Durante los primeros tres gobiernos del Frente Amplio trabajé en una zona donde más del 80% votaba contra el FA. Nunca los vi tristes ni amargados. Cuando perdieron en 2004 pensaron que el gobierno sería un desastre, que lo dejaron suficientemente atado y bien atado (tal vez lo dejaron así). Cuando perdieron en 2009 estaban segurísimos de que Mujica Presidente iba a ser el papelón mundial. París siguió siendo una fiesta hasta la tercera vez que perdieron.
Estaban muertos. "Hoy todavía están muertos" comentábamos al oído con los mozos el domingo siguiente. Tardaron una semana en entenderlo y resucitaron al octavo día: al presagiado hazmerreir mundial estaban convirtiéndolo en la celebridad filosofal e histórica de todo el mundo, sobre todo de los medios de ellos, también en todo el mundo y en todos los formatos. Poco les faltó para otro Nobel de la Paz.
Hoy le lloran flores sobre su tumba en The Economist y en Miraflores. A considerar por el rumbo inicial del cuarto gobierno del FA, The Economist con más sinceridad y razón.
Por una semana se olvidó que cada uno es cada cual y cada cual con su poder de fuego.
Yo le recuerdo coherente pidiendo ingreso al FA después de la dictadura tras severa autocrítica, embroncado contra Seregni y contra Astori por la ley del balotaje en el 96. Coincidí con Pepe y con Tabaré en que aún sin mayoría absoluta, en el 99 se llegaba a bastante más gobierno y se evitaba la "catástrofe" y especialmente los contratos precavidos. Le recuerdo Ministro en 2005 saliendo en televisión con una carpeta contra las forestales. Le recuerdo el "perdí con Harvard". Los quince años de gobierno de Astori con más luces que sombras. Recuerdo que en 2014 Pepe se fue de la Presidencia dejándole al PIT-CNT un canal que éste desaprovechó. Se fue diciendo: "el dinero para el tren está en China". No lo fueron a buscar. Aprobando salud reproductiva, matrimonio igualitario, legalización de la marihuana, leyes contra la violencia de género... poco reglamentadas y menos presupuestadas, pero se avanzaba. Ahora, después, el sumo pontífice: "Maduro está loco como una cabra", "Venezuela juega a la democracia", "Cuba es un desastre" "mienten testimonios de resistentes a la dictadura fascista" (por sus circunstancias personales, desconoció esa resistencia popular). Abonó la teoría de los dos demonios que en Uruguay instaló Sanguinetti, pero ha sido de aplicación secular. Y así regresó al poder con todo el espectro personal histórico de un Perón.
Va a ser según lo hagan sus epígonos, Gelbart o Rodrigo, Menem o Kirchner... Salvando la distancia que es un charco. Aparentemente Sánchez y Díaz u Odonne y Lubetkin... Menuda responsabilidad, en particular para la 609, tan mayoritaria que da testimonio a la muerte de Mujica, con su votación, de la tremenda capacidad política de aquel que, cuando Seregni no lo dejaba entrar al FA, supo armar las mateadas y crecer sin dejar de votarlo.