa, empezando por el hundimiento este viernes del Deustche Bank.
La crisis llegará al Sur Global si la resistencia civilizacional expresada en acciones políticas concretas no la frena. La mayoría de los países periféricos del sistema imperialista, están enterrados en deuda denominada en dólares y son prácticamente propiedad de los mismos financieros que son dueños de “occidente”.
Durante las últimas décadas, la economía de EEUU y Europa se ha falsificado y sus monedas han sido enormemente sobrevaluadas a través de dos mecanismos:
El primero es el estado de reserva del dólar y el estado de semireserva del euro, que han permitido a “occidente” exportar dinero digital y recibir bienes a cambio. Esto ha creado un enorme poder financiero para “occidente” y le ha permitido funcionar como un parásito en la economía mundial. Ha estado recibiendo muchos productos gratis, por decirlo suavemente.
El segundo es el aumento de la deuda. No posee nada ahora que no tenga deuda. Hace mucho tiempo que la deuda se volvió inservible, mucho más allá de cualquier capacidad de pago de intereses, lo que explica por qué las tasas de interés en “occidente” estuvieron tanto tiempo cerca de cero. Y por qué el aumento de las tasas de interés impulsado desde el año pasado por EEUU y Europa, sin lograr su objetivo de detener la espiral inflacionaria, iba a hacer que todos quebraran formalmente en unos meses.
Sabemos aproximadamente quiénes son los dueños de ese juego macabro porque se reúnen todos los años en el Foro Económico Mundial en Davos junto con las élites políticas “occidentales” de las que también son dueños.
Se han estado preocupando cada vez más, y, durante la última reunión de Davos, el estado de ánimo era sombrío y de pánico al mismo tiempo, muy parecido al pánico entre las élites políticas occidentales cuando fracasó el aislamiento de Rusia, tras las “sanciones” de “occidente” por la Operación Militar Especial de Putin.
El pánico es comprensible porque han llegado al final del camino. No pueden ya mantener su nivel de vida por el aumento de la deuda. La resistencia civilizacional les está impidiendo obtener cosas gratis del resto del mundo. En esa dirección se ubica el reestablecimiento de y relaciones entre Arabia Saudí e Irán (árabes y persas en términos civilizacionales), promovido por la cancillería china con decisiva participación del ex canciller Wang Yi. Y el salto milenario que ha dado Xi Jinping a las relaciones sinorrusas con su visita a Moscú el lunes, martes y miércoles. En ese marco, los diez años de papado de Francisco lo encuentran no dejándose imponer la agenda por el RSI suizo italiano ni por La Nación de Macri. La iglesia Católica Apostólica Romana también resiste el “Gran reinicio”. ““Quiero ir a Kiev, pero con la condición de ir también a Moscú”, contestó a La Nación el máximo pontífice católico romano.
En el primer escenario del “gran reinicio”, la mayoría de los países de “occidente”, y todo y todos dentro de ellos, se declaran en bancarrota, borran la deuda por decreto, atacan a los estados soberanos y ponen en juego el poder político de las élites.
En el segundo escenario, los dueños se hacen cargo de la garantía durante la quiebra. La garantía somos nosotros y todo lo que poseemos.
No hace falta ser un genio para averiguar qué escenario eligen. Esta crisis lo está demostrando. El economista estadounidense Michael Hudson explica por qué esta nueva crisis bancaria no ha terminado y es difereente a la de 2008.
“Los colapsos de Silvergate, Silicon Valley Bank, Signature Bank y las insolvencias bancarias relacionadas son mucho más graves que el colapso de 2008-09. El problema en ese momento eran los bancos corruptos que otorgaban malos préstamos hipotecarios. Los deudores no podían pagar y estaban en mora, y resultó que los bienes inmuebles que habían prometido como garantía estaban sobrevaluados de manera fraudulenta, hipotecas chatarra «marcadas a fantasía» hechas por valoraciones falsas del precio real de mercado de la propiedad y los ingresos del prestatario. Los bancos vendieron estos préstamos a compradores institucionales como fondos de pensiones, cajas de ahorro alemanas y otros compradores crédulos que habían bebido el Kool Aid neoliberal de Alan Greenspan, creyendo que los bancos no los engañarían.
En cambio ahora, las inversiones de Silicon Valley Bank (SVB) no tenían tal riesgo de incumplimiento. El Tesoro siempre puede pagar, simplemente imprimiendo dinero, y las hipotecas prime a largo plazo cuyos paquetes compró SVB también eran solventes. El problema es el propio sistema financiero, o mejor dicho, el rincón en el que la Fed post-Obama ha pintado al sistema bancario. No puede escapar de sus 13 años de flexibilización cuantitativa sin revertir la inflación del precio de los activos y hacer que los bonos, las acciones y los bienes raíces bajen su valor de mercado”.
Entonces el plan para el segundo escenario está listo y se está implementando mientras hablamos de la crisis. Fue construido por las personas detrás del Foro Económico Mundial de Davos y el G-7 (las 7 mayores potencias capitalistas). Este plan no es un secreto.
El Gran Reinicio es un mecanismo para la incautación de todas las garantías de las deudas que incluye nuestros activos, los activos de nuestras ciudades, los activos de nuestros estados y la mayoría de los activos corporativos que aún no están en manos de nuestros dueños.
La economía “occidental” (y, de hecho, la economía mundial) debe reducirse en un porcentaje muy significativo. Ese ajuste a la baja es necesario porque la economía “occidental” debe reducirse a su nivel real, que puede ser más bajo que la mitad de lo que es ahora.
Se tomarán todos los activos que puedan considerarse como garantía de nuestra deuda privada y colectiva/pública. Este es un objetivo claramente establecido del “Gran reinicio”, pero está menos claro cómo se llevaría a cabo, porque el control total de los gobiernos “occidentales” (y de hecho de todos los gobiernos) parecería ser necesario para esto. La mayoría de los gobiernos “occidentales” parecen estar en deuda con los grandes poderes financieros que se reúnen en Davos. El proceso se “venderá” como una reestructuración social necesaria debido a la crisis económica, al calentamiento global y otros desastres y dará como resultado una disminución masiva del nivel de vida de la gente normal, aunque no de las élites.
El problema es ¿cómo influyen las relaciones rusochinas en todo esto? ¿Por qué toda la presión “occidental” a lo largo de los años y por qué ahora todo este pánico? Parte de la razón de la presión sobre los países independientes, particularmente el ruso y el chino, es simplemente porque se han resistido a la hegemonía occidental y lo hacen desde civilizaciones milenarias que superan el poder blando de la propaganda “occidental”. Esto es suficiente para entrar en la lista de los “rebeldes” para “occidente”. Pero, ¿por qué aumentó la presión en los últimos años?
La razón es que ni Rusia ni China pueden ser subyugadas a través de la bancarrota ni de sus activos incautados. Tienen muy poca deuda en monedas “occidentales”, lo que significa que los dueños de las deudas de “occidente” no son dueños de Rusia ni de China (sí lo son del ‘tercer mundo’ endeudado que ve con esperanza la entente rusochina, con la moneda común de divisa mundial que discutieron este lunes 20 de marzo (en el 20 aniversario del inicio de la ocupación de Irak por la OTAN) Xi y Putin en la primera visita de éste al extranjero tras su reciente segunda reeleción. La única forma de apropiarse de sinorrusia es a través de un cambio de régimen. Sus gobiernos deben ser debilitados por cualquier medio, incluidas las sanciones económicas y los medios militares, de ahí la utilización de Ucrania como ariete contra Rusia, de Taiwán (o de Australia) contra China, mientras se han quedado sin ariete en Asia Occidental, tras el acuerdo árabe-persa.
Cuando se aplique la doctrina de la “destrucción creativa” en la economía “occidental”, todo lo demás también debe caer. Si la economía “occidental” cae y un gran bloque económico del este no participa en la caída, es un desastre para “occidente”. El nuevo bloque impone una nueva hegemonía multipolar, mientras que Occidente desciende a una Edad Oscura e irrelevante. El mundo entero debe caer para que funcione el Gran Reinicio. Rusia y China deben ser subyugadas por cualquier medio, así como India, Irán y otras naciones obstinadas.
VOLVIENDO A FRANCISCO Y A ORTEGA SAAVEDRA
En principio estoy de acuerdo con la declaración de Ortega Saavedra: “no creo en reyes ni en papas. La Iglesia católica debería elegir democráticamente a sus autoridades, de abajo arriba”. Puede entenderse de parte, ya que es un feligrés de toda su vida quien lo propone y en este momento está en conflicto con las autoridades eclesiásticas católicas romanas en Nicaragua, sintiéndose bastante fuerte para enfrentarlas tal cual hizo Perón en Argentina en 1953. Consta que, a diferencia de Putin con la ortodoxa rusa o del propio Perón mayormente, los Ortega Saavedra son una familia de muy fuerte raigambre cristiana. En la casa donde se crió el mandatario nicaragüense había dos retratos, el de Sandino (quien había estado en esa casa; era amigo de la madre y del padre de Daniel y sus hermanos) y el del Cristo. De esa casa se llevaron a sus padres sin que Daniel volviera a verlos y también se lo llevaron a él, de 13 años, para torturarlo por primera vez en la Guardia. Daniel siempre dijo que lo sostuvo en sus padecimientos el recuerdo del retrato del Cristo.
Pero pelearse con este Papa, sin duda el más avanzado que ha tenido la iglesia apostólica romana, que demostró el coraje intelectual y físico de ir a Irak a estrechar vínculos con el islamismo a la par que lo hizo con la ortodoxia, el judaísmo y el budismo, señalando siempre los caminos de la paz, me parece un desatino de Ortega. Con un Papa que ha defendido a Cuba, a Venezuela, a todo el mundo de los atropellos de la elite financierista no te podés llevar mal, Daniel, porque la coyuntura interna de Nicaragua, muy en última instancia, es menor y está en juego la resistencia civilizacional de los pueblos del propio “occidente”, que ha de ser, en gran parte, cristiana, ante los planes del G-7.
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