Bien Mario Bergara. Le hizo frente a un elocuente y experimentado jefe de campaña. Instaló información donde Penadés sólo podía apelar a sensaciones Bergara se apresta a ser, para las elecciones de 2024, la gran figura de una de las tres mayores raíces del Frente Amplio, que a mi juicio es la más clásica, el astorismo, pero de árboles y raíces nos toca hablar para referirnos a Iván Turguénev.
Un árbol que plantó Iván Turguénev fue censurado en occidente. Aunque el líder mundial Luis Lacalle Pou dice que “dato mata relato”, los líderes regionales de Europa, Estados Unidos y Rusia, matan por el control del relato.
Cuando empezó esta guerra, en marzo de 2014 (las guerras no empiezan cuando y desde donde occidente decide empezar a desinformar sobre ellas, ni dejan de existir cuando occidente las ningunea –en estos días están muriendo miles en Mali, en Sudán, en Etiopía, en Yemen, cientos de miles–), las embajadas de la UE y de USA (por sus siglas en inglés y por su modus operandi, especialmente en Kiev) vieron complacientes prohibir fuentes de contrarrelato ruso, medios de comunicación rusófonos ucranianos y los partidos de centro e izquierda, el Partido de las Regiones, que había sido el más votado (52%) en las elecciones anteriores al golpe y el Partido Comunista de Ucrania. El 25 de febrero, la Unión Europea sacó de sus espacios a RT y a Sputnik (entro otros medios rusos), y Putin respondió quitando del suyo a Rain, mientras todavía no se estrenó en Moscú el Batman 2022, pero las medidas decisivas para controlar el relato fueron subestimadas por el presidente ruso.
Vladimir Putin calificó de “absurdas” las retaliaciones de occidente contra los gatos rusos, los árboles rusos y escritores rusos del siglo XIX. O Putin es muy ignorante y carece de visión estratégica o nos quiere embaucar.
La discriminación de los gatos rusos o ¡gatos europeos mascotas de rusos! (esto es fundamental) es un gran acierto de los servicios de inteligencia occidentales.
Uno de los misterios ruso soviéticos más secretos (después de todo nadie se religa sin liturgias ni misterios y la actual Rusia capitalista supone un bloque histórico) es el de los registros fotográficos y testimoniales de Lenin con su gato.
¿Cómo lograba Lenin que ese gato lo siguiera por tantos lugares donde anduvieron? Ni la Cheka de Dzerzhinsky ni la KGB de Andropov ni el FSB de Putin supieron informar. Porque Lenin hubo tiempos en que cambiaba de casa cada semana, sino cada tarde y los gatos son de volver al lugar de origen. Además las fronteras estaban vigiladas, no podía pasarlas con su cara, Lenin se disfrazó prácticamente de todos los personajes verosímiles, ¡pero siempre pasaba con el gato! ¿Cómo hizo para que lo siguiera por toda Europa?
Cuando compartió un pequeño apartamento en París con Nadievna e Inessa, el gato estaba con ellos. También cuando vivió con su suegra o con su madre.
Todos sabemos que los humanos hemos domesticado a todos los otros animales. A todos, menos al gato.
Hemos domesticado al lobo por ejemplo y es nuestro perro, pero el gato nos domesticó a nosotros.
¿Alguna vez un gato te miró fijo?
Cuando un gato te mira fijo te está domesticando. Es sencillo. El gato no seguía a Lenin. Lenin seguía al gato. A él lo perseguía la policía, pero el gato iba escuchando la música de los tiempos.
Una vez viajaban en tren a Finlandia cuando en uno de los innumerables trasbordos, en el andén de una estación, el gato lo miró fijo y se lo llevó a París, donde había un congreso más importante que el de Finlandia (el gato tomó esa decisión crucial para que hoy sea Rusia la primera potencia militar cualitativa). Además atravesaron Alemania en un tren blindado. Hicieron Iskra en Leipzig y en Munich. Atracaron en Viena. Cruzaron a Italia para tomar el sol en Capri. El 3 de abril de 1917 el gato lo llevó a Petrogrado. Cuando se separaron en San Petersburgo, el gato le dijo: “ya sabés lo que tenés que hacer”.
¿¡Y Putin pretende que todos esos lugares de Europa vuelvan a ser recorridos por un gato mascota de ruso!? La Fife (Federación Internacional de Felinos, por sus siglas en francés) fue tajante: “no podemos quedarnos de brazos cruzados. A partir de este 1 de marzo «ningún gato criado en Rusia puede ser importado y registrado en los libros de pedigrí y ningún gato europeo mascota de ruso puede participar de ferias”.
“PIOR” EL DOSTO
Pero si los gatos europeos mascotas de rusos son una amenaza letal para occidente, mucho más rotunda amenaza es Dostoyevski.
No lo dijo Borges ni Vargas Llosa. Lo afirma alguien tan insospechable de anticomunismo y rusofobia que integró la Asociación Española de Amigos de la Unión Soviética: Federico García Lorca.
En su discurso escrito que leyó para inaugurar la biblioteca de Fuente Vaqueros en septiembre de 1931, titulado “Medio pan y un libro”, García Lorca dice: “Cuando el insigne escritor ruso, Fiódor Dostoyevski, padre de la Revolución rusa mucho más que Lenin...”
Y no es que García Lorca tuviera a Lenin en menos. En otra frase del mismo texto, escribió: “… los avances sociales y las revoluciones se hacen con libros y los hombres que las dirigen mueren muchas veces como el gran Lenin de tanto estudiar, de tanto querer abarcar con su inteligencia”.
Si el Dosto fue padre de la revolución rusa mucho más que el mismísimo gato de Lenin, es absoluta la amenaza a Europa, aunque Nori se haga el ingenuo y el ingenioso, en un video publicado en su cuenta de Instagram, citando el correo electrónico que recibió por parte de la dirección de la universidad italiana, “hoy en día, no solo está mal ser un ruso vivo en Italia, sino también ser un ruso muerto”.
Otra exclusión que Putin tachó de “absurda”, trata de un roble de casi 200 años. plantado en la hacienda Spásskoye-Lutovínovo.
Mediante un comunicado publicado el 28 de febrero, a través de su página web, los organizadores del concurso ‘El Árbol Europeo del Año’ decidieron sacarlo de su lista de participantes, al enterarse “que perteneció, según testimonios de la época, al escritor ruso Iván Turguénev, en la que fue su hacienda paterna en la provincia de Oriol”.
Esta sanción también es perfectamente explicable. Turguénev escribió sobre los árboles. “Recibí carta de un antiguo compañero de universidad, un aristócrata, un acaudalado terrateniente. Me invitaba a su finca. Yo sabía que el hombre estaba muy enfermo, ciego y medio impedido, que apenas podía andar... Y fui a verlo.
Me lo encontré en una avenida de su enorme parque. Arrebujado en una pelliza, aunque estábamos en pleno verano, enclenque y corcovado, con unas lentes verdes protegiéndole los ojos, era llevado en una silla de ruedas por dos lacayos enfundados en ricas libreas…
—Le doy la bienvenida, —profirió con voz sepulcral—, a mi heredad, aquí, a la sombra de mis árboles centenarios.
Sobre su cabeza extendía su inmensa copa un poderoso roble milenario. Y pensé: «¿Oyes eso, gigante milenario? Ese gusano mediomuerto, que se arrastra a tus pies, ¡te llama «mi árbol»!
En ese instante corrió una ligera brisa, haciendo susurrar el tupido follaje del gigante... Y me pareció que el viejo roble dejó escapar un risa queda y bondadosa, respondiendo tanto a mi pensamiento, como a la presunción del enfermo”.
Es bien sencillo. Adjudicar a propiedad privada de Turguénev, un roble que plantó Turguénev es una buena manera de atacar la cultura rusa, pero occidente adoptó, además, otras sanciones que, estas sí, resultan complejas de explicar.
¿USA SE AUTODESTRUYE?
Sacaron a Rusia del sistemas de transacciones internacionales SWIFT y del CHIPS, volcándola a los brazos del sistema similar chino CIPS, debilitando al dólar y al euro frente al yuan digital. Quitaron a Rusia de las redes occidentales, impeliéndola a recibir transferencia de tecnología china para tener su propia Internet y sus propias redes, a la manera china. Retiraron de Rusia las tarjetas Visa Master Card y ya los bancos rusos están operando en todo el espectro con tarjetas chinas UnionPay. No certifican el Nord Stream 2, garantizando los contratos firmados en Beijing para que China reciba todo el gas natural ruso que necesite, sin retrasarse un sólo día en su planificación de renovar su matriz energética hasta la emisión 0 de dióxido de carbono. ¡Y el Ministro de Economía de Francia se vanaglorió de estar destruyendo por completo a Rusia!
USA amenazó a las empresas chinas que no cumplan con las sanciones contra Rusia, pero Xi Jinping habló con Sholz y con Macrón, para coordinar acciones por la paz y contra las sanciones. Tampoco México se sumó a las sanciones, ni Brasil ni Argentina (o sea las tres primeras economías de nuestra América), por supuesto tampoco Bolivia, Cuba, Nicaragua, Venezuela e Irán, pero más significativamente se opusieron a las sanciones la India de Modi y Pakistán. Turquía e Israel también movieron negociaciones con Moscú y aunque todos vamos a perder en lo inmediato, se está diseñando un nuevo orden mundial, con Chinorrusia en el control del Heartland.
El Ministro de Integración y Macroeconomía de la Unión Económica de Eurasia (EAEU), el ruso Sergéi Glaziev, asesor de Putin, planteó: “Una “deslocalización real de la economía”. Medidas para endurecer la regulación cambiaria con el fin de detener la exportación de capital y expandir los préstamos dirigidos a empresas que necesitan inversiones financieras (en rublos). Tributación a la especulación cambiaria y a las transacciones en dólares y euros en el mercado interior. Importante inversión en I+D para acelerar el desarrollo en las áreas afectadas por las sanciones, en primer lugar, la industria de defensa, energía, transporte y comunicaciones. Y, por último, pero no menos importante: desdolarización de las reservas de divisas, reemplazando el dólar, el euro y la libra por oro”. El Sur Global, con China, puede seguir también este camino.
Michael Hudson, economista estadounidense experto en finanzas, sentencia: “Los imperios suelen seguir el curso de una tragedia griega, provocando precisamente el destino que buscan evitar. Este es el caso del Imperio estadounidense, ya que se está desmantelando a sí mismo en cámara no tan lenta.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario