El 24 y 25 de este mes, se reúne en Buenos Aires la cumbre de la CELAC. Lula va a proponer allí la moneda común Sur. Un muy sencillo mecanismo de intercambio entre bancos centrales, que ya implementaron Brasil y Argentina para empezar a usar el 22 de este mes, según declaró el embajador argentino en Brasilia Daniel Scioli al día siguiente de la asunción de Lula, cuando éste se reunió en la capital brasileña con el presidente Argentino, Alberto Fernández.
El viernes, dos días antes del por el momento fallido maidán bolsonarista, el ministro de finanzas de Brasil, Fernando Haddad, declaró que el comienzo de esta forma de intercambio sería cuando él lo anunciase, pero no desmintió el anuncio de Scioli
No se trata de una moneda que sustituya a las locales. No es similar al euro. Al contrario, las fortalece, tal cual demostró China, al aplicar este mecanismo en sus relaciones comerciales con más de 20 países del sureste asiático, ASEAN (entre ellos Indonesia, Vietnam y Tailandia), Asia central y la Unión Euroasiática (entre ellos Kirguistán, Armenia, Kazajistán), Asia occidental (entre ellos los países del Consejo de Cooperación del Golfo e Irán) y, por supuesto, con Rusia, quien a su vez lo aplica con India y otros países ya mencionados.
Este sencillísimo procedimiento para liquidar exportaciones e importaciones, sin pasar por el dólar ni por el sistema de mensajería SWIFT (controlado por el dólar, por donde pasa el euro), permite evitar el condicionamiento y las “sanciones” de EEUU, que, desde hace décadas, viene usando al dólar en rol de arma militar contra los países soberanos.
Entre los bancos centrales de cada uno de nuestros países que adhieran al planteo para comerciar con nuestras propias monedas, se anotan las deudas de saldo de balanza comercial y luego se liquidan las deudas según el referente de moneda de los distintos organismos regionales que vienen diseñando esta alternativa, la Organización de Cooperación de Shanghái, la Unión Económica Euroasiática (que fue pionera en estudios de estos diseños) y ahora BRICS, BRICS ampliado y CELAC, en nuestro caso con la moneda Sur. Es una estupenda herramienta emancipatoria para América del Sur y van a ser muchos los obstáculos que siga poniendo el imperio para evitarla, desesperado al ver que pierde el control del mundo, el hegemón. Entre las reacciones del imperio está el sangriento golpe en Perú (antecedido por las reuniones de la embajadora de EEUU con el ministro de Defensa y con la vicepresidenta Dina Boluarte) y el maidán bolsonarista, precipitado por la fecha de la CELAC, 24 de enero.
Lula está llegando a Buenos Aries el 23 para reunirse con Fernández. En principio para ajustar detalles, pero también van a ser muchas las presiones de Estados Unidos al gobierno argentino, especialmente al ministerio de Economía, para que rechace o neutralice la decisiva medida de Lula (largamente anunciada en su campaña electoral) haciéndola pasar de algún modo por el dólar o por el SWIFT.
PRESUPUESTOS DEL MAIDÁN BOLSONARISTA
Lula ganó las elecciones con un margen más estrecho que Víctor Yanukovich antes del golpe de Estado del llamado Euro Maidán resistido militarmente por el Donbass y por Odessa en 2014 (ver “Ucrania en llamas” de Oliver Stone) y el mapa electoral de ambas fue muy partido regionalmente. En Ucrania el Este y el Sur para la izquierda y para el Partido de las Regiones de Yanukovich; el centro y el oeste para la derecha. En Brasil, el nordeste y la Amazonía para la izquierda, el centro y el Sur para la derecha. Ambos mapas están sobre la mesa de arena de un capitán retirado llamado Jair (detestálo pero no lo subestimes) residente en Orlando, EEUU, desde hace unos días. Y, por supuesto, sobre el escritorio de Elon Musk, el dueño de Twitter, que “liberó la zona para los crímenes de planalto”, retirando a sus empleados de Brasil, el fin de semana pasado.
El apoyo de las plataformas en general ya había sido decisivo en la toma del Capitolio por los trumpista, pero Elon Musk no es uno más. Es aquel que dijo durante el golpe en Bolivia en 2019, “dimos el golpe de Estado por el litio y vamos a dar golpes de Estado en todos los países donde sea necesario” (textual).
Hoy todas las evidencias apuntan a que Lula salió fortalecido del desesperado episodio violentista antidemocrático de los fascistas en Brasil. Lula consolidó apoyo político y judicial. Según el analista Eduardo Moreira en Brasil 247 TV, “fue un suicidio político de Bolsonaro”. Pero militares y policías (en “casual” consonancia con Elon Musk) “liberaron” la zona de la explanada de los ministerios, desde donde se lanzaron los actos terroristas del domingo.
Hoy todo parece indicar que Lula llega presidente en ejercicio el 23 de enero a Buenos Aires y la moneda Sur sigue su camino, pero mucho, demasiado depende en Brasil del partido militar. Si se asoma al mundo a ver hacia dónde sopla el viento, puede leer el informe del estratega de Credit Suisse, Zoltan Pozsar, en los boletines War and Commodity Encumbrance (27 de diciembre) y War and Currency Statecraft (29 de diciembre), sobre esta cuesión monetaria: "Petróleo del Consejo de Cooperación del Golfo que fluye hacia el este + facturación en renminbi = el amanecer del petroyuan".
"El orden mundial multipolar", dice, "no lo están construyendo los jefes de Estado del G7 sino el 'G7 del Este' (los jefes de Estado de los BRICS), que en realidad es un G5”. En la cúpula de ese G5 está Lula.
El geopolítico brasileño Pepe Escobar nos advierte: “El golpe fallido en Brasil es el último truco de la CIA, justo cuando el país está forjando lazos más fuertes con el este”.
POR QUÉ LA CIA INTENTÓ UN LEVANTAMIENTO DE MAIDÁN EN BRASIL
“Un ex funcionario de inteligencia de EE. UU. ha confirmado que el caótico remix de Maidan presentado en Brasilia el 8 de enero fue una operación de la CIA y lo vinculó con los recientes intentos de revolución de color en Irán.
(…) Según la fuente de EE. UU., la razón para organizar la operación, que muestra signos visibles de planificación apresurada, ahora, es que Brasil está listo para reafirmarse en la geopolítica global junto con los países BRICS, Rusia, India y China.
(…) Los neoconservadores straussianos ubicados en la cima de la CIA, independientemente de su afiliación política, están furiosos porque el "G7 del Este", en la configuración BRICS+ del futuro cercano, se está alejando rápidamente de la órbita del dólar estadounidense.
(…) Lula al mando en Brasil, en lo que ahora es su tercer mandato presidencial no consecutivo, ofrecerá un tremendo impulso a BRICS+. En la década de 2000, junto con el presidente ruso Putin y el expresidente chino Hu Jintao, Lula fue un conceptualizador clave de un papel más profundo para los BRICS, incluido el comercio en sus propias monedas.
BRICS como “el nuevo G7 del Este”, como lo define Pozsar, está más allá del anatema, tanto para los neoconservadores straussianos como para los neoliberales.
Estados Unidos está siendo expulsado de manera lenta pero segura de Eurasia en forma más amplia por acciones concertadas de la asociación estratégica Rusia-China.
Ucrania es un agujero negro, donde la OTAN se enfrenta a una humillación que hará que Afganistán parezca Alicia en el país de las maravillas. Una UE débil que está siendo obligada por Washington a desindustrializarse y comprar gas natural licuado (GNL) de EE. UU. a un costo absurdamente alto no tiene recursos esenciales para que el imperio los saquee.
Geoeconómicamente, eso deja al denominado “hemisferio occidental” denominado por los Estados Unidos, especialmente a Venezuela, inmensamente rica en energía, como el objetivo clave. Y geopolíticamente, el actor regional clave es Brasil.
(…) Las pistas para Maidan en Brasil se pueden obtener, por ejemplo, en el Comando Cibernético del Ejército de EE. UU. en Fort Gordon, donde no es ningún secreto que la CIA desplegó cientos de activos en todo Brasil antes de las recientes elecciones presidenciales, fiel al libro de jugadas de "estrategia de tensión".
La charla de la CIA fue interceptada en Fort Gordon desde mediados de 2022. El tema principal entonces fue la imposición de la narrativa generalizada de que 'Lula solo podía ganar haciendo trampa'.
Un objetivo clave de la operación de la CIA era desacreditar por todos los medios el proceso electoral brasileño, allanando el camino para una narrativa preempaquetada que ahora se está desmoronando: un Bolsonaro derrotado que huye de Brasil y busca refugio en la mansión Mar-a-Lago del expresidente estadounidense Donald Trump. Bolsonaro, asesorado por Steve Bannon, huyó de Brasil y se saltó la toma de posesión de Lula, pero está desesperado debido a que podría enfrentarse a la cárcel más temprano que tarde. Y por cierto, está en Orlando, no en Mar-a-Lago.
Cuando se trata de los factores internos de Maidan en Brasil, tomando prestado de Gabriel García Márquez, todo camina y habla como la Crónica de un golpe anunciado. Es imposible que el aparato de seguridad en torno a Lula no haya previsto estos hechos, sobre todo teniendo en cuenta el tsunami de carteles en las redes sociales.
Por lo tanto, debe haber habido un esfuerzo concertado para actuar con suavidad, sin grandes garrotes preventivos, mientras solo se emite el balbuceo neoliberal habitual.
Después de todo, el gabinete de Lula es un desastre, con ministros en constante enfrentamiento y algunos miembros apoyando a Bolsonaro hasta hace unos meses”.
Y Pepe Escobar no cree que las fuerzas armadas de su país vayan a estar del lado del pueblo. En su columna de The Crave titulada, “Por qué la CIA intentó un levantamiento de Maidán en Brasil”, cita a su compatriota Quantum Bird, “demasiados actores en juego y demasiados intereses antagónicos. Entre los ministros de Lula, encontramos bolsonaristas, neoliberales-rentistas, conversos al intervencionismo climático, practicantes de políticas de identidad y una vasta fauna de neófitos políticos y escaladores sociales bien alineados con los intereses imperiales de Washington”.
Un escenario plausible es que sectores poderosos de las fuerzas armadas brasileñas, al servicio de los habituales think tanks neoconservadores straussianos, además del capital financiero mundial, no podrían realmente lograr un golpe real, considerando el rechazo popular masivo, y tuvieron que prepararse, en el mejor de los casos, para una farsa "suave". Eso ilustra hasta qué punto esta facción militar engreída y altamente corrupta está aislada de la sociedad brasileña.
Lo que es profundamente preocupante, como señala Quantum Bird, es que la unanimidad en condenar el 8 de enero desde todos los ángulos, mientras que nadie asumió la responsabilidad, “muestra cómo Lula navega prácticamente solo en un mar poco profundo infestado de corales afilados y tiburones hambrientos”.
Pero aún así, Lula volvió fortalecido del terror del Maidán. Ya es su costumbre. Y vuelve cada vez más estadista. El 10 de diciembre de 2021, en entrevista de Telam, dijo que al primer ciclo progresista le faltó cumplir dos propuestas de Chávez, el Banco del Sur (la moneda común con su soporte financiero) y la cooperación en seguridad. A lo primero se lanzó ahora a toda velocidad. “Lo que no se hace los dos primeros meses no se hace más” (Guevara). Lo segundo sigue siendo la clave esencial del poder. Y no hay caso... “Salvo el poder, todo es ilusión” (Vladimir Ilich).
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