¡Qué
coincidencia! Arbeleche-Luis hicieron lo mismo que Macri-Carrió. En Argentina
dijeron que el penúltimo ajuste fue un castigo de “los mercados” porque el
pueblo votó avisando que en diciembre asumen Alberto y Cristina; acá dicen que
el grado inversor las “calificadoras de riesgo” nos lo dieron porque lo pidió el Partido Nacional, concretamente Arbeleche. Es demasiado burdo cuando todos sabemos que
el desastre argentino en “los mercados” empezó a evidenciarse hace dos años y
que las buenas notas de inversores al gobierno del Frente Amplio en Uruguay
vienen creciendo desde hace por lo menos diez años.
¿Pero por qué se
queman así? ¿Por qué se exponen en ridículo, a los memes más vehementes?
Porque toda realidad les rompe el relato, pero no hay ninguna más demoledora para el relato “neoliberal” que las actitudes de los capitales de riesgo.
Porque toda realidad les rompe el relato, pero no hay ninguna más demoledora para el relato “neoliberal” que las actitudes de los capitales de riesgo.
Le pasa a
Trump. El les “ordena” (sic) a las empresas norteamericanas retirarse de China
porque China no le compró los alimentos como él esperaba a la vez que le
respondió a sus nuevos aranceles, con nuevos aranceles chinos y las plataformas
y los vendedores de accesorios yanquis siguen operando con Huawei y hasta la
General Motors traslada a China las fábricas que tenía en USA. ¿Por qué? Porque
los únicos mercados que le hacen caso actualmente al imperialismo son los
financieros especulativos, de recompras de deuda, de mero efecto Cantillon, de
subsiguiente estafa Ponzi y del complejo industrial armamentista. Los que
invierten en producción arriesgan el retorno y General Motors tiene el retorno
asegurado produciendo en China para mil millones de consumidores en una
economía expansiva, de creciente poder adquisitivo de la población, antes que
pagar aranceles o quedarse en USA con un mercado menor y en vías de
pauperización. Porque los fabricantes de componentes para Huawei y la
plataformas, temen ser sustituidos por la empresa china en "occidente" y perder
así, sin ninguna recompensa trumpista, el enorme mercado del que hoy disfrutan.
La misma
lógica operó en Argentina. Macri anunció "lluvia de inversiones", pero “¿Quién va
a invertir –y esto se lo dije a un compañero de trabajo volviendo de Carrasco
en un D1, poco antes de que Macri asumiera la Presidencia–, quién va a invertir
en producción de un país donde el consumo se va a la mierda, porque si Macri le
va a pagar a los fondos buitres (lo hizo) y va a seguir enroscándose en la
deuda –para fugar dólares a sus offshore (lo hizo)– y va a bajarles los
impuestos y las tarifas a los rosqueros, de dónde un inversor productivo va a
rescatar un mango? Es imposible”.
Pero el relato de Macri era “los mercados”, pensando en el único que le interesaba, el de la deuda. Por eso el manotón de ahogado de su maniobra financiera delictiva del viernes anterior a las PASO, inflando una burbuja para pincharla dos días después y sus declaraciones del martes (lunes según él, del estupor de las cifras comiciales, no sabía ni en qué día estaba) posterior, echándole la culpa a cómo el pueblo votó.
Pero el relato de Macri era “los mercados”, pensando en el único que le interesaba, el de la deuda. Por eso el manotón de ahogado de su maniobra financiera delictiva del viernes anterior a las PASO, inflando una burbuja para pincharla dos días después y sus declaraciones del martes (lunes según él, del estupor de las cifras comiciales, no sabía ni en qué día estaba) posterior, echándole la culpa a cómo el pueblo votó.
La derecha no siente como un fracaso duplicar la pobreza, la indigencia, la precarización laboral,
el desempleo, cuadruplicar la inflación, la devaluación del peso, la toma de
deuda, no, ésos eran los efectos colaterales del plan de negocios que Macri y sus secuaces cumplieron (el mismo “misterioso” plan de urgencia que nos quiere aplicar
Lacalle). Para ellos fracaso es que se note que los mercados no son homogéneos.
Acá tuvimos
a López Mena pataleando porque el Frente no le alquiló el dique Mauá, diciendo
que siempre lo tratamos mal, pero cuando las papas queman, les explica a los
empresarios argentinos que “estos quince años del FA fueron el mejor gobierno
de la historia uruguaya” (sic). Y es lógico: cómo no va a exagerar si necesita
que los ciudadanos de a pie tengamos plata para comprarle pasajes. Con la derecha va en kayak.
Esa lógica
es la que se supone tienen que medir principalmente las calificadoras de
riesgo. Por eso Macri quebró todos los record negativos (más de 2000 puntos de
riesgo país) y el FA los positivos (grado inversor). Son dos realizaciones de distintos
proyectos demasiado estruendosos en su diferencia si se los audita.
Azucena
Arbeleche-Luis Lacalle Pou (ni Maradona ni Mohamed Alí ni el Chavo del Ocho) no
es un motivo político suficiente para que las tres más serias calificadoras de
riesgo, según disección de Jalife Rahme en su Conferencia de Puebla (véanla en
You Tube), decidan o dejen de decidir atacar al peso uruguayo ni al mexicano
siquiera.
El mayor
papelón que hicieron por motivo político partidario (yanqui por supuesto y de
poder profundo, no de tal o cual personaje o sector) fue hace ya tiempo. Atacaron al yuan cuando
China crecía a más del diez por ciento, pero desde entonces China creó sus
propias calificadoras que se dedican a ponerle mala nota a USA. ¿Saben por qué? Porque
yo se lo pedí a Hu Jintao. ¡Que me vienen con Arbeleche!
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