viernes, 30 de septiembre de 2022

El Draghi ciao

 


Cuando los italianos creyeron por Netflix que ellos eran los autores del himno inspirador del asalto a la Casa de la Moneda de Madrid, fue el principio del fin de Mario Draghi.


Empezaron a cantarla en el subte, en los trenes, a capella, con orquestas sinfónicas multitudinarias en las plazas, le metieron millones de likes a la versión de Goran Gregovic y se la fumaron en las pautas publicitarias que les vendieron ferraris y lamborghinis lives. Hasta en Los Dos Papas la metieron. Resultó que también era la canción favorita de Bergoglio para aterrizar en Roma.


El Profesor que dirigió el asalto a La Casa de la Moneda, acusó, en el capítulo final de la primera temporada de la serie, al Banco Central Europeo de haber inyectado liquidez en los mercados con mayor alevosía delictiva que la de su banda. El responsable del delito era Mario Draghi, a la sazón presidente del Banco Central Europeo desde 2011 hasta 2019 y luego del consejo de ministros de Italia.


Draghi es un economista del Instituto Tecnológico de Massachusetts, que dedicó su vida a “calmar a los mercados”, al euro y a la OTAN. Lógicamente fue apoyado por el Partido Democrático y por e Partido Demócrata (la versión americana del italiano, el All Pacino del Vittorio Gassman de Perfume de Mujer, muchos años después; cuando ya nadie sabía que el italiano y Gassman habían sido un poquito comunistas en tiempos de Burt Lancaster y Antonhy Queen en Cinecitá, ni saben qué cosa fue Cinecitá (mucho menos el Bella Ciao); lo más parecido que vieron fue la serie de Netflix sobre Trotsky, que lo mostraba un caprichoso rock star judío que follaba grupies en un tren blindado). En ese contexto apareció Giorgia Meloni, en ese contexto una comunista de verdad, que se peleaba con la fuher Úrsula Van der Lugen (Leyen), atacaba al austericidio económica de Draghi, y es sospechosa de populismo (propone economía expansiva con énfasis distributivo) y hasta de ser amiga de los amigos húngaros y polacos de Putin (de serbios, austríacos y búlgaros por añadidura), porque se opone a las sanciones de la UE a Orban..


Dos semanas antes de las elecciones que este domingo Meloni le ganó al PD, la Fuher la amenazó con “instrumentos para controlarla si se salía del libreto de la Comisión Europea”. En rigor, con no entregarle los 200 mil millones de euros que le corresponden a Italia, de las finanzas comunes de la UE, por ser la tercera economía de la zona. Eso enfureció a los italianos, que comprendieron que Meloni tenía razón en elogiar a Mussolini. Seguramente había sido un soberanista italiano antiimperialista enemigo de Mario Draghi y de Úrsula. El pasado depende de la dosis de presente que le demos y cómo se lo demos. Podemos hacer de Gramsci un terrorista que explosiona oleoductos en el Báltico a la orden del MI6 y de la CIA; podemos hacer del Bella Ciao de origen serbocroata, un hit del clan Stefan que acompañe la peripeccia de cualquier Astesiano de Netflix; y hasta podemos hacer de Mussollini, entonces, el Che Guevara.


Mireia Vehí, la líder del de la catalana CUP, único partido en el parlamento del Estado español que orgánicamente no aplaudió de pie al Comandante en jefe de los nazis Batallones de Azov y Aidar,, apuntó a los gobiernos tecnócratas de los últimos años en Italia para explicar la victoria de Meloni. "las políticas neoliberales y los gobiernos tecnócratas abren la puerta a la extrema derecha". "Es el neoliberalismo el que abona el terreno de la ultraderecha", sentenció. Aunque en definitiva lo sentenció el electorado italiano, con sólo un 63,9 de participación para una contundente victoria de la fórmula Meloni-Salvini-Berlusconi.


Draghi les había dicho a los italianos en la campaña electoral que tenían que saber quiénes eran sus amigos y sugirió a Macrón (Rochild, la FED) y a Schols, “al europeísmo” pusilánime y suicida, pero los italianos de la historia reciente se acuerdan. Saben que, durante la pandemia, Salvini pagó los transplantes de médula en sus hospitales, aunque Venezuela, aun teniendo el dinero, no podía pagarle porque el banco portugués donde está todavía depositado al efecto, obedece al Pentágono. Y el gobierno portugués no interviene (dicen en Portugal que “es de izquierda”). Italia no se entregó. Recurrió a la ayuda más valiosa, china, cubana, venezolana, de Rusia que envió 13 vuelos a Roma con material contra el coronavirus. Fue una verdadera historia de partisanos de hace apenas un par de años. Por cierto que los italianos saben quiénes son sus amigos y por eso votaron la única opción que, de alguna manera, no los aleja tanto de ellos.


Los italianos no olvidan que China mandó donaciones a Italia, con un poema de Séneca grabado en las cajas con vacunas: "Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mismo jardín". Mientras Canadá acaparaba reservas de vacunas para unas diez veces su población, Reino Unido y Estados Unidos, con vacunas propias, prohibieron en distintos momentos exportarlas. Y 19 millones de dosis de Astra Zéneca, fabricadas en Holanda, fueron halladas escondidas en Italia para llevarlas de contrabando a Inglaterra. Amigos no son los enemigos.


PDI SEDICENTE Y PCC PROGRESISTA


El Partido Democrático Italiano y el Partido Comunista de Cuba tienen el mismo origen leninista, o sea: están originalmente de acuerdo con el primer gobernante en el mundo que legisló explícitamente a favor de los homosexuales (hubo anteriores que en los hechos los favorecieron, pero no universalmente ni por escrito –el más próximo fue Friedrich Hohenzoller, quien prohibió la tortura en Prusia, donde los homosexuales eran sentenciados a morir en tortura; entre ellos lo había sido el amante de Friedrich–, con la primera ministra republicana de Estado en la historia universal, Innessa Armand, nombrada Ministra de Bienestar Social del gobierno bolchevique, el 11 de noviembre de 1917, con “La revolución sexual en la URSS” (leer de Wilhem Reich “Escucha, hombrecito” y sobre revolución-contrarrevolución sexual en la URSS “Political and scientific signification of Wilhelm Reich” de Jorge Veraza Urtuzuástegui; en la web).


Pero el Partido Comunista de Cuba es soberanista mientras que el metamorfoseado “Democrático” italiano es vasallo del Pentágono.


Por tal motivo los postulados progresistas del PDI son meramente tribuneros, una excusa para pasar por “liberales” sus políticas financieristas, a tal punto que no pocas feministas y LGTBQ lo acusan de desprestigiar adrede la causa de los derechos, regalándole a los antiderechos el poder de instrumentar las leyes (que en italia son bastante eufemísticas) en sentido contrario. En Cambio en Cuba, el mismo domingo que en italia el fascismo pintoresco le ganaba al clásicamente definido del PDI (apoyo a lo más terrorista del capital financiero imperialista) el PC profundizó el legado de Alexandra Kollontai, con más del 74 por % de participación electoral.


Cuba se transformó este domingo en el único país del mundo que sometió a referéndum un código de las familias. Ante el silencio unánime del “occidente colectivo”, con el 68% de los votos a favor, se aprobó en Cuba el matrimonio igualitario y la adopción por parejas del mismo sexo, entre otras leyes que profundizan vindicaciones feministas (ya el aborto es legal desde hace más de 50 años). El progresismo verdadero es revolucionario.


DE BERLINGÜER A LETTA


Dice Atilio Borón: “La derecha radical europea es hija de la profunda crisis del capitalismo global y de las guerras que Washington ha estado provocando en el Mediterráneo Oriental (Siria, Líbano, Irak), en Libia, en el Medio Oriente (Yemen, el genocidio de los palestinos a manos del régimen israelí), su criminal aventura en Afganistán y, ahora, la “guerra por procuración” que gracias a Volodímir Zelenski, un criminal de guerra disfrazado de Rambo y completamente al servicio de Washington, se libra en Ucrania tensionando aún más el equilibrio de las sociedades europeas. Si la primera, la crisis capitalista, arrojó millones de subsaharianos y habitantes del Medio Oriente y Asia Central hacia sus metrópolis coloniales, las interminables guerras del imperio terminaron por alterar con sus grandes oleadas de refugiados la fisonomía sociológica de la vieja Europa de posguerra: blanca, cristiana, étnica, política y culturalmente homogénea. Eso ya es cosa del pasado y cualquiera sabe que en estos procesos de acelerada transformación de la estructura sociodemográfica y cultural de una sociedad, invariablemente surgirán grupos que rechazarán visceralmente esos cambios y desarrollarán una conducta agresiva ante los indeseables “invasores” procedentes de otras latitudes y, para colmo, portadores de unas culturas, valores, prácticas sociales radicalmente distintas a las preexistentes que, por supuesto, son consideradas como “normales” y de universal validez.

Meloni y la extrema derecha italiana representan la reacción ante ese estado de cosas”.


Hace una punta de años (yo tenía 24), entrevisté junto a Daniel Feldman, para las secciones de internacionales de dos medios diferentes, al delegado de la Juventud Comunista Italiana, un compañero de unos 40 años, que prefirió no hablar (eran tiempo de Berlingüer, el Secretario del PCI de la “equidistancia”), de las bases de la OTAN ni de los misiles que pronto usarían a Italia para pista de bombardeo en Yugoeslavia, detonando la migración por el Adriático que desestabilizó al gobierno del Olivo, primer gobierno con eje comunista en Italia, presidido por Máximo D’alema. La contemporización del Olivo fue rumbear con Giorgio Napolitano hacia el liberalimperialismo, mal llamado “socialdemocracia” hasta mimetizarse, travestirse y transustanciarse en sus antigüos enemigos, al punto que actualmente, para adaptarse al “centro” que corrió hacia la extrema derecha, el PDI tiene un secretario general proveniente de las filas de Andreotti, Enrrico Letta.


En una situación tan extrema como ésta, en donde el futuro de la humanidad está en riesgo, no hay lugar para tibios ni neutrales, ni para quienes confunden la política con un infinito diálogo habermasiano del cual supuestamente brotará un acuerdo. Aquél está muy bien para los claustros universitarios, pero para gobernar hay que hablar lo mínimo indispensable y actuar con la máxima energía para doblegar a quienes defienden con fiereza sus intereses, no quieren que nada cambie y quieren que todo siga como está. No se los convencerá con palabras ni con la eterna búsqueda de imposibles consensos.


La incapacidad que las izquierdas (o el progresismo en general) han demostrado en Europa hizo que la protesta ante los estragos de la mal llamada civilización del capital esté siendo capitalizada por los demagogos neofascistas. Sería bueno que en Latinoamérica aprendiéramos la lección y que la izquierda y el progresismo hagan lo que tienen que hacer, sin esperar a mágicas modificaciones de la tan remanida “correlación de fuerzas.” Un año después de la Marcha sobre Roma de 1922, tan admirada en estos días por la Meloni, la marxista y feminista alemana Clara Zetkin (a quién se le debe la celebración del 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer), escribió que el “fascismo es el castigo que se le aplica al proletariado por no haber sido capaz de continuar la revolución iniciada en Rusia.” Sería imperdonable que olvidáramos tan sabia observación”.


viernes, 23 de septiembre de 2022

Samarcanda

 


Tal vez Shehbaz Sharif, el primer ministro de Pakistán, haya sido el más acuciado concurrente a Samarcanda, Uzbekistán, a la cumbre de la Organizción de Cooperación de Shánghai (OCS).


Hace poco más de seis meses Sharif derrocó a Imran Khan, el antisistema ex capitán de la selección de cricket pakistaní campeona del mundo en 1992, quien gobernó desde 2018, desobedeciendo a Estados Unidos, con un partido nuevo (Movimiento por la Justicia), creado por él, que prometió combatir la corrupción pero fue perdiendo peso a medida que la oposición le fue “comprando” parlamentarios. El golpe contra Khan fue parlamentario pero con previo pronunciamiento del comandante del ejército pakistaní, tras un par de semanas de incertidumbre en la interna castrense (a tener en cuenta). Sharif asumió prometiendo mantener los acuerdos con China, el corredor económico entre Xinjiang y el Golfo Pérsico, pero también mejorar la relación con Estados Unidos.


Recordemos que Pakistán tiene unas 150 bombas nucleares, aproximadamente tantas como India, pero mientras que a India la proveyó de armamento atómico la Unión Soviética, a Pakistán la abasteció Estados Unidos.


Sharif llegó a Samarcanda cargando los mayores problemas de la región, con once provincias de su vecina Afganistán atravesadas por el ISIS Khorazán, destacamentos yihadistas provenientes de la franja de Idlib, al norte de Siria, donde Estados Unidos aún ocupa y explota saqueando yacimientos petroleros sirios y entrena terroristas. Pakistán comparte con Afganistán población talibán, fronteras de papel y refugiados.


En Samarcanda, Sharif se encontró con exitosos jefes de Estado emergentes y decisivos del mundo actual, Xi Jimping, Vladimir Putin, Narendra Modi, Ebrahim Raisi y Recep Tayip Erdogán, mandatarios de China, Rusia, India, Irán y Turquiye respectivamente. Las tres primeras, al igual que Pakistán, potencias militares nucleares. Irán estrenando su membresía plena en la OCS y Turquiye de flamante observador. Los otros países que integran la OCS, todos cuyos mandatarios concurrieron a la cumbre en Samarkanda, son Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, el anfitrión Uzbekistán, sumando entre todos el 40% de la población mundial (el 50 contando los observadores que han solicitado integrarse), el 30 % del territorio y el 25 % del PBI. Sumados a los otros que conforman con China el RCEP (Sudeste Asiático y Asia Pacífico) y a los BRICS otros (Brasil y Sudáfrica) a Armenia, Bielorrusia (otros de Unión Euroasiática con Rusia), a los aspirantes a BRISCS plus (Argentina, Saudi Arabia, Senegal, Egipto, entre otros), conforman “la mayoría global” (más del 70 % de la población mundial y del 50% del PBI), así denominada en el reciente Foro de Vladivostok, liderado por Rusia.


No fue Sharif el único que llegó a la cumbre de Samarcanda con problemas. Azerbaiyán, enclave de la British Petróleun, del M16 inglés (servicio de inteligencia inglés que sigue incidiendo en toda Asia Occidental y Central desde tiempos del imperio británico), había vuelto a guerrear en la frontera con Armenia, defendida por Rusia por el tratado de Organización de Seguridad Euroasiática. Problema que rápidamente resolvieron Putin con Erdogan en bilateral y las tropas de la OSEA en la frontera armenia. Kirguistán mantiene litigios con Tayikistán, India con Pakistán por Cachemira (aunque éste se distendió en la cumbre) y con China (que también se distendió).


A DESALAMBRAR, A DESALAMBRAR...


Otro que llegó a Samarcanda a resolver problemas fue Xi, con toda su plana diplomática mayor, incluido el canciller Wang Xi y el experto del Politburó Yang Jiechi. Trajeron proyectos conectivos para toda Asia Central y Occidental. “Se han perfilado transformaciones fundamentales en la política y la economía mundiales, y son irreversibles”, dijo Putin en Samarkanda, para todo el Sur Global.


Un problema que resolvieron Xi y su gente, de paso por Nursultán, en Kazajistán, el día anterior a la cumbre en la vecina Uzbekistán, tuvo que ver con las infiltraciones estadounidenses en el gobierno de Kassym-Jomart Tokayev, que se mueven con sigilo luego de los golpes a Chevrón y a Shell, aunque se promovieron a manera de gasoductos y carreteras. El recientemente descubierto desvío de armas y petróleo a Ucrania desde Kazajistán, tiene a las compañías que operan más a sus anchas en tierras azeríes y a Jordania con su oficina M16 en la mira de la OCS, que entre sus tres objetivos principales prioriza la lucha antiterrorista (“prevenir los intentos de fuerzas externas de organizar 'revoluciones de color' en los países de la OCS”, alertó Xi). “Como ya sabe cada grano de arena en cada desierto de Heartland, la presión geopolítica contra Irán-Rusia-China aumentará exponencialmente”, advirtió el experto brasileño Pepe Escobar.


Pero todos estos problemas no son nada comparados con los que tenía la región hace veinte años, en junio de 2001, cuando se creoó la OCS, antes del autoatentado a las torres gemelas y las incursiones de la OTAN en Afganistán, Irak y un desenfrenado terrorismo yihadista de cuño yanqui. No había prácticamente país en toda Asia a salvo del Imperio del Caos.


Hoy la estabilidad regional es asombrosa si pensamos en aquellos años y los anteriores a ellos. El desarrollo a tasas chinas actuales (6,5 o un poco menos) armoniza con la amplia red de infraestructura creada con financiamiento chino. China es el principal inversionista indiscutible en infraestructura en Asia Central. Las prioridades de Beijing pueden ser importar gas de Turkmenistán y Uzbekistán y petróleo de Kazajstán, pero la conectividad no se queda atrás. Y no hay, entre todos los miembros de la Organizacion, prácticamente ningún producto del que carezcan en forma efectiva.


La construcción de 5.000 millones de dólares de la vía férrea Pakistán-Afganistán-Uzbekistán (Pakafuz) de 600 km de longitud, desde Asia Central hasta el Océano Índico conecta en solo tres días en lugar de los 30 de antes. El ferrocarril construido en China de 4.380 km de largo desde Lanzhou a Tashkent es la nueva iniciativa rutilante de la ruta de la seda.


PUTIN HACIENDO PIRUETAS


Vladimir Vladimirovich Putin bajó de dos saltitos los últimos peldaños de la escalerilla del avión en el aeropuerto IATA de Samarcanda (para la televisión “occidental” que lo da por gravemente enfermo, el judoka de 70 años alardeó de agilidad). Xi Jimping lo esperaba en la pista bien custodiado y se largó a reír y a aplaudirlo a Putin tras la pequeña acrobacia. Una escena de “viejos amigos (Xi)” de la vida. Ahora bien: las mejores piruetas de Putin en Samarcanda fueron políticas.


Resulta que los últimos movimientos militares en Ucrania, hicieron retirarse de Jarkov bastante en orden a las fuerzas rusas para evitar un bolsón de contraofensiva ucraniana, fortalecer Donest y preparar nuevas maniobras. Esto fue aprovechado por Guennadi Ziugánov, el secretario del Partido Comunista ruso para exigir “declaración de guerra total y despliegue de reservistas”. El aprete fue rechazado por el vocero presidencial Dimitri Peskov, “ni declaración de guerra ni despliegue total de reservistas están en la agenda”, dijo, mientras en Samarcanda, la presión de Ziugánov era contrarrestada por reparos a Putin de Modi y de Xi (en ese orden) para que no escatime esfuerzos en parar la guerra.


La demagogia de Ziugánov: “una guerra tiene sólo dos resultados: victoria o derrota”, llega para medrar de alguna confusión en el fervor patriótico ruso, pero después de que Rusia Unida (el partido de Putin) le ganara las legislativas municipales obteniendo más del 80 % de los parlamentarios, el domingo 12, contra menos del 15 % para el PC.


En realidad en una guerra los resultados tienen distintas y variadas categorías de victorias, derrotas y empates. Nicolai Patruchev, Ministro de Seguridad de Rusia, ya enmarcó en los territorios de población rusófona rusófila el alcance de los objetivos de liberación. Es el principio de libre autodeterminación de los pueblo sustentado en referéndum. Ninguna escalada de la OTAN puede derrotarlo en ese terreno, pero quebrantar ese principio llevaría a los mismos errores rusos del 39 al 41 (lo advirtió Putin en sus anuncios de febrero), incluidas las ocupaciones de Polonia en el oeste y Finlandia en el noroeste. Dice Fidel Castro Ruz (en “Un grano de maíz (conversación con Tomás Borge), Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado,1992) que sin esos errores, “los nazis no hubiesen llegado ni siguiera a Kiev”, es decir que los imperialistas no hubiesen podido volver a invadir Rusia.


El resultado electoral en Rusia respaldó la conducción de la guerra por Putin. Los “liberales” siguen votando marginalmente y Ziugánov en lo único que le gana a Rusia Unida es en reivindicar aún más a Alejandro III. Eso no es bloque histórico. Es cambalache.


De todos modos, desde que perdió el PC de Albania en 1991, el de Ziuganov es el único partido con más de cien mil votos, que tiene la foto de Stalin en su estrado y Stalin, jefe de potencia del siglo XX por más años, más allá de ese menos del quince por cierto en Rusia, es un derrotado universal. No es difícil para Putin.


En consonancia con estos criterios anunciados por Patruchev y Peskov, Putin decretó el miércoles de mañana una movilización parcial (300 mil de los 23 millones de reservista; sólo los que ya habían servido en el ejército y la aceptación de los referéndum sobre incorporación a Rusia de Donestk, Lugansk, Zaporiye y Jersón. “Es la OTAN la que está amenazando reiteradamente con guerra nuclear y bombardeando la central nuclear de Zaporiye. Rusia está preparada para responder en cualquier caso y tiene armas superiores a las de la OTAN”, dijo.


Una potente delegación compuesta por líderes de 80 grandes empresas rusas está en Teherán en este momento y más de 1300 empresas iraníes se conectan con el resto de Asia. La NEP leninista a todo vigor. Se podría decir que a China no han vuelto a invadirla porque tiene bombas atómicas (diez veces menos que EEUU; lo que tiene china es desarrollo denguista), pero a Irán que no las tiene, después de haber sido invadida su revolución por todas las potencias imperialista de la OTAN más la URSS, todos en apoyo a Saddan Hussein, después de haber rechazado la invasión en proeza similar a la de Rusia 1918-22, no pueden volver a invadirla por su ya fortalecida defensa de la revolución y por su economía denguista en los hechos (mientras el islam la protege del financierismo, desarrolla su economía interior y su inserción mundial a pesar de los bloqueos).


En la Cumbre, “Irán fue la estrella invitada del espectáculo de Samarcanda, oficialmente aceptado como el noveno miembro de la OCS. El presidente Ebrahim Raisi, significativamente, enfatizó antes de reunirse con Putin que “Irán no reconoce las sanciones contra Rusia”. Se potenciará su asociación estratégica, en el frente empresarial...” (Pepe Escobar).


Samarcanda fue la ciudad insignia de la antigua ruta de la seda. En 329 Antes de Cristo, cuando entró a la mítica ciudad centroasiática por primera vez, Alejandro Magno dijo: “todo lo que he oído sobre Samarcanda es cierto, excepto que es incluso más hermoso de lo que había imaginado”. Hoy Samarcanda es la palabra clave y mágica del mundo multipolar.

viernes, 16 de septiembre de 2022

¿Por qué se la agarran con Europa?

 


En la primera oleada Obama-Biden, USA bombardeó siete países (Afganistán, Yemen, Irak, Somalia, Pakistán, Libia, Siria). Hubo cinco años de diferencia entre la continuación de los bombardeos al primero y el comienzo de los bombardeos al último. E intervino fabricando golpes de Estado, bloqueos, lawfare y “sanciones”, abiertamente, contra Bolivia, Honduras, China, Paraguay, Venezuela, Ucrania, Rusia, Brasil y Argentina, entre otros. Pero con la Unión Europea se supone que eran socios.


La UE participó de casi todos los bombardeos, golpes e intentos de golpe de USA por el mundo y, en varios casos de los citados, los dirigió (Francia en Libia, Inglaterra en Libia, Afganistán e Irak, España en Irak, entre otros).


En comparación con Obama, Trump sólo fue cuatro años de casi pura bulla. Mucha alharaca, tremendas amenazas, pose y fraseo de matón de cuarta, un asco de tipo, pero apenas si lanzó una veintena de tomahawks contra un aeropuerto vacío en Siria, una MOAB contra Afganistán en Nargarhar y un dron con misiles para el atentado contra el general iraní Seleimani y cuatro altos mandos iraquíes, en Irak, aparte de continuar guarimbas en Venezuela e intentar un par en Nicaragua, mientras endurecía el bloqueo a cuba e Irán. Perro que ladra no muerde mientras ladra. Trump no pasaba tanto tiempo mordiendo.


Con Biden, volvieron los expeditivos, los refinados e incluso “progres” “demócratas”: la delicadeza de la Canciller Hillary Clinton, cuando su Presidente Obama firmó en la OTAN bombardear, invadir y ocupar Libia, matando al Presidente más amigo de Mandela en África, Muanmar Gaddafi (Si Dante hubiese conocido a Obama, hubiera inventado el octavo círculo del infierno, porque el último, el de los traidores, le queda pequeño al que se jactó de ser prologuista de un libro sobre Mandela. A Gaddafi lo lincharon, sodomizaron su cadáver y Hillary colocó su bota lábil sobre el cuerpo yaciente y todavía tibio, para resumir, con básica cultura latinista: “vinimos, vimos, murió”. Después escupió el chicle de Boggy el Aceitoso. Linda chica).


Volvió con Biden, además, Victoria Nuland al Departamento de Estado. Otra “progre” deliciosa, que, siendo encargada del Pentágono para asuntos europeos, a la objeción de que Ángela Dorotea Merkel se oponía al envío de tropas a Ucrania, respondió: “fuck Europe”. Todo un anuncio de qué se vendría.


Otro anuncio fue el revisionismo histórico del actual Secretario de Estado de Biden, Anthony Blinken, cuando dijo que su país tendría que haber fortalecido su presencia en Siria para evitar la llegada de Rusia. O sea: iba a fortalecer la presencia en el Donbass, etc. etc.


La realidad es que EEUU se cebó en Libia. Los rusos no frenaron a la OTAN en Libia, sencillamente porque el gobierno de Gaddafi era un hazañoso anacronismo, un país árabe gobernado principalmente para los negros y para la Unión Africana. Era una posición difícil de sostener.


Siria, en cambio, tenía al Ejército Árabe Sirio dispuesto a resistir y Al Asad firme en el poder. Blinken, Nuland y Biden reforzaron las tropas en el pasillo de idlib, pero eso no cambió las posiciones sobre el terreno, y es probable que, después de la trilateral Putin-Erdogan-Raisi en Teherán, signadas por el incumplimiento sueco y finlandés del acuerdo con Turquía para ingresar a la OTAN, ese pasillo, poco a poco, desaparezca. En cuanto al Donbass… ya ves.


Solo Ucrania ya está aportando todos los ingresos al aparato industrial armamentista, que votó Demórcrata en las legislativas de medio término contra Trump, en las presidenciales y, en ambas, festejó.


La operativa invasiva del apoyo yanqui obamista a los nazis de Stephan Bandera chocó con la victoria electoral de Zelenski abrumadora en 2018, demostrando implacable que el pueblo ucraniano quiere paz, que no está dispuesto a volver a dividirse y dejarse llevar en gran parte junto al alemán, para carne de cañón de las hordas imperialistas de tiempos de Hitler. Ese resultado electoral explica la falta de base social de la traición de Zelenski. Quien pierde de vista aquellas elecciones no puede entender la falta de manifestaciones masivas en Kiev, que se acerquen a las de Moscú y menos aún a las de Irán en el entierro de Soleimani.


Pero también en EEUU las elecciones son una pauta de intenciones e incumplimientos. Sabemos por Wikileaks que incluso en semejante sistema plutocrático, Bernie Sanders hubiese sido el presidente en 2016 y en 2020, si no lo hubiesen estafado en las internas del Partido Demócrata. Eso habla bien del pueblo norteamericano y mal de su elite gobernante. Lo mismo pasa con el sueco y el finlandés, a quienes sus gobiernos no se animaron a llamar a referéndum para ingresar a la OTAN, ni a cumplir el pacto con Turquía, de cara a las elecciones.


Después de todo, tampoco le exigieron referéndum a Kosovo para reconocerle la independencia de Yugoslavia.


EL “PATIO TRASERO” ERA EUROPA


El problema del globalismo para los yanquis es que se lo gana China, la dibujen por donde la dibujen, pero están condenados al globalismo. Y, encima, el antiglobalismo, si fuera posible sostenerlo a mediano o corto plazo, también se lo gana China.


Biden es más difícil para el mundo que Trump, pero también para Biden el mundo está más difícil que cuando siendo senador votó la invasión a Irak.


A América Latina le llaman los yanquis “nuestro patio trasero”, pero se les sube a las barbas cada vez más. Entonces agarran de patio trasero a Europa.


Blinken ha dicho que “la fuerza debe ser un complemento necesario de la diplomacia”, en línea con el pensamiento tradicional del “excepcionalismo” yanqui declarado por Obama. El Partido Demócrata es el imperialista por antonomasia, doctrinario y práctico. Para nuestro Río de la Plata es el de Spruille Braden, pero no quedan muchos estados en el mundo donde Biden pueda aplicar la fuerza llevándosela de arriba, ni siquiera Corea del Sur, que le negó a Nancy Pelosi recepción presidencial o de cancillería, mientras protesta los subsidios a Tesla. Ni siquiera Japón que no quiere más bases militares. Ni siquiera Australia que cambió de gobierno y entregó la tutela de Islas Salomón a China. De India ni hablemos: está más BRI y más BRICS que nunca.


A USA le queda Europa, por ahora, con fisuras en el centro y en el este.


Intensifica el Lawfare desde Argentina hasta México (es a eso a lo que llaman “diplomacia”, a Moro, Stornelli, Luciani instruyendo para Washington), pero aumentar el saqueo, lo que se dice aumentar el saqueo en grande, sólo puede hacerlo en Europa, privándola de gasoductos y vendiéndole gas licuado a precio de oro.


La otra “diplomacia”, la de “no quedar aislados” que exigía Rockefeller, hoy Biden la tiene encorsetada por el fantasma de Trump. Cuatro años son muchos cuando un nacionalista antiglobalista cierra los ojos y el mundo sigue andando. En mayo le pagaron a los diez del ASEAN una foto en la Casa Blanca, pero de tratado transpacífico recién volvieron a hablar este lunes, aceptando que si Trump lo bloqueó para que no le entraran por la ventana empresas chinas con arancel cero, hoy, seis años después, las empresas chinas en el sureste asiático, tienen que ser al menos el doble.


De sus anuncios preelectorales de volver al mundo, Biden cumplió hasta el momento sólo dos, volvió al Tratado de París y a la OMS, pero todavía no se acercó a Cuba tal cual lo había hecho Obama ni volvió al 5 más 1 con Irán. Sucede que Trump le dejó adentro no sólo los problemas de aislamiento por decisiones ya tomadas, irreversibles, sino además 75 millones de votantes de consignas falaces e ideas fuerza poderosas.


LA DESVERGÜENZA DE HABER SIDO


La idea fuerza de Trump fue: “EEUU, con los gobiernos demócratas y republicanos que me antecedieron, trasladó a China sus puestos de trabajo y sus dólares. En eso consistió la globalización”. Esa idea fuerza quedó instalada, más allá de los 75 millones de votantes de Trump y de que fue el único que denunció fraude electoral hasta las últimas consecuencias. Ese fantasma va a volver, con Trump o sin él, en las legislativas de noviembre.


Biden no puede aceptar las reglas de un libre mercado que se adapte a la realidad, al multilateralismo, al fin del comercio desigual, a las transferencias de tecnología, para finalmente ganar-ganar en un mundo dominado por la producción china, por la unidad sinorrusa, por la iniciativa de la ruta, porque Biden tiene demasiados problemas internos, demasiados fanáticos del profeta anaranjado y hasta riesgo de secesión si lo perciben “poco patriota”.


Pero el mundo unipolar no existe y ni siquiera el tripolar con áreas de influencia. La respuesta de Yang Jiechi a Jake Sullivan en Alaska, cuando se reunieron por primera vez, “EEUU no está en condiciones de negociar con China desde posiciones de fuerza”, se viralizó en las redes chinas. La NEP China ha conectado tantos intereses comerciales en el mundo que es imposible tocarla. La semana pasada, por ejemplo, firmó en Londres con Rolls Roys otro contrato para el 80 % de los motores de China Airlines. Desde allí hacia el Sur no hay lugar sin intereses chinos bien creados.


La realidad es que EEUU nunca trasladó nada a China. Mejor dicho: USA trasladó cañones en apoyo a los imperios británico, japonés y portugués que arrasaron secularmente a China, convirtiéndola de primera potencia comercial y económica de los siglos X al XVII, en un país sin territorio propio y en un pueblo ahogado en el opio y la miseria. Después, ya desde mediados del siglo XX, trasladaron bombas para atentados y sabotajes en los puertos de la República Popular y portaaviones para Chiang Kai Shek y más bombas contra Corea que todas las que se lanzaron en la “Segunda Guerra Mundial”. Y después nada. No reconoció a la República Popular China hasta 1971.


Los puestos de trabajo en China los crearon los chinos en fábricas que construyeron los chinos y trabajaron los chinos. Los dólares los trasladaron los chinos de regreso de los puertos de California donde cobraron por productos chinos, hechos en China, que también trasladaron los chinos, llenando barcos chinos llenos, a su vez, de contenedores chinos.


Pero a Europa sí, los yanquis le dieron Plan Marshall con doctrina Truman, que todavía hace a las economías europeas demasiado dependientes de empresas usanianas (y de la ocupación militar) y obliga a que el desacople de la UE desunciéndose del carro yanqui antes del abismo, sea un proceso tortuoso, lleno de viejas cruces gamadas e ínfulas colonialistas que Europa, colonizada, todavía lleva dentro.


En síntesis, el canciller europeón de Washington, Joseph Borrel.

viernes, 9 de septiembre de 2022

Por qué el FA no tiene que defender a Cristina

 


Mido a los dirigentes populares por su capacidad de confrontar con el imperialismo.


No todos los pueblos tienen máximos dirigentes con esa capacidad, porque no todos los pueblos desarrollaron la capacidad de tenerlos. O la desarrollaron en diferentes grados, con distintos ritmos, siempre con sus peculiaridades.


El mayor enemigo del imperialismo yanqui, según documentos desclasificados de la CIA, antes de Fidel Castro, fue Juan Domingo Perón (una medalla que en Argentina sólo comparte desde ahora, Cristina Fernández de Kirchner). Desde ahora en Argentina Cristina Kirchner es además Cristina Perón de Evita. Le faltaba el atentado (fueron varios atentados en el Caribe y en Centro América los que obligaron a Perón a elegir para su exilio entre la URSS y España. Los dos países que en ese momento podían darle seguridad. España estaba, en todo sentido, más cerca de Argentina).


Ahora un fiscal y un juez que juegan en el mismo cuadro de fútbol en la casa campo de Macri (literal, juegan en el Liverpool del torneo de amigos en Los Abrojos, y el fiscal provoca a Cristina mostrándole un mate con un logo del Líverpool mientras pide su condena), un prevaricato más evidente aún que el de Moro-Dalagnol contra Lula, sobreactuando una condena (“que ya está firmada”, dice Crisitna) a doce años de prisión y proscripción perpetua de la candidata con mayor intención de voto en Argentina, en una causa sin ninguna prueba, a tal punto, que luego de tres años de investigaciones, tuvieron que agregarle a último momento, sin dar vista previa a la defensa (otra causal más de nulidad de la causa) un elemento de otro expediente, el de los famosos bolsos de López.


Los bolsos de López fueron una opereta (o una zarzueleta) a pedido del sentido común construido por los medios. Cazan infraganti a un oscuro funcionario revoleando bolsos con millones de dólares por encima de un muro de un convento de monjas. Semejante sainete con la correspondiente acusación del monopolio Clarín a Cristina Kirchner, subsiguiente a la de "asesina de Nisman" que le valió a Macri el uno por ciento de diferencia con que le ganó al peronismo (a Scioli, porque Cristina ya había cumplido dos períodos de gobierno y constitucionalmente no podía presentarse a tres seguidos) las elecciones de 2015.


Cristina dijo entonces. “Averigüen quién le dio los dólares porque yo no se los dí”, pero el lawfare actuó con toda su contundencia antes y después de la recta final de la campaña, igual que lo hace ahora. Le abrieron una causa tan trucha como las otras cientos que luego se han ido cayendo de a una con las investigaciones. A Argentina le costó 90 mil millones de dólares fugados durante el gobierno de Macri, mientras el Lawfare sigue con sus armados de causas, disciplinamiento de dirigentes populares cagones y protección a los verdaderos corruptos de la administración pública, los del poder real, que encajonan en el Partido Judicial las denuncias auténticas, pero el pueblo ya lo tiene bien calado. El pueblo argentino. En Uruguay no.


La gente en Uruguay lo que sabe es que “Cristina es mala” (“peor que el tuerto”). No alcanza la categoría pueblo. El viernes en Plaza de Mayo y en “el juego de calles que se da en diagonal”, más de 500 mil personas saltaron al grito de “el que no salta es de Clarín”. ¿Vos te imaginás a una multitud frenteamplista coreando contra el oligopolio mediático? No está visualizado. Aquí el tema del poder ni siquiera está planteado.


Aquí para ganar las elecciones, el mejor candidato que tenemos no sabe distinguir entre Felipe González y Lula, entre el mayor lugarteniente del Deep en Europa (por Solanas y por Borrell, cuarenta años y las dos decisiones cruciales de la OTAN en Europa, el bombardeo a Belgrado y la aventura Zelensky) y el mayor sepulturero potencial del imperialismo (Lula en el momento culminante e inminente de los BRICS). Y no sabe. No se hace el boludo. Realmente no sabe. Tampoco sabe Alberto Fernández, pero a éste ya lo superó Cristina para 2023.


DE EVA; NO DE ISABEL


Ahora se sabe que los dólares termosellados, según respuesta de la Reserva Federal a fiscalía, fueron del Finansur, banco de Sánchez Córdova, quien fuera tesorero de Boca Juniors cuando Macri era Presidente del club y es macrista. Se sabe también que la gran mayoría de los wathsapp de López no fueron de intercambio con Läzaro Báez sino con Niky Caputto, “el hermano del Alma” de Macri según Macri.


Cristina ya es Perón en todas sus dimensiones nacionales, populares e históricas. Va para la tercera presidencia. Ganó cuatro elecciones (entre per se y con vicario). El Partido Judicial pide su proscripción perpetua. A Perón consiguieron proscribirlo 18 años. Atentaron contra su vida hace una semana pero ya hace ocho años anunciaron en Estados Unidos que el ISIS iba a atentar contra ella. “Si me pasa algo –dijo entonces– miren al norte. No miren a oriente. Miren al norte”. Ése es el mayor de todos los motivos que la hacen Perón. En 1946 era “Braden o Perón” (por Spruille Braden, el embajador yanqui en Buenos Aires, que armó el Frente Democrático, la oposición a Perón en aquellas elecciones). Hoy es Stanley o Cristina (por Mark Stanley, el embajador yanqui en Buenos Aires, que, el 17 de agosto, en el decimonónico Foro de las Américas, ordenó a la oposición argentina a no esperar a 2023 y armar la coalición del “70 % (¿?)” que propone Horacio Rodríguez Larreta, ahora mismo, en descarado injerencismo. “Oí a Horacio y les digo. Háganlo ahora. No esperen al 2023”. Ese supuesto 70 % es todo el espectro menos el Kirchnerismo y la izquierda. Cristina es aquel Perón, pero es el Perón de Evita; no el Isabelita-López Rega.


DEBE Y NO TIENE


¿Vos te imaginás si Obama-Biden en vez de a Julissa nos hubiese mandado a Mark Stanley? ¿Para qué? No había necesidad.


En Argentina Stanley dijo abiertamente que la urgencia es por el litio, los alimentos y los hidrocarburos, especialmente el gas, que Estados Unidos necesita o necesita que se aumente la producción mundial. Cristina es la piedra en el zapato del imperio para evitar el saqueo.


Por eso es un error no tener en cuenta los diferentes grados, los distintos ritmos, las peculiaridades, de los procesos siempre diversos de cada pueblo. El FA repudió el atentado, lógico, pero no el lawfare. Debería, pero no tiene con qué defender a Cristina. Menos aún a Maduro, ni a Ortega ni a Díaz Cannel.


Al tiempo que nos solidarizamos con la Sra. Cristina Fernández de Kirchner ante este gravísimo hecho, reclamamos el rápido esclarecimiento del mismo y las acciones judiciales que correspondan. Asimismo, exhortamos a nuestro hermano pueblo argentino a rechazar toda manifestación de intolerancia y odio y a defender con convicción, firmeza y serenidad a la vez el respeto mutuo y la convivencia pacífica, indispensables para la institucionalidad y plena vigencia de la democracia”.


¡Bien!


Y lo decimos en no defensa de una compatriota, porque la historia sabe que Cristina nació en Tacuarembó.


viernes, 2 de septiembre de 2022

El cabezón de la mancha

 

Murió Mijail Gorbachov

Sus últimas palabras políticamente utilizables fueron para confirmar que Ronald Reagan, Jimmy Carter y George Bush le prometieron que si él disolvía el Pacto de Varsovia, ellos no iban a expandir nunca la OTAN hacia el Este. Dice un gran artista plástico que en “arte todo es inocente menos el resultado”. La Política es un poco más compleja. En política tampoco la inocencia es inocente.


Bastante se ha escrito sobre la mancha de Don Quijote. La connotada. Que la denotada La Mancha es territorial, pero en el quijote tiene al menos un significado más: la mancha del converso. Sancho Panza le enrostra varias veces que él sí es cristiano viejo. La mancha en la cabeza de Gorbachov era biológica pero era, además, la mancha del converso: había sido comunista ideológico browderista. Con el tiempo, después que Yeltsin se declaró bersteiniano y proscribió al Partido Comunista, Gorbachov le jugó el juegueo de la alternancia fundando, en 2007, a la par de Rusia Unida, la Unión Socialdemócrata. No lo votaron ni los molinos de viento. Le fue peor que a Novick, porque Gorbachov no tenía empresas. Se dedicó a dar conferencias y entrevistas con los logos de sus anunciantes a sus espaldas. Y hacer él mismo la publicidad, cual rock star retirado. Por ejemplo, el de Pizza Hut y el de la Coca Cola. Fue un ruso que les cayó bien a los occidentales, en las tandas de la televisión.


Esa mancha tenía la forma de Afganistán, donde Brézhnev había intervenido militarmente en 1980, a pedido del gobierno de izquierda electo, mortificando a los persas que habían hecho una revolución el año anterior contra los EEUU y cayendo inocentemente en la trampa de Zbigniew Brzezinski, el consejero de Seguridad Nacional del gobierno del presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, artífice, junto a Henry Kisssinger, del “G2 con China”.


Yuri Andropov, Jefe de Putin en la KGB hasta noviembre de 1982 y luego Secretario General de Partido por 15 meses, dejó escrito que prefería de sucesor a Mijail Gorbachov, pero éste tuvo que esperar dos años a cumplir el último deseo de Andropov, porque el Politburó, dominado por Constantin Chernenko, recortó a tijera el documento del ex Presidente de la KGB. Gorbachov se quejó entonces de que si hubiese podido aplicar dos años antes la NEP, hubiese llegado a tiempo. Él había comprobado el éxito de Deng Xioaping (ver “La NEP –Nueva Política Económica– de Lenin y la reforma económica de Deng Xiaoping” por Wei Xiaoping –se puede leer en línea pero es de pago–). El problema era que en la URSS, la “NEP” ya la había hecho la mafia. En tiempos de Brézhnev –y de su yerno– Yeltsin ya era Secretario del Partido de Moscú. Y, para peor, a la NEP económica de Deng, Gorbachov le agregó la política que Deng había descartado. Gorbachov le llamó Perestroika. Era una partitura en blanco y Gorbachov un director de orquesta sin batuta, según lo supo describir Manuel Vázquez Montalbán.


Para colmo agregó la glasnot transparencia–, que informó a los trotkistas que Stalin no los persiguió especialmente a ellos. Fusiló diez veces más no trotkistas e incluso antitrotkistas, que trotskistas. En fin... fusiló al 80% del Comité Central del 34 y entre los históricos del 19 purgó a todos los nepistas y a todos en general.


EN LA CUEVA DE MONTESINOS


Deng Xiaoping salió de Moscú en 1927, habiendo colaborado muy estrechamente con la NEP, en tiempos en que Félix Dzerzhinski, muerto en julio de 1926, le había dado continuidad a la NEP leninista, enseguida de la muerte de Lenin, cuando en febrero de 1924, Dzerzhinski pasó a presidir el Consejo Supremo de la Economía Nacional, organismo responsable de la industria. Dzerzhinski fue el bolchevique que sobrevivió a las mayores torturas zaristas, estuvo más años preso y clandestino y formó en diciembre de 1917 la Checa (Comisión Extraordinaria Panrusa para la Lucha contra la Contrarrevolución y el Sabotaje), antecesora de la KGB. Era defensor acérrimo de la Nueva Política Económica, rechazó la industrialización a ultranza a costa del sacrificio del campesinado. En su nuevo cargo administrativo, tuvo violentas disputas en materia económica con José Stalin, a la vez que contra la "Oposición de Izquierda" de León Trotsky. Conocido por mantener un estilo de vida muy austero pese a los privilegios que podía recibir como líder importante, Dzerzhinski fue y es odiado por los enemigos del bolchevismo, que lo consideran responsable de represiones, arrestos y ejecuciones. El monumento en su honor, en la Plaza Lubyanka de Moscú, fue derribado en tiempos de Yeltsin. Vladimir Putin ha repuesto la estatua de Drzerzhinzki en el Ministerio del Interior, mientras el gobierno de Bielorrusia, presidida por Aleksandr Lukashenko, ha erigido un monumento en su recuerdo.


Después de colaborar con la obra de Dzerzhinski, Deng participó de La gran marcha, de la guerra, de la entrada en Beijing (fue el “cuarto hombre” del Partido Comunista de China; el “tercero” desde la muerte de Shou De), sobrevivió incluso a “la revolución cultural” de “la banda de los cuatro” y en 1978, cuando de todos sus compañeros de aquel Moscú ya hacia treinta y siete años que habían asesinado al último (Alexandra Kollontai había sido desplazada al servicio exterior y Mijail kalinin represaliado con el destierro a Siberia de Ekaterina Kalinina; Inessa Armand (la primera ministra de Estado de la historia universal) había muerto tres años antes que Lenin; Kámenev (1936), Zinóviev (1936), Berzin (1938), Bujarin (1938), Krestinski (1938), Miliutin (1938), Rikov (1938), Smilga (1938), Lómov (1938) Sokólnikov (1939), Bubnov (1940) fueron fusilados; casi ninguno de estos líderes históricos era estrictamente trotskista, aunque probablemente querían volver a tenerlo de Jefe del Ejército Rojo dadas las circunstancias; incluso Kámenev y Zinóviev, quienes habían sido claves para relegar a Trotsky, lo querían en aquel rol; a Trotsky lo asesinó un sicario de Stalin en México (1940) e Ioffe se suicidó. 


De todos los integrantes del Comité Central y el Politburó del 1919, que habían ganado con luz la guerra del 18 al 22, el único que asistió al desfile del aniversario del día de la Victoria en 1946, fue Stalin. La blitzkrieg que lo sorprendió y el tardío recurso a Zhukov, aumentaron en varios millones el costo en vidas de la Gran Guerra Patria. Las purgas stalinistas otro tanto. Es controvertido que la colectivización forzada del campesinado y la industrialización forzada hayan sido más efectivas que la NEP. En mi opinión, si Lenin hubiese vivido 20 años más, la NEP hubiese impedido que Rusia fuese nuevamente invadida. En circunstancias diferentes, Deng implantó la NEP cincuenta años después de su salida de Moscú, en Beijing, a donde Shou Enlai le hizo volver tras el confinamiento de la Revolución Cultural y Mao Zedong lo designó para que le sucediese.


Gorbachov dio a luz todos los documentos que habían ocultado Jruchev y Brézhnev (ambos ucranianos) y heredó también las regiones rusas incorporadas a Ucrania por Jruchev (Crimea, Donestk, Lugansk, Odessa, el este y el sur) y las polacas por Stalin (principalmente Galitzia). A la hora de los tickets alimentación, le dio por cerrar la canilla del vodka, entre otras, pero si algo supo ser, fue Gattopardo, aquel personaje de Lampedusa, hacer que todo cambie para que todo siga igual.


Bajaron unas banderas, subieron otras, cambiaron los escudos, los nombres de los partidos y hasta de algunos países, pero con excepción de Rumania (Ceaucescu, no estalinista, cayó por lucha armada), 19 muertos en Lituania, un golpe incruento en Polonia (Jaruzelski), ningún desmantelamiento de aparato represivo, prácticamente los mismos hombres, con y sin uniforme, al mando de los nuevos y viejos países. Y todos más o menos concomitantemente, transitaron de la crisis económica al consenso neoliberal de Washington, hambreando a sus pueblos (en la Rusia de Yeltsin los indigentes llegaron a ser 20 millones a fines de 1999, cuando Vladimir Putin fue proclamado Primer Ministro y al año siguiente Presidente, desplazando al viejo choborra).


Ya para entonces Gorbachov dormía en la cueva de Montesinos, donde al caballero andante en la novela de Cervantes, le asaltó un profundo sueño.


POR LA VÍA ELECTORAL


La Constitución soviética del 24, especialmente los artículos redactados por Lenin, habilitaron a que este proceso se diera en forma sorprendentemente pacífica. Eso explica el posterior crecimiento continuo de Asia Central, de la propia Rusia de Putin, y los ciclos de Europa central y oriental de los que es paradigmático Víctor Orban (Hungría), quien fue secretario de la Unión de Juventudes Comunistas de su región, luego fundador de un partido neoliberal y ahora presidente nacionalista, amigo de Putin, al igual que el serbio Aleksandar Bucic.


Pero a esta altura de los resultados, habría que ver quién fue más inocente, porque George Kennan, el arquitecto original de la política exterior de EEUU en la Guerra Fría, embajador demócrata de Harry Truman en Moscú desde 1945, autor del famoso “Telegrama largo”, ya en 1998, cuando el primer movimiento de la OTAN hacia el este, advirtió: «Creo que la expansión de la OTAN es el comienzo de una nueva guerra fría. Creo que los rusos reaccionarán gradualmente de forma bastante adversa y esto afectará a sus políticas. Creo que es un trágico error. No había razón ninguna para esto. Nadie estaba amenazando a nadie más”. George Kennan murió en 2006, reiterando sus advertencias: “Por supuesto que habrá una mala reacción por parte de Rusia y entonces quienes amplían la OTAN dirán que siempre les dijimos que los rusos son así, pero eso es simplemente un error de cálculo».


Y Henry Kissinger, el más notable ex-Secretario de Estado de Estados Unidos, republicano, en 2014 agregó: «Para que Ucrania sobreviva y prospere, no debe ser el puesto de avanzada de ninguna de las partes contra la otra, sino que debe funcionar como un puente entre ellas. Occidente debe comprender que, para Rusia, Ucrania no puede ser nunca un simple país extranjero”.


Y digo que “habría que ver”, porque para las noches del próximo invierno en Europa es muy en condicional que se vea algo, con la austeridad energética obligada.